martes, 7 de febrero de 2012

“El gran poder del Chninkel”, de Van Hamme y Rosinski.



Si a cualquier aficionado a los cómics le preguntásemos sobre la producción dentro del género fantástico del veterano equipo formado por Van Hamme y Rosinski, seguramente se acordaría de la longeva y exitosa “Thorgal” pero, además, y antes que caiga al olvido definitivo visto el poco interés por su reedición, haría bien en destacar esta pequeña gran obra aparecida ya hace bastantes años en la colección Blanco y Negro de Norma Editorial.

En un mundo en constante guerra entre tres seres inmortales, J’on un pequeño chninkel recibe el encargo divino de poner fin a esa guerra eterna de la que se han olvidado incluso los motivos recibiendo para ello un gran poder. El pequeño chninkel, que en el fondo solo quiere vivir en paz, se verá envuelto en una misión que no ha elegido convirtiéndose en el libertador esperado por su atormentado pueblo durante cientos de generaciones.

Un Van Hamme en plena forma desarrolla un esplendido guión en el que tomando como punto de partida las convenciones del género fantástico realiza una irónica revisión de los mitos cristianos en una historia rica en interpretaciones. Manejando con soltura referencias que van de Clarke hasta los inevitables Tolkien y C.S. Lewis, Van Hamme construye una sencilla historia estructurada en capítulos con constantes referencias bíblicas en torno a conceptos teológicos y filosóficos como el Mesianismo y el Libre Albedrío. A pesar de ello, Van Hamme construye la trama evitando toda ampulosidad, teniendo claro que su principal objetivo es mantener entretenido a cualquier lector, introduciendo la consabida moraleja pacifista y antibélica para acabar con una conclusión dramática, amarga y pesimista respecto a la condición humana que la firmaría el propio Unamuno y que contrasta con la ligereza general de la obra.


En esta obra el guionista está en una forma increible. En las cuatro páginas iniciales despacha con primor la caracterización del mundo y las principales razas que lo habitan, su organización y líderes, para centrarse en el desarrollo de la historia con guiños y referencias constantes tanto al Antiguo como al Nuevo Testamento, pudiendo cualquiera mínimamente familiarizado con las Escrituras identificar los paralelismos que la historia de J´on incorpora.


Si el guión de Van Hamme ha resistido bien el paso del tiempo, especial mención merece la labor de ese magnífico dibujante que es el polaco Rosinksi, quién en la edición original en blanco y negro –en Francia han aparecido varias reediciones posteriores y un integral coloreados- da muestras de su versatilidad y buen hacer. De este modo, en esta obra su dibujo se vuelve mucho más tramado y su estilo más caricaturesco demostrando su completo dominio de la técnica del blanco y negro tanto para la caracterización de los personajes como el desarrollo narrativo de la historia.



El gran poder del Chninkel” es un magnífico tebeo que, con aparente sencillez, trasciende de las meras convenciones del género fantástico en el que suele primar la aventura per se y la repetición de fórmulas caducas para abordar sin ninguna ampulosidad, pero con humor y originalidad temas más trascendentales. Uno de los mejores cómics de fantasía que se hayan realizado –o al menos que yo haya leído- nunca.

8 comentarios:

Jolan dijo...

Estoy de acuerdo contigo, Pablo. Es un comic excepcional, con un Van Hamme en su cumbre.

Es una pena que Norma no se tire de cabeza a por el integral a color que existe en Francia (un tratamiento del color, por cierto, muy similar al de los mejores Thorgales). Aún conservo la esperanza de que lo reediten en ese formato; entretanto, conservo como oro en paño este que también poseo, en b/n.

Lo que me falta por leer del dúo Van Hamme / Rosinski es el one-shot titulado Western. Quizá porque no soy muy aficionado al género...

Saludos.

chikito dijo...

Conozco poco de la obra de Van Hamme, salvo Thorgal y Lady S, pero si que he tenido varias veces en mis manos el ejemplar que comentas en este buen post, gracias a él voy a darle una oportunidad en cuanto tenga posibilidad de adquirirlo.

Jareth dijo...

Buena reseña, Pablo. Vamos, como todas las tuyas. Me ha encantado tu aguda referencia a Unamuno, jeje,¡ nunca se me hubiera ocurrido relacionarlo con esta historia!

La verdad es que leyendo tu reseña dan ganas de hacerse con el cómic. Lo leí hace mucho tiempo, en una edición que no era la de Norma, y me gustó bastante. Sobretodo guardo un excelente recuerdo del dibujo de Rosinski. Recientemente, lo volví a encontrar en la estantería de una tienda de comics, en la edición de Norma, y estuve indeciso con su compra, al haberlo ya leído y habiendo tanta cosa interesante a comprar. No obstante, después de leer tu reseña he salido de dudas. ¡Voy a hacerme con él!
Espero que no sea demasiado tarde y ya no esté.

Saludos desde dentro del laberinto.

PAblo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
PAblo dijo...

Jolan,

Pues si te gustan tanto Rosinksi y Van Hamme deberías probar con "Western" del que ya comenté algo por aquí.

Yo tampoco sé porque no se han animado con el integral en color sobre todo porque viendo imágenes de las páginas coloreadas el dibujo también resulta impresionante.

Chikito,

Van Hamme ha sido uno de los más grandes guionistas del cómic europeo más comercial. Deberías probar con "XIII" o "Largo Winch", series, por otro lado, que espero a lo largo de este año ir reseñando también en el blog.

Jareth,

El dibujo de Rosinki en blanco y negro es espectacular y llama mucho la atención como se adapta a trabajar sin color, acostumbrados a su obra en color, para desarrollar la historia con excelentes resultados.

Hombre, imagino que Van Hamme no habrá tenido en cuenta a Unamuno (a lo mejor si vete a saber) pero creo que si Don Miguel hubiera leído este tebeo le hubiera gustado. ;-D

Impacientes Saludos

Toni dijo...

Don Miguel de Unamuno tenía los huevos muy gordos, y por llevar la contraria a la elite literata creida que denosta los tebeos, le habría gustado este tebeo bien seguro.

Por otro lado, Pablo, un pequeño gran tebeo que cuando lo releo años despues, sigo disfrutandolo. Verlo en color podría ser bastante espectacular. Un saludo.

David. dijo...

El binomio Van Hamme/Rosinski ha sido de lo mejor del cómic europeo de los últimos años. A mí curiosamente me gusta más Van Hamme incluso ahora, que se ha pasado a un estilo más realista y que tira mucho de acuarelas, aunque, eso sí, ya no trabaja con Van Hamme. No sé qué tal le irá con los nuevos guionistas, pues reconozco que solo he ojeado sus álbumes: no he llegado a leer ninguno (asignatura pendiente).

Saludos.

PAblo dijo...

Toni,

Es verdad eso que comentas de la capacidad ovoide de don Miguel...Y sí, tipos con mente preclara nos hacen falta.

David,

Van Hamme se ha retirado. A mi respecto al tema de la evolución de Rosinski pues depende...Hay series como Thorgal en las que al principio no acababa de convencerme pero al final me he acabado acostumbrando y otras como "La venganza del conde Schkarbek" en que me encanta.

Realmente Rosinksi ha sustituido a Van Hamme a los guiones por Sente y tiene cosillas curiosas. Algunas ya las he comentado en el blog y otras como lo de las landas perdidas espero comentarlas en algún momento en que me anime.

Impacientes Saludos.