sábado, 23 de junio de 2007

“Las Olivas Negras 1” de Guilbert y Sfar.



Parece que desde hace dos semanas en casa somos incapaces de tener un sábado tranquilo como cualquier hijo de vecino trabajador para dedicarlo al goce del rencuentro ininterrumpido con la almohada sin la condena del despertador y el consabido madrugón.
Este sábado nos hemos metido en la aventura de la instalación del aire acondicionado en previsión de los calores con los que nos amenazan a diario los meteorólogos y que este año parece que no llegan. A medio día ya estaba terminada la instalación sin embargo la casa la teníamos completamente patas arriba e invadida por un polvo rojizo y pesado que calaba en los bronquios y congestionaba nuestra respiración. Armados de escoba, fregona y aspiradora nos enfrentamos a nuestro enemigo y tras más de cinco horas de desigual lucha al fin nuestro esfuerzo ha tenido su recompensa y hemos dejado la casa como los mismísimos chorros del oro (¿de dónde vendrán estas frases hechas?). Sin embargo, el esfuerzo ha sido tremendo, nuestros cuerpos extenuados exigían su ración de descanso y su encuentro aplazado con la cama. Sin embargo, yo no puedo acostarme sin dejar de comentarles mi último gran descubrimiento: “Las olivas negras” de Guilbert y Sfar.
Emmanuel Guilbert (“La guerra de Alan”, “El fotógrafo”) y Joann Sfar (“La Mazmorra”, “El gato del rabino”,etc) nos ofrecen un verdadero soplo de aire fresco (no acondicionado) en el mundo de la Bandée Desinée a través de una hermosa parábola sobre el antimilitarismo y la religión hebrea, dos temas recurrentes en la obra de estos autores. La historia se ambienta en la Judea de hace dos mil años dominada por los romanos en la que el movimiento de los zelotes parece la única alternativa de resistencia. Un padre y su hijo pequeño acuden al Templo en Jerusalén para realizar el tradicional sacrificio de la Pascua. Sin embargo, se ven envueltos en un altercado y son separados por los romanos que consideran al padre un alborotador peligroso al que buscan mientras retienen al niño. El padre logra rescatar a su hijo y acompañado por la joven Tsiporah y los desertores romanos Camulos y Cotus intentan escapar juntos de la ciudad pero al ser descubiertos los hechos se precipitan (¿no pensarían que les iba a contar toda la historia, verdad?).
Sfar en este primer tomo de “Las olivas negras” realiza probablemente uno de sus mejores trabajos hasta la fecha. A través de una historia cargada de sensibilidad, humor e imaginación se pregunta acerca de las paradojas de su religión con momentos impagables como el diálogo entre el padre y el hijo acerca del sacrificio de Abrahám o la circuncisión de Camulos y Cotus en el campamento zelote. En ocasiones a través desde los ojos ingenuos del niño o a través de la sorpresa de los extranjeros Camulos y Cotus, Sfar deja preguntas abiertas sobre las paradojas del judaísmo, unas paradojas que hoy como hace dos mil años continúan vigentes. Son preguntas sin respuesta en la que el autor no se decanta por ningún posicionamiento dejando las respuestas a la reflexión del lector.
Mención aparte merece el trabajo gráfico de Guilbert, un autor en el que a través de un aparente clasicismo demuestra un conocimiento del medio y un dominio de la narración gráfica sobresaliente. Guilbert es capaz de encauzar a través de una narración contenida el aluvión de ideas de Sfar administrando los tempos de la historia con maestría única. Guilbert nos hace observadores a través de estudiados planos intermedios de las peripecias de los personajes con una construcción de página a seis viñetas soberbiamente aprovechada. Guilbert es capaz de desarrollar a partir de estas premisas escenas llenas de dramatismo, como las de el altercado en el Templo, humor, como las conversaciones de mujeres en el campamento zelote, y ternura, en la relación padre e hijo
Pocos autores son capaces de contar tantas cosas y tan bien contadas en tan sólo cuarenta y ocho páginas y pocas veces he leído un cómic tan medido e inteligente para aunar reflexión y diversión dejando pendiente en el entrañable “continuará…”, tan perdido hoy en día en el Cómic, las ganas de seguir disfrutando de la peripecia de unos personajes tan sabiamente construidos.
Esperemos que Kraken Ediciones no se demore mucho en la publicación de los dos tomos que completan la serie y siga demostrando tan buen criterio como hasta ahora a la hora de recuperar grandes obras del cómic europeo.
Me voy a la cama que estoy roto. Eso sí, con aire acondicionado.

jueves, 21 de junio de 2007

¿¿Barha Party?? ¿¿¿Pero esto qué es???


Pues es una fiesta organizada por los abnegados voluntarios y colaboradores de Mundo Cooperante (ahí a la derecha tenéis un bonito “banner”) en colaboración con el programa “New Light” para recaudar fondos a favor de las familias marginadas del barrio rojo de Kaligath en Calcuta, uno de esos sitios pobres que nos parecen tan ajenos a los afortunados occidentales donde la miseria más absoluta convive con la alegría de vivir más absoluta y que la mayoría hemos conocimos por “La ciudad de la Alegría” de Dominique Lapierre .
El programa “New Ligth” pretende la creación de una serie de centros de acogida para que los hijos de las prostitutas reciban asistencia médica, alimento y protección. Se trata de dar una oportunidad a las hijas de las prostitutas para que puedan salir de la condena a la que se verán inmersas de adultas: convertirse en prostitutas como sus madres.
La Barha Party tendrá lugar el próximo 30 de junio en Aranjuez (Madrid), más concretamente, en la finca “Los Pinos”, a unos treinta minutos de la capital. La entrada / donativo es tan sólo de 20 euros y por tan módica cantidad se podrá disfrutar de música en directo, dj’s, proyecciones, barbacoa, barra libre, comida vegetariana, danza, humor, mercadillos de comercio justo, exposiciones, actividades infantiles, sorteos, subastas y fuegos artificiales. El modo de adquirir las entradas por Internet es a través de info@mundocooperante.org, aunque también hay otros medios que se indican en la página de la fiesta.
Ustedes hagan lo que quieran pero tengan en cuenta que por el precio de un cómic o un libro que quizás nos vaya a defraudar se puede hacer una buena acción. Siéntanse superhéroes por un día y pásense por la Barha Party (o háganles un donativo si no pueden o les da pereza).

Si quieren saber más sobre la Barha Party pinchen aquí.
Si quieren saber más sobre la vida de los cooperantes y el barrio de Kaligath lean esto.

miércoles, 20 de junio de 2007

“Gotham Central 5: la muerte de Robin” de Rucka, Brubaker, Kano y Gaudiano



Con un poco de retraso vamos a ocuparnos del penúltimo tomo publicado por Planeta de la serie “Gotham Central”, en concreto el que engloba los números 33 a 36 de la numeración americana y el arco titulado “La muerte de Robin”:
¿Qué pasa en EEUU cuando una serie baja alarmantemente sus cifras de venta y ya no resulta rentable para la editorial? Cerrarla, obviamente, pero antes se le suele dar una oportunidad a los guionistas para que la intenten reflotar de la mejor manera que se les ocurra y si estos no tienen tiempo o ideas la opción más socorrida es “matar” a uno de los protagonistas principales. Por esta opción es por la que se decantaron en estos números Brubaker y Rucka, matando a Robin, el chico maravilla, el compañero infatigable de Batman. De este modo, en el primer número del arco y la portada se nos mostraba a un Robin roto caído en el suelo al que le salía sangre por la cabeza y rodeado de policías. Los detectives de la UCM de Gotham no saben si están ante el verdadero Robin o no, dado lo esquivo del personaje, e inician la investigación para tratar de aclarar el homicidio con dos focos de sospecha principales, los enemigos del Hombre Murciélago y el propio Batman. La investigación parece encontrarse en un punto muerto para los policías de Gotham tras el interrogatorio a los Titanes, incapaces de determinar si el cadáver aparecido es o no Robin y la aparición de un segundo Robin no les facilita las cosas. Finalmente, logran encontrar un sospechoso en la figura de Simon Lippman, un periodista aparecido anteriormente en otros arcos argumentales de la serie, pero el caso se resuelve de la manera más sorprendente posible.
“La muerte de Robin” no deja de ser una historia entretenida y bien desarrollada aun cuando la forma de resolverla sea un poco apresurada y fácil. Sin embargo, a la historia le falta la tensión dramática que fue el sello de la colección en sus primeros números por un motivo fundamental: el lector cuenta con más información que los detectives ya que sabe que Robin no ha muerto y los asesinados no pueden ser él. La búsqueda de realismo resulta patente y no se puede negar la habilidad de los guionistas para hacer que los planteamientos de los detectives en su investigación resulten lógicas y sus diálogos plausibles. En el aspecto gráfico, destaca la vuelta a los lápices del español Kano (“Superman Action Comics”, “Hero”) tras su colaboración entintando el tomo anterior junto a Gaudiano. Sin embargo, Kano hace un trabajo muy marcado por la referencia de Michael Lark y no acaba de aportar el grado de originalidad que puede esperarse de él.
Tras esta historia Brubaker abandonó la serie quedando Rucka al frente del guión en el último arco argumental del que me ocuparé próximamente. Sigan atentos.
Para leer anteriores entradas relacionadas con “Gotham Central” pincha aquí.

