viernes, 28 de marzo de 2008

“La Carretera” de Cormac McCarthy


Si hay algún autor que está hoy en día de moda y en boca de todo el mundo ese no es otro que Cormac McCarthy a raíz de la recientemente oscarizada adaptación que los hermanos Coen realizaron de su anterior novela “No es país para viejos” y el Pulitzer 2007 obtenido por la novela que hoy nos ocupa, “La Carretera”.

A grosso modo, “La Carretera” es la historia del éxodo sin esperanzas de un padre y un hijo por una Tierra arrasada víctima de algún tipo de desastre no precisado. El mundo es un erial en el que nada crece, la comida escasea y la civilización es un vago recuerdo en una tierra en la que los escasos supervivientes luchan por sobrevivir a toda costa llegando hasta el canibalismo. Padre e hijo transitan por una carretera sin fin rumbo al sur con la esperanza ciega que en la costa o en algún sitio se esconda un vestigio de humanidad.

En muchos sitios he leído que consideraban “La Carretera” como una novela de ciencia-ficción (“la mejor novela de ciencia ficción de todos los tiempos” (sic.)) y aunque no soy yo quién para negarlo, en mi opinión, esta es una novela que se escapa de cualquier concepción de género y se convierte en una gran novela sin necesidad de limitarla a un género concreto.

En “La Carretera”, McCarthy escribe una hermosa, triste y patética, en ocasiones, metáfora sobre la paternidad que sobrepasa cualquier ambientación de género (aunque sí, siendo estrictos es una novela de ficción aunque su estilo sea realista) y que cualquiera que sea padre (y aquellos que no lo sean, también) se sentirán reflejados hasta lo más hondo en el profundo amor que el padre siente hacia su hijo: el hijo se convierte en objeto y depositario de las más secretas esperanzas del padre, en sentido de la existencia cuando todas las ilusiones de la juventud desaparecen con la lucidez que suele llevar asociada la paternidad y en razón de sacrificio final cuando ya no queda más que ofrecerle que la propia vida. Todo eso queda reflejado en esta intensa parábola en forma de novela crepuscular. Un mensaje que se ve reforzado por el carácter anónimo de los protagonistas que simplemente el autor denomina “padre” e “hijo”quienes en su deambular por esa tierra de nadie y sin normas en la que el mundo se ha convertido son depositarios de la última semilla, la llama, de humanidad – y esperanza- que el mundo atesora.

Se ha comparado el estilo de McCarthy con el del gran William Faulkner y algo de ello hay porque a mí esta novela me ha recordado mucho en su estilo y mensaje brutal y sin concesiones hacia el lector a una de las grandes obras del de Mississippi, “Mientras Agonizo”. Sin embargo, McCarthy va un paso más allá en la ambientación del mundo y el carácter de sus protagonistas a través de párrafos cortos y medidos como pinceladas en la conciencia del lector que poco a poco dibujan el cuadro del horror sin esperanza en el que los personajes transitan y conviven con la crudeza de su destino. McCarthy no adjetiviza ni se pierde en descripciones ni ambientaciones estériles dejando que la historia fluya por sí misma e impregne la imaginación del lector hacia un climax final que, aunque predecible, conmoverá hasta al más duro de corazón llevado hasta la extenuación por el “tour de force” que propone McCarthy.

La Carretera” se puede disfrutar como una aparentemente sencilla y llana novela de evasión, y agradará, pero para el lector atento McCarthy esconde en poco más de doscientas páginas una de las historias más conmovedoramente bellas y humanas que he leído en los últimos años. No se la pierdan.

jueves, 27 de marzo de 2008

“Batman / The Spirit” de Jeph Loeb y Darwyn Cooke


Norma Editorial nos ofrece a modo de aperitivo de la nueva serie regular de “The Spirit” de Darwin Cooke que empezará a publicar este mes de Abril, el crossover que, junto al guionista Jeph Loeb, aquel realizara como primer acercamiento al personaje y que obtuvo el Premio Eisner a la Mejor Historia Corta del año 2007.

Leída la historia lo cierto es que resulta más que correcta en su planteamiento pero realmente sabe a poco después de haber leído las historias de Eisner (para que se hagan una idea es como si a un cafeinómano le dan un descafeinado) y a uno le hace preguntarse si este año el premio a Mejor Historia Corta estaba muy barato.

Dolan y Gordon rememoran un caso en el que Spirit y Batman unieron sus fuerzas para desbaratar los planes de una alianza de algunos de sus más conocidos villanos para acabar con los dos policías cuando acudían a una Convención en Hawai. Los policías están engatusados por dos de las más atractivas y ambiguas villanas de los dos personajes, P’Gell y Hiedra, y serán los héroes quienes unidos deberán detener a los criminales y rescatar a los policías.

La historia a pesar de resultar tópica y contar con una estructura manida hasta la saciedad en este tipo de cruces entre personajes resulta entretenida en su falta de pretensiones aunque al repartir escrupulosamente el protagonismo entre ambos personajes hace que quede un poco sosa y plana al tiempo que el desenlace resulta apresurado y predecible. Jeph Loeb ( “Batman: Dark Victory”, “Daredevil: Yellow”) demuestra que es un guionista con mucho oficio y su conocimiento de los personajes le permite salir del entuerto airoso aunque de un autor de su calidad siempre deba esperarse algo más.

