domingo, 18 de abril de 2010

Mis 15 guionistas favoritos

Bueno pues el amigo Jaime nos ha emplazado a completar el repaso a nuestros autores de cómics preferidos con una limitada lista de 15 guionistas. Él habla de los mejores y yo a tanto no llego. Simplemente les dejo una relación de quince nombres de los que a mí más me gustan y otra final en la que incluyo unos cuántos más que tampoco lo hacen nada mal. En la lista omito autores completos que estarían también entre mis guionistas preferidos, como Pratt, Eisner o Caniff, simplemente porque ya los incluí en las otras listas de artistas preferidos. Si son los mejores o no pues ya queda al gusto de cada uno. Estos son mis 15:

Ed Brubaker: Renovando desde la tradición.”Sleeper”

Jean Michel Charlier. Amo de los géneros «Barbarroja »

Pierre Christin. Aventura con moraleja «Partida de Caza»




Garth Ennis: “Semper fidelis”. “El Predicador


Alejandro Jodorowski. Antes muerta que sencilla. “Bouncer”


Alan Moore. Abriendo caminos. « Swamp Thing »



Victor Mora. Un clásico inolvidable. « El Capitán Trueno”.

Grant Morrison La locura inteligente. «Doom Patrol».

H. G. Oesterheld. El compromiso hasta el límite. « El Eternauta»


Joann Sfar: La mirada original. “El gato del rabino”.


Roy Thomas. Reordenando el universo 1. «Los Vengadores»


Carlos Trillo. Esquivando la mediocridad. “El loco Chavez



Jean Van Hamme Entretenimiento sin límites. “XIII”.

Marv Wolfman. Reordenando el universo 2. « Crisis en Tierras Infinitas ».

Robin Wood. La épica biografiada.”Nippur de Laggash”




Con estos siempre tengo asegurado un buen rato pero con estos, también:

Denny O´Neill, Jason Lutes, Abulí, Beá, Greg, Neil Gaiman, Peter Milligan, Jim Starlin, Naoki Urasawa., Jason Aaron, Steve Englehart, Carlos Giménez, Kurt Busiek, Frank Miller, Greg, Roger Stern, Steve Gerber, Bill Mantlo, Stan Lee, Pat Mills, Dave Sim, John Byrne, Chris Claremont, Len Wein, Warren Ellis, Robert Kirkman….

sábado, 17 de abril de 2010

“Nocturna”, de Benicio del Toro y Chuck Hogan.

Definitivamente, los vampiros están de capa caída. Llevamos ya unos años así (desde las “Crónicas Vampíricas” de Anne Rice), en que se está deconstruyendo el mito del chupasangre con versiones cada vez más tontunas hasta que pensé se había tocado fondo con la lamentable saga “Crepúsculo”, de Stephenie Meyer de cuyo primer volumen ya les conté mis impresiones aquí. Pero, he de reconocer que, tonto de mí, pensé que la cosa remontaría y puse mis esperanzas en “Nocturna”, el libro escrito a sospechosas pachas (yo de estas cosas siempre soy muy desconfiado) por el desconocido Chuck Hogan (que casi tiene nombre de luchador de wrestling) y el talentoso director de cine mexicano Guillermo del Toro y publicado en una pésima edición por Suma de Letras. Como aun así no las tenía todas conmigo, he esperado, aprovechando que mi cuñada se lo compró, para leerlo estos días en mis diarios viajes en transporte público y confirmar que a los vampiros les han clavado la estaca y no parece nadie capaz de echarles unas gotitas de sangre. Les cuento.

