Lo cierto
es que hay autores que son toda una garantía y casi nunca fallan por más que se hagan esperar. Uno de estos es el polifacético
gallego Miguelanxo Prado, quién tras bastante tiempo alejado de los cómics para ocuparse
de otros menesteres, ha regresado con energías renovadas con “Ardalén”, su última obra publicada por
Norma Editorial, logrando uno de esos tebeos especiales
que ensalzan artísticamente un medio generalmente tan poco valorado.
“Ardalén” cuenta
la historia de Sabela, una mujer de mediana edad que, investigando su pasado
para escapar de sus propios fantasmas personales, llega a una aislada aldea
gallega para recabar información en torno a un abuelo desaparecido en la
emigración a Cuba a finales de los años treinta al que no llegó a conocer, Allí
entablará amistad con Fidel, un aislado anciano senil que vive sumido en la
confusión de sus recuerdos reales e imaginarios lo que acabará despertando el
recelo de los vecinos.
Miguelanxo Prado construye una maravillosa
historia en torno a las paradojas entre lo real y lo irreal que desde "Trazo de Tiza" han marcado su obra y que evoca
directamente las formas y maneras del realismo mágico de autores como Sepúlveda o García Márquez, los recursos visuales de películas como “Una mente
maravillosa” o la dignificación de la senilidad y la locura de otros cómics como “Arrugas”, de Paco Roca.
Prado toma
todos esos elementos para impregnarlos de su particular sensibilidad y poesía y
localizar la historia en la mágica Galicia profunda tan cercana a él desplegando con maestría ante el lector en
ese marco evocador de colinas verdes y mares imaginados las historias cruzadas
de personajes reales y recordados que confluyen en la mente desordenada del confuso Fidel al que nos presenta humanizado y cercano.
A partir de
ese personaje central, Prado desarrolla una historia absorbente en torno a la
vulnerabilidad del ser humano y lo diáfano de los límites entre la realidad y
la fantasía, entre lo recordado y lo imaginado, dosificando perfectamente los
descubrimientos en torno a qué es real y qué imaginado en la historia para que
el lector quede atrapado como el resto de los personajes entre los dos diversos
planos en los que se desarrolla la
obra que acaban confluyendo sin separación en un todo uniforme y coherente.
Prado le da
una textura onírica e irreal a “Ardalén” mediante el minucioso y artesanal acabado
pictórico con un completo dominio de la aguada y el color que convierten cada
página, cada viñeta, en un pequeño cuadro con el que deleitarse. Sin embargo, por
suerte, ”Ardalén” es cómic y de los buenos con lo que toda ese virtuosismo gráfico
confluye en una narración compleja, poética y minuciosa a la que complementa
como un recurso más introduciendo en la narración reportajes, fotos, cartas,
sentencias, etc, que lejos de crear confusión complementan la historia,
logrando un perfecto equilibrio entre unos y otros.
“Ardalén”
es un cómic imprescindible que a más de uno permitirá reconciliarse con un
medio capaz de seguir ofreciendo obras poéticas, conmovedoras y mágicas siempre
que autores de la sensibilidad y dominio de Prado sigan apostando por él mismo.
Que nos dure muchos años.
6 comentarios:
También la publicó El Patito Editorial. Has escrito "Una mentA maravillosa".
No lo disfruté demasiado, por lo de la memoria. Me interesó más el ensueño, el hada, las ballenas, y el misterio de la personalidad en fuga del viejito, pero es la memoria fantasmal la que posee mayor solidez para la redolución del misterio, al final aparece hasta un objeto, la figurita. Me quedó el consuelo de las ballenas. Con eso me reconcilié con la historia y sus dos protas, pero sigo sintiendo que los recuerdos aparecen insuficientemente desocializados. La memoria gana a la imaginación, lo irreal aparece como una convalecencia del recuerdo, lo que me repugnó, y si no llega a ser por las ballenas se contaría como una mano de Kafka o cualquier otro gran enfermo.
La inclusión del artículo con la entrevista científica me la he tomado como un insulto; arranqué esas páginas.
Solamente recomendaría este tebeo a los que les guste Bersong, o el Sandman, puede convencerles omo una lectura de pensamiento.
A mi me encantó.. de lo mejor del año pasado.
Tanto la historia como el dibujo y colores son espléndidos.
Me encantó la forma de conjugar un drama de emigrantes, de ilusiones perdidas, con el ambiente opresivo rural lleno de chismorreos y rumores infundados. Y por otra parte saber meter el toque mágico y luminoso....
De 10
Jorge
A mi Trazo de Tiza me gustó muchísimo, así que le tengo ganas. ¡A por él! :-D
Ismael,
Corregido, gracias. Bueno, yo no creo que Prado concibiera la historia como una metáfora en torno a la lucha entre la realidad y la ficción sino más bien en una parábola en torno a lo que significa ser humano a grandes rasgos, lo bueno y lo malo. Sin querer ponerme muy trascendente es un tratado sobre la condición humana. ;-D
Jorge,
Sí a mí también me encantó. Supongo que será una seria candidata para el Premio Nacional del Cómic de este año.
Akbarr,
Creo que te gustará. Ya me cuentas.
Impacientes Saludos.
Para mi es un gran tebeo, también me acorde de Arrugas por el hecho de ver gente mayor ... y también como el primer comentario lo que se me ha quedado en la cabeza son las ballenas volando muy despacio en el cielo.
Anónimo,
Para mí es un premio merecido.
Había otras obras que podían haber ganado y no hubiera pasado nada pero este cómic es exquisito. Este año había mucho nivel.
Impacientes Saludos.
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