Más interesante resulta analizar el trabajo de Darwyn Cooke (“Catwoman”, “The New Frontier”) quién se va a encargar de la responsabilidad de realizar la nueva serie regular en solitario (al menos hasta su número doce). Cooke es un dibujante forjado a la sobra de Bruce Timm y las exitosas series de animación sobre distintos personajes de DC que este realizara la pasada década. Esta influencia es bastante palpable en su estilo, aunque no su única influencia, ya que la de Eisner también resulta palpable. Cooke es un buen narrador gráfico y en esta obra emula al maestro Eisner en algunos de sus recursos más característicos, como la incorporación de las letras del título a la narración o el uso de distintas perspectivas para dosificar la tensión y el ritmo. Sin embargo, en otros extremos Cooke es un autor si cabe más clásico que Eisner a la hora de plantear la narración ya que en ningún momento se atreve a romper con la organización clásica de página en viñetas y así, lo que el Maestro de Brooklyn era capaz de sintetizar en ocho páginas trepidantes el de Toronto necesita cuarenta y ocho bastante más anodinas.

No me entiendan mal, Cooke no es mal dibujante, lo que ocurre es que la comparación que se ha buscado es odiosa y sonrojante a todas luces. Habrá que ver como evoluciona a lo largo de la serie regular y si el resultado merece la pena aunque, en mi opinión y ahora que no nos lee nadie, si quieren leer las mejores historias sobre “The Spirit” háganse con alguno de los últimos tomos de “Los Archivos de The Spirit” de Will Eisner también publicados por Norma Editorial y descubrirán – quién todavía no lo haya hecho, claro- porque este cómic es una obra maestra del noveno arte. Háganme caso.

miércoles, 26 de marzo de 2008

Rafael Azcona (1926-2008), adiós al repelente niño Vicente.



Antesdeayer murió como consecuencia de cáncer el que ha sido sin discusión el mejor guionista español hasta la fecha. Azcona supo conjugar como nadie crítica mordaz y sensibilidad cargadas de humor negro hacia esa España oscura que intentaba sobrevivir a una Dictadura. Películas como “El pisito”, “El verdugo” o “Placido” son obras maestras de nuestro cine. Y, ya una vez superada tan oscura época, Azcona desarrolló guiones para películas tan interesantes como “Ay, Carmela”, “Belle Epoque” o “El Bosque Animado”.
Lo que es menos conocida, es su faceta de escritor que le llevó a desarrollar antes de su incorporación al mundo del cine la serie “El repelente niño Vicente” para la mítica revista de humor gráfico “La Codorniz” y de la que tienen más información aquí.


D.E.P.

Espero que a Frank le salga mejor…

Desde que Frank Miller (“Sin City”) anunció que se ponía como director a la cabeza del proyecto para llevar a la gran pantalla la adaptación de “The Spirit”, la obra maestra (esta sí que lo es) de Will Eisner, y empezaban a anunciarse nombres de miembros del reparto (Samuel L. Jackson, Scarlett Johansson, Gabriel Macht, Eva Mendes, Dan Lauria, Jaime King, Sara Paulson, Stana Katic, Louis Lombarda y…¡¡Paz Vega!!) las hordas de aficionados y amantes de la obra de Eisner han – hemos- estado dándole vueltas si el bueno de Frank estará a la altura de la empresa (aunque hay que reconocer que la elección en principio a mí me parece la más adecuada).

Por eso, mientras llega la fecha del estreno oficial el próximo 16 de Enero del 2009 y van apareciendo teasers y trailers oficiales, les dejo la aportación de unos aficionados que la falta de medios la suplen con entusiasmo. Este tipo de aportaciones no oficiales le pueden servir a FM para tener claro lo que no debe hacer en su película.



Ya hay sitio oficial para la película “The Spirit” en el que Miller escribe un interesante blog centrado en estos momentos en la producción. La página está en construcción en su mayor parte pero si quieren visitarla pinchen aquí.

lunes, 24 de marzo de 2008

Tebeos Olvidados (1): “Ulysse” de Georges Pichard y Jacques Lob


Tras disfrutar en estas fechas de recogimiento y asueto de un merecido descanso en la hermosa Ciudad Condal -ya les contaré si acaso en otro momento- regreso con las pilas cargadas y dispuesto a seguir comentándoles mis lecturas y mis impaciencias. Aprovecho el exceso de energía proporcionado por tanta ociosidad, para inaugurar una nueva sección que venía rondándome desde hace algún tiempo por la cabeza, Tebeos Olvidados, en la que les comentaré sobre aquéllos tebeos que, por alguna u otra razón, han sido obviados por parte de nuestros amados u odiados editores en sus ambiciosos y faraónicos planes editoriales. Tebeos que, pese a su incontestable calidad, no han sido la mayoría publicados en España en ninguna ocasión o lo fueron en una época ya tan lejana que tan sólo los recuerdan con cariño los más viejos del lugar y cuya publicación solicito, reclamo y denuncio para disfrute colectivo desde mi impaciencia de frustrado lector.

Espero que estas entradas junto a la estupenda labor que se realiza desde otros blogs como
Cómics en Extinción”, “Tras las turquesas cortinas”, “Crisei” o “La BD”, sirva para que algún intrépido y perspicaz editor se atreva a rescatarlos de tan injusto olvido y cure mis congojas.

Sin más, les dejo con la primera entrega: “Ulysse” de Georges Pichard (1920-2003) y Jacques Lob (1932-1990).

En el bullicioso y gaseoso 1968 francés, el Club Francés del Libro tuvo la feliz idea de encargar al guionista Lob (“El Rompenieves”) y Pichard (“Paulette”) “una adaptación de “La Odisea” de Homero al cómic. Dado el carácter excesivamente atrevido para la época que Lob y Richard insuflaron al proyecto, el CFL canceló el encargo, pero sembró la semilla de uno de los mejores cómics de la BD de los primeros setenta. Tras algunas vicisitudes, la obra empezó a publicarse el año siguiente en la revista italiana Linus, y tras un primer intento de publicación en Francia por las revista Charlie en 1969 que sólo publicó los primeros capítulos, la revista Phénix publicó los dos capítulos finales en 1973 y 1974, para, finalmente, en el mismo 1974, poder disfrutarse la publicación de la obra completa en Frace-Soir y en 1974 una edición en dos álbumes por la editorial Dargaud.

