lunes, 18 de marzo de 2013

“La Cosa del Pantano 3”, de Scott Snyder, Yanick Paquette y otros.



La tercera entrega publicada por ECC Ediciones de “La Cosa del Pantano” del NUDC, que incorpora los números 9 a 11 de la serie norteamericana más el número cero, nos ofrece la conclusión del largo arco argumental desarrollado durante este primer maño de la serie con el enfrentamiento - ¿definitivo? – con Sethe y la esperada reaparición del archienemigo por antonomasia de Swampy, el repulsivo Antón Arcane.

La Cosa del Pantano ha asumido por fin su condición como campeón del Verde aun cuando ello le suponga tener que enfrentarse con Abigail que es la adalid de la Putrefacción. Sin embargo, Swampy tiene guardado un as en la manga que le permitirá escapar de las Tierras Muertas junto a su amada dejando a la frustrada Putrefacción compuesta y sin novia aun cuando esta es capaz de resucitar y enviar al mismísimo Antón Arcane y sus No Hombres tras ellos para recuperar a Abigail y acabar con La cosa del Pantano.

Lo peor que tiene La cosa del Pantano es que se lee en un cuarto de hora, pero si uno es capaz de asumir que lejos de la poesía, la metafísica y la carga filosófica que tuvo la serie en tiempos de Moore y estamos ante un genuino tebeo de acción, respetuoso eso sí con el trabajo de los autores previos, se puede disfrutar plenamente de esta historia en la que el impacto visual está por encima de la trama ideada por Snyder  que en esta tercera entrega reintroduce a Antón Arcane, la némesis de La Cosa del Pantano, y lo deja todo preparado para el anunciado cruce con  la serie de “Animal Man” titulado “Mundo Putrefacto”.

Si la trama ideada por Snyder es la mar de entretenida donde la serie se disfruta más es en el aspecto gráfico con las elegantes, macabras y retorcidas composiciones ideadas por Yanick Paquette que en esta entrega cuentan con el talento añadido de Marco Rudy y Francesco Francavilla, dos dibujantes batante inferiores que Paquette pero que captan la atmósfera general de la serie y saben complementarla a la perfección. No deja de resultar curioso y destacable como Paquette reseña la monstruosa Abigail mortafeseada por Sethe directamente con el alien ideado por Giger para la película de Ridley Scott y sus secuelas.

 Mención aparte merece el trabajo del español  Kano en el número cero que cierra el volumen, una historia complementaria en la que se nos recuenta el origen de Alec Holland y la Cosa del Pantano “adaptándolo” a los nuevos contenidos ideados por Snyder.

 Kano demuestra de largo que es un dibujante estupendo dando un acabado detallista y más luminoso a los personajes sin contradecir por ello el tono terrorífico de la serie. Ojalá Kano encuentre un hueco en la industría y le permitan desarrollar en una serie a largo plazo todo su talento.
Todo queda preparado ahora para la excursión a “Mundo Putrefacto”. Veremos si esta merece realmente la pena.  

domingo, 17 de marzo de 2013

A Pink Floyd les gusta el Doctor Extraño de Marie Severin.




Estos días que se cumple el cuarenta aniversario de “The Dark Side of The Moon”, disco fundamental en la historia del rock en general y de Pink Floyd en particular, me apetecía traer a este monumental grupo al Lector Impaciente para comentar su colaboración con la histórica Marie Severin, auténtica pionera de la presencia femenina en el masculino Bullpen marvelita, en la portada del segundo disco del grupo, “A Saucerful of Secrets”, un disco experimental pionero del llamado Rock Progresivo que en la historia de la banda marca la marcha de Syd Barrett y la llegada de David Gilmore.

En aquellos tiempos de psicodeiía y fantasía, la portada se inspira directamente en el personaje del Doctor Extraño, creado en 1963 por Stan Lee y Steve Ditko y culminación de la psicodelia y la cultura pop en los cómics Marvel. Por eso no es de extrañar que para la portada del disco, Pink Floyd contara con la reputada Marie Severin, por entonces dibujante del personaje, para adaptar una de sus páginas, la del número 158 de “Strange Tales” referenciándola directamente en la portada de “A Saucerful of Secrets” en la que aparece el mismísimo Doctor Extraño.