“Nocturna” es un libro casi tan mal escrito como “Crepúsculo” pero, además, está mal estructurado (si querían escribir una trilogía deberían haberlo avisado) de modo que durante las doscientas soporíferas primeras páginas no pasa absolutamente nada perdidos los autores en aburridísimos detalles técnicos sobre el funcionamiento de los aeropuertos de Nueva York y del avión en que llega Sardu, que es el vampiro malo. Si uno resiste esas primeras páginas, estará a disposición de leerse todo el relato que se centra en unos médicos (los héroes del siglo XXI) especializados en epidemias y su mentor un anciano cazador de vampiros rumano (vivan los clichés) que intentan evitar que los nomuertos se propaguen por la Gran Manzana. ¿Lo conseguirán? Pues tendrán que leerse el libro, si se atreven.

Nocturna” es un libro en el que, más allá a los guiños que muestran el conocimiento del subgénero de los autores, no puede encontrarse un mínimo atisbo de originalidad limitándose Hogan y del Toro a reactualizar el mito de la forma más bizarra y predecible posible, reduciendo el romanticismo de los vampiros a la casquería vírica de las últimas versiones de “Alien” y cayendo en todos los tópicos trillados que cualquier aficionado al terror pueda imaginar. Y lo peor de todo es que no se detecta demasiado interés por parte de los autores en ocultar sus intenciones ni ir más allá de la mera estructura del “best seller” para ofrecer una obra con un mínimo interés literario o al menos en la que se hubieran trabajado mínimamente las situaciones para enganchar al lector, limitándose a aprovechar el tirón que el nombre de del Toro tiene para asegurarse unos beneficios económicos que precedan a la segura adaptación cinematográfica ya que esta “Nocturna” no tiene más cuerpo que el de un guión un poco más elaborado

En definitiva, “Nocturna” es una auténtica decepción a la que no ayuda para nada la pésima traducción de Sopa de Letras ni su pésima edición. Si alguien se atreve con la continuación que se pase y me lo cuente porque yo definitivamente paso.

viernes, 16 de abril de 2010

La pequeña gran historia del origen de Lobezno.



En los comentarios a la anterior entrada dedicada a Herb Trimpe ha surgido alguna duda acerca de la autoría de Lobezno, el archiconocido mutante que hace su trabajo mejor que nadie. Como la cosa tiene su interés vamos a aclarar el asunto que tiene su gracia.



Ya a inicios de los setenta, Dave Cockrum andaba creando diseños de personajes para los “X Men” de Marvel. Entre estos personajes, uno de los más destacados fue un vampiro con rasgos lobunos al que bautizó como Wolverine que se caracterizaba por su naturaleza bestial aunque según otra teoría (con visos de ser cierta teniendo en cuenta que la mayor parte de los nuevos hombres X fueron creados por Cockrum para el Giant Size X Men 1 reutilizando diseños previos desechados de nuevos miembros de “La Legión de Superhéroes” de DC) ese wolverine fue creado por Cockrum para un potencial grupo de villanos que se enfrentaría a La Legión de Superhéroes llamado Devastadores, formado por Tyr, Belladonna, Wolverine, Sidewinder y Manta. Este grupo como los diseños de los nuevos legionarios de Cockrum fueron rechazados por el conservador y miope editor de la Legión, Murray Boltinoff.


En 1974, Marvel pretendía expandirse en Canadá para lo que el por aquél entonces editor Roy Thomas propuso a Len Wein que incorporase el primer superhéroe canadiense en “The incredible Hulk” en una historia que transcurría en la frontera entre ambos países. Thomas le sugirió a Wein que como los personajes basados en animales estaban de moda eligiese uno que tuviera características de animales autóctonos de los bosques fronterizos entre Canada y Estados Unidos, sugiriéndole dos posibilidades: el badger que es una especie de tejón y el wolverine (traducido glotón) que no existe en España ni en el zoo, decidiéndose Wein por este último por su similitud fonética con lobo (wolf). Al principio, Wein barajó que Lobezno fuese quebequés pero finalmente desechó la idea.