Ulysse” es una adaptación libre de “La Odisea” de Homero que sobresale por su caracterización de los dioses y personajes mitológicos no como seres sobrenaturales sino como miembros de una civilización alienígena altamente desarrollada, quienes se dedican a distraerse complicando el viaje del astuto Ulises y del propio Homero enrolado como un miembros más de la tripulación del Rey de Itaca, mientras cruzan apuestas entre sí sobre el destino del héroe de Troya. Más allá de las reservas que pueda despertar el guión setentero de ese clásico de la BD que es Lob que por sí solo ya justificaría la publicación de esta obra, el punto fuerte de la misma es el dibujo de George Pichard. Pichard, uno de los dibujantes más influyentes del cómic erótico y autor de referencia de autores imprescindibles del panorama actual de la Bandé Desinée como David B., realiza en estos álbumes uno de sus mejores trabajos.
Pichard sabe crear una atmósfera onírica y sutil en la ambientación de sus viñetas que sirve de contrapunto a la voluptuosidad de las formas de sus heroínas y la caracterización pop de los dioses del Olimpo que entronca directamente con “El Cuarto Mundo” del maestro Kirby, de una manera sorprendente y enriquecedora. (Las fechas más o menos coinciden y resulta muy atractivo pensar en una mutua influencia entre estos dos genios del dibujo tan alejados pero no hay pruebas concretas al respecto).

En 1982, Glénat Francia publicó un integral que podría servir de base para la edición de este excelente cómic en castellano. Esperemos que alguna editorial se anime.

Si quieren leer algo más sobre Ulysse o deleitarse con muestras del trabajo de Pichard pueden hacerlo aquí en castellano o aquí en francés.

miércoles, 19 de marzo de 2008

“Promethea 3” de Alan Moore y J.H. Williams 3

Demasiado tiempo llevaba sepultado el tercer recopilatorio de “Promethea” que Norma Editorial va recuperando, sin prisa pero sin pausa, en mi mesa de lecturas pendientes. ¿Qué les puedo contar sobre esta gran obra que ya no haya glosado en entradas anteriores? Muy poca cosa, salvo que el maestro de Northampton sigue dando lecciones de erudición sobre como escribir cómics en esta nueva entrega de la que para mí es una de sus obras más personales y menos reconocidas.

A un lector de cómics veterano, por muy bueno que sea un autor llega un momento al que le resulta muy difícil sorprenderle. Sin embargo, en “Promethea” la manida expresión “una sorpresa a cada vuelta de página” debe entenderse en toda su literalidad porque las composiciones de página y cabriolas que exige la hiperrimaginativa y diabólica mente de Alan Moore al bueno de J.H. Williams ("Desolation Jones"), no creo que tengan parangón en la historia del medio.

En este nuevo tomo, que engloba los números 13 a 18 de la edición norteamericana, Sophie Bangs, la nueva encarnación de Promethea, decide viajar a los Reinos Superiores para ayudar a su amiga Barbara a reunirse con su marido en un viaje del que es posible que no pueda regresar. Sin embargo, para no dejar la existencia terrenal desprotegida, Sophie convencerá a su amiga, la frívola Stacia, para que se funda con Grace, una de las más aguerridas encarnaciones de Promethea, y del resultado de esta unión es posible que Malkuth – la existencia terrenal- no sobreviva.

La Cábala hebrea, la magia, lo onírico, la símbología freudiana y las religiones comparadas son sólo algunas de las referencias exploradas y maleadas en el viaje iniciático al que Moore somete a la joven Promethea y a sus lectores por su Imaginación. Viaje que no puede dejar de recordar “La Divina Comedia” de Dante Allighieri. Al igual que el genio italiano en su descenso por los círculos del Infierno, la protagonista de Moore irá encontrándose en su ascenso por las shephira con distintos personajes históricos, mitológicos, literarios y divinos, que irán adoctrinándola sobre la esencia del mundo y la magia en una lectura hipnotizante y compleja que subvierte y amplía a límites insospechados lo que es un cómic, en teoría pero sólo en teoría, de superhéroes. Sin embargo, que nadie se asuste, aunque disponer de conocimientos sobre todos los conceptos que maneja el británico enriquece la lectura no es necesario disponer de ellos para pasar un rato entretenido disfrutando de las aventuras de “Promethea”.

Moore junto a Williams explota todas las potencialidades del medio y cada página se convierte en un elemento estudiado al milímetro para desde su propia coherencia interna enriquecer un todo mucho más vasto y sorprendente.

Ya saben, si no saben que hacer en Semana Santa, una buena opción es hacerse si tienen oportunidad con esta excelente obra. No les dejará indiferentes.

Más sobre “Promethea” en El lector impaciente aquí y aquí.

Arthur C. Clarke (1917-2008)

Sin reponerme de la sorpresa por la muerte de Anthony Minghella me entero esta mañana de la muerte de uno de los padres de la CIENCIA-FICCIÓN con mayúsculas, un auténtico visionario y divulgador científico, que ha vivido para ver como algunas de sus ideas se hacían realidad en la práctica: Arthur C. Clarke.