martes, 19 de junio de 2007

Tribulaciones en Verona

El anterior fin de semana, por motivos de trabajo de mi señora (perdón, de mi pareja), viajamos a la evocadora ciudad de Verona con la idea de disfrutar de un romántico fin de semana en la ciudad de Romeo y Julieta aprovechando la oportunidad antes de enfrentarnos a la dura realidad diaria.
El planteamiento era excelente pero empezó a torcerse el mismo viernes de nuestra partida cuando en el mostrador de facturación una bella y displicente azafata de Alitalia nos indicó que nuestro vuelo venía con retraso debido a la climatología e íbamos a tener el tiempo justo para realizar la conexión Roma-Verona. “¿Qué hacemos?” la exhortamos cuán oráculo pues, previamente, nos había indicado que por mal tiempo Alitalia no reintegra el billete si no se viaja. “Todo el mundo se arriesga”, sentenció desde su bella displicencia, impaciente al otear la cola que se formaba a nuestras espaldas. Esperanzados en su vaticinio y tras pagar el consabido tributo en forma de maleta, embarcamos rumbo a Roma. El viaje se dio bien, teníamos viento de cola y un piloto arrojado dispuesto a batir todos los “records” a su alcance cuán pionero aéreo. Llegamos a Roma a tiempo para enlazar con el avión a Verona pues, además, el vuelo a Verona se había retrasado. Sin embargo, cuál no sería nuestra sorpresa cuando al llegar al mostrador de Alitalia para solicitar la tarjeta de embarque un atribulado azafato con un parecido asombroso con el protagonista de “Doctor en Alaska” nos indicaba que por “overbooking” no podíamos volar ya que en nuestras plazas habían recolocado a todos los retrasados de los vuelos anteriores. Compasivamente, Alitalia nos ofrecía volar en el primer avión a Verona del día siguiente y a hospedarnos en un hotel durante esa noche. Juramos y perjuramos en arameo y latín contra todo el panteón romano, la sacerdotisa del embarque, el doctor en Alaska y los mafiosos de Alitalia sin lograr más que la mirada de conmiseración. Inasequibles al desaliento pero vencidos sin haber librado batalla, todos los pasajeros víctimas de las prácticas ilegales de la compañía desfilamos cabizbajos hacia los tres autocares, TRES, que la compañía fletó para llevarnos a un hotel en medio de ninguna parte de Roma.
Sin maleta, nuestro gozo ya se encontraba en un pozo profundo y nuestro romanticismo inicial se había evaporado por una sensación de cabreo profundo y rabia contenida que nos capacitaba para emular las hazañas del Gran Capitán. En el hotel, por mediación de Madrid, conseguimos contactar con el hotel veronés y asegurarnos que nos mantenían la reserva y hundidos, a las tantas de la madrugada, nos dejamos vencer por el cansancio.
Con los maitines y el desayuno en la boca, nos pusimos de nuevo en pie al día siguiente y partimos esperanzados hacia Fiumichino. ¡Por fin íbamos a llegar a Verona! Todavía tendríamos un día para recorrer la ciudad y disfrutar del amor, de sus paisajes y gastronomía tras un rápido cambio de ropa y un aseo merecido en el hotel… Sin embargo, la realidad de Alitalia y sus prácticas mafiosas nos guardaba una nueva sorpresa. “No package”, nos espetó cuán una sentecia siciliana un barrigudo empleado en el aeropuerto de Verona. La mitad de las maletas del pasaje se habían perdido… No, no puede ser… No puede pasarnos esto… Sin embargo los hechos nos golpeaban de nuevo con toda la crueldad que la desorganización y caóticas prácticas de las que Alitalia había demostrado ser capaz. Señores y señoras, la maleta no apareció hasta el domingo por la mañana. Casi lloramos de felicidad.
No les aburriré con nuestra estancia en Verona. Eso queda para nuestra privacidad y la de los amigos que nos hicieron amablemente de cicerones. Simplemente comentarles que la ciudad merece la pena más allá del falso balcón de los falsos Romeo y Julieta y es perfectamente visitable en un día. No dejen de entrar en la Arena ni en el Duomo. Quizás no tan espectaculares como los de Roma o Florencia pero con un encanto especial. Probablemente, ese sea lo más destacable de la ciudad: su encanto y la tranquilidad que se respira en sus calles, no tan abarrotadas de turistas como otras ciudades italianas.
Tampoco les contaré nada de mis tribulaciones a la vuelta porque aunque también las viví no fueron nada frente a las anteriores y ya tenía costra formada. Será otra historia para otra ocasión.
Ahora a mí me toca empezar a reclamar a Alitalia unas indemnizaciones que probablemente nunca veré y a ustedes empezar a fantasear con viajar a Verona. Eso sí, si se deciden, no viajen con Alitalia.

lunes, 18 de junio de 2007

“Ideas negras” de André Franquin.



¿Las enfermedades de los genios influyen en su percepción del mundo? ¿Artistas como Van Gogh, Tolouse Lautrec o Goya hubieran pintado sus obras si no hubieran pasado por períodos de locura y depresión? Los científicos parecen confirmar ahora lo que sus admiradores ya intuíamos y resulta un tanto agridulce pensar que gracias a sus padecimientos nosotros podemos regocijarnos en la contemplación de sus pinturas.
Todo esto viene porque esta reflexión es perfectamente aplicable a uno de los más grandes Genios (sí, con mayúscula) que ha dado el cómic europeo y a, probablemente, la mejor de sus obras. Se trata de André Franquin y sus “Ideas Negras”.
Franquin cuando empezó a dibujar en 1977 en el suplemento “Le Trombone Ilustré” de la revista “Spirou” era ya un artista consagrado y ampliamente reconocido como el creador de “Tomas el Gafe” y el gran revulsivo de “Spirou y Fantasio”, sin embargo no era feliz. De carácter reservado y perfeccionista hasta lo obsesivo, Franquin se encontraba sumido en una depresión que marcó completamente esta obra Las “Ideas Negras” están alejadas tanto en su contenido como en su continente de sus anteriores trabajos pero de alguna manera lo complementan y completan. En “Ideas Negras” la infelicidad y el progresivo pesimismo de Franquin encontraron su cauce ideal de expresión a lo largo de las 65 historias que forman la serie, historias a una página en las que el autor, a través de un humor negro descarnado y sin concesiones, pasó revista a todos los miedos y miserias de su tiempo: los abusos de los poderosos, el egoísmo, la ambición, el miedo al holocausto nuclear, la pena de muerte… A través de unos pocos trazos Franquin levanta lúcida denuncia de los horrores grandes y pequeños a los que se enfrentaba – y se enfrenta – el hombre contemporáneo. Porque esa es otra de las grandezas de “Ideas Negras”: por desgracia no pasan de moda. Su temática es tan actual como lo era hace treinta años y el lector no puede dejar de esbozar una sonrisa nerviosa al releerlas y verse reflejado en muchas de ellas. Pero esta serie de historias no sólo tienen en común su temática sino que también a nivel estético cuentan con similitudes ya que Franquin en su concepción quiso homenajear a un dibujante del “Saturday Evening Post” que realizaba sus ilustraciones únicamente a través de siluetas negras De este modo en estas historias el negro y el blanco lo llenan todo siendo cada una de ellas un “más difícil todavía” en el que Franquin deja gala de toda su genialidad dotando de personalidad y dramatismo únicos sus historias y siendo palpable una evolución en su estilo evidente de las primeras a las últimas. Cuando Franquin superó su depresión en 1982, dejó la serie y se dedicó a otros proyectos. Sin embargo, su obra nunca llegaría a alcanzar las cotas anteriores y se dedicó a trabajos menores.
Las “Ideas negras” se recopilaron en dos volúmenes que la editorial Dolmen unificó en uno para su edición en España en 2003. Esta vez no puedo dejar a ninguno de ustedes a animarles que lo busquen, le echen una ojeada y se lo lleven a su casita para disfrutar de una obra única y sorprendente. Parafraseando al protagonista de la última idea negra de Franquin “el que quiera que me siga” en admirar esta obra. Espero que a mi se siga alguien más que a él…

jueves, 14 de junio de 2007

“Choque de Reyes” de George R.R. Martin (“Canción de Hielo y Fuego 2”)


Releyendo la entrada que publiqué por aquí sobre “Juego de Tronos”, el anterior volumen de “Canción de Hielo y Fuego”, sólo puedo confirmar que la mayoría de las cosas que escribí en su momento al respecto son aplicables a “Choque de Reyes”.
En “Choque de Reyes”, Martin no se aparta del guión prestablecido y sigue la pauta marcada en su anterior novela que tan buenos resultados le dio, sabedor que ha dado con una fórmula para hacer literatura de fantasía “adulta” con la que conectar con un amplio espectro de público que encuentra en sus novelas cargadas de hechos, referencias y acción un divertimento excelente.
En esta la segunda novela del ciclo, Martin se muestra como un autor con las ideas muy claras y un proyecto definido, en la que ningún personaje por importancia aparente que pueda tener en la trama, resulta imprescindible. Esta es la grandeza sin duda de una obra en la que el reparto coral de personajes hace que estos sean desarrollados por igual por el autor lo que le permite mantener abiertos varios arcos en los que cada uno de ellos es el protagonista, al tiempo que la trama principal avanza enriquecida dejando hechos paralelos en el tiempo apenas esbozados a la imaginación del lector. Al profundizar de este modo en los personajes y sus motivaciones el maniqueísmo lastrante del género se rompe logrando una saludable y “adulta” (ya salió otra vez la palabrita) ambigüedad moral en las reacciones y actitudes de los personajes que los hace cercanos al lector que sufre y padece prisionero en la diabólica trama dispuesta por Martin, incapaz al mismo tiempo de dejar de devorar las páginas para saber más de las penalidades que el destino depara a su personaje (o personajes) favorito. De este modo, en esta segunda novela personajes secundarios en la primera, como Theon Greyjoy, o novedosos, como Davos Seaworth, se unen al elenco de “Juego de Tronos” para convertirse en los narradores de los hechos desde los bandos Greyjoy y Baratheon., añadiendo más referencias, lugares y personajes a la ya complicada trama política en la que se encuentra imbuido el Reino de Poniente mientras que la magia regresa paulatinamente al mundo desde el Norte y el Este.
Probablemente, el quid de la cuestión será comprobar hasta que punto es capaz Martin de seguir con su huida hacia delante en el desarrollo de esta enorme bola de nieve que está creando y saber si podrá desenvolver la enorme madeja que está liando. Hasta ahora, el autor ha dado notables muestras de su capacidad y parece tenerlo todo bien atado sin embargo el parón en la publicación tanto en Estados Unidos como en España (¿Para cuándo Gigamesh publicará el cuarto tomo? Llevan más de un año traduciéndolo) me hace temer que Martin esté en un atolladero y quizás no sea capaz de seguir añadiendo madera a la locomotora de la serie. Habrá que seguirlo atentos.

miércoles, 13 de junio de 2007

“Cementerio Estelar” de Alfonso Azpiri y Carlos Giménez.



