Hace ya tiempo que el
hastiado Alan Moore ha anunciado que solo piensa seguir vinculado al Cómic publicando
nuevo material del universo de prestado que creó junto a su amigo Kevin O’Neill
en “La Liga de los Caballeros
Extraordinarios”. Fiel a su promesa nos ofrece nuevo material en forma de spin
off a través de este “Nemo: Corazón de
Hielo”, que acaba de publicar Planeta en España, un único prestigio autoconclusivo
en el que se nos narran las aventuras de Janni Dakar, la hiija del Capitán
Nemo.
Es 1925 y Janni Dakar, la
capitana del Nautilus y su alegre tripulación, acaban de dar un buen golpe
robando las joyas de Ayesha cuando esta se encontraba bajo la protección del
célebre magnate norteamericano C.F.
Kane. Cansada de su vida de aventuras, Janni pretende llevar a cabo un
verdadero reto que la permita triunfar allá donde su padre fracasó explorar la
última frontera del Polo Sur. Janni acompañada por un grupo de selectos
esforzados de su tripulación inicia una expedición que la llevará hasta las
Montañas de la Locura y sus misterios. Mientras tanto, Kane no se ha quedado de
brazos cruzados y ha enviado tras los pasos de la hija de Nemo una expedición
formada por los mejores inventores norteamericanos para acabar con ella y
congraciarse con su reina africana.
Moore aplica su fórmula
mágica y vuelve a ofrecernos un estupendo pastiche en el que mezclando las
referencias de diversa índole de la cultura popular nos ofrece una historia
original en las que usando como pretexto un motivo clásico de la Exploración
como es el de la Carrera hacia el Polo Sur protagonizada por Amudsen y Scott
para enfrentar las creaciones clásicas propias de la Ficción europea obras de Julio
Verne o Melville con las boyantes inventores locos propios del Pulp norteamericanas de Edward Stratemeyer en un
escenario prestado de las novelas de H.P. Lovecraft o Edgard Allan Poe. Moore desarrolla una
historia atractiva, llena de guiños y referencias como no puede ser de otro
modo que van desde la “Ayesha”, de H. Rider Haggard o el “Ciudadano Kane” de
Orson Welles a otras tan desconcertantes como Dartacan y se lee con agrado,
aunque también es cierto que la serie sufre el desgaste y Moore cada vez es más
críptico y rebuscado en su juego.
Donde la obra no desmerece y
para mí continua siendo suficiente motivo para justificar la lectura de la
nueva entrega –si no fuese suficiente motivo la firma de Moore, claro- es en el exquisito acabado de un Kevin
O’Neill que nos sorprende en cada página y retrata con su particular estilo las
diversas criaturas y creaciones que toma “prestadas” Moore. O’Neill
reinterpreta estupendamente esos personajes clásicos y los hace suyos gracias a
su particular e inimitable estilo, logrando que disfrutemos de la primera a la
última página.
En fin, si es cierto que
Moore solo va a continuar con la expansión de esta serie –no creo, ya se le
pasará- tendremos que conformarnos y seguir disfrutando de su talento con este divertido homenaje a los grandes de la
Ficción y el pastiche.
4 comentarios:
A mí también me ha gustado muchísimo. Se puede disfrutar a tope tanto si no tienes ni idea de las referencias, como si eres todo un erudito y te las sabes de pé a pá. Y el relato periodístico del final también engancha y funciona como excelente epílogo.
He tenido que parar de trabajar y buscar una imagen de D'Artacán en el comic de Moore porque no me lo podía creer. Tiene tela la cosa. Parece ser que la serie se emitió en la BBC en 1985. Este hombre coge información de todas partes porque si esto no es mezclar churras con merinas yo ya no sé lo que es. Qué crack!
Como? Que sale Dartacán de verdad? Entonces no fue un lapsus linguae por D'artagnan? Ahora sí que me habéis matao.
Frog2000,
Sí, concuerdo. De hecho a mí me ha parecido mucho más accesible que algunos de los actos de "Century".
Adolfo,
Sí, efectivamente. No sé si será cosa suya la inclusión o de O'Neill pero no hay duda que es Dartacan.
Anónimo,
No, no...Ningún lapsus. Luego subo a Twitter una imagen para que lo comprobéis.
Impacientes Saludos.
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