Por aquélla época, John Romita Sr. había dejado de ser el director artístico de la compañía y no llevaba ninguna colección, dedicándose a realizar diseños gráficos para nuevos personajes (algo que, por otro lado, había hecho durante toda su carrera en Marvel aparte de ejercer de “hombre orquesta” de la Marvel dando el acabado final al trabajo propio y al ajeno. Vamos, un monstruo…) y Thomas le encargaron que se encargara de diseñar al personaje, siguiendo las indicaciones de Wein. Parece ser, decía, que al principio Romita no tenía claro cómo era un glotón y pensaba que era una especie de loba, por lo que tuvo que recurrir también a la enciclopedia. El mismo lo explica mejor que nadie en el libro de Forum “El arte de John Romita”:





“…Acudían a mí con nuevos personajes como Lobezno y querían que apareciera en la serie de La Masa. Me dijeron que el personaje se llamaba Wolverine así que inmediatamente cogí la enciclopedia, miré qué decía sobre Wolverine y vi una foto del animal. Es un animal muy voraz con pequeñas garras. Es implacable, rápido. Utilicé todos esos elementos, como las garras y la fiereza en el traje. El animal tiene un toque felino un aspecto de gato montés, pero creo que es un animal canino. Podría incluso ser una combinación, la verdad es que no lo sé. Siempre lo consideré un animal canino, pero creo que es más bien felino“.


También parece ser que en un primer momento, Romita pensó en que las garras formaran parte de las manos como una extensión de los dedos pero finalmente la desechó pensando que era una idea demasiado grotesca y le quitaba fuerza al diseño. Una vez acabado el diseño, Romita padre lo pasó a Herb Trimpe para que hiciera su primera aparición en los ya míticos números de “The Incredible Hulk #180 y 181”. En el número 180, Lobezno aparece en la viñeta final (la reproducida en la entrada de Herb Trimpe) inmiscuyéndose en la lucha entre Hulk y El Wendigo. Ese dibujo seguramente fue realizado por Romita y es a partir del 181 el que es considerado como la presentación oficial del personaje.






Wein tenía claro que iba a seguir contando con el personaje y que iba a ser un mutante desde el principio porque ya estaba ideando la nueva formación de “La Patrulla X” para el no menos mítico Giant Size 1 de 1975, aunque originariamente no tenía más poder que su capacidad olfativa y su ferocidad. Lo que parece ser que no es cierto es que pensase nunca que fuese un joven y que las garras fuesen armas incorporadas a los guantes y lo más probable es que si hubiera continuado en “La Parulla X” en lugar de factor curativo hubiera tenido superfuerza… Cockrum incluso aseguraba que Wein y él le propusieron a Stan Lee que Lobezno fuese en realidad un wolverine mutado pero The Man demostrando el buen ojo que ha tenido siempre para estas cosas y descartó la idea.

Tras dejar Wein y CockrumX Men” reorganizado, llegaron a la serie un chico canadiense llamado John Byrne (que le cambió el uniforme por el naranja y marrón menos chungo de dibujar) y un inglés Chris Claremont que le vieron posibilidades a Logan y le otorgaron- sin olvidar la aportación de la serie limitada de Frank Miller- su personalidad definitiva a un personaje que ya estaba completamente definido, pero esas son otras historias y si acaso ya se las cuento en otra ocasión…

jueves, 15 de abril de 2010

“Scott Pilgrim, 3, 4 y 5”, de Bryan Lee O’Malley.

