Siempre resulta gratificante
que para los autores que atesoran talento no pasa el tiempo y, si acaso, la
edad hace que muchas de sus cualidades se refuercen. ·Es el caso del dibujante
argentino Oswal y el guionista español Sánchez Abulí quiénes en su última obra editada por Panini “La nieve y el barro” realizan un divertido
acercamiento a la oscurantista Edad Media.
En la Francia asolada por la Guerra de los 100 Años deambulan diversos personajes de
distinta condición y ralea. El conde René de Dubois, que vuelve a su castillo
en compañía de un Obispo y del sirviente de éste, un tal Petit Ferré, que viaja
con un loro a cuestas. Los soldados L’Arnaud y L’Antoine, soldadesca
patibularia y hablar rimado que pretenden ajusticiar al herrero Bruno, un mudo
que milagrosamente recuperará la voz. Jerome Whitewash, un caballero andante
inglés medio loco que pretende reencontrar
un amor perdido de juventud llamada Madeleine. Aube, una coqueta doncella, que se parece mucho a
Madeleine. Pan, la chica salvaje del bosque, Los Routiers, mercenarios sin
escrúpulos y sin amo dispuestos a pasar a cuchillo y zamparse desde una mula a
un caballero, y un vizconde bizco empeñado en encontrar la llave del cinturón
de castidad de la condesa de Dubois para hacerla más agradable la espera del
señor conde.
Como si de un moderno
Chaucer, Petrarca o Múñoz Seca se tratara, Enrique Sánchez Abulí vuelca todo su ingenio
en entretenernos con una serie de
situaciones tragicómicas en las que sitúa a unos personajes arquetípicos cuyos
destinos e historias poco a poco van interconectándose para formar un fresco
unitario en torno al oscuro Medievo francés y sus tópicos a través de una
estructura en capítulos seriados de pocas páginas protagonizado por los
diversos y peculiares personajes protagonistas y que permiten a Sánchez Abulí
ironizar en torno a muchos de los tópicos de la Edad Media y sus iconos
colocando sus hábiles y característicos retruécanos y demás juegos de palabras
gracias a lac complicidad adquirida con Oswal en colaboraciones anteriores. La
inspiración para sus personajes es variada y deja patente la gran cultura y
riqueza de influencias literarias y cinematográficas de Sánchez Abulí quien sin embargo da a todos los
personajes su particular impronta cínica y desenfadada.
En el aspecto gráfico, Oswal
realiza un estupendo trabajo merced a un estilo de dibujo caricaturesco,
expresivo y nervioso con el que encadena múltiples recursos narrativos que
otorgan agilidad y ritmo a la lectura, guiando al lector a través de
las diversas historias planteadas por Sánchez Abulí. Oswal usa una enorme
variedad de recursos – juega con la composición de página, la forma de las
viñetas o el color, por poner solo algunos ejemplos – para remarcar situaciones y momentos concretos con
vistosidad e inteligencia y dotar a la obra de un acabado que aúna sobriedad
con espectacularidad y que busca sorprender al lector con nuevos detalles que
redescubrir con cada lectura.
“La nieve y el barro” es un
cómic lleno de sabiduría y ajeno a modas, realizado por dos viejos rockeros de
esto de las viñetas que lejos de parecer agotados derrochan dinamismo, ingenio
y modernidad en su dominio de los recursos del medio siendo capaces de dar numerosas
lecciones todavía a las nuevas generaciones de autores aun sin pretenderlo, transmutándose para la ocasión en
una especie de Goscinny y Uderzo oscuros que desmitifican en su versión más
salvaje, descarnada y cruel los absurdos en torno a la Edad Media que otros se encargaron de embellecer. Y es que como dice uno de los personajes Peccare humanum est.
3 comentarios:
Ay que al final me lo voy a tener que comprar... Me enteré hace poco de la existencia de este cómic y desde entonces sólo he leído cosas buenas de él. Las historietas ambientadas en entornos medievales me suelen encantar, y el dibujo me ha entrado por los ojos. Si además dices que está bien resuelto, pues... está claro.
Saludos.
Está muy chulo.
Jolan,
Si has leído algo más de Sánchez Abuli y disfrutas de su sentido del humor y juego de palabras te encantará.
Perros,
Bienvenido. Coincido.
Impacientes Saludos.
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