Como curiosidad, comentar que en “Cymbaline”, una de las canciones del siguiente disco de Pink Floyd More” se menciona directamente a Extraño dejando patente la influencia que el Maestro de las Artes Místicas de Marvel tuvo sobre uno de los grupos más influyentes de la historia del Rock.

Aquí os dejo “Cymbaline”.

sábado, 16 de marzo de 2013

“Superman 8 y 9”, de Grant Morrison, Rags Morales y otros.


 

ECC Ediciones ha publicado en los números ocho y nueve de la serie regular de "Superman"dos nuevas entregas  de la nueva versión de Superman que Grant Morrison está desarrollando para el NUDC en “Action Comics” que se corresponden con los números 9 a 12 de la nueva numeración de la serie norteamericana.

En estas nuevas entregas, Morrison vuelve a sorprendernos dejando inicialmente de lado la trama que veníadesarrollando hasta ahora para embarcarse en un número autoconclusivo e independiente en el que nos presenta al Superman de Tierra 23, un Superman negro que es al mismo tiempo el presidente de los Estados Unidos quién ha de enfrentarse con el peor enemigo que el Hombre de Acero haya tenido jamás. Retomando el argumento principal, el nuevo Superman tendrá que vérselas con Nimrod, un hábil cazador que ha rastreado sus orígenes para averiguar su identidad secreta, y un misterioso y poderoso neohumano del futuro el Capitán Cometa que pretende raptar a la sobrina de Lois para que acepte su herencia genética, al tiempo que el mundo llora la supuesta muerte heroica de Clark Kent y Superman construye entre dudas un nuevo y heroico alter ego.

Lo cierto es que Grant Morrison vuelve a sorprendernos en estas entregas que no  tienen desperdicio y en el que demuestra su capacidad para redefinir aparentemente hasta el infinito la idiosincrasia del Hombre de Acero para devolvernos una y otra vez de una manera nueva y original. De este modo, lo que podría considerarse meramente una de sus características idas de olla frívolas como es el capitulo sobre el Superman de la Tierra 23 se convierte en una historia alegórica cargada de simbolismo que engarza la realidad del primer presidente negro estadounidense con la tradición superheroica de los cómics DC reflejada en historias como  “Crisis en Tierras Infinitas” o “La Muerte de Superman”.  Y, sin dar tiempo a los lectores a recuperarse, confirma su versatilidad retomando el hilo de la trama que venía desarrollando concatenando con un ritmo frenético acontecimientos en torno al Hombre de Acero que refinados podrían haber dado en otra época y con otros autores juego durante muchos más números.

En el aspecto gráfico, Rags Morales realiza un trabajo aparente, dando frescura a la nueva versión juvenil del Hombre de Acero pero el que realmente sorprende es de nuevo Gene Ha en la mencionada historia autoconclusva con un tratamiento que aúna sobriedad con espectacularidad.

El trabajo del equipo titular se ve complementado por una serie de pequeñas historias de relleno inspiradas en el argumento principal, siguiendo la filosofía de las excelentes historias cortas que se incluían en “Classic X-Men” realizadas por Claremont, Nocenti y Bolton. Las recogidas en estos números, lejos de la excelencia, se limitan a cubrir el expediente desluciendo más que otra cosa la labor de los creativos habituales. 

En fin, el “Action Comics” de Morrison continua siendo una lectura interesante y entretenida no apta para defensores de la ortodoxia en la que el guionista demuestra su habilidad para reinventar una y otra vez un icono que tiene músculo para resistir todo lo que le echen. Más madera.

jueves, 14 de marzo de 2013

“Zodiaco: Aries. El Desafío del carnero” de Corbeyran y Goethals.


 


Planeta ofrece una nueva serie BD de nuevo lo que no deja de ser una buena noticia aun cuando para ello haya optado por recuperar viejas y discutibles técnicas que ya utilizara hace años en su colección BD con títulos como “Arq”, “El Decálogo” o “Los Maestros Cerveceros”. Si la  jibarizarización de esos títulos llevaba aparejada un precio bastante competitivo que los hacía atractivos, la edición reducida de "Zodiaco", para un álbum de cuarenta y ocho páginas a un precio de 9,95, todavía  me parece un poco cara.