El ser un tebeo de moda del que todo el mundo opina para bien y para mal y sobre el que se prepara una película es una fruta envenenada tanto para el lector como para la obra. El lector se acercará con unas expectativas creadas que raramente se cumplen y la obra adquierirá unas connotaciones ajenas (o no) a la idea con las que el autor la creó con lo que puede quedar desvirtuando su contenido real. Eso le ocurre sin duda a “Scott Pilgrim”, la opera prima de Bryan Lee O’Malley, un tebeo que sin duda tiene sus virtudes pero que de momento por lo que llevo leído se encuentra lejos de ser tan maravilloso como los más entusiastas opinan.Y es que, además, ”Scott Pilgrim” es uno de esos tebeos que precisamente debe leerse sin ninguna idea preconcebida por lo que recomiendo alejarse de cualquier contaminación intelectualoide y dejar de leer reseñas como esta. Pero si, a pesar de ello, persistís yo os cuento mis últimas impresiones.
Tras leer el tercer volumen,“La tristeza absoluta”, estuve a punto de dejar la serie y es que se me hizo muy cuesta arriba una historia en la que el autor se limitaba a insistir en las gamberradas de los anteriores volúmenes sin ir más allá del consabido enfrentamiento con el tercer novio malvado de Ramona Flowers y aclarar la relación con la antipática Envy Adams. Más allá de las más o menos ingeniosas ocurrencias de O’Malley no se percibía ninguna evolución en el tratamiento de la historia y los personajes dando la impresión que simplemente se dejaba llevar sin tener demasiado claro como continuar la historia. Si no la dejé en este punto fue debido a la hábil maniobra de Mondadori de sacar los volúmenes a pares (menos el 5 todavía calentito que ha salido desparejado) con lo que ya tenía comprado el cuarto, Se lo monta”. Y lo cierto, es que en este la historia mejora considerablemente, respecto a lo leído anteriormente porque O’Malley da muestras de tener las ideas más claras de lo que parece y sin abandonar el tono desenfadado característico de la serie no sólo hace evolucionar al personaje principal obligándole a asumir decisiones y “madurar” sino también a todo el microcosmos de secundarios que le rodean. La mejoría se ha confirmado en el quinto tomo que acaba de aparecer y con el que se alcanza de momento la edición americana (el 6º volumen está anunciado para Julio de este año) , “Contra el Universo”, en el que la historia definitivamente pierde el carácter exclusivamente jocoso para incorporar elementos más dramáticos en la que es la primera crisis de pareja entre Scott y Ramona (y sí, también hay enfrentamiento contra los dichosos novios malvados) dejando al lector con ganas de saber cómo evoluciona la vida de unos personajes a los que definitivamente ha cogido cariño.
Más allá de chuminadas (que nadie se ofenda) que consideran “Scott Pilgrim” un retrato generacional, O’Malley lo que plantea definitivamente es una historia de personajes centrada en la manida historia del paso de la juventud a la vida adulta a la que lava la cara para no caer en el melodrama (lo que se agradece) y evitando dotar a la obra de una trascendencia no buscada (cosa que también se agradece y que en ese sentido sí convierte a “Scott Pilgrim” en una obra destacable). En el aspecto gráfico, O’Malley es un dibujante con muchas carencias que compensa con un excelente sentido narrativo y conocimiento del medio en el que se maneja (lo que no se puede decir de muchos otros dibujantes mejores que él) y con esas armas logra realizar un cómic fluido, fresco y entretenido que se lee en un momento con el que pasar un buen rato. Pero, además, es un dibujante que progresa lo que se traduce en composiciones de páginas más atractivas y en la disminución del uso de las cartelas explicativas que en algunos tomos (el 3) llegaba hasta el abuso aunque se convertía en el único modo de distinguir a algunos personajes e incorporar algunos gags humorísticos.

En definitiva, “Scott Pilgrim” es un tebeo que mola. siempre y cuando no se tome demasiado en serio, intentando otorgarle más lecturas que el entretenimiento para el que fue concebido. Si se paran a pensarlo no es tan poco tal y como está el patio.

Más “Scott Pilgrim” en El lector impaciente:

"Scott Pilgrim 1 y 2"
Trailer de la película, aquí.