Clarke se hizo popular a partir de la adaptación por Staley Kubrick de su cuento “El Centinela” en la magistral “2001: Una odisea en el espacio”, éxito que le llevó a desarrollar una de las sagas de ciencia ficción más importantes del género, Odisea Espacial, compuesta por cuatro novelas (“2001: Una Odisea en el espaciol”, “2010: Odisea dos”, “2061: Odisea tres” y “3001: Odisea Final”) en la que, junto a la minuciosidad en la descripción científica, filosofaba acerca de la condición del hombre en el Universo. Asimismo, entre su amplia producción, destaca “Cita con Rama”, que también propició varias continuaciones.

Clarke contaba con una amplía formación científica y participó en la II Guerra Mundial en la RAF, convirtiéndose en una figura popular más allá de los círculos de los aficionados a la scifi y en uno de los principales difusores de la llamada Era Espacial durante los años sesenta del pasado siglo al tiempo que veía como alguna de sus propuestas teóricas, como los satélites geoestacionarios, se convertían en realidad.

Clarke ganó los principales premios literarios en el Campo de la Ciencia Ficción, como el Nébula (2 veces) y el Locus.

Probablemente, la Ciencia-Ficción dura (Hard Scifi) desaparece con él.

D.E.P.

martes, 18 de marzo de 2008

Anthony Minghella (1954-2008)


A los 54 años ha fallecido Anthony Minghella , el director y guionista británico, autor de películas como “Cold Mountain” o “El talento de Mr Ripley”. En los noventa, Minghuella sorprendió a propios y extraños con “El paciente inglés”, una cautivadora historia de amor ambientada en la 2ª Guerra Mundial, con la que supo agradar tanto al gran público como a los críticos más exigentes y cosechó un buen número de premios, incluido el Oscar a la Mejor Dirección.

Sus películas tienen un regusto a cine clásico del que ya no se hace, a David Lean y grandes paísajes, a angulares abiertos hacia la inmensidad y la naturaleza en la que invitaba a soñar, viajar y perderse. Minghella tenía algo que cada vez es más difícil encontrar en el cine actual y las grandes superproducciones, un estilo propio, que hacía reconocible sus películas aun antes de saber quién las había dirigido.

Le echaré de menos no tanto por las películas que nos ha dejado sino por las que ha dejado sin rodar.


D.E.P.

“El Mundo” de Juan José Millás


Generalmente, cuando se anuncia el ganador de un premio popular y bien dotado económicamente como el Planeta, existe cierta desconfianza hacia la calidad de la obra ganadora. Muchos piensan –pensamos- que, en muchas ocasiones, las expectativas de negocio y la imagen de un determinado autor priman sobre la calidad literaria a la hora de decidir los ganadores. Sin, embargo, una vez leído “El Mundo” de Juan José Millás, puedo decir que en el Planeta del año pasado no hay lugar para la duda.
El Mundo” es una novela autobiográfica o una biografía novelada (hasta con los géneros juega el autor a la dualidad) en la que Millás se erige como protagonista y personaje de su obra para, siendo fiel a su personalísimo estilo, cerrar heridas y ajustar cuentas con su niñez de niño anónimo de posguerra que se traslada junto a su numerosa familia desde Valencia a Madrid. Millás novela sus recuerdos entre lo imaginado y lo real de hijo intermedio en una familia numerosa en la que se siente invisible y ajeno de la que se convierte en observador parcial. Desde ese planteamiento, de niño invisible, sin autoestima y sensible que deviene en adulto traúmado, el autor va explorando el Mundo gris que le rodea, mundo que se reduce a la calle del barrio de Prosperidad en la que vive, su distante relación con sus padres, su mejor amigo (el Vitaminas, niño enfermizo y más débil incluso que él) y la hermana de este, Maria José, con la que sus encuentros y desencuentros llegarán hasta la vida adulta.
Millás realiza un ejercicio de realidad/ficción original en el que la literatura en carne viva se convierte en bálsamo para, si no curar, entender y enfrentar los fantasmas de la infancia. Esa concepción de literatura terapéutica la explica Millás al describir algunos episodios de esta novela-biografía que sirvieron como elementos para otras de sus novelas. De hecho, el Millás personaje es reconocible en cualquiera de los protagonistas de sus anteriores obras siendo la escritura el puente que el autor tiene para acceder a su particular universo. A través de un estilo llano y sólo aparentemente sencillo, Millás estructura una novela en cuatro partes en la que cuadra la historia a través de un viaje de ida y vuelta que engloba la experiencia de una vida -su vida- y en el que como Alicia a través del espejo salta de lo real a lo fantástico, del inconsciente a la realidad, con una facilidad fascinante.
La duda, la irrealidad y el inconsciente planean a lo largo de toda la obra en la que el lector seguirá de la mano del Millás adulto las andanzas y problemas del Millás niño hasta su ingreso en un internado y no podrá dejar de preguntarse hasta que punto fantasía y realidad confluyen en los recuerdos del autor. No importa, el viaje merece la pena y Millás nos ofrece la que para mí, junto al “El Orden Alfabético” es una de sus obras más logradas y accesibles.
Esperemos que la aparente paz interior que alcanza el autor tras la finalización de la novela no nos impida seguir disfrutando de futuras obras. A la espera quedamos.

Otras obras de Juan José Millás en “El lector impacienteaquí.

lunes, 17 de marzo de 2008

“Planetary: Mundos Cruzados” o cómo hacer crossovers a estas alturas de la fiesta.


Hoy, aparte de hablarles sobre el cómic de ahí arriba, voy a divagar un poco sobre los crossover superheroicos. Si les aburre el tema, sáltense directamente la primera parte de la entrada y pasen directamente al segundo.

El “crossover” surgió y se popularizó dentro del cómic “mainstream” a finales de los sesenta como una técnica editorial para popularizar nuevas series y personajes y una solución de emergencia a la hora de levantar las ventas de alguna colección atrayendo nuevos lectores a través de cruces –crosovers- con los personajes que más tirón tienen en la editorial.