Centrándonos en “Zodiaco”, se trata de una serie ya concluida en Francia  ideada por Éric Corbeyran, al que aquí conocimos por el correcto “El canto de Las Estrigias”, y  Éric Delcourt, junto a un dibujante distinto cada entrega. La serie la componen doce álbumes cada uno de los cuáles está protagonizado por un personaje que representa a un signo zodiacal del que toma poderes extraordinarios y cuyos destinos están relacionados. En esta primera entrega, “Aries. El desafío del Carnero”, el inspector Stephen Aries tendrá que vérselas en Chicago con un metódico asesino en serie apodado El Carnero que anuncia sus asesinatos antes de cometerlos. Ayudado por su atractiva novia, una experta criminóloga, el cuestionado Aries intentará detener al asesino antes que comenta el nuevo crimen que ha anunciado.

Corbeyran desarrolla en esta primera entrega una  forzada trama policíaca que, para asombro del lector, acaba resolviendo de la manera más rocambolesca, introduciendo un elemento fantástico en el hasta el momento correcto tratamiento realista de la historia que a más de uno hará que le rechinen los dientes como a mí, aunque es de imaginar que en las siguientes entregas otorgue a los lectores nuevas piezas para entender el enigma que se esconde tras los elegidos para ostentar los poderes del Zodiaco y acabemos asumiendo lo ilógico de los comportamientos de algunos de los personajes y lo inverosímil de la historia.
En el aspecto gráfico, Goethals cumple sin demasiada brillantez con un estilo realista eficaz aunque bastante impersonal y comercial que además se ve perjudicado por la reducción de tamaño. Goethals trabaja bien los fondos y la ambientación de género aunque sus personajes resultan un poco rígidos.
En fin, es de esperar que conforme la serie avance vaya ganando en atractivo tanto en el desarrollo de la trama como en la presentación de los nuevos dibujantes aun cuando hay que decir que este primer álbum deja una sensación bastante tibia. Correcto, sin más. 

miércoles, 13 de marzo de 2013

Cartel de La Massana Còmic 2013.

  

Los de la Asocación de La Massána Còmic de Andorra ya tienen cartel y folleto para la próxima edición, obra de Jordi Planellas. 

Un cartel sencillo y efectivo en el que destaca la incorporación de personajes creados por los artistas invitados al evento como el Dredd de Carlos Ezquerra, El Héroe de David Rubín, el Julius de Ventura, el Soldado guiño a las “Hazañas Bélicas” de Longarón, etc...  




(Eso sí, sería un detallito con los castellanohablantes por parte de los de L’Arca acordarse incorporar toda la información no sólo en francés y catalán, sino también en castellano).

martes, 12 de marzo de 2013

“Las verdaderas aventuras de Alexix Strogonov”, de Émile Bravo y Jean Régnaud.




Como parece que poco a poco se va publicando la obra del francés Émile Bravo en España, no estaría de más que alguna editorial se acordara que todavía queda la muy recomendable trilogía de “Las verdaderas aventuras de Alexix Strogonov” inédita. Editados por Dargaud entre 1993 y 1998, los tres álbumes que componen la serie –“Bielo”, “Kino” y “Tamo”-  fueron recopilados en un  integral, por lo que no  parece que haya razón para que este estupenda BD de aventuras en las que con implacable ironía Régnaud y Bravo  satirizan la Europa de la primera mitad del siglo XX a través de las andanzas del protagonista de la historia, el trotamundo Alexis Strogonov, continúe siendo una desconocida para los aficionados españoles.

De este modo, en el primer álbum de la serie, “Bielo, Alexix y su hermano Oleg son dos idealistas revolucionarios enviados a instaurar un soviet en un pueblo perdido de Bielorrusia en el que todavía se esconden los rusos blancos; en el segundo álbum, ”Kino”, Strogonov exiliado en Berlín se incorporarán a la incipiente industria cinematográfica de la Alemania perdedora de la I Guerra Mundial en la que se larva el resentimiento del que nacerá el nazismo; y en la tercera entrega, “Tamo”, Alexis acaba  haciéndose cargo de la custodia de una joven hija de un líder nacionalista tras sufrir un atentado en el polvorín de los Balcanes donde se está gestando una nueva guerra civil.

