De las que he leído,
probablemente la novedad más interesante que ha publicado ECC Ediciones este año
– no cuento reediciones-, sea esta miniserie Vertigo en la que el prometedor
Sean Murphy, que desde hacía tiempo venía llamando la atención como dibujante,
explota y se confirma como un autor completo al que tener muy, muy en cuenta.
A partir del ADN adherido a
la Sabana Santa, el supuesto sudario de Cristo, en un futuro cercano se
desarrolla un clon del Mesias cristiano para convertirlo en el protagonista de
un reality show en el que se muestra a una audiencia mundial el día a día del
nuevo advenimiento del mesias norteamericano desde su nacimiento. Protegido por un atormentado
terrorista del IRA y una madre elevada a Virgen a su pesar, Chris se verá sometido a todo
tipo de presiones a su alrededor antes de explotar y asumir
en su adolescencia las riendas de un destino que aparentemente le viene
predeterminado. ¿Podrá escapar del mismo?
Sean Murphy desarrolla una
brillante ficción distópica en la que critica, en una historia plagada de acción y ritmo,
muchos de los males de las sociedades contemporáneas, enfocados en diversas
formas y grados de manipulación de la masas desde la propia de los grupos
religiosos a la proveniente del mass media. En una sociedad futura descarnada y
oscura que no se aleja mucho de nuestro propio presente, Murphy desarrolla a partir de la biografía del Segundo Jesucristo una
interesante y original trama con escasos defectos y enriquecida merced a un rico elenco de personajes
secundarios soberbiamente caracterizados que refuerzan enormemente la historia y le roban durante buena parte del
tebeo el protagonismo al personaje
principal sobre el que orbita constantemente la duda sobre su naturaleza
divina.
Más allá de sus ricos
componentes de acción que dotan de un ritmo frenético al cómic, Murphy es capaz
de insertar momentos de calma en los que realiza por boca de sus personajes inteligentes
reflexiones en torno a temas tan complejos como los que explícitamente crítica
antes de volver a subir la vertiginosa montaña rusa que es este cómic desde su
inicio hasta su fin y que lo convierte en una lectura adictiva y difícil de
abandonar. Y es que Murphy actualiza temas que ya desarrollara Unamuno en "San Manuel Bueno, mártir" o Peter Weir en "El Show de Truman".
Demostradas sus dotes como
guionista, Murphy vuelve a brillar en el apartado en el que ya sabíamos que
tenía talento a raudales: el dibujo, potenciando a través de un adecuado blanco
y negro su nervioso y ágl trazo que otorga dinamismo y plasticidad a sus personajes
aparte de desarrollar una composición de página que permite a una lectura ágil y clara, sin que por ello merme cuando es
necesario el detalle de los fondos ni la expresividad de los personajes.
En “Punk Rock Jesus”,
Murphy destila un agradable resabio bestia de los cómics de "2000 A.D." y del estilo de Jamie Hewlett así como de la potencia visual del Sienkiewicz de su etapa marvelita,
siendo difícil no situar al personaje de Thomas en la estela de justicieros
como Punisher o Dredd.
En fin, “Punk Rock Jesus” es
una pequeña joya del cómic norteamericano actual, que destila talento por todos
sus poros y rememora aquel Vertigo talentoso, crítico e irreverente de la British Invasion. Y en estos días oscuros en los que ni el Punk ni el sello Vertigo
–del Cristianismo ya ni hablamos- son los que eran resulta esperanzador poder leer
un tebeo como este. Los brotes verdes del mainstream norteamericano se llaman
Sean Murphy, un autor al que hay que seguir muy de cerca.
2 comentarios:
A mí es que el final no me gustó nada. Pero nada, nada. Me pareció facilón y precipitado.
José Enrique Machuca,
¿Sí? A mí no. Me parece adecuado para el desarrollo de la historia y bastante adecuado.
Eso sí, estoy seguro que este teboe va a tener peli. Me gustará verla.
Impacientes Saludos.
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