El crossover clásico, que se desarrollaba habitualmente entre dos colecciones, generalmente era muy del agrado del “fandom” que los esperaba con expectación dentro de la rutina estanca en la que se solían desarrollarse las historias de superhéroes por aquel entonces, al tiempo que servían a las editoriales como un medio para dotar de coherencia y coordinar su universo superheroico. Incluso se llegaron a realizar crossover fuera de colección entre los personajes señeros de distintas editoriales propiciando encuentros soñados por los aficionados (¿Quién no recuerda esos míticos “Superman/Spiderman” o “Hulk/Batman"?) y , que todavía hoy, rememoran los más veteranos con un punto de nostalgia. Sin embargo, a mediados de los ochenta, con la irrupción del concepto de macrosaga, el crossover se refinó y alcanzó una nueva dimensión nunca imaginada anteriormente. Historias que se desarrollaban en múltiples colecciones al tiempo y que exigían con demasiada frecuencia que el aficionado se hiciera con un montón de colecciones que no seguía ni le interesaban realmente si quería hacerse una idea aproximada de la historia que le estaban contando (el ejemplo más evidente de este abuso fueron las “Secret Wars 2” de Marvel) pero que dejaron – y siguen dejando- pingües beneficios a las editoriales desvirtuando, además, la concepción “clásica” sobre lo que era un crossover y provocando en demasiadas ocasiones al realizarse fuera de la continuidad de la colección y por equipos artísticos ajenos a la misma incoherencias tanto en el tratamiento de los personajes como de las tramas comprometiendo la en otros tiempos tan cuidada continuidad.

Precisamente, en ese sentido, el hecho que Warren Ellis, el creador y guionista de la colección irregular de “Planetary”, sea quién firme los tres crossovers que ahora Norma Editorial presenta en un único tomo unitario es una garantía.
A lo largo de estas historias en la que Ellis cruza sus personajes con los Authority, el otro gran supergrupo del sello Wildstorm también creado por él, Batman y los principales personajes de la Liga de la Justicia (Superman, Batman y Wonder Woman), el autor juega con la esencia de los arqueólogos de lo Desconocido sin por ello alejarse en demasía del espíritu de la serie principal con lo que el resultado resulta original y, sobre todo, coherente a la hora de explicar los encuentros entre personajes (lo que normalmente suele ser bastante complicado si además, como sucede en dos de los casos, estos pertenecen a universos distintos). Sin desmerecer el primer crossover, “Gobernar el Mundo” en el que los Arqueólogos de lo Desconocido comparten protagonismo con Authority que no va más allá del típico cruce entre personajes en los que un grupo y otro combaten contra la misma amenaza con la gracia añadida que los Authority no lleguen a enterase de la existencia de Planetary ni ambos grupos interactúen en ningún momento, más interesantes resultan “Terra Oculta”, en el que Ellis da una nueva vuelta de tuerca a la explicación de la manida realidad paralela, y una versión malvada de Planetary se enfrentan Superman, WW y Batman ; o “Noche en la Tierra”, en los que los Planetary persiguen por distintas Gothams a un enloquecido asesino incapaz de dominar su capacidad para saltar entre realidades hasta que se dan de bruces con el Hombre Murciélago en sus distintas versiones y la temible respuesta de Ellis a la pregunta de quén mató realmente a los padres de Bruce Wayne.
Ellis a lo largo de estas historias hace gala de su ácido sentido del humor y entiende el crossover como lo que es, un divertimento fuera de la continuidad de la colección original pero que no por ello debe servir de cajón desastre para un “vale todo”.
En el aspecto gráfico, Phil Jimenez ("Crisis Infinita") y Jerry Ordway ("Las Aventuras de Superman"), sin ser ninguno de ellos santo de mi devoción, cumplen sobradamente siguiendo el ritmo que la fecunda y vitriólica imaginación de Ellis les dicta aunque no alcancen el nivel del dibujante titular de la colección que firma el cruce con Batman, John Cassaday, a la hora de recrear la atmósfera oscura que este sabe imprimir a los personajes.

En definitiva, historias entretenidas que están un punto por encima de lo que habitualmente ofrece el cómic mainstream aunque no lleguen al grado de calidad de la colección principal de “Planetary” pero que sirven para sobrellevar la espera hasta que Ellis y Cassaday decidan terminar por fin una de las mejores series de superhéroes de la presente década y Norma publique los últimos números.


Más sobre “Planetary” en El lector impaciente aquí.

viernes, 14 de marzo de 2008

“La lectura de las ruinas” de David B.


