La elección de ECC de editar
distintas colecciones del Nuevo Universo DC en tomillos cuatrimestrales de
cuatro grapas en lugar de optar por una edición más flexible, que recoja arcos
argumentales completos, les va a traer disgustos en las ventas, más allá de la
calidad del material publicado, y lo que ocurre en esta serie es un claro
ejemplo.
“La Liga de la Justicia Oscura” parte de una
idea atractiva -englobar a los superhéroes místicos más grillados de DC en un
grupo- pero tras su correcto inicio en este nuevo tomo resulta completamente
incomprensible para quiénes quieran
echarle un vistazo sin haberse leído la primera entrega. Y es que, si tenemos
en cuenta que en estos cuatro números se incluye la conclusión del arco de laprimera entrega y se inicia el nuevo titulado “El Alzamiento de los Vampiros”
en el que se incorpora solo una parte del crossover con otra de las nuevas
series ,“Yo, Vampiro”, más de un
aficionado va a necesitar de la magia para no volverse tan loco como los
protagonistas intentando poner orden a este galimatías (y, para más inri, la
portada elegida para este recopilatorio es la del número siete de “Yo, Vampiro”
y no alguna de las de la serie que le da título).
Lo único claro en todo este desbarajuste es
que esta segunda entrega de “La Liga de la Justicia Oscura” incluye los números
cinco a siete de esta serie y el siete de “Yo Vampiro” de la numeración
de sus respectivas ediciones yanquis y que enlazaría con lo publicado en la primeraentrega del “Yo Vampiro” de ECC (a estas alturas, y antes que me preguntéis en
los comentarios ya adelanto que la editorial ha aclarado en su apartado de Consultas
que los números 7 y 8 de “Yo, vampiro” relacionados con esta saga se van a
publicar únicamente en esta cabecera y no en la propia y además debido al
rígido formato de cuatro grapas por número español el siete en esta entrega y
el ocho en la siguiente con lo que al lector que solo le interese esa serie le
“obligarán” a beberse dos tazas de esta).
Tras desactivar la amenaza
mística de La Encantadora, los distintos miembros de la Liga de la Justicia
Oscura pretenden seguir con sus vidas por separado a pesar de las advertencias
de Madame Xanadú sobre el destino fatal que les aguarda y los sueños
premonitorios que sufren. Sin embargo, tendrán que volver a reunirse a su pesar
para hacer frente en Gotham a Caín, el vampiro primigenio liberado tras la
muerte de Andrew Bennett y su ejército de No Muertos.
Una de las premisas que
tenían clara los planificadores del NUDC (o sea, Dan Didio y Jim Lee) al pretender
simplificar el universo DC original es que las series y los personajes que las
protagonizan interactuarán más con la justificación de intentar dotar de una
mayor solidez al Nuevo Universo (y otra – real- de aumentar las ventas globales)
interrelacionando las series entre sí y presentando de ese modo a los nuevos personajes
a los aficionados. Siguiendo esas premisas, nos encontramos con historias como
las incluidas en este segundo tomo de la “La Liga de la Justicia Oscura” en la que
no solo aparecen los personajes de ambas cabeceras entrecruzadas sino que
además atisbamos a otros, como Frankenstein y los Agentes de Shade, Batgirl o
el mismísimo Batman.
El resultado es un
despiporre memorable para una serie que Milligan ya planteaba de por sí caótica y que tiene
como uno de sus principales atractivos el que los miembros del grupo anden
siempre a la gresca. En ese sentido, Milligan cumple, y más allá de lo
delirante y anecdótico que resulta todo el tinglado alucinógeno de la
Encantadora y los Vampiros, lo más divertido es comprobar lo mal que se llevan
estos personajes entre sí e intuir hasta donde podría haber llegado un tipo tan
sádico con sus personajes como Milligan con esta materia prima si no le
hubieran cortado las alas tan pronto (tras la conclusión de “El Alzamiento de
los Vampiros” , Milligan pasó a guionizar “Stormwatch” siendo sustituido en
esta serie, primero, por Jeff Lemire y, después, por John Michael Straczinsky).
Lo mejor de esta
desconcertante entrega, es disfrutar del dibujo de Mikel Janin y Daniel Sempere (en el número que
le sustituye), quiénes despliegan su buen hacer para reflejar todo tipo de
espantajos místicos y planos oníricos psicodélicos junto a despampanantes y
bellas heroínas poniendo de paso algo de orden en el cuidadoso caos ideado por
Milligan, y Andrea Sorrentino, el dibujante de “Yo Vampiro”, que sorprenderá
por su elegancia fotorrealista que tanto recuerda para bien y para mal a Jae
Lee a los que no le conozcan todavía.
En fin, lo lógico es que
este tomo hubiera incluido todo el arco de “El alzamiento de los vampiros”
completo pero al no ser así espero que ECC se replantee la edición de esta
serie y en la próxima entrega publique el final de “El Alzamiento de los
Vampiros” y el arco completo guionizado por Lemire porque de otro modo van a
perder muchos potenciales seguidores.
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