Alfonso Azpiri (“Lorna”,” Mot”) y Carlos Giménez (“Paracuellos”,” Barrio”), aparte de ser dos de los más renombrados y prestigiosos dibujantes del panorama tebeístico español, son amigos. Fruto de una cena copiosa y una sobremesa agradable surgió la posibilidad de unir sus talentos para realizar una obra en común adaptando diferentes relatos de su admirado Jack London. Los lectores debemos felicitarnos que esta idea no se perdiese en una mañana de resaca y ambos autores siguieran adelante con el proyecto.
De este modo nació “Cementerio Estelar”, álbum dibujado por Azpiri y guionizado por Giménez publicado por Norma Editorial. Como ya hiciera en algunas obras en solitario como “Érase una vez en el futuro” o “Koolau, el leproso” Giménez adapta libremente tres relatos de Jack London (“The red one”, “Lost Face” y “Mauki”) ambientándolos en el futuro y contando con el denominador común de que sus protagonistas acaban con sus respectivas cabezas separadas del cuerpo. Siguiendo el modelo de “Historias de la Cripta” un personaje ajeno, en este caso Don Goyo, el guardes robótico del Cementerio del Olvidado, sirve de introductor y nexo entre los tres relatos narrados. Tres historias que respetando la esencia de la obra de London aportan la original mirada de ambos autores. Historias de hombres malvados y aguerridos, historias de venganzas y búsquedas de lo desconocido que agradarán igualmente al lector habitual de London como al devorador de “space opera” no dejando a nadie indiferente.
Mención aparte merece la labor gráfica llevada a cabo por Azpiri, un autor que realice el trabajo que realice sabe imprimirle su personalísimo estilo y que en el género de la ciencia ficción demuestra encontrarse en su elemento. Azpiri dibuja una obra cargada de violencia y erotismo mostrando una facilidad pasmosa para crear mundos imaginarios repletos de salvajes y primitivos alienígenas y haciendo gala de una capacidad para captar el detalle y un uso de las perspectivas sólo al alcance de unos pocos. Si alguien albergaba alguna duda todavía sobre su capacidad en este álbum Azpiri demuestra una vez más el por qué es uno de los mejores dibujantes nacionales.
“Cementerio estelar” es el medio ideal para que el neófito se acerque a la obra de estos dos grandes del cómic español y que el aficionado admirador de su obra no debería dejar de disfrutar. Esperemos que esta colaboración no se quede en una anécdota y renueven su colaboración (¿el próximo un álbum dibujado por Giménez y guionizado por Azpiri?). Si es necesario, la cena se la pagamos entre todos.

martes, 12 de junio de 2007

“Lupus” de Frederick Peeters.



Acabo de finalizar la lectura del cuarto y último álbum de “Lupus”, de Frederick Peeters (“Pildoras Azules”, “Koma”), un autor holandés que se dio a conocer ante el gran público con “Píldoras Azules”(ya escribiré algo al respecto de esta obra), y que en “Lupus” retoma una temática similar aunque ambientada en un escenario diametralmente opuesto: la inmensidad del espacio.
Si “Píldoras azules” es una historia de amor costumbrista, “Lupus” es una obra de ciencia ficción atípica. Peeters no está interesado en narrar grandes epopeyas cósmicas ni describir atractivas civilizaciones alienígenas. Su interés está en narrar la historia más vieja del mundo, el paso de la adolescencia a la madurez.
(SPOILER)
El año sabático iniciado con un viaje turístico por el joven Lupus y su amigo Tony para buscar un sentido a sus vidas y ponerse hasta arriba de drogas pronto se complica tras su encuentro con la misteriosa Sanaa, una muchacha fugitiva que huye de su poderoso padre. Los tres inician una escapada que se ve trastocada tras el asesinato de Tony y el embarazo de Sanaa. Lupus y Sanaa huyen por el espacio y diferentes planetas de los secuaces del padre de Sanaa, ayudados por diferentes personajes que se cruzan en su camino hasta encontrar refugio en una abandonada estación espacial. Ayudada por un robot de servicio y por el protagonista, Sanaa acaba dando a luz a un niño pero, finalmente, son descubiertos por el padre de Sanaa y son separados, quedándose Lupus con el bebé.
(FIN SPOILER)
Este es a grandes rasgos, el resumen de “Lupus”, un resumen por el cuál el lector que desconozca el talento de Peeters puede esperar encontrarse con una “road movie” interplanetaria con acción a raudales y narrada a matacaballo. Craso error, este no es un tebeo del montón. En “Lupus” Peeters, un verdadero filósofo, construye una obra hermosamente existencialista sobre la condición humana en la que el espacio no es más que una metáfora para dejar constancia de la finitud del ser humano en el Universo y lo importante que es disfrutar del día a día y de las cosas sencillas. Ningún tema queda fuera de su alcance: la amistad, la soledad, las relaciones filiales, la paternidad, el amor, el sexo, la muerte, la vejez, etc.; todo ello fluye a través del pincel de Peeters con maestría y sensibilidad, reflejado a través de Lupus, un personaje poderoso en su debilidad, capaz de ir abriéndose a lo largo de los cuatro álbumes que componen la serie y madurar al ritmo marcado por su autor. Lupus, de la mano de Sanaa y su embarazo, es capaz de salir de la burbuja creada por él mismo y no encontrar más sentido a la vida que el de seguir viviendo día a día, de dejar de ser un muchacho y convertirse en un adulto.
En “Lupus” es casi más importante lo que se intuye tras cada viñeta y que el autor deja a la inteligencia del avispado lector que lo que sucede realmente en los álbumes. Peeters, un maestro del blanco y negro, alcanza con esta obra una madurez como narrador que ya se adivinaba en obras anteriores y su trazo emborronado y sucio logra dotar de expresividad todo tipo de situaciones y anécdotas, superponiendo pausas y diálogos con acierto, para lograr empatizar con el lector predispuesto de una manera sólo al alcance de unos pocos. “Lupus” es un cómic ideal para pensar y reflexionar. Una obra que explora los sentimientos humanos con originalidad y sensibilidad únicas dejando indiferente a muy pocos.
Amigos de la acción desenfrenada absteneos.

lunes, 11 de junio de 2007

“Piratas del Caribe 3: En el fin del mundo”



Por fin pude ver la tercera parte de la trilogía más exitosa de la década, con el permiso de “El señor de los Anillos” de Peter Jackson. Y, lo cierto, es que no salí defraudado porque “Piratas del Caribe” ofrece aquello que promete: entretenimiento para todos los públicos durante dos horas y media.
¿Hay alguna novedad sorprendente en “Piratas del Caribe 3: En el fin del mundo”? No demasiadas, simplemente se trata de finiquitar la historia allí donde quedó anclada tras la segunda entrega. Y, en ese punto, la película cumple sobradamente con un final espectacular y agridulce que hasta cierto punto sorprende en una película de estas características. Sin embargo, hasta llegar a ese momento la historia avanza deshilvanada e inconexa quizás debido a que el director Gore Bervinski (“Un ratoncito duro de roer”) pretende contarnos muchas cosas al tiempo que reparte minutos entre su estelar reparto y amortiza su grueso presupuesto lo que redunda en la trama principal, una trama que tiene paralelismos sonrojantes con “El retorno del Jedi” (sí, no se rían) y cuyo triángulo amoroso se resuelve sobre la marcha de una manera graciosa y dramática al tiempo (quizás lo mejor de la historia sea este punto).
Esta tercera parte se sustenta en los mismos elementos que ya hicieron un éxito de las dos anteriores, los espectaculares efectos especiales y la sorprendente “vis comica” de Johnny Depp (“Eduardo Manostijeras”, “Ed Wood”) que ha encontrado en el histriónico Jack Sparrow al personaje que le afiance ante el gran público como una superestrella. Depp, recuerda por momentos a los grandes del cine mudo con sus muecas y gestos, y es el verdadero motor de una película hecha a su medida. Del resto del trío protagonista, me ha sorprendido gratamente una Keira Knightley (“Quiero ser como Beckham”) que asume sin complejos la labor de dar la réplica a Depp en muchos momentos en el papel de una Elisabeth Swann que gana peso en la trama en comparación con los episodios anteriores (además, está más guapa) mientras que el guapo Orlando Bloom (”El reino de los cielos”) hace lo que mejor sabe hacer, ejercer de guapo y aguantar mal que bien su duelo interpretativo con Depp en una batalla que tenía perdida de antemano. Del resto de reparto, destacar a los siempre eficaces Geofrrey Rush y Chow Yun-Fat, actores de prestigio y con el oficio suficiente para interpretar sus papeles con decoro e ingresar probablemente un buen pellizco por ello.
Pues nada, ya saben si no tienen nada mejor que hacer una tarde cualquiera y todavía la siguen echando acérquense a ver “Piratas del Caribe 3” que por lo menos les hará pasar un rato entretenidos. No esperen mucho más.

domingo, 10 de junio de 2007

Cuantos más mejor



Últimamente se viene comentando por ciertos lares que hay una proliferación excesiva de blogs y páginas que tratan en Internet sobre el mundillo del Cómic y sus aledaños. A mí, como me parece que cada uno con su tiempo libre puede y debe hacer lo que le dé la gana mientras no ofenda a los demás y que cuantos más seamos mejor nos lo pasaremos, me gustaría dar la bienvenida a los amigos de Actualidad Cómic que se han atrevido a lanzarse a la arena cibernética con una nueva página dedicada al Cómic. A destacar su interés en dar a conocer a nuevos talentos en la sección "Young Guns".