Norma Editorial nos ofrece un nuevo trabajo de David B (“Los buscadores de tesoros”, “Babel”). uno de los más influyentes artistas del cómic francés que con su gran obra hasta el momento “La Ascensión del Gran Mal” alcanzó un amplio reconocimiento tanto por la crítica especializada como por el público.
En “La Lectura de las Ruinas“, David B. realiza un acercamiento al género bélico sin abandonar por ello los elementos característicos al resto de su obra, el gusto por el folklore y la importancia de lo onírico e irreal frente a la crudeza de la realidad. Y, aunque el resultado es una obra interesante no es comparable en ningún caso a “La Ascensión del Gran Mal”.
La lectura de las ruinas” se ambienta en plena I Guerra Mundial cuando al espía holandés Van Meer el alto mando aliado le encarga una misión señuelo: dar con el paradero del ingeniero Hellequin, inventor de armas imposible quién ha desaparecido sin dejar rastro y poner tras su pista a los espías del Eje para desviar la atención de los verdaderos objetivos aliados. Van Meer, a lo largo del relato tendrá diversos encuentros con el extraño ingeniero que se materializará en los momentos más insospechados y al que salvará en más de una ocasión de caer en manos del sanguinario Brabant, un espía al servicio de los alemanes, y de Mina, su cautivadora hija. Hellequin preso de una extraña obsesión pretende desentrañar la clave de todas las guerras a través de la Lectura de las Ruinas, un secreto del que querrán beneficiarse tanto un bando como el otro por lo que perseguirán al ingeniero desde un bombardeado Londres hasta los campos de batalla de Yprés, donde se producirá el encuentro definitivo entre Hellequin y sus perseguidores.
Resulta fácil dejarse cautivar por la imaginación de David B. y su facilidad de pasar de lo onírico a lo real sin transición y con pasmosa naturalidad a través de un estilo de dibujo que se le puede considerar “naif” pero tremendamente eficaz. Sin embargo, en este álbum en concreto, tanto por su temática como por sus ilustraciones, resulta muy difícil ignorar la influencia de Jacques Tardi y el álbum por antonomasia sobre la I Guerra Mundial, el indispensable “La Guerra en las Trincheras”, autor que el mismo David B. reconoce como una de sus principales influencias.
“La lectura de las ruinas” aunque irreprochable desde el punto de vista gráfico con una dominio del color sugerente y cautivador que se convierte en manos de David B. en un elemento más de la narración a través del cuál epatar al lector, naufraga en el desarrollo de la trama y de los personajes resultándosete demasiado deslavazado e inconexo con un David B. que, en ocasiones, parece perder el rumbo de lo que nos quiere contar realmente: ¿Un acercamiento a los mitos que surgieron entre los soldados y criminales durante la I Guerra Mundial? ¿Un alegato antibelicista? ¿Un pastiche de espías? Pues un poco de todo hay en este álbum que David B. mezcla sin aparente concierto esperando quizás provocar un esfuerzo extra por parte del lector a la hora de decidir que le están contando realmente. En mi opinión, David B. cae en un abuso de la elipsis narrativa que si bien sirve para mostrar los horrores de la guerra a través de unas viñetas dotadas de una gran carga simbólica en contraposición a los cuadros de texto descriptivos con los que el autor describe y sitúa a los personajes en la acción, impiden que la trama desarrolle el ritmo que una obra de estas características exige.
Aunque “La lectura de las ruinas” es una obra irregular, su carácter de historia autonclusiva es una buena oportunidad para que aquellos que desconozcan el trabajo de este genial dibujante descubran su particular visión de la realidad y del mundo más preocupada en sugerir que en contar.

jueves, 13 de marzo de 2008

Más Hulk (nuevo trailer) y Hulk en italiano (si lo resisten)

Aquí les dejo el nuevo trailer de "Hulk 2", un poco más extenso que el que subí el otro día que acabo de ver en Entrecomics, y en el que aparece por fin La Abominación. Parece que van a optar por la sana película de mamporros y palomitas, aunque, yo insisto, sigo sin fiarme un pelo.



Y, si todavía tienen la adrenalina por las nubes y quieren emociones fuertes, un trailer con unos sorprendentes efectos sonoros que han montado unos friquis italianos a partir de "Hulk 1". (Es un montaje mejor que el de Ang Lee).

Un añito…

Pues a lo tonto, a lo tonto, han pasado 365 días desde la primera entrada y 320 entradas más, con lo que a El Lector Impaciente le han salido los dientes y ha alcanzado la que se supone es la mayoría de edad bitacoril en un medio este de Internet en el que los blogs desaparecen casi más rápidamente que aparecen.

Un añito, que no sé a ustedes, a mí se me ha pasado en un suspiro opinando sobre todas aquellas cosas que me divierten, entretienen o enervan y he recuperado un hábito, el de escribir, que en ocasiones se convierte en adicción.

¿Proyectos para el futuro? Ni idea, quizás lograr que esa inmensa -es un decir;-D - mayoría que entra y no comenta se decida a opinar más, aunque eso temo que es algo que no depende de mí.

Agradecer a los habituales como Akbarr, Mojonshon, Muriel o Mar (besitos, Mar) que han estado al otro lado casi desde el principio sus aportaciones y a los nuevos que llegan con fuerza como Juan, Ternin o Jon Osterman sus elogios y ánimos. (Seguro que alguno se me olvida…)

Y, sobre todo, a la Buendía de mis amores que me soporta y a la que soporto diariamente, agradecerla su comprensión hacia mis “manías” y defectos. Sólo has descubierto la punta del iceberg. Te quiero, N.

(A propósito, se me pasó la fecha. En realidad, el cumple fue ayer…Cabecita mía).



miércoles, 12 de marzo de 2008

Dave Stevens (1955-2008)

A una edad demasiado temprana, 52 años, ha muerto de leucemia Dave Stevens, un dibujante que recuperó la esencia del mejor pulp de los años 30 a través de su personaje más popular “Rocketeer”, el cuál llegó incluso a tener una aceptable adaptación cinematográfica en 1991, precursora del nuevo repunte cinematográfico del género superheroico, protagonizada por Jennifer Connelly y Bill Campbell.
La huella de “Rocketeer” es palpable en exitosas series actuales como “Ex Machina” de Brian K. Vaughan cuya concepción de la Gran Máquina es tributaria en buena medida del personaje de Stevens.
Sin embargo, más que por las excelencias del héroe del torpedo en la espalda, yo recordaré a este hombre por su excelente gusto a la hora de dibujar pinups y su continuo homenaje a la figura de la bella Bettie Page.
Stevens ha sido publicado en España por Ediciones Zinco y La Cúpula, entre otras, en la revista Kiss Cómics. Sin embargo, al trabajar poco para las grandes editoriales norteamericanas, y ser un dibujante "lento", no es un autor excesivamente popular en nuestro país, aunque sí se llegaron a publicar –pocas- cosas suyas, como una aventura de “Rocketeer” y alguna colaboración en la adaptación al cómic de “El Retorno del Jedi” y “Airboy” (1 episodio) que publicó Cómics Forum en su momento.

