Si hay una serie dentro del
NUDC que no pierde su impulso inicial e incluso va acelerando y volviéndose más
frenética y adictiva conforme se acumulan los números, esa es la “Wonder Woman” de
Brian Azzarello y Cliff Chiang que, en la sexta entrega de la edición española de ECC que
recoge los números 20 a 23 de la numeración norteamericana, derrocha acción
y épica en el intenso desenlace de uno de los momentos álgidos de la serie hasta el momento.
Las luchas por la primacía
entre los dioses griegos continúan y en medio de las mismas se encuentran
Wonder Woman y sus aliados dispuestos a todo por proteger a Zeke, el último
semidiós nacido de los devaneos de Zeus con una humana. De este modo, Wonder
Woman se las tendrá tiesas con Artemisa enviada por Apolo para acabar con el
último hijo de Zeus, antes de afrontar incluso un desafío mayor con el
enfrentamiento con el brutal Primogénito quién liberado de su encierro ha
vuelto dispuesto a reclamar su legado y vengarse de los que lo desterraron.
Quizás ni con el apoyo de Lennox, Ares y Orion la poderosa Diana pueda acabar
con tan despiadado enemigo.
Azzarello ha logrado algo
muy especial en esta serie al reinterpretar los siempre agradecidos mitos
griegos y cruzarlos hábilmente con los héroes DC en una trama clásica a toda
mitología – el relevo del padre por el hijo- a la que además ha sabido
imprimir su propio personalidad beneficiándose ambas tradiciones por
igual, con una riqueza que solo es comparable a lo que hicieran en su momento para
Marvel Jack Kirby y Stan Lee con Thor y sobre todo, décadas más tarde, con el
mismo personaje Walter Simonson, o en DC, George Perez en su celebrada etapa al frente de las aventuras de "Wonder Woman".
Azzarello ha logrado ya
insertar plenamente, sin que nos chirríe dentro de la nueva mitología mestiza
que ha creado, a un personaje tan enraizado en el panteón DC como es el Orion de
los Nuevos Dioses kirbianos sin renunciar a su propia tradición superheroica por ello al presentarnos a su díscola familia al tiempo que
concluye brutalmente el primer encuentro de Wonder Woman con El Primogénito –tranquilos, que seguro que
habrá más- con numerosas bajas entre los aliados de nuestra amazona favorita y un
cambio en su condición divina que seguro que dará mucho juego en los próximos
números y permite explicarnos de paso que Diana pueda enfrentarse de tú a tú a
divinidades como Apolo o Artemisa. Pocos autores en el mainstream actual dan tanto en tan pocos números.
En el aspecto gráfico,
Chiang que en el primero de estos números cuenta con el apoyo de Goran Sudzuka,
sigue manteniendo el alto nivel demostrado hasta ahora, transmitiendo toda la energía de los intensos y brutales enfrentamientos entre los dioses como nunca habíamos visto hasta ahora en la serie y recreando con mucho
acierto los diversos escenarios por los que transitan los personajes y sorprendiéndonos con el diseño de los nuevos personajes que va insertando en la historia practicando una
estética pop cercana al manga en algunos de ellos y en otros con una línea estilizada que recuerda más al clasicismo elegante que practica Eric Shanower en su recomendable "Age of Bronze".
En fin, lo peor que tiene la
lectura de esta sexta entrega de “Wonder Woman” es
que se acaba demasiado pronto y nos deja con ganas de más. Tendremos que
conformarnos con releer la historia mientras esperamos la publicación de la
próxima entrega para comprobar como prosigue esta fantástica aventura.
4 comentarios:
Vale, me subo al carro...
Mr. Pablo, los numeros anteriores fueron bastante entretenidos y por lo que leo lo que sigue esta bastante jugoso, saludos.
Si esto sigue así (aunque se rumorea que la etapa de WW de Azzarello y Chiang acabará el próximo mes de septiembre o, como máximo, a fin de año) habrá que considerar cuál es su obra cumbre, si 100 Balas o esta. Lo mejor de DC en los últimos años, desde luego. Gran reseña.
Fran Garcia,
...Te divertirás.
BElknap,
Este es mucho más jugoso.
José Martínez Ros,
Esas valoraciones las tendremos que hacer cuando termine la etapa pero, de momento, yo sí la situo etre los mejores trabajos de Azzarello.
Impacientes Saludos.
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