Bienvenidos y que sea por mucho tiempo. No pierdan la ilusión.

sábado, 9 de junio de 2007

LXVI Feria del Libro, ¿feria del cómic?

Un año más he acudido acompañado de mi señora a la Feria del Libro de Madrid que se viene celebrando en el Parque del Buen Retiro desde el 25 de Mayo hasta el 10 de Junio.
Las visitas a la Feria son para mí una cita anual con la nostalgia, del recuerdo de acudír con mis padres para perderme entre la marabunta de público y las colecciones de pasadores de mis primeros años a ir con mis amigos para perderme entre las pilas de libros y los ojos de las dependientas en la adolescencia. Sin embargo, todas las ediciones suelen tener situaciones comunes repetidas en un bucle constante: las lluvias de los primeros días, el calor sofocante del resto, los autores superventas capeando con mano izquierda el asedio de sus lectores y los autores bisoños que no venden tanto agradeciendo el contacto del lector casual que, tímido, le compra un ejemplar y busca su firma. Y, finalmente el colofón final de la pila de bolsas llenas de libros y cómics que me toca cargar hasta casa solo o sobornando a amigos mientras me pregunto anonadado “Dios, ¿dónde voy a meter todo esto?”.
Sin embargo, no era esto lo que yo quería contar sino más bien lo mucho que me llama la atención la progresiva presencia e importancia del Cómic en la Feria. No, no me refiero a la presencia de editoriales y librerías especializadas que viene repitiéndose todos los años y que suelen ser siempre las mismas. Más bien, me llama la atención como los cómics se han encontrado – quizás por primera vez - en igualdad de condiciones en los estantes y mostradores de muchas librerías no especializadas. ¿Y saben otra cosa? La gente miraba, compraba y curioseaba sin ningún pudor. También me ha sorprendido ver como una gran superficie como la Fnac ha apostado por los autores de cómics un sábado por la mañana (en teoría una de las mañanas en las que más público debe acudir) con la presencia de Alfonso Azpirí (Lorna) y Purita Campos (Esther) y sus colas no eran de las más pequeñas (bueno, la de Azpirí sí en comparación con las que forma en el Expocómic, por poner un ejemplo, pero la de PC era bastante larga, pero ninguna tenía punto de comparación con la de la los chicos y la exuberante chica de “Ponte a prueba” con los que compartían caseta).Y otros días, han pasado por allí autores como Carlos Giménez, Liniers o Miguel Brieva, Alejandro Jodorowski y Sonia Pulido. Y, saben otra cosa, los que más curioseaban, pedían y estaban enterados eran los niños con lo que también se cae otro de esos mitos de que los niños de hoy en día no leen cómics. A mí esta Feria me ha confirmado algo que ya venía intuyendo desde hace tiempo y es que los cómics no están tan mal, ni venden tan poco ni son tan minoritarios como algunos pretenden hacernos creer con sus quejas y lamentaciones. En general, la gente no es tonta y lee mucho más de lo que pueda pensarse.
Así que si están por Madrid y les apetece vayan a visitar la Feria que seguro que encuentran alguna lectura que pueda interesarles y, además, el Retiro está bonito para perderse. Yo volveré el año que viene a reencontrarme con mis nostalgias y constantes habituales y, quien sabe, quizás con que los cómics ocupan aún más espacio. Dénse prisa, que se acaba mañana.

miércoles, 6 de junio de 2007

“La piel fría” de Albert Sánchez Piñol.



Una isla azotada por los vientos perdida en medio del océano sobre la que se yergue un solitario faro a la que acude un desencantado nacionalista irlandés para realizar mediciones atmosféricas durante un año, es el punto de partida de la primera novela de Albert Sánchez Piñol (“La piel fría”, “Pandora en el Congo”). Sin embargo, tras quedarse sólo en la isla descubre que esta se encuentra habitada por un solitario y huraño farero, Battís Caffó, y unas extrañas y misteriosas bestias, mitad pez mitad humano, que cada noche salen del mar para atacar el faro y sus ocupantes. A partir de aquí, se inicia el relato de la lucha por la supervivencia del protagonista, una lucha que le llevará a la locura y en la que acabará perdiendo aquello por lo que luchaba: su humanidad.
Albert Sánchez Piñol en esta su primera novela realiza un atractivo ejercicio de estilo demostrando una vez más que desde el denostado y vilipendiado género fantástico pueden escribirse grandes historias. “La piel fría” es una novela milimétricamente diseñada para agradar por igual al lector que sólo busca entretenimiento y diversión con una historia de acción, como a aquél más reflexivo que encontrará en la obra una lectura llena de simbolismos acerca de la soledad y los mecanismos que nos llevan a caer en la locura. Un estudio sobre como en las situaciones más extremas emergen las pasiones primordiales del hombre, la agresividad, la pasión, el odio y el amor frente a la civilización, la educación y los condicionamientos sociales. En “La piel fría”, Piñol es capaz de trasladar al lector a través de los pensamientos y reflexiones de su protagonista su desesperanza y angustia creando una atmósfera claustrofóbica y absorbente que atrapa al lector y hace que el libro se devore página a página. Píñol demuestra en esta obra que ha bebido de los grandes clásicos del género de aventura y de terror fantástico como Conrad, Melville, Defoe o Lovecraft, y sin dejar de renunciar a sus influencias crear una obra hermosa y terrible.
Si quieren leer una novela de terror diferente, háganse con un ejemplar de “La piel fría” y léanlo sin prejuicios, descubrirán que no les dejará indiferentes.

martes, 5 de junio de 2007

Regalo estupendo


Víctima de un fin de semana de lo más ajetreado y los cambios trepidantes que se suceden sin parar en mi azarosa existencia, no había tenido ocasión hasta hoy de entrar en Internet ni para mirar el correo. Por fin, lo he logrado para encontrarme con que el amigo Mojonshon, fiel seguidor de este blog y coadministador de Neotako (¿Cómo? ¿Qué todavía no conocen Neotako? Hagan el favor de pinchar aquí), me ha regalado coincidiendo con mi cumpleaños una estupenda cabecera, un banner y la ilustración que precede a esta charleta. A mí me parece que le han quedado las tres cosas la mar de chulas y recogen estupendamente la esencia de lo que quiere ser este blog: un lugar donde su autor escribe sobre todo aquello que le interesa (literatura, cómics, cine, la Vida, etc.) y que hacen más agradable la existencia e intercambiar opiniones con todo aquel visitante que quiera pasarse y regalarme(nos) a los demás con su punto de vista.
Espero retomar la dinámica de la entrada diaria en breve, aunque quizás esta semana me resulte un poco complicado. No se apuren que para la próxima semana espero habeme adaptado completamente a mis nuevas rutinas y obligaciones para no faltar a mi cita diaria con ustedes.
De todos modos, no dejen de entrar durante esta semana que los mismo se van encontrando con alguna sorpresa más...

viernes, 1 de junio de 2007

“Top ten” de Alan Moore, Gene Ha y Zander Cannon.



A finales de los noventa y principios del nuevo milenio se pusieron de moda dentro del “mainstream” los cómics que intentaban ir más allá del concepto de superhéroe inventando nuevos escenarios, sociedades en las que lo “normal” era que todo el mundo tuviera poderes, éste es el caso de series como “Astrocity” de Kurt Busiek (de la que escribiré en su momento) o “Powers” de Bendis (de la que también escribiré, tranquilos), moda que ha seguido hasta nuestros días y cuyo último ejemplo ha sido la estupenda “Gotham Central” de la que ya les he comentado algo aquí. Sin embargo, probablemente ninguna de estas series ha tratado el tema con un grado de genialidad a como lo hizo el amigo Alan Moore (“Watchmen”, “V de Vendetta”, “From Hell”) en los doce números que conforman “Top Ten”.
“Top Ten” fue uno de los títulos del sello ABC, fundado por Alan Moore junto a diversos dibujantes a finales de los noventa, para desarrollar aquellas historias que le apetecían y que no tenían cabida en las inmovilistas y conservadoras grandes editoriales , y que incorporó series como “Promethea”, “Tom Strong” ó “La Liga de los Caballeros Extraordinarios”, series que vistas en perspectiva conforman un mosáico unitario en las que Moore explora diferentes manifestaciones del concepto de superhéroe y en los que vuelve a dejar patente que todavía pueden escribirse buenas historias dentro del “mainstream” si se cuenta con la libertad y el talento necesario para ello.
En “Top ten”, Moore narra las vivencias cotidianas de un grupo de agentes de policía del peligroso Distrito Diez de la ciudad de Neópolis, una ciudad alucinante construida tras la II Guerra Mundial en la que se alojan todos los ciudadanos de la Tierra y alrededores con poderes extraordinarios, desde antiguos superhéroes hasta dioses de los más pintorescos panteones imaginables, pasando por monstruos atómicos de treinta metros y alienígenas asesinos. El Distrito Díez es el más peligroso de la ciudad y los agentes en él asignados deben hacer frente a los casos más sorprendentes y alucinantes que imaginarse puedan. Este planteamiento que en manos de cualquier otro no daría más allá que para construir un anódino relato épico más en las de Moore se convierte en la excusa perfecta para explorar en clave de humor la posibilidad de una sociedad en la que disfrutar de poderes es algo cotidiano y como ello no es garantía de felicidad (más bien todo lo contrario). Moore lleva estas premisas hasta el extremo, presentando unos personajes alejados del icono perfeccionista y cargándolos de debilidades con los que el lector conecta desde el primer momento. Todo ello hace de “Top Ten” una lectura fresca y divertida en la que se disfruta tanto de las diferentes tramas policiales que se nos van presentando en los episodios como de las pequeñas intrahistorias que conforman la vida de cualquier gran ciudad. Además, “Top Ten” le sirve a Moore para juzgar con ironía las incongruencias del “mainstream” y demostrar, si hacia falta que a estas alturas demostrase algo, que también es capaz de realizar historias cargadas de gracia yhumor.
En cuanto al aspecto gráfico, Gene Ha es un dibujante capaz de hacer frente al reto que Moore le plantea en esta serie a la hora de imaginar los diferentes escenarios y situaciones de una ciudad futurista tan prodigiosa como Neópolis y ser capaz de dibujar y diseñar, junto a Zander Cannon, los cientos de personajes secundarios que pueblan sus páginas escondiendo entre ellos los divertidos homenajes que Moore realiza al Cómic en general y a los personajes “mainstream” en particular.
Ya saben, si quieren pasar un buen rato con un cómic inteligente y divertido háganse con la recopilación que hace pocos meses ha publicado Norma Editorial y disfruten de las travesuras del autor de “Watchmen”. A ver quién es capaz de encontrar más referencias…