No estoy seguro pero es posible que también dibujase algún número de la colección clásica de “Star Wars” que publicó Forum. Si alguien dispone de la información o se ha hecho con la edición posterior de Planeta que lo confirme.


La página oficial de Dave Stevens aquí.


D.E.P.

¿Segundas partes no son buenas?

Eso suele decir la sabiduría popular y normalmente a esta no le falta razón. Aunque en el caso de la nueva versión cinematográfica del Goliath Esmeralda, “Hulk 2”, es muy difícil que lo hagan tan mal como en la primera parte. Vean, vean un adelanto…



No se ve mucho, ¿verdad? bueno, la presencia de Edward Norton puede ser una nota de calidad aunque no espero nada del otro mundo (¿con lo fácil que es hacer una sana y divertida película de tortas sobre “Hulk” a qué genio se le ocurriría poner a un director tan inadecuado como Ang Lee al frente de la primera parte? Lo siento, no he superado el trauma).


Y otra segunda parte que, aparentemente, puede superar a su predecesora, “Hellboy II: El ejército dorado” de un Guillermo del Toro en su versión más comercial. Vean, vean…



Creo que no tienen el listón muy alto para mejorar las primeras partes. Ya veremos.

martes, 11 de marzo de 2008

“Juno” de Jason Reitman

Tenía curiosidad por ver esta película nominada al Oscar para Mejor Película y de la que poquito a poco, me habían hecho personas de gustos muy dispares comentarios entusiastas. Y lo cierto, es que la película, que tiene cierto regusto “teen” a las películas que pusiera de moda Molly Ringwald (“El Club de los Cinco”, “La Chica de Rosa”) en los ochenta, resulta fresca y entretenida, gracias a su absoluta falta de pretensiones y a la gran interpretación de la joven Ellen Page y del resto de un reparto formado por actores curtidos en la televisión que saben dotan al bonito cuento – perdón, quión – centrado ene una problemática no menos dramática por habitual, la del embarazo adolescente, de una credibilidad indispensable para entender el éxito de una historia que desdramatiza una situación que para muchos jóvenes supone un verdadero trauma.
Juno (Ellen Page) es la novia ideal que todos hubiéramos querido tener a los dieciséis años. Una chica simpática, ingeniosa, guapa y con ganas de experimentar sexualmente lo que la lleva a quedarse embarazada en su primera relación sexual del simplón de su amigo Bleeker, que ya les vale. En lugar de caer en la desesperación, Juno, con el apoyo de sus enrollados y comprensivos padres, decide tener al niño y entregarlo en adopción a Vanessa (Jennifer Garner) y Mark (Jason Baternam), un matrimonio aparentemente perfecto. Conforme va desarrollándose el embarazo, Juno irá madurando como persona y dejando de ser una niña para convertirse en una mujer al tiempo que la armonía en el matrimonio Loring se va resquebrajando. Al final, Juno se encontrará con la tesitura de qué hacer con el niño, en la que será la prueba final sobre su madurez.
“Juno” es una película de ritmo ágil que se hará corta a la mayoría de los espectadores fascinados por el personaje protagonista, una adolescente fresca, inteligente y simpática, que afronta la vida con muy pocas dudas en contra de la idea preconcebida y tremendista sobre lo que se supone que es un adolescente, lo cuál no deja de ser una novedad agradable. La película no se sustentaría sin la excelente interpretación de una Ellen Page que crece película a película y que, alejada de los registros siniestros de “Hard Candy” o superheroicos de “X-Men”, a mí en esta película me ha recordado a la Natalie Portman que me encandiló en "Beautiful Girls" y se confirma como una actriz a seguir, aunque su buena labor se ve muy bien secundada por un reparto formado en su mayoría por solventes actores formados en la televisión entre los que destacan una sorprendente Jennifer Garner ("Alias")que alejada de su registro de superespía sabe dar con el punto en el complejo personaje de Vanessa. También sobresale el joven novio de Juno y padre de la criatura, interpetado por un Michael Cera ("Confesiones de una mente peligrosa")que con su actitud pasmada y alucinada da un perfecto contrapunto al vivaz personaje de la Page.
En definitiva, una comedia sencilla e inteligente que desdramatiza y entretiene dejando un buen sabor de boca al salir del cine aunque, en mi opinión, su nominación a los Oscar no hace más que demostrar lo baratos que han estado estos este año.

Chikilicuatre ataca Eurovisión, Europa tiembla.




Espero sinceramente que Rodolfo Chikilicuatre y su divertido “perreo” tengan éxito donde Remedios Amaya, Rosa de España o Las Ketchup no lo tuvieron y nos descalifiquen “ad eternam” de un Festival, que se mantiene como un fósil viviente de una época felizmente superada.
Quiero creer que Chikilicuatre es un quintacolumnista de todos aquellos que odiamos este Festival. Ojalá tenga éxito en su misión de sabotaje, aunque viendo el nivel de los rivales que cantan a las gallinas y presentan marionetas, es incluso posible que ganemos (si las “potencias” del Este lo permiten, claro).

Arriba tienen el Chiki, Chiki para que empiecen el día con energía y una sonrisa.

lunes, 10 de marzo de 2008

“El Sueñero” de Enrique Breccia.



