Estos días que tanto se está
revisando en torno a la Guerra Civil y la posguerra desde los cómics, toca reivindicar y recordar “El
artefacto perverso”, uno de esos cómics que en su momento fueron ya pioneros en
el tratamiento de ese período histórico y no solo destacaron por adelantarse en
varias décadas a una tendencia que en los últimos tiempos parece haber vuelto
fortalecida, sino que además lo hicieron con una calidad formal muy por encima de la
media que todavia no ha sido superada.
Enrique Montero, un
derrotado de la Guerra Civil Española, intenta buscarse la vida dibujando historietas
para lo que prepara su propio
cuadernillo de aventuras al tiempo que a instancia de unos enlaces del
clandestino Partido Comunista intenta contactar con un viejo compañero de armas
que ha decidido hacer la guerra por su cuenta, sin saber que están siendo vigilados por la
policía franquista.
Aparecida originalmente por
entregas en la revista “Top Comics” , los cinco capítulos de los que consta la
obra fueron recopilados en los noventa en un cuidado tomo por Planeta en una
edición que incluso contaba con una introducción de Vazquez Montalbán. A pesar
de su aparente sencillez y su envoltorio de asumida obra de género, Felipe Hernández
Cava firma el que quizás sea su guión más complejo y elaborado partiendo de una
trama inspirada en maestros del polar como Léo Malet o el suspense como John
Le Carré a los que auna la preocupación de Juan Marsé por dar voz a los derrotados, en una historia absorbente soberbiamente contextualizada y que
progresivamente va llevando a su
terreno para que las diversas capas confluyan en una historia que es al
tiempo reinvindicación del género negro y testimonio del alienamiento de los vencidos de la Guerra Civil en general y de los autores de Historieta derrotados tras la Guerra Civil que tuvieron que buscarse
la vida en una España más oscura y censuradora que la que imaginaban en sus
obras de evasión, en particular.
Si Hernández Cava realiza
una estupenda labor su compañero de fatigas, Federico del Barrio muestra un
nivel de refinamiento y versatilidad gráfica apabullante para dotar a cada una de
los diversos extractos de la historia de un acabado gráfico exclusivo partiendo
siempre de un expresionista claroscuro inspirado en las obras del gran Alberto
Breccia.
La compenetración con Hernández Cava, tras haber colaborado previamente
en cómics como “Las memorias de Amoros” y “Lope de Aguirre”, es total y ello se
percibe en el conseguido engarzamiento de las diversos niveles del tebeo para
lograr una historia que rica en significados y se convierte en ejemplo
perfecto de metacómic varios años antes de que el concepto se pusiese tan de
moda.
En fin, “El artefacto
perverso” es uno de los mejores tebeos españoles publicados en los noventa y
seguramente señala un punto de inflexión en la Historia del medio en nuestro país, por lo que debería estar
siempre disponible en las librerias y bibliótecas. Sin embargo, la edición de Planeta se encuentra actualmente
descatalogada y no ha sido reeditada, por lo que no estaría de más que alguna Editorial se acordara de
esta obra y la incorporara a su catálogo. Calidad no le falta.
2 comentarios:
Tiene muy buena pinta, desde luego.
luchino
Luchino,
Es fantástico. A ver si tienes la oportunidad de leerlo.
Impacientes Saludos.
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