viernes, 12 de diciembre de 2008

“Appaloosa” de Ed Harris


El Western es un género que va intrínsecamente relacionado con el desarrollo del cine norteamericano. Con su ascensión, apogeo y paulatina decadencia, tanto en cantidad como calidad y el interés despertado entre cineastas y público a lo largo de las décadas. Sin embargo, y a pesar que es un género que permite contar historias en cualquier registro lleva un tiempo de capa caída agotado el revisionismo que puso de moda esa obra maestra que es “Sin Perdón". Por ese motivo, es una buena noticia que de vez en cuando llegue a nuestras pantallas películas como “Appaloosa”, que desde una propuesta casi academicista en su respeto a sus reglas no escritas y no aporte nada demasiado nuevo a lo que ya narró con mayor maestria Eastwood al menos sirva para mantener vivo al género a la espera de mejores tiempos.

Appaloosa” trata básicamente sobre la amistad entre Virgil Cole (Ed Harris) y Everett Hitch (Viggo Mortensen), dos hombres duros, fríos y secos como las áridas tierras de Nuevo Méjico en las que se desarrolla la historia. Dos justicieros veteranos, dos caballeros andantes, dos supervivientes, que gracias a la rapidez de sus pistolas y rifles hacen respetar su personal concepción de la justicia en el salvaje y poco civilizado Oeste Americano. Estos tipos llegan al pequeño pueblo de Appaloosa contratados por los prebostes del pueblo para detener a Randall Braga (Jeremy Irons) , un despótico ganadero muy bien relacionado que ha acabado con el anterior sheriff y sus ayudantes. La cosa se complicará aún más cuando al pueblo llega Allison French (Renée Zellweger), una “dama” fina, culta y seductora dispuesta a usar todas sus armas de mujer para asegurar su futuro, una dama que se interpondrá entre los dos hombres y pondrá en peligro su amistad.

A partir de una novela de Robert B. Parker, Ed Harris construye una película dura, fría y seca que encantará a los aficionados al western y crispará a lo que no lo sean, por lo canónico de su construcción y el pseudorealismo distante con el que Harris recrea la vida en el Oeste y caracteriza a los personajes mediante lacónicos y cortantes diálogos atemperados por un sutil e inteligente punto de humor que sirve de guiño entre el espectador avezado y el director, una broma privada para no tomar demasiado en serio tanta dureza y testosterona. Ed Harris demuestra una vez más si cabía alguna duda, ser un actor mayúsculo que a pesar de sus limitaciones como director, nunca defrauda. Como gran actor que es, sabe mover la cámara con sabiduria para dejar a todos sus compañeros de reparto –incluida Ariadna Gil, en su papelito como compañera de Viggo Mortensen- grandes momentos para su lucimiento sin que se solapen entre sí (algo más difícil de lo que parece con un póquer de animales de cámara como Mortensen en un papel autocontenido hecho a su medida, Irons en cualquier papel que se proponga, la camaleónica Zellwerger o el propio Harris) y que estos saben aprovechar en unas actuaciones autocontenidas y ajustadas a la perfección a sus papeles. Harris refleja muy bien lo que podían ser los duelos en la realidad y las relaciones entre los personajes, sin embargo, ser un actor con poca experiencia tras la cámara influye negativamente en el ritmo de la historia, haciéndola lenta durante sus dos primeros tercios (aunque ese sea el ritmo que la historia requiere) para precipitarse en el último acto hacia su final de una manera un tanto burda, dejando lo que podría haber llegado a ser una gran película en un producto meramente correcto que no molesta pero tampoco emociona.

Para los que como yo echamos de menos más películas del Oeste.

8 comentarios:

Jaime Sirvent dijo...

Vaya, justo ahora acabo de salir del cine de verla. Me ha parecido una película muy correcta, muy bien interpretada, en cuanto al ritmo creo que es el que demandaba la historia. Harris ha optado por una narración seca y totalmente antiépica, y como bien dices permite unas grandes posibilidades de lucimiento a sus actores, en especial Mortensen y Irons.

Eso sí, cada vez soporto menos a Rennee Zellwegger, a cada película que pasa me parece más fea, y mira que hace unos años me gustaba , como actriz y como mujer, ahora su fealdad me está empezando a impedir apreciar su trabajo como actriz como debiera.Me resulta bastante increíble que los personajes masculinos de las películas se enamoren de ella, me pasó con Ella es el partido, y me ha vuelto a pasar ahora, al igual que me pasó con la actriz de El caballero oscuro.

Juan Rodríguez Millán dijo...

Tengo muchas ganas de verla, pero todavía no he podido hacerlo. Ed Harris siempre merecerá que se pague el precio de una entrada, es uno de los mejores y menos reconocidos actores de nuestro tiempo. Y en cuanto al western, creo que tengo sensaciones parecidas a las tuyas. Hace poco pensé más o menos lo mismo tras ver El tren de las 3.10, otra buena película de este género.

Anónimo dijo...

"Hace poco pensé más o menos lo mismo tras ver El tren de las 3.10, otra buena película de este género".

Igual os sorprende, pero a mí la del tren de las 3:10 a Yuma me parece la mejor película de este año.

Mar dijo...

Hola!!
Iba a comentar lo mismo que Jaime: creo que va de mal en peor y que semejantes estiramientos y bottox la están alejando de la realidad interpretativa.
Una peli más que correcta y "muy del género", si señor!

Besitos

PAblo dijo...

Jaime y Mar,

Yo no le tengo antipatia a la Renée. A mi me parece que es un estilo a Doris Day sin la gracia de Doris Day. De todas formas, sí me parece una buena elección para el papel de "Appaloosa" porque su personaje no tiene que ser necesariamente una mujer bella. ´
En líneas generales, me parece una actriz bastante valiente y que no se acomoda cambiando de registro constantemente.

Eso sí, tampoco es de mis preferidas.

Juan y David,

"El tren de las 3:10 a Yuma" no la he visto pero imagino que es remake de la pelicula clásica. Me la apunto.

Impacientes Saludos.

Mar dijo...

PAblo: creo que nos referíamos, al menos yo, a que se está estropeando como mujer y a pasos agigantados. Debe ser muy duro empezar a verse con años a las espaldas en el sistema de actrices de Hollywood, porque -tarde o temprano- hasta las grandes -algunas, al menos- acaban sucumbiendo al bisturí y sus tropelías, como me (¿nos?) parece que es este caso.

Besitos más

Jaime Sirvent dijo...

Coincido con Mar, cada vez está más estropeada, y su visión resulta más desagradable, no entiendo esas operaciones cuando era una mujer que me parecía atractiva hace unos años.

PAblo dijo...

Valga la aclaración. A mí que una mujer (o un hombre) se opere por estética no me parece mal. Es su cuerpo y ellos sabrán si lo necesitan. Otra cosa es cuando lo hacen constantemente hasta extremos que quedan irreconocibles y pueden precisar de ayuda psicológica.

Como bien dice Mar, sobre todo las actrices que empiezan a rondar los treinta y muchos empiezan a padecer muchas presiones en ese sentido por una sencilla razón, en la industria holliwoodiense apenas hay papeles para mujeres de mediana edad y la competencia es feroz.

Impacientes Saludos.