viernes, 8 de abril de 2011

Beroy da su opinión sobre la repetición de una página de Onírica.

Toni Boix: Entendiendo que Onírica es un producto de gran significación para ti, ¿cómo viviste el hecho de que se repitiese una de las páginas de Ajeno y se perdiese otra por el camino?

José María Beroy: Imagina que celebras tu 50 aniversario. Eres feliz, te compras un traje, contratas una orquesta y un camarero y reúnes a todos tus amigos en una gran fiesta. Hay, obviamente, una fantástica tarta de aniversario. Llega el pastel con las velitas y todos están cantando “Cumpleaños Feliz”. Pero tú no sabes que el camarero que has contratado para el evento acaba de tener un corte de digestión causado por una sobredosis de barbitúricos y, al tiempo que deposita el pastel, vomita hasta la primera papilla sobre la tarta y sobre tu traje. Luego, a causa de la droga, sufre un ataque de locura y asesina a todos los invitados con el cuchillo de cortar el pastel. Los miembros de la orquesta, profundamente afectados, comienzan a tocar el Adagio de Samuel Barber. Finalmente el camarero loco se suicida metiendo la cabeza dentro del enorme pastel vomitado. Tú sales del recinto de la malograda fiesta gritando y provocas sin quererlo un accidente múltiple en el que se ve involucrado el coche de Hillary Clinton, de visita en Barcelona. En la Casa Blanca suponen el ataque suicida de un terrorista y efectúan un ataque preventivo sin mandato de la ONU contra el primer objetivo que se les ponga a tiro. En el transcurso de la acción se produce un accidente “Broken Arrow” y un misil nuclear impacta contra una ciudad Rusa. Putin ordena entonces un ataque con misiles de crucero contra EEUU que da comienzo a la Tercera Guerra Mundial. Esto último lo sabes porque ves llegar los misiles mientras tratas de quitarte con el agua de una fuente los restos de pastel vomitado del traje. Ahora sabes como me sentí, más o menos. Más o menos.

(Beroy deja clara en esta contundente respuesta en la entrevista que Toni Boix le realizó para Zona Negativa la decepción que se llevó con el fallo de Glénat en la edición de “Onírica”. Y es que no debemos olvidar que aunque muchas veces los aficionados somos los que nos hacemos cruces con estos errores en realidad no benefician a nadie. Ni a la editorial, que en teoría se ve obligada a realizar una nueva tirada de la obra corregida con el consiguiente quebranto económico ni al autor que pone su ilusión en la reproducción fiel de su obra. En ese sentido, Glénat promete cambiar el ejemplar defectuoso a todos los que lo soliciten a través de su librero habitual. Dicho esto, Beroy dice muchas cosas interesantes en la entrevista que podéis leer aquí. Yo destaco su participación en un relanzamiento de la clásica cabecera de “Hazañas Bélicas” en la que participaría junto a Migoya. No estaría nada mal, pero si además recuperan las clásicas de Boixcar, todavía mejor).

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