La línea Elseworlds partía de la premisa de dar cierta autonomía a los autores para explorar fuera de la continuidad
premisas alejadas de la ortodoxia de las series regulares y los orígenes establecidos de los principales personajes de DC, lo que dió durante la década de los noventa a algunas de las mejores historias que surgieron en la editorial durante
ese período, pero el abuso de la fórmula provocó que cada vez apareciesen
propuestas más extravagantes que provocaron una bajada de calidad de las
historias que conllevó la cancelación de la línea. En 2009, se anunció un
relanzamiento de la línea Elseworlds del cual “Superman: La Última Familia de
Krypton”, guionizada por Cary Bates y dibujada por Renato Arlem, que acaba de publicar ECC Ediciones tuvo el
dudoso honor de ser el primer título y me temo que también el último
del esperado relanzamiento pues desde su publicación en 2010 no se han vuelto a publicar más títulos bajo el sello Elseworlds..
En esta miniserie, Cary
Bates indaga sobre lo que podría haber ocurrido si en lugar de llegar a la Tierra tras la destrucción de Krypton únicamente el pequeño
Kal El este hubiera venido acompañado por sus padres adultos, Jor El y Lara, mostrando
como la supervivencia de estos dos kriptonianos habría afectado al Unidverso DC
que conocemos.
Cary Bates, un veterano
guionista que alcanzara cierto renombre dentro de colecciones DC de la línea Superman, y que actualmente realiza muy esporádicas incursiones en el
género superheroico, retomó el personaje que le dio la popularidad con esta
miniserie, un proyecto ideal para su lucimiento pero que me temo que afrontó sin
demasiadas ganas, limitándose a cumplir el encargo sin llegar a desarrollar todo
el potencial de las ideas y situaciones atractivas que propone y simplemente se limita a
esbozar sin profundizar.
De este modo, Bates se
preocupa básicamente de que la premisa novedosa de introducir a la familia El en la Tierra acabe encajando en la ortodoxía y acabe derivando en la existencia
de Superman tal y como lo conocemos, lo que acaba provocando que el desarrollo
de la historia resulte forzado y extraño y el concepto inicial acabe siendo traicionado. Así, la racanería de Bates acaba lastrando una historia
que podría haber dado mucho más de sí y, aunque es patente su conocimiento del personaje, no acaba de sacar
partido de algunas de las situaciones y los nuevos personajes que propone a
lo largo de un guión que se antoja excesivamente lineal.
En el aspecto gráfico, el
brasileño Renato Arlem desarrolla un trabajo correcto pero impersonal y no
acaba de sacar el partido que una historia tan ambiciosa podría haberle
proporcionado. Arlem no parece estar especialmente cómodo con los personajes y
su dibujo resulta rígido e inexpresivo, por lo que creo que no era el dibujante
idóneo para un trabajo de estas características..
Tras leer “Superman:
La última familia de Krypton” uno se queda con la sensación amarga que debido a
un planteamiento excesivamente conservador se le ha birlado una historia que
podría haber dado mucho más de sí si la implicación o el talento de sus
creadores hubiera sido mayor.Decepcionante.
2 comentarios:
Eeeeeee...pero vamos a ver, ¿qué se esperaba la gente? Ahora resulta que hay que reivindicar a Cary Bates! Por favor, casi todo lo que leí de chavalín en los cómics de Zinco me aburría aun teniendo 9 años. Sólo me gustaron los últimos de flash en los que se empezaba a narrar la muerte del profesor Zoom. No entiendo esta manía actual de reivindicar viejos escritores mediocres...
Anónimo,
Pues no sabía que existiese un movimiento reivindicativo en torno a Bates.
Y, efectivamente, a mí tampoco me ha entusiasmado nunca (y no ha mejorado con los años, me temo).
Impacientes Saludos.
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