jueves, 31 de mayo de 2007

“Premonition: siete días” de Mennan Yapo


El domingo tocó una nueva visita al multicine por excelencia madrileño con la peregrina idea de ver “Piratas del Caribe 3” (próximamente, entrada sobre esta pelicula). Sin embargo, en las cuatro sesiones que miramos no quedaba ninguna entrada así que decidimos dejarlo para una mejor ocasión y entrar a ver “Premonition”.
La película nos cuenta la historia de un ama de casa interpretada por Sandra Bullock que lleva una, aparentemente, idílica existencia hasta el momento en que empieza a sufrir saltos temporales aleatorios, al despertarse, a lo largo de siete días. Así, la trama se centra en el intento de la Bullock de superar el desconcierto sobre lo que la está pasando y evitar la muerte de su marido antes de que suceda. En el transcurso de sus peripecias, descubrirá que su vida familiar no era tan estupenda como ella suponía y que el destino no se esquiva tan fácilmente.
“Premonition”, la ópera prima del novel Mennan Yapo es un thriller que juega con las premoniciones y la confusión mental a la manera que tan exitosamente dio a conocer a Christopher Nolan con su estupenda “Memento”. Sin embargo, donde la película de Nolan lograba mantener la tensión y el interés del espectador, gracias a la magnífica realización y lo inteligente del guión, en “Premonition” queda bastante devaluado por lo insulso y absurdo de la trama –ojito a la búsqueda de consejo espiritual de la Bullock que no tiene desperdicio- conforme esta se desarrolla. De esta manera, la película se disfruta con agrado y entretiene mientras el espectador va encajando las piezas pero el puzzle se resuelve antes de tiempo y el final resulta muy previsible por lo que se sale del cine con la sensación de que esa película ya se ha visto antes cientos de veces. Quizás lo más destacable de la película sea la actuación de Sandra Bullock en un papel dramático hecho a su medida bastante alejado de las comedias románticas y las películas de acción desenfrenada a las que nos tiene tan acostumbrados.
En fin, que si quieren ver una buena historia sobre premoniciones y saltos temporales vean el anuncio de la televisión de la profesora que narra el cuento de las Mil y Una Noches del jardinero y la Muerte y dejen “Premonition” para el videoclub o su pase en televisión.

miércoles, 30 de mayo de 2007

“Thorgal: El sacrificio”, de Rosinski y Van Hamme.



Norma Editorial nos ofrece el último álbum (hasta el momento) de la serie “Thorgal”, uno de los grandes éxitos del cómic europeo con 29 álbumes a sus espaldas y que desde hace algún tiempo parecía haber perdido el rumbo.
En “El sacrificio”, asistimos a una aventura protagonizada al alimón entre Thorgal y su hijo mayor Jolán en lo que parece un pase de testigo en toda regla si se hacen realidad los rumores que apuntan a que este ha sido el último álbum de la serie guionizado por Van Hamme y a partir del próximo será sustituido por Yvés Sente centrándose la serie en Jolán.
En este álbum, nos encontramos a un Thorgal agonizante debido al veneno ingerido en aventuras anteriores (“El bárbaro”) Aaricia pide ayuda a Frigg y esta les envía a Vigrid, un dios menor aparecido ya en otras entregas, quien les entrega las lágrimas de Tjahzi que le permiten recuperarse durante dos días y viajar al Entremundo para que Manthor el hijo de Frigg, lo cure completamente. Tras un breve encuentro con la Guardiana de las Llaves, Thorgal y Jolán llegan al Entremundo donde Manthor cura a Thorgal a cambio de la promesa de Jolán de entregarle su vida. Mientras, Aaricia ha viajado junto al resto de sus hijos a su tierra natal donde son recibidos por Gunnar, el rey vikingo, y, cuando la familia se reúne de nuevo, Jolán debe hacer frente a las consecuencias de su promesa.
En “El sacrificio” asistimos al enésimo cambio de rumbo de la colección en lo que parece la despedida de un agotado Van Hamme (“Largo Winch” “XIII”) y la preparación de la incorporación de Sente. La historia que nos cuenta Van Hamme transcurre con más pena que gloria de la misma manera que la colección desde hace ya demasiados álbumes y dejando patente que la veta que tan buenas historias nos ofreció se encuentra agotada. “El Sacrificio” es un álbum deslavazado y resuelto apresuradamente pasando la despedida de Thorgal prácticamente desapercibida, un episodio más de la serie al que Van Hamme le resta toda trascendencia dejando incluso abierta la duda sobre si realmente estamos asistiendo a la despedida definitiva de tan emblemático personaje.
“El sacrificio” tampoco pasará a la historia por el dibujo de Rosinski (“La venganza del conde Skarbek”) quien parece utilizar el álbum para experimentar con la acuarela y deriva hacia un impresionismo que si bien en otras obras como “La venganza del conde Skarbek” resulta impactante y acertado en “Thorgal” rechina.
Esperemos que Senté sea capaz de devolver esta serie al lugar que por su importancia en la historia del cómic debe ocupar o por lo menos le proporcione un final más digno del que nos ha ofrecido Van Hamme.

martes, 29 de mayo de 2007

“Jonathan Strange y el Señor Norrell” de Susanna Clarke



Hace un año rebuscando en unos grandes almacenes descubrí un libro que me llamó la atención desde el primer momento en que lo tuve entre mis manos. Su título, “Jonathan Strange y el Señor Norrell”, en principio, no me dijo nada pero la sinapsis me llamó la atención de tal modo que lo adquirí inmediatamente y devoré sus casi ochocientas páginas en poco tiempo. Es una decisión de la que no me arrepiento.
“Jonathan Strange y el Señor Norrell” es una novela en la que su autora, Susanna Clarke, realiza una medida mezcolanza de géneros, incorporando las dosis justas de fantasía a la estructura de una novela decimonónica en el mejor estilo de una Jane Austen o un Charles Dickens, logrando una obra que deja satisfechos por igual a los incondicionales de ambos géneros.
La historia que narra se sitúa en una Inglaterra paralela donde la magia existe, pero su práctica se encuentra en decadencia frente al Racionalismo y la Ilustración, existiendo únicamente dos magos auténticos: el taimado y avaricioso Norrell y el joven Jonathan Strange, auténtico modelo de las virtudes (y defectos) que debe atesorar todo “gentleman” británico. Ambos, maestro y discípulo, deciden poner su talento al servicio de un doble objetivo, la recuperación de la respetabilidad de la magia en Inglaterra y la victoria frente a las tropas francesas en el contexto de las Guerras Napoleónicas. Empeñados en estos propósitos, los magos corren múltiples aventuras que les llevan desde la curación de la locura de Jorge III hasta participar, bajo las ordenes de Wellington, en las más significativas batallas controlando el clima y desviando los caminos. Sin embargo, la rivalidad entre ambos magos va en aumento hasta llegar a su enfrentamiento y separación reencontrándose únicamente para salvar la vida de la esposa de Strange de un encantamiento que la mantiene presa en Tierra de Duendes.
En “Jonathan Strange y el Señor Norrell”, Susanna Clarke recrea perfectamente un universo paralelo donde la magia es posible con coherencia y habilidad a través de múltiples pies de página en los que la autora recrea una verdadera historia de la magia en Inglaterra, historia paralela que, en muchas ocasiones, resulta incluso más atractiva que la narración principal. La autora ambienta a la perfección la Inglaterra rural y burguesa que tan bien conocemos gracias a las novelas de Jane Austen, creando unos personajes que nos resultan plausibles y fascinantes al mismo tiempo. La novela arranca con fuerza desde el primer capitulo con la reunión de “amigos de la magia inglesa” y el desafío de Norrell, recordando al Dickens de “Papeles póstumos del Club Pickwick,” y mantiene el nivel durante el resto de una narración en la que viajamos a otros escenarios típicos de la novela gótica como España ó Venecia. La incorporación de los elementos mágicos resulta verosímil, incorporando unas explicaciones tan aparentemente documentadas y minuciosas que por momentos al lector no puede dejar de parecerle natural la existencia de la magia y lo dificultoso de su ejercicio. Las aventuras en Tierra de Duendes o los encuentros con el caballero con el pelo como vilano de cardo recuerdan al Neil Gaiman más inspirado de “Sandman”. Clarke realiza asimismo un uso de la ironía y el humor tan fino que hace de la lectura de su obra un auténtico placer, quitando trascendencia a la narración e invitando al lector a incorporarse al juego del que está disfrutando.
“Jonathan Strange y el señor Norrell” es la constatación que para escribir obras de fantasía de calidad sólo hace falta un autor con talento e imaginación suficiente para no caer en la reiteración de búsquedas mágicas, duendes y monstruos. Hace poco ha salido la edición de bolsillo en las librerías españolas así que no se extrañen ustedes del título y háganse con él. No se arrepentirán.