El guionista Jean Régnaud abarca usando como vehículo y excusa  las andanzas aventureras del idealista Alexis Strogonov – una especie de Tintin ruso- el complejo contexto histórico europeo de las tres primeras décadas del siglo XX denunciando con inteligencia, humor y finura el absurdo de los totalitarismo y la arbitrariedad de los poderosos. Régnaud construye un conjunto de historias intensas y emotivas que se disfrutan de principio a fin, perfectamente contextualizadas y documentadas para acercarse desde un planteamiento desmitificador a la aventura en la estela de clásicos como “Spirou” o “Tintin” a los que Régnaud y Bravo no dudan en incorporar una importante carga crítica hacia los acontecimientos que gestaron los principales conflictos bélicos europeos del siglo pasado.

Si el guión de Régnaud es eficaz y se lee con agrado, los tebeos brillan especialmente en la parte gráfica donde Émile Bravo realiza una estupenda labor con un estilo tributario de la línea clara, heredero de los Herge y Franquin, autores de los que, como ya demostrara en el excelente “Diario de un ingenuo  es un gran conocedor.

En fin, es una auténtica pena que “Las verdaderas aventuras de Alexix Strogonov” continúen inéditas en España, habiéndose publicado algunos títulos europeos de menor calidad. Ojalá editoriales como Ponent Mon, Norma, Dibbuks o Planeta tomen nota de este título y se animen a apostar por una serie en el que la diversión y la reflexión se unen en una invencible combinación.

lunes, 11 de marzo de 2013

“Los Muertos Vivientes 17: Algo que temer”, de Robert Kirkman y Charlie Adlard.


Y llegó por fin el esperado decimoséptimo tomo de “Los Muertos Vivientes” en el que se recogía el tan aclamado número 100 en el que Kirkman se iba a sacar un nuevo giro argumental que, aparte de sobrecogernos, iba a otorgarle un nuevo impulso a la serie para mantenerse al menos otros cien números más. Y sin embargo, el nuevo arco que se desarrolla de los números 97 a 102 de la numeración norteamericana, está simplemente bien y es cierto que en el mismo Kirkman se desprende de dos personajes de peso, uno de los cuáles era uno de los personajes más antiguos y queridos de la serie, pero no deja de ser síntoma del desgaste de la serie que toda su truculencia y dramatismo no haya logrado ni de lejos calarme para alcanzar la trascendencia y el impacto pretendido por el guionista.

Rick y los suyos han llegado a un acuerdo con la comunidad de La Cima para otorgarles protección y librarles del grupo de Negan y sus secuaces a cambio de suministros y colaboración. Sin embargo, Rick ha cometido un error fatal subestimando a Negan y sus fuerzas, y pronto descubrirá a costa de la vida de algunos de sus mejores amigos lo vengativo, implacable y destructivo que su nuevo enemigo puede llegar a ser.

A más de uno sospecho que le va a decepcionar un tanto este nuevo arco argumental que tantas expectativas generó al coincidir con el numero cien de la serie. Y, en el fondo, no es que la historia esté mal y Kirkman administra como pocos los tiempos para que la muerte de uno de los más queridos personajes de la serie resulte sobrecogedora y terrible, los cliffhangers y los diálogos son frescos y excelentes y todo el arco está resuelto con acierto. Pero, sin embargo, por otro lado, la sensación general que deja el tomo es que no aporta nada novedoso a lo que ya se desarrolló en otras ocasiones y que Negan y su monólogo sociópata se asemeja demasiado a la locura del Gobernador y sus secuaces. 

Eso sí, el arco argumental refuerza algunas de las constantes filosóficas de la serie mostrando como en este nuevo mundo en el que los zombis cada vez tienen menos más importancia en las relaciones entre los  humanos supervivientes impera la ley del más fuerte y la necesidad de adaptación a las nuevas circunstancias  se convierte en la clave para sobrevivir. Y es que, a pesar de ello, uno no puede dejar de percibir la sensación de agotamiento tanto en las ideas desarrolladas y las fórmulas planteadas como en el agotamiento de los propios personajes, algunos de los cuáles como Rick parecen incapaces de dar más de sí.

Lo peor con todo, sigue siendo el dibujo de Charlie Adlard cada vez abusando más de la repetición de viñetas y la ausencia de fondos y escondiendo cada vez menos sus evidentes carencias (¿Os habéis fijado lo raro que cogen todos los personajes las armas de fuego?). Adlard es desde hace algunos arcos la gran rémora de la serie y lleva tiempo pidiendo un relevo que no parece que se vaya a producir.

