No recuperados todavía del impacto de la noticia del fallecimiento de Joe Kubert –por no hablar ya en otros ámbitos ajenos al Cómic de las de Sancho Gracia o Tony Scott- ayer nos sorprendía desde las redes sociales el anuncio del fallecimiento de uno de los autores mayúsculos del cómic europeo, el italiano Sergio Toppi a los 79 años.
De formación autodidacta, Toppi se convirtió en un autor distintivo y fácilmente reconocible no solo por su perfecto dominio de los clarosocuros y las manchas de tinta siendo considerado un maestro del blanco y negro sino también por ser uno de los primeros autores en romper con la esquemática división de página en viñetas para dar agilidad a su narrativa y sacar partido a su dibujo virtuoso y elegantes composiciones. Más allá de su virtuosismo, creo que su principal virtud fue su capacidad para trasladar al papel una mirada original que hacía que sus obras tuviesen matices únicos y hacían su estilo perfectamente identificable.
Entre sus obras fundamentales destaca sobre todo la onírica “Sharazad” pero tampoco hay que olvidar trabajos como “Il Colezionista” o sus álbumes de la serie “El último hombre”, así como puntuales colaboraciones especiales con títulos de la Editorial Bonelli en series como “Ken Parker” o “Julia”.
Por desgracia, la mayor parte de la obra de Toppi salvo “Sharazad” no ha sido reeditada en España en décadas (hubo un anuncio fantasma de publicación de nuevas obras que al parecer se perdió en el limbo) y los mejores medios que tienen actualmente los aficionados españoles para acercarse a este autor sea a través de la correcta monografía de Yexus “Sergio Toppi: Un visionario entre dos mundos” publicada hace unos años por Dolmen o pasarse por el blog “Desde el Nibelheim” desde donde su autor Alberich El Negro lleva años reivindicando y difundiendo su persona y obra.
Tras la muerte de Moebius y Joe Kubert este es un nuevo golpe terrible para el cómic ya que se pierden en el mismo año tres de las personalidades que más han contribuido al desarrollo de su potencial.
D.E.P.
5 comentarios:
Vaya racha de pérdidas llevamos últimamente. Descanse en paz este gran artista, que tuve la oportunidad de conocer hace años en una Semana Negra de Gijón. Conservo como una de mis joyas el dibujo de un guerrero que me hizo en aquella ocasión...
Salu2
Gracias, PAblo, por la referencia.
La verdad, es una auténtica lástima lo de la edición (parece ser que) frustrada de El coleccionista, por parte de Nuevas Fronteras del Arte. Habría sido una oportunidad única para que la obra del maestro ahora fallecido (¡no me lo creo aún!) pudiera llegar a nuevos públicos. Pero no perdamos la esperanza... ¡Ojalá llegue a publicarse...!
Un abrazo (y gracias de nuevo).
JOSE,
Seguro que es un dibujo fantástico. Sí, la racha es terrible. Es cierto que casi todos son autores muy mayores pero aun así los grandes totems del cómic de las últimas décadas. Tendríamos que empezar a plantearnos si hay recambios de su categoría...
Alberich El Negro,
Sí, fue uno de esos proyectos ilusionantes que a veces se anuncían y luego no fructifican por razones misteriosas y nos dejan con la miel en los labios. Ojalá la publiquen en breve.
Impacientes Saludos.
PAblo dijo...
"Tendríamos que empezar a plantearnos si hay recambios de su categoría...".
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Hummm... Pues yo diría que... En fin, mejor no digo nada.
Lo cierto es que se ha terminado la época de los grandes dinosaurios, auténticos monstruos, verdaderos artistas caracterizados, cada uno de ellos, por un poderoso y peculiar estilo de dibujo.
Ahora, por el contrario, quien no está influido por el trazo Disney o el de los dibujos animados en general ha caído bajo el nefasto hechizo de lo manga, cuya realización ha terminado convirtiéndose entre nosotros en una mala copia estandarizada de la fuente original. ¡¡Con razón se quejaba el gran Moebius (y él sí que podía hablar de crear estilos) de la nefasta influencia que el tebeo japonés estaba ejerciendo entre nosotros!! Y el que no valga ni para eso pues a dibujar novelas gráficas, porque como para hacer historietas ya no hace falta dibujar bien (es decir, canónicamente), sino que basta con narrar, pues...
Pues eso: que los grandes monstruos virtuosísticos como Kubert, Toppi, Giraud y otros se han acabado y no parecen tener recambios.
Joder, dije que estaría callado y ya ves...
Otro saludo (pero sin apretar demasiado, que nos quedamos sin aire).
Alberich El Negro,
Al final te has calentado pero te lo agradezco porque has recogido el guante y seguido el hilo de mi observación aunque quizás yo no esté de acuerdo en algunas de tus apreciaciones. En lo que sí estoy de acuerdo es que cada vez quedan menos autores que hagan del dibujo un sello distintivo y den importancia a su perfeccionamiento cuando es uno de los elementos principales de un cómic. Es una forma de entender el cómic que por desgracia se está perdiendo.
No sé cuál es el motivo porque grandes dibujantes seguro que hay pero que apuesten por la narración en viñetas cada vez menos. Una lástima.
Impacientes Saludos.
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