Aquí pueden leer una más que interesante entrevista a Sussana Clarke.

lunes, 28 de mayo de 2007

“El vecino 2” de Santiago García y Pepo Pérez



Tras la publicación hace un par de años de “El Vecino” parecía que la historia de Titán y su vecino, José Ramón, iba a quedar en suspenso, sin embargo hemos de felicitarnos porque los autores y la editorial Astiberri la hayan retomado ya que en este caso la segunda parte supera con creces a la primera.
Si “El vecino” narraba en clave realista con elementos cómicos la historia de José Ramón, un oscuro opositor que descubre fortuitamente que su vecino Javier es en realidad el superhéroe Titán y se centra en la relación de amistad que surge entre estos dos solitarios, el primero intentando sobrellevar sus estudios y sus problemas para relacionarse con las chicas y el segundo viendo como su vida personal va poco a poco desintegrándose a causa de su identidad secreta, en esta segunda parte los autores nos muestran a través de una historia dura, realista y sin concesiones cómo Javier acaba tocando fondo y se convierte en un sin techo, aislado de todos las personas importantes de su vida anterior y obsesionado con su papel de superhéroe. En el álbum se muestran los intentos desesperados de José Ramón y Lola, la antigua novia de Javier, por intentar dar con Javier quien ha encontrado refugio con un grupo de indigentes escondido a los ojos de todos. Finalmente, José Ramón y Lola dan con él cuando pretende dejarlo todo y huir con Mónica al quimérico Sur.
Si en “El Vecino” Santiago García y Pepo Pérez sentaron las bases de lo que iba a ser una historia de superhéroes centrada en la identidad humana del héroe y en los personajes que en los tebeos “mainstream” son generalmente considerados secundarios y poco relevantes, en “El vecino 2” han llevado al máximo esta premisa a través de una historia en la que el supuesto héroe (más bien antihéroe) Javier pasa por momentos a un segundo plano, para adquirir un marcado carácter coral y, abandonando los estereotipos clásicos del género que fueron su punto de partida, dotar de una personalidad definida y humanidad a cada uno de los personajes. De este modo, asistimos a la evolución de personajes que ya tenían un gran peso en el álbum anterior, como José Ramón y Lola, que han crecido y les han ocurrido cosas en el lapso transcurrido entre una historia y otra que quedan a la imaginación del lector, y se presenta además una serie de nuevos personajes indigentes y marginales, en su mayoría, cada uno de ellos protagonista de su oscura historia, que sin dejar de estar al servicio de la trama principal nos golpean en lo más profundo de las entrañas con historias por desgracias demasiado cercanas y cotidianas, destacando para mí en este sentido la historia de Mónica, buscándose la vida en las calles mientras engaña a su madre con su estupendo trabajo.
En “El vecino 2” tanto Santiago García como Pepo Pérez también han evolucionado. Si su profundo conocimiento del universo superheroico quedó demostrado en la primera parte de “El vecino” mostrando las paradojas existentes en el concepto “mainstream” de héroe (identidad secreta, prioridad del deber frente a vida personal, etc.) con naturalidad, en “El vecino 2” construyen un álbum que, sin abandonar esos referentes, (ojo a la conversación entre Martín y Javier que parece sacada de “Born Again”), absorbe las enseñanzas de autores europeos como Lewis Trondheim o Manu Larcenet a la hora de incorporar elementos costumbrista e intimistas, logrando un equilibrio extraordinario. En este sentido, hay que resaltar la labor de Pepo Pérez que a través de unos recursos muy cercanos al mejor Christophe Blain experimenta con el color para dotar a la obra por momentos de una mayor tensión dramática.
Nada más nos queda esperar que no se demore mucho más una tercera entrega de la serie que nos resuelva algunas de las preguntas que quedan en el tintero: ¿Recuperará Javier su vida anterior?¿Descubriremos cuál es el cuarto poder de Titán? ¿Necesita Javier de las píldoras para ser un héroe? Y, sobre todo, ¿¿Qué oposiciones se está preparando José Ramón que le dejan tanto tiempo libre??

sábado, 26 de mayo de 2007

Más aniversarios y Recomendaciones

Dos aniversarios más se han cumplido esta semana y no son para nada baladíes. Les cuento:

Star Wars”, la obra señera de George Lucas, cumple 30 años. Sí, la primera película de la saga más influyente en el cine norteamericano de las últimas décadas, pastiche de influencias y géneros que van desde las películas de Kurosawa al “Valerian” de Meziéres y Christin pasando por el Western y el “Hamlet” de Shakespeare e implantando defintivamente el merchandaising en el mundo del cine ha llegado a la barrera de los treinta con una salud envidiable y manteniendo el “status” de obra maestra más allá de la vanalización y puerilización de la saga que se ha vivido con las últimas entregas.

La revista de historietas más veterana de España ha cumplido 25 años en su número 1565. Se trata de “El Jueves”, revista satírica que haciendo del humor su bandera nos ha acompañado en los últimos lustros de historia de España sabiendo adaptarse con habilidad a los cambiantes gustos sociales y sobreviviendo allí donde otros proyectos más ambiciosos han fracasado. Ahora que parece haber un repunte de las revistas de cómics sería conveniente que sus autores y editores saquen conclusiones de la experiencia de “El Jueves, la revista que sale los miércoles”. Los autores de la revista lo celebran con un especial de 112 páginas.

Pásense por la página de Neotako, donde el amigo Mojonshon va publicando a su ritmo su tira “Wor Japen de Chöpen”, una tira que destila humor y mala leche a partes iguales. En ella un joven dibujante viaja por el tiempo y el espacio para encontrarse con ángeles cabreados, artistas cabreados y todo tipo de personajes. Además, Mojonshón ha tenido el mal gusto de pedirme colaboración para alguna de las tiras así que pueden encontrarse cualquier cosa.

Jornada de reflexión en las elecciones municipales y autonómicas de mañana. A partir del lunes descansaremos del bochornoso espectáculo de nuestros representantes haciendo el ridículo por verbenas y platós televisivos solicitando el voto sin mayor argumentación en su discurso que el insulto al contrario, la palabrería demagógica y los golpes bajos. A mí me parecen todos y todas el mismo perro con distinto collar así que no esperen aclaraciones ni consejos por mi parte. Son igual de malos todos. Eso sí, mañana hagan el esfuerzo y acérquense por su colegio a depositar el sobre aunque sea vacío, que tampoco hay que ponérselo tan fácil.

viernes, 25 de mayo de 2007

“Ex Machina: Realidad contra Ficción” de Brian K. Vaughan y Tony Harris.



El sello Wildstorm lleva varios años intentando modernizar el concepto de superhéroe para adaptarlo a los gustos actuales. Así, a lo largo de los últimos noventa y lo que llevamos de milenio han ido apareciendo en este sello una serie de colecciones como “Authority” o “Sleeper” (de la que ya nos hemos ocupado por aquí) que sin el lastre de la continuidad y los royalties cinematográficos que paralizan a las dos grandes del género Marvel y DC y de la mano de jóvenes guionistas con ideas nuevas y libertad para desarrollarlas saben aunar calidad y originalidad para ofrecer historias del agrado del lector tradicional y con gancho para las nuevas generaciones. En este grupo hay que englobar “Ex Machina”, ganadora de varios premios Eisner y que da una vuelta de tuerca más a la modernización del género.
En “Ex Machina”, el guionista Brian K. Vaughan (“Y, el último hombre”, “Runaways”), nos cuenta la historia de Hundred Mitchell, la Gran Máquina, el único superhéroe de la Tierra que cuenta con la capacidad de “hablar” con las máquinas y hacer que estas le obedezcan. Tras una corta y accidentada carrera vestido de mallas, Mitchell queda traumatizado por haber fracasado en su intento de evitar el atentado contra las Torres Gemelas del 11S (sólo logra salvar una de las Torres) y decide abandonar su corta carrera como héroe, hacer pública su identidad y presentarse a las elecciones a alcalde de Nueva York y, sorprendentemente, ganarlas. Es en el principio de la legislatura de Mitchell donde se inicia la colección que se encuentra sobre todo centrada en las vicisitudes del Mitchell político, con su particular estilo populista y heroico, para tratar de sobrellevar la dirección de una gran urbe como Nueva York.
El planteamiento de Vaughan le permite acercarse de este modo a los temas candentes en la vida pública norteamericana –y en la nuestra- que generalmente no han sido tratados en un género como el superheroico desde una perspectiva tan realista y adulta. Así, si en anteriores episodios de la serie Vaughan trataba sobre el matrimonio gay o el racismo, en el arco argumental que hoy nos ocupa, “Realidad contra ficción”, se centra en la institución del Jurado. El alcalde Mitchell decide formar parte de un jurado popular para dar ejemplo a la ciudadanía de la ciudad, generalmente renuente a aceptar esta obligación, para encontrarse en medio de un secuestro con rehenes que se resuelve de la manera menos superheroica imaginable. Al mismo tiempo, la policía y los colaboradores de Mitchell en su antigua actividad superheroica se enfrentan a la presencia de un nuevo vigilante enmascarado decidido a ocupar el hueco dejado por la Gran Máquina a cualquier precio.
Vaughan a través de continuos “flashbacks” es capaz de desarrollar y resolver varios hilos argumentales de manera que podamos asistir a las razones y circunstancias que motivaron los acontecimientos que se están resolviendo en el presente. De este modo, la serie goza de un perfecto equilibrio para mantener la atención del lector tanto en los problemas sociales y las rencillas políticas y personales a las que debe hacer frente Mitchell como en las tramas más superheroicas de las que son partícipes la Gran Máquina y sus colaboradores. Probablemente, el punto fuerte de la serie sea éste, la coherencia con que Vaughan desarrolla el personaje de Mitchell mostrando la causa de cada una de las decisiones que va tomando a lo largo de su vida así como el esfuerzo de verosimilitud con que el guionista resuelve las situaciones que plantea.
En el aspecto gráfico Tony Harris (“Starman”) hace una labor correcta a través de un estilo realista y detallista que casa perfectamente con la temática de la serie y ambientando los escenarios de la ciudad de Nueva York donde se desarrolla la acción espléndidamente. Sin embargo, en mi opinión, sus figuras humanas son un tanto hieráticas y carecen de dinamismo lo que en parte empaña los buenos guiones de Vaughan.
De momento, Vaughan va resolviendo con brillantez las situaciones que plantea pero habrá que ver si mantiene el alto nivel ofrecido hasta ahora durante los cincuenta números que prevé dure la serie, aunque viendo los interrogantes que va planteando (el origen de sus poderes, la presencia de su madre y el secreto que sobrelleva…) es casi seguro que seguiremos escribiendo bien de “Ex Machina” por aquí durante bastante
tiempo.
Un tirón de orejas final a Norma por la publicación de parte de la entrevista de Zona Negativa a Vaughan en la tapa interior de la contraportada. ¿Tan costoso es incluir una hoja más para publicarla debidamente y que no nos dejemos los ojos leyéndola? Esperemos que cuiden más detalles como este en el futuro.

