miércoles, 21 de marzo de 2012

“Mister Wonderful”, de Daniel Clowes.






Hace ya muchos años a Daniel Clowes le etiquetaron como uno de los mejores autores en captar lo traumático y complejo de las relaciones adolescentes gracias a su “Ghost World”. El tiempo ha pasado para todos y Clowes ha crecido y “madurado” pero debe sentirse cómodo con la etiqueta y en su última obra publicada en España por Mondadori, "Mister Wonderful", sigue indagando esta temática cambiando el estadio de edad, de modo que si “Ghost World” es uno de los cómics que mejor ha sabido reflejar los miedos adolescentes, este “Mister Wonderful” es un tebeo sobre los miedos e inseguridades en las relaciones de los coetáneos del autor, cincuentones que han de volver a hacer frente a las dificultades de la vida social buscando nuevas parejas.

En ese sentido, “Mister Wonderful” es una historia sencilla, la de los prolegómenos y primera cita de Marshall, un cincuentón fracasado y divorciado desde hace años, al que unos amigos comunes han organizado una cena con una mujer que acaba de romper con su pareja. Las ganas de agradar se juntan con los problemas para comunicarse de los protagonistas, tullidos sentimentales que más allá del lastre de sus antiguas relaciones intentan darse una nueva oportunidad. En un formato apaisado un poco más grande que el de “Ice Haven”, Clowes vuelve a demostrar su solvencia y madurez como autor de cómics, canalizando un talento innato y un estilo tributario del de Steve Ditko para hacer interesante una historia intrascendente que su mirar irónico destaca y convierte en una lectura absorbente, un documento de primera mano sobre las inseguridades y miedos del hombre maduro contemporáneo y erigiéndose en una especie de Woody Allen de las viñetas.

Con los años y las obras, Clowes ha refinado su talento bruto, volviéndose menos ácido y más sutil en el desarrollo de sus historias agudizando sus dotes de observador. En “Mister Wonderful”, Clowes vuelve a hacer uso de recursos gráficos como la caricaturización de su dibujo habitual en viñetas más pequeñas para trasladarnos a la imaginación del personaje protagonista que ya desarrollara con éxito en obras anteriores como “Wilson” y añade otros como jugar con las dimensiones de la viñetas y el tamaño de los personajes para establecer capítulos o “actos” en el desarrollo de una historia con una planificación casi teatral y que, como digo, me recuerda al cine de Allen aunque Clowes se distancie de otros medios abundando en el desarrollo y utilización de recursos propios del cómic para incorporar al lector al discurrir de la mente del protagonista, estableciendo a través de distintas viñetas opciones de respuesta a una situación incómoda o jugando con el volumen de las onomatopeyas, por destacar solo algunos de los ejemplos más llamativos.
En cierto sentido, “Mister Wonderful” es la síntesis de las dos obras anteriores de Clowes, “Wilson” y “Ice Haven”, una inteligente parábola tragicómica sobre como no afrontar la madurez confirmando que Clowes, más allá de las etiquetas y clichés, es el autor que mejor ha sabido trasladar al cómic los sinsentidos de la condición humana reflejando desde los tremendismo existenciales de la adolescencia al derrotismo de la madurez con mano experta, añadiendo una atractiva y brillante obra más a una de las carreras más personales, sólidas y coherentes de un autor de cómics referencial.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

lo que me sucede con Clowes, es q mientras q en mi adolescencia tenia la impresion de mirar un espejo ahora creo q estoy viendo cuadros, muy hermosos, pero cuadros...

maik

PAblo dijo...

Maik,

Curioso, yo no tengo esa sensación. Lo que sí es cierto es que Clowes en sus útlimas obras y especialmente en estase retroalimenta de las enseñanzas de ciertos pintores norteamericanos modernos como Hopper o a Warhol, pero en mi opinión los asimila sin perder su propio estilo.

Impacientes Saludos.