La semana pasada en la librería donde dejo mis dineros comprando cómics tenían un par de ejemplares de la edición completa de “El Sueñero” de Enrique Breccia (“Lovecraft”, “Alvar Mayor”), publicada por la editorial argentina Doedytores y, teniendo en cuenta que los Breccia, padre e hijo, son de mis favoritos, y la posibilidad de ver esta obra editada en España se me antoja bastante difícil no dudé en hacerme con uno de los ejemplares.


En un lejano futuro, en el que se han superado las guerras, la gente enferma y muere de puro aburrimiento. Desesperados, los gobernantes encargan a El Ñato, también conocido como El Sueñero, un mercenario implacable aficionado al mate, que surque las aguas del Tiempo y la Fantasía para llegar a distintos lugares y épocas donde reclutar entre los héroes, reales y míticos del pasado, luchadores para el “Sirko Roman-Ho”, que sepan entretener con su belicosa energía ilusión por la vida a los habitantes del futuro.


El Sueñero” se publicó serializada en 1984 en la revista Fierro al cancelar Toutain el encargo que había realizado a Breccia para su publicación en Europa antes que el autor terminara la obra. Breccia aprovechó el material que llevaba dibujado para elaborar una obra extraña y sorprendente en la que, bajo el armazón de una historieta de corte fantástico, hacer apología de su ideología montonera y realiza una crítica feroz y con fuertes elementos anglófobos -no olvidemos que sólo habían pasado dos años de la Guerra de las Malvinas-. a las injerencias extranjeras en la política interna argentina, reivindicación muy en boga en aquellos años. Breccia, a partir del quinto capítulo de la obra, da un giro completo al planteamiento inicial, e incorporando mitos del folklore argentino a la historia, como el lobizón y su “alter ego”, Don Churrique, que no es otro que un trasunto del mismo autor, Breccia hace una reivindicación de Argentinismo frente a las influencias imperialistas personificadas en el monstruoso y ambiguo "Grihn-gó". Precisamente, ese posicionamiento político, hizo que “El Sueñero” fuese, en su momento, una obra tildada de subversiva, provocando más de un problema a Breccia.


Pasados los años y viendo la obra en perspectiva, “El Sueñero” no ha envejecido nada mal. Más allá del marcado componente localista y político de la historia, nos encontramos ante un Breccia que dotado de completa libertad da a su obra un estilo más caricaturesco que en obras anteriores, como “Alvar Mayor” de la que ya hablé por aquí, obra esta en la que ya demostraba un gusto hacia el exceso y lo “freak” que en “El Sueñero” alcanza su máximo esplendor. Breccia demuestra un virtuosismo técnico en el tratamiento del blanco y negro al alcance de muy pocos, pasando de lo figurativo a lo caricaturesco sin transición y mezclando todos los elementos con sorprendente armonía.

El autor dota a su obra de un humor y una ironía feroces que a los no argentinos se nos puede escapar en ocasiones y alcanza un detallismo en la composición que convierte cada una de las viñetas y páginas en un placer para el lector que se perderá descubriendo los detalles y bromas ocultas (el minotauro torero es impagable) que Breccia va incorporando a su extraño universo atemporal en la que mezcla elementos y personajes de diferentes épocas y procedencias en aparente desorden.


Conforme avanza la obra esta se vuelve si cabe más experimental y arriesgada. Breccia experimenta progresivamente con las perspectivas y la composición de páginas para mantener al lector siempre atento a lo que está contando, forzando las composiciones al tiempo que explota los recursos gráficos a su alcance al máximo y hace del bocadillo de diálogo y las fuentes que utiliza elementos gráficos más con los que ilustrar la narración.

Es curioso como Breccia sabe encontrar desde su estilo lineal y detallista un mundo fantástico en el que la que realidad y la fantasía confluyen de un modo que no dejará indiferente a nadie, sobre todo a aquellos, acostumbrado al acercamiento que a lo inconsciente y onírico han realizado en los últimos tiempos autores como Joann Sfar ("Sócrates el Semi-Perro") o David B ("La Ascensión del Gran Mal")más proclives al uso de formas blandas y trazos más suaves.


El Sueñero” es una de esas grandes obras inclasificables, polémicas y provocadoras que levanta tantos amores como odios, una de las obras más personales de un dibujante imprescindible. No les decepcionará.

Si quieren saber más sobre Enrique Breccia dado lo poco dado que es a las entrevistas lean esta publicada en la Tebeoteca.

Videos sobre El Eternauta de H.G. Oesterheld y Solano López

Mientras un día de estos me decido a comentarles algo sobre la lectura de “El Eternauta”, les dejo un par de aproximaciones realizadas por aficionados y estudiantes de cinematografía a esta genial obra del cómic argentino que por su calidad destacan sobre el resto que pulula por ahí. Que los disfruten.



domingo, 9 de marzo de 2008

Esto dicen…

Después de una agradable jornada de domingo y haber cumplido con mis deberes ciudadanos les dejo aquí las mejores entradas de la semana para que se entretengan mientras me dedico a leer un poquito y enterarme quién nos va a gobernar los cuatro próximos años:

El comunicado de Sandra Carrasco, la hija de Isaias Carrasco, ex-concejal asesinado en el País Vasco, publicado en Escolar.net, conmueve al más duro.
Ya pasando a cosas más agradables, los artículos del tío Berni de EntreComics, suelen estar llenos de datos interesantes y amor al Cómic. El dedicado a “El Espectro” no es ninguna excepción.
En la indispensable “Con C de ArtePepo Pérez subió un interesante artículo sobre “La ascensión del Gran Mal” y “El Fotógrafo”, publicado en 2007 para la revista Rockdeluxe.