jueves, 24 de mayo de 2007

“Spiderman 3” de San Raimi La fuerza del lado oscuro.

Ayer acudí con más miedo que vergüenza a saldar cuenta con el gran estreno del mes (“Piratas del Caribe 3” todavía no se ha estrenado y esa será otra historia), “Spiderman 3”, una película esperada por muchos con insana curiosidad a la vista de los numerosos avances que se han ido produciendo a través de Internet a lo largo del último año. Yo, ya les comento, iba con la mosca detrás de la oreja porque soy fiel en esto del cine a una de esas reglas no escritas que señalan que la última película más cara de la Historia suele ser un pestiño insufrible (salvo contadas excepciones, que esto del cine no es una ciencia exacta y no da para leyes absolutas) y porque la anterior entrega de la serie me había parecido una tontería.
Inasequible al desaliento, compré mi entrada y me dispuse a disfrutar en compañía de las únicas cuatro o cinco personas con las que compartía la sala. Se apagan las luces y tras los anuncios de rigor empieza la película. Tras el primer cuarto de hora de visionado mis temores están confirmados: la película es una solemne tontería. El resto de las dos horas me las pasé con la sonrisa tonta y riéndome por no llorar ante el patetismo subyacente tras tanto despilfarro efectista (el gordito que se sentaba delante de mí no lo resistió y tuvo que salir a llorar un par de veces, me temo).
Si “Spiderman” (la primera) versionaba de una manera bastante fiel el origen del personaje que Ditko y Romita nos ofreció en aquellos primeros e históricos números de “Amazing Spiderman” captando el espíritu inocente del primer Peter Parker y actualizándolo para hacerlo del gusto del público devorador de palomitas actual, esta tercera parte lo subvierte convirtiendo a nuestro pobre Petey en un imbécil redomado gracias a la labor de un Tobey Maguire, que el día que en la escuela de interpretación explicaron la diferencia entre Inocencia y Estupidez debió de saltarse la clase y se pasa toda la película superándose a sí mismo poniendo poses pánfilas, y un Sam Raimi que por momentos se olvida que está filmando una película sobre “Spiderman” para caer en un pastiche macarra de “Fiebre del sábado noche”. De la interpretación del resto del reparto hay poco que salvar. Kirsten Dunst y James Franco se dejan llevar por la tontería que impregna toda la cinta y sus personajes parecen competir con Maguire a ver quién lo hace peor (Maguire les gana de calle, de hecho incluso la Dunst parece más fea en esta que en entregas anteriores).
Respecto a la historia que firman el amigo Sam Raimi y su hermano Ivan decirles que peca de ambiciosa, incorporando personajes y situaciones aparecidas en diferentes etapas a lo largo de la historia del trepamuros en el cómic de una manera precipitada a través de un guión con más agujeros que un queso holandés y carente de toda lógica, de manera que toda la historia no deja de ser un batiburrillo pueril y superficial que enervará al seguidor de “spidey” de toda la vida y dejará perplejo al público en general. Yo hay una serie de cosas que todavía no me explico, a ver si ustedes me las aclaran … - POSIBLE SPOILER- ¿Por qué el hombre de arena es capaz de coger el camafeo después del chapuzón? ¿A qué coño le hace fotos Brock cuando “Spidey” se mete en la alcantarilla siguiendo al hombre de arena? ¿Cómo descubre “Spidey” en el campanario que al traje simbionte le afecta el ruido? ¿Cuál es la amenaza del Duende Jr. a Mary Jane para que deje a Peter? ¿Si te dejas caer el flequillo te vuelves más malo y más tonto de repente? Así tengo unas cuantas más pero tampoco quiero aburrirles – FIN DEL SPOILER-
Además, estos dos hermanísimos parecen no darse cuenta que la esencia del personaje es su identidad secreta y se dedican a mostrar en escenas de acción a Peter vestido de Spiderman durante la mayor parte de la película (claro, que ya tras Spiderman 2 hasta los niños de NY saben que Peter y Spiderman son el mismo) o mostrando el traje por debajo de la camisa sin ningún disimulo. Tristísimo…
A estas alturas dirán ustedes que soy un cascarrabias y que seguro que hay algo bueno en la película. Efectivamente, me da rabia que despilfarren tantos recursos haciendo malas películas cuando con un buen guión y el asesoramiento de alguien que conozca la idiosincrasia del personaje podría hacerse algo más digno y sí ,cierto, en la película hay cosas rescatables. Los efectos especiales y la caracterización de los villanos son asombrosas, destacando en este aspecto la de El Hombre de Arena. Las escenas de acción y lucha son espectaculares, sobre todo el enfrentamiento con Veneno y el propio Hombre de Arena (vamos, cuando Raimi se frena un poquito y no acelera tanto las secuencias que casi no se pueden seguir), aunque sería deseable que al Spiderman enmascarado una voz en “off” le otorgase el don de la palabra y le permitiera burlarse de sus enemigos mientras pelea con su humor corrosivo. También hay un par de chistes con Jameson y con niños que resultan graciosos y el habitual cameo de Stan Lee pero poco más. Sólo que muere uno de los personajes importantes de la saga con lo cuál espero que en futuras entregas la cosa mejore un poquito. También sería deseable que Raimi le pasase el testigo a alguien que pueda aportar algo más a la realización y que contratasen un guionista decente pero me temo que eso sea mucho pedir.
Aquí les dejo un enlace con la página oficial de la película. Si no han visto todavía la película con que le echen un vistazo al teaser y al trailer tienen más que suficiente.

miércoles, 23 de mayo de 2007

Al abordaje



Lleva desde hace un par de días apareciendo en los diferentes medios de comunicación la noticia del descubrimiento por parte de una empresa norteamericana, Odissey, del mayor tesoro marino recuperado hasta la fecha. Una bagatela de 17 toneladas de oro y plata valorada a ojo de expertos en unos 370 millones de euros. Esto, sin dejar curioso, pues tampoco tendría más allá si no fuese porque los cazatesoros se apresuraron a empaquetar todo el botín en un avión rumbo a su tierra con alevosía y nocturnidad, sospechoso comportamiento que llamó la atención de nuestras autoridades que procedieron a solicitar los permisos correspondientes y el emplazamiento del pecio esquilmado pues imaginan que los descubridores han aprovechado un permiso para realizar una serie de prospecciones científicas bajo supervisión para arramblar con un tesoro que podría encontrarse en nuestras aguas territoriales, lo cuál puede ser más que probable teniendo en cuenta que durante siglos en la ruta de las Indias se hundían casi tantos barcos con llegaban a buen puerto.
A mí lo que me llama la atención de toda esta historia, que imagino acabará amarilleando entre los legajos de alguna corte de Derecho Internacional, es la existencia de corsarios contemporáneos. Sí, corsarios no tan alejados a Drake o Hawkins que en lugar de alfanjes y cartas de navegación usan los más modernos equipos de exploración para sondear las profundidades y, aprovechado una política de hechos consumados, puedan arrasar con nuestro patrimonio arqueológico en aras a su ambición personal. Teniendo en cuenta que somos el país en cuyas costas y aguas territoriales se encuentran más pecios y de los cuáles se dispone mayor información sobre sus rutas y mercancías gracias al minucioso Archivo General de Indias y otras fuentes similares no sería mala cosa que la legislación al respecto se endureciera para evitar que cualquier pillo anglosajón tome del mar lo que algún antepasado o las tormentas hundieron unos siglos atrás. Esos barcos deberían explorarse únicamente para que sus secretos descansen en las vitrinas de los museos y no en las cuentas corrientes de algunos.
En definitiva, esperemos que se aclare el asunto y se tomen medidas para que la exploración de los fondos marinos se realice en el futuro en base a criterios exclusivamente científicos y no crematísticos porque mucho me temo que este tesoro ya nos lo han expoliado.

martes, 22 de mayo de 2007

De aniversarios y celebraciones


Resulta que en estos quince días alejado de mi diaria cita con ustedes se han producido un par de aniversarios curiosos y noticias asociadas que no quiero ni puedo dejar de comentar.