Mis 15 (50) artistas preferidos (3 y final)

Última lista en la que reúno a mis 50 dibujantes de cómics preferidos por lo que la amplío de las quince anteriores a 20 nombres. Lista maleable por supuesto y de la que han quedado fuera gente con méritos más que suficientes para estar incluidos pero como tampoco le encuentro sentido el alargar en exceso el tema y creo que, más allá de mi ignorancia y mis olvidos, son todos los que están aunque probablemente no estén todos los que son. ¿Se os ocurre algún nombre indispensable para vosotros que no aparezca en alguna de estas listas? (Boucq, Bourgeon, King, Manara, Franzetta, Bea, Golden, Kaluta,Raf, Otomo, etc y etc y etc…).

Los 20 elegidos son:

Enkil Bilal: La belleza fría. Trilogía Nikopol.

Daniel Clowes. La pausa desasosegante. “David Boring” .

Alan Davis. La estilización máxima. “Clan Destine”.

Steve Ditko: El genio encubierto. “Mr. A

Jaime Hernández: Escapando de la rutina. “La Educación de Hopey Glass”“

Goseki Kojima. El dibujo zen. “El lobo solitario y su cachorro

Harvey Kurtzman: Cómic total “Little Annie Fanny

Max: El mesmerismo gráfico. “Bardín el Superrealista”.

David Mazzuchelli: La evolución inconformista. “Batman Año Uno”.

Morris. El humor inteligente. “Lucky Luke”. Frederick Peeters: Contrayendo-expandiendo. “Píldoras Azules”.

Grzegorz Rosinski: La aventura preciosista. “Thorgal”.

E. C. Segar.: La imaginación clásica.“Thimble Theatre”.

Art Spiegelman: Apostillando a los sabios. “Maus”.

Jim Steranko. Emergiendo del inconsciente. “Nick Fury, agente del SHIELD

Sergio Toppi: La fantasía soñada. “Sahrazad

Alex Toth: Un genio en las sombras. “El Zorro”.

Vázquez: Creatividad ante todo.”Anacleto, agente secreto

Barry Windsor Smith: El manierismo hecho tebeo. “Conan el Bárbaro”.

Bernie Wrightson . El maestro absoluto del terror. “Jenifer


(Ahora a ver si me pongo con la de 15 de guionistas para el domingo. Y es que con esto de la lista no paramos….)

miércoles, 14 de abril de 2010

Herb Trimpe, Lobezno y el traje chungo.




P: Vale. Y lo siento, pero tengo que hacer esta pregunta… Lobezno, ¿Qué opinión te merecen aquellos números después de tantos años?

HT: ¿Qué números?

P: Los primeros de…



HT: Ah, vale, los números de Hulk en que aparecía Lobezno por vez primera…el 180 y el 181. a ver, el traje era muy chungo. Pero es era típico en la época. Nadie se esperaba que el personaje fuera a convertirse en lo que se ha convertido pero esas cosas pasan. Nunca sabes lo que va a funcionar. Hay personajes que aparecen en un número o dos y luego desaparecen para siempre.


Otros aparecen, luego se van y velven a salir al cabo de un tiempo. Puede que un malo vuelva al cabo de unos meses y se haga popular y vuelva a salir. En un principio coincebíamos al personaje como un malo de usar y tirar, pero cuando lo convirtieron en miembro de la Patrulla-X adquierió una nueva personalidad y despegó definitivamente. Recuerdo haber hecho un dibujo por encargo para una cosa llamada "Hero Initiative" que se dedica a recaudar fondos para dibujantes que necesitan ayuda. Te dan una portada en blanco…Seguro que lo has visto… Hay un too que recopila versiones de portadas hechas por distintos autores. Yo hice un dibujo de Lobezno con la cara de Hugh Jackman y decía algo así como Y pensar que tuve que ponerme esto… En fin, para mí sigue siendo el mismo personaje. Y hasta él mismo se da cuenta de que hacía el ridículo con aquellas mallas amarillas.



(Extracto de una interesante entrevista al histórico cocreador de Lobezno Herb Trimpe por Jaume Vaquer en el pasado Salón de Áviles y publicada enDolmen 169. Si podéis, echadle un ojo que no tiene desperdicio).