Planeta acaba de publicar “47
Ronin”, la adaptación en cómic de una historia popular japonesa, empeño
personal de Mike Richardson, editor
fundador de Dark Horse y ocasional guionista, a quién le ha costado décadas
verlo cristalizar y para el que ha contado con dos colaboradores excepcionales,
el mítico Stan Sakai, en el apartado gráfico, en el que es su trabajo en
colaboración más ambicioso a lo largo de su larga y premiada carrera, y Kazuo Koike,
el legendario guionista de “El lobo solitario y su cachorro”, quién ha
realizado tareas de asesoramiento e investigación sobre diversos aspectos de la
leyenda y la cultura japonesa.
En “47 Ronin” se nos narran
la caída en desgracia del señor Asano, un daimyo rural del siglo XVII, como
consecuencia de las malas artes de un funcionario de la corte del Shogun al que
no quiso sobornar. Asano es condenado a
hacerse seppuku y sus bienes son confiscados, su linaje es extinguido y sus samuráis obligados a convertirse en ronin y vagar por
Japón. Sin embargo, Oishi el jefe de los
antiguos samurais de Asano, ha ideado un plan para vengar a su señor y acabar con
el protegido del Shogun, aunque para conseguir su objetivo deba perder su honor y provocar su propia ignominia, pero Oishi y sus 46 compañeros están dispuestos
a todo para vengar a su señor y restablecer el honor de su Casa.
Mike Richardson, quien al
parecer se ha pasado décadas reuniendo ingente cantidad de documentación obsesionado
con esta historia, por fin se ha decidido a llevarla al cómic con excelentes
resultados. Y es que Richardson, con el asesoramiento de Koike, ha tenido que hacer un
verdadero esfuerzo de síntesis para poder reducir a una miniserie de cinco
números una historia que partiendo de un hecho real cuenta con diversas
versiones al formar parte del folklore popular japonés y haber inspirado
asimismo numerosas. Richardson realiza una notable labor de síntesis y va
directamente al grano en un cuidadoso guión que sabido transmitir al lector
occidental toda la grandeza de los hechos que narra sino la propia esencia que
según dice retrata como ninguna el carácter japonés..
Sin duda, uno de los grandes
aciertos de Richardson ha sido contar para esta historia con todo un experto en
el tema como es Stan Sakai, quién desde hace décadas lleva demostrando su
conocimiento y talento en esa magnífica novela río sobre samuráis
antropomórficos que es “Usagi Yojimbo”. Lo mejor que se puede decir de la colaboración
es que Richardson amolda de tal modo su
guión al estilo de Sakai que “47 Ronin” parece un tebeo realizado en exclusiva
por el artista hawaiano. Sakai aporta a la historia su fluida narrativa e
inspira muchas de sus composiciones en la obra del
grabador Ogata Gekko.
Por otro lado,
las dos grandes dudas que podría despertar este trabajo de Sakai, su capacidad para el
tratamiento de la anatomía humana y la expresividad de sus rostros y el efecto del color sobre sus líneas, son
disipadas con acierto por el gran Sakai quién adapta perfectamente su método de
trabajo a la labor de equipo en la que hay que destacar el cuidado y elegante trabajo del colorista Lovern Kindzierski que se adapta como un guante al trazo de Sakai..
Se puede decir que
Richardson y Sakai han cumplido con su objetivo y han puesto a disposición de
los lectores occidentales un cómic de acción intenso al tiempo que respetuoso con la obra y la filosfía que lo
inspira. Misón cumplida.
3 comentarios:
Lo pillé el otro día. Tenía mucha curiosidad por ver desenvolverse a Sakai en algo distinto a Usagi (aunque tampoco es que sea algo muy diferente). Tras ojearlo y leer tu opinión me queda claro que va a estar de sobra a la altura. :)
Saludos.
Me parece una obra fallida, precisamente en su parte gráfica, el trazo de Sakai, que es japones, ahí es donde nació,es muchísimo menos fluido que el que nos regala con Usagi.
Jolan,
No vas a encontrar diferencias. De hecho, por momentos parece que toda la obra es suya y creo que eso es un mérito de Richardson.
Anónimo,
Yo no lo he notado menos fluido para nada. Pero, bueno, es cuestión de gustos.
Impacientes Saludos.
Publicar un comentario