No deja de ser una buena
señal, tal y como se barrunta que deben andar las cosas en el deprimente
panorama de la BD en
español, que Norma haya completado en tiempo record la publicación de “Érase
una vez en Francia” con el tercer integral, de las anteriores entregas ya
escribí aquí y aquí, que recoge los álbumes quinto y sexto de la serie. Y es
que si una serie que viene avalada por el Premio a la Mejor Serie del Festival de Angoulême 2011 es capaz de aunar tirón comercial con un
desarrollo de calidad como esta obra de Nury
y Vallée los aficionados respondemos.
Tras la II Guerra Mundial, la fortuna parece responder al inteligente
Joanovici y sus secuaces dispuestos a consolidar su imperio criminal con el
respaldo social de ser auténticos héroes de la Resistencia. Sin embargo, la determinación de la madre de Scaffa y el encabezamiento
obsesivo y destructivo del juez de Mellun
pondrán en jaque la obra de Joanovici a lo largo de todos estos años en
una persecución que proseguirá a lo largo de las décadas y solo concluirá con
el último suspiro de Joanovici.
Brillantísima conclusión la
que da Nury a la serie con estos dos álbumes en los que el protagonismo se centra en el
juez de Mellum al que se nos presentó en la primera entrega. Nury va mostrando
el otro lado de la moneda narrando a lo largo de estos volúmenes la implacable
persecución del juez a lo largo de las décadas y los obstáculos a superar para
intentar condenar a Joanovici y desarticular su red criminal, convirtiéndose el
caso en una obsesión personal que le llevará a sacrificar su propia vida. Nury ofrece un cuidadoso planteamiento de la
trama para exponer al lector la complejidad de las personalidades de los
principales personajes y ofrecer en paralelo sus biografías para comparar su
evolución, cuidando la construcción de las distintas secuencias y unos
brillantes diálogos para dotar a la narración de una fluidez muy
cinematográfica aun sin olvidar las diferencias entre un medio y otro.. Nury cierra la serie de un modo magistral y lógico dejando además todas las tramas
cerradas. No se puede pedir más.
En el aspecto gráfico,
Vallée no desentona con un sólido dibujo que encaja narrativamente sin fisuras con
el guión y en el que caracteriza perfectamente el deterioro de los personajes
en esta última entrega cuidando especialmente su expresividad para reflejar su
estado de ánimo y el detallismo con que ha reflejado cada uno de los detalles de la ambientación contextualizando la serie a la perfección en lo que es de suponer un amplio trabajo de documentación. Vallée es un dibujante muy completo que en esta obra ofrece su
mejor versión y firma el que seguramente es su mejor trabajo hasta la fecha.
En conclusión, ´”Érase una
vez en Francia”, más allá de sus no ocultos homenajes e influencias de clásicos canónicos
como “Érase una vez en América” o “El Padrino”, es una entretenida serie de
género desarrollada con oficio, talento y profesionalidad por sus autores para
lograr un resultado que, sin ser especialmente imaginativo ni original, ofrece un
acabado superior al de obras de similares características, consiguiendo que los
incondicionales del género disfruten página a página con el cuidado desarrollo
de la trama que no por tópica resulta menos efectiva.
Una BD de género de las que
no hay que dejar pasar.
2 comentarios:
lástima que el número 1 y el número 2 esten ya agotados
Lorezaharra,
¿Se han agotado ya? Imagino que los reeditarán pronto. Échales un ojo si puedes.
Impacientes Saludos.
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