Por un lado, el 50 aniversario de la publicación de uno de nuestros cómics más populares, El Capitán Trueno, que durante años se convirtió en una de las pocas fuentes de distracción y felicidad de varias generaciones crecidas en Dictadura. Este aniversario coincidía con la noticia de un polémico proyecto de película sobre el personaje para el 2009 que todavía no cuenta con reparto ni financiación y que sin embargo apareció oportunamente referido en todo tipo de medios de comunicación (telediarios incluidos) dejando de lado al aniversario. Yo creo que es un poco temprano para fomentar el revuelo que ha producido el “teaser” en cuestión y precipitado criticarlo antes de tiempo aunque el estilo que se vislumbra para la película no me parece que tenga mucho que ver con la idiosincrasia del Capitán y sus amigos. Eso sí, espero que el proyecto fructifique para que el genial Victor Mora (y los herederos del no menos genial Ambrós) pueda cobrar unos jugosos “copyrigthts”.
Podéis echarle un ojo al “teaser” de la discordia aquí.

Por otro, hoy me entero que es el aniversario de Hergé, el genial y últimamente injustamente ninguneado creador de uno de mis personajes preferidos y de los más importantes dentro del cómic europeo y mundial, “Tintin”. Hergé habría cumplido el siglo de haber seguido vivo. Aniversario complementado por la aparición de la noticia la semana pasada de la puesta en marcha por fin de la pospuesta película sobre el personaje por parte de Steven Spielberg y Peter Jackson, y resulta que no se trata de una única película sino de la manida trilogía y, además, en animación 3D. Vamos, que tenemos “Tintín” para rato y ya ardo en curiosidad por ver que se le ocurre a Spielberg (esperemos que le salga algo mejor que “Polar Express” de Robert Zemeckis, película en la que se usó la misma tecnología).

Finalmente los amigos de Mundo Cooperante me informan de que el próximo 30 de Junio va a tener lugar en Madrid la Barha Party, una fiesta solidaria con la que la organización busca fondos para financiar sus proyectos de ayuda a los niños más necesitados en diferentes países en vías de desarrollo. Estén atentos y siéntanse superhéroes por un día contribuyendo a una buena causa.
Si queréis más información sobre la Barha Party y su evolución, podéis pinchar aquí.

Volver…


Pues eso, que como en el famoso tango del maestro Gardel vuelvo y retomo mi actividad bloguera con más ganas que nunca después de mi inoportuno accidente y el forzado parón. Sin la frente marchita pero los brazos y el cerebro algo entumecidos todavía por el golpe y las dosis masivas de televisión y campaña electoral así que les pido comprensión si estos primeros días no estoy todo lo fino con la prosa ni tengo la agilidad de ideas que ustedes merecen.
Háganme caso, amigos lectores, si quieren llamar la atención, seguro que se les ocurren mejores formas que romperse los dos brazos y acabar como el amigo de la ilustración o servidor.
Les comento también que de la impaciencia estoy peor que nunca ya que aunque la convalecencia se me ha hecho agónicamente larga no he superado el síndrome de abstinencia y sigo enganchado a los mismos vicios.

He vuelto. Comencemos...

miércoles, 9 de mayo de 2007

FRACTURA-DOS

Bueno amigos... Lamento el lapsus de estos días pero me temo que he sufrido las consecuencias de la vida sana y deportiva. Montando en bicicleta el domingo le regalé a mi madre (y a mi sufrida pareja que esto escribe) una caída cuyas consecuencias es una fractura en la muñeca izquierda y otra en el codo derecho. Afortunadamente los pronósticos son optimistas y espero retomar próximamente las entradas diarias, sin embargo durante un par de semanas debo guardar reposo lo que un impaciente como yo lleva bastante mal.
Nos vemos pronto (lean mucho y sean buenos)...

viernes, 4 de mayo de 2007

“American Virgin: Cabeza” de Steven T. Seagle y Becky Cloonan.



Vamos hoy con uno de esos cómics que levantan gran expectación por lo atractivo que resulta su planteamiento y lo bien que habla todo el mundo de ellos y que una vez leído no sabes si realmente te decepciona por lo alto de las expectativas generadas o porque realmente el tebeo no da para más. Vamos allá…
El primer arco argumental de “American Virgin”, “Cabeza”, sirve para presentarnos al protagonista de la colección Adam Chamberlain, un joven predicador y escritor de 21 años líder del movimiento por la virginidad en Norteamérica y perteneciente a una influyente familia de telepredicadores y políticos conocida como “los Kennedy de la Biblia”. Adam, por lo demás es un chico bastante normal, que intenta sobrellevar los agobios que le ocasionan sus desequilibrios hormonales junto a la presencia de su odiosa madre entre sermones y firmas de libros, esperando el momento cercano en que su novia Cassie, vuelva de África donde trabaja en los Cuerpos de Paz para poder casarse y perder tan incómoda situación con la única mujer con la que ha prometido que consumará el matrimonio. Sin embargo, su destino se tuerce cuando escucha en las noticias que Cassie ha muerto en África y junto a su hermana, la rebelde Cindy, y el mercenario Mel viaja a África para hacerse cargo del cuerpo de Cassie y encontrar a sus asesinos para vengarse, poniendo en tela de juicio, de este modo, todas sus creencias.
Más o menos este es el resumen del primer arco argumental de “American Virgin” que entretiene pero que deja bastantes interrogantes abiertos acerca de la capacidad de Seagle (“Sandman Mistery Theatre”) para desarrollar todo el potencial del personaje. En estos episodios Seagle se ha centrado en el personaje de Adam mostrando situaciones realmente divertidas referentes a las dificultades que tiene para mantener su promesa de virginidad cuando se enfrenta a una revista porno, a un grupo de chicas africanas rodeándole o la despedida de solteros de su primo, pero más allá de éstas bromas fáciles habrá que ver si será capaz de desarrollar todas las posibilidades de humor negro y crítica social que encierran el resto de los personajes que le rodean y su capacidad para afrontar la nueva situación que deja abierta al final del último episodio.
Sin embargo, es en el aspecto gráfico donde la serie me provoca más interrogantes. El estilo de Becky Cloonan (“Demo”) por lo visto hasta ahora no acaba de convencerme. Cloonan tiene una estética bastante cercana al manga que le resta expresividad a los personajes y reduce las posibilidades de la colección a la hora de transmitir la tensión sexual constante que padece el pobre Adam.
En definitiva, “American Virgin”, se encuentra en ese punto en el que o mejora o se quedará simplemente en una buena idea mal desarrollada. Habrá que seguir atentamente lo que nos ofrecen Seagle y Cloonan en los próximos episodios.

jueves, 3 de mayo de 2007

“Sunshine” de Danny Boyle.



Aprovechando el macropuente del 2 de Mayo nos acercamos a ver "Sunshine" y el sabor que se te queda tras la pelicula es muy agridulce.
“Sunshine” es la aportación de Danny Boyle al género de la ciencia ficción tras la celebrada “Trainspotting” y sus fallidas incursiones en el género de terror con “28 días después” o “La Playa”. Y, lo cierto, es que se trata de una aportación bastante escasa.
“Sunshine”tiene lugar a mediados del siglo XXI. La Tierra se está muriendo debido a que el Sol se apaga. Una expedición internacional se dirige, a bordo de la nave “Icarus II” – con semejante nombre ya es bastante previsible lo que va a pasar-, a lanzar una bomba atómica en el Sol para intentar reactivarlo y salvar así a la especie y al planeta. A lo largo de su viaje, reciben una señal de socorro de la “Icarus I”, una nave que se lanzó unos años antes con la misma misión y de la que no se tenían noticias. La tripulación intenta el rescate y, a partir de ahí, los hechos se desencadenan y la acción se precipita.
“Sunshine” es una película para los incondicionales del género de la ciencia ficción. La recreación de un posible viaje espacial al Sol, de la tecnología para lograrlo y la vida dentro de una nave está bien documentada en base a los últimos estudios científicos y documentales divulgativos al respecto. Sin embargo, si el espectador está buscando algún tipo de originalidad en su argumento y desarrollo que busque en otra parte. La trama principal de “Sunshine” –el lanzamiento de la bomba- se queda bastante corta y sólo resulta interesante durante la primera parte de la película en la que Boyle trata de emular al mejor Kubrick de “2001: una odisea en el espacio”, centrándose en la presentación de los personajes y las fricciones entre ellos en el ambiente claustrofóbico de la nave. Sin embargo, Boyle no es Kubrick y su talento no le da para rellenar con estos elementos los 107 minutos de la película por lo que busca la solución en otra referencia del género espacial, “Alien: el octavo pasajero” de Ridley Scott. De este modo, la segunda mitad de la película abandona la recreación científica y la relación entre los tripulantes por el terror espacial con unos resultados más que discretos. Asimismo, el desenlace de la misión resulta confuso y pesado con una búsqueda forzada de trascendencia a través de una pirotecnia exagerada y poco efectiva con unas secuencias finales tan poco conseguidas que casi echan al traste todo el intento de coherencia científica anterior. El reparto en general hace un buen trabajo intentando no naufragar ante tantas inconsistencias del guión, destacando sobre el resto un Hiroyuki Sanada (“El último samurai”) sobrio y creíble en su papel de capitán y Chris Evans (“Los 4 Fantásticos”) que pasa de ser una antorcha humana a un astronauta congelado.
Ah, una última cosa…Si a pesar de todo deciden acercarse a ver la película no piensen al principio que se han equivocado y están viendo un episodio de “Héroes”. No, es mera coincidencia.
Si quieren echar un ojo a la web oficial de la película pinchen aquí.