En fin, sin ser tan sobrecogedor como se esperaba “Algo que temer” es un arco correcto con el que esta estupenda y mediática serie sobrepasa el centenar de números a la espera –salvo sorpresa mayúscula- del final digno que ya va reclamando. Y es que no lo hemos pasado tan bien durante todo este tiempo sería una pena que Kirkman, por cuestiones extrínsecas a la propia historia (ventas, televisión, etc…), no diese a la serie el gran final que “Los Muertos Vivientes” merece y la dejase languidecer hasta el agotamiento. En los próximos meses lo comprobaremos.

domingo, 10 de marzo de 2013

“Pepe 2”, de Carlos Giménez.



Panini Cómics y Carlos Giménez se han dado relativa prisa en publicar la segunda entrega de la biografía que Giménez viene realizando sobre su compañero y amigo José “Pepe” González, exquisito dibujante fallecido en penosas circunstancias y que desgraciadamente no gozó,  en opinión de Carlos Giménez, del homenaje y reconomiento en los medios que su trayectoria merecía.
En esta segunda entrega, asistimos a nuevos y divertidos episodios de la azarosa vida de Pepe, un dibujante superlativo pero perezoso y poco centrado en su trabajo y su vida lo que le llevaba a vivir únicamente el día sin hacer previsión de futuro. En esta entrega, Giménez nos cuenta las peripecias de su amigo durante la mili, sus primeros viajes al Reino Unido dado que fue la gran estrella internacional de Toutain – perdón, Producciones Ilustradas, en este tebeo- y sus enamoramientos.
Poco puedo añadir en principio a este cómic de lo que ya escribí sobre  la primera entrega más allá de resaltar la extraordinaria labor de un Carlos Giménez para lograr ofrecer un retrato entrañable y honrado del que fuera su amigo. Giménez esquiva exquisitamente las trampas del género biográfico, especialmente cuando se trata de glosar la vida de un ser querido, para no caer ni en la hagiografía ni tampoco en el esperpento amarillista que seguramente algunos agradecerían, encontrando el punto de equilibrio entre el retrato objetivo  que la narración precisa y el tratamiento cariñoso de la figura del amigo.  
Giménez elegantemente cuenta lo que quiere y esquiva los elementos más escabrosos de la vida (“el Pepe oscuro”, al que se refiere en más de una ocasión en esta segunda entrega) de su amigo insinuando sin concretar los misterios que hasta al omnipresente narrador que es se le escapan, sabiendo asi guardar los secretos que el respeto, la amistad y la intimidad hacia el amigo precisan, pero sin que le obstaculice para reflejar en su equilibrada narración las luces y sombras de un(a) persona(je) que se torna entrañable incluso a aquellos que solo le conocimos a partir de sus maravillosos trabajos.
Seguramente a Giménez le lloverán las críticas y se insinuará la reiteración de algunas de sus viñetas en este álbum o cierto acomodamiento en la elaboración de este cómic para enterrarle por enésima vez,  sin caer en el estupendo pulso narrativo que mantiene la obra ni en que su importancia radica más en su equilibrado contenido que en un continente que no deja de ser lucido y correcto.
No importa, esta segunda entrega de “Pepe” es un estupendo ejemplo de cómic biográfico y un acercamiento valido, hermoso y entrañable a una de esas figuras geniales que tanto abundan en España, que acaban siendo más valoradas en el extranjero que en nuestro país donde acaban relegadas a la marginalidad y el olvido hasta que se mueren. Abstenerse los amigos del amarillismo y la carnaza. Carlos Giménez no se la va a proporcionar en este tebeo.

sábado, 9 de marzo de 2013

“Stone Junction: Una epopeya alquímica”, de Jim Dodge.



Stone Junction: Una epopeya alquímica”, publicada por Alpha Decay por segunda vez tras una primera edición bajo el título de “Introitus Lapidis”, viene apadrinada por ser una recomendación expresa de Thomas Pynchon, quién de hecho firma el prólogo de la edición española, lo que ya es un aviso a navegantes sobre lo que pueden encontrarse en esta novela llena de posibilidades escasamente rematadas.

Daniel es un joven huérfano criado por una madre peculiar a la que ve morir demasiado pronto. Con una exquisita y heterogénea educación proporcionada por la la más secretísima de las organizaciones secretas AMO (La Alianza de Magos y Forajidos), el joven Daniel y sus inigualables talentos buscará frenéticamente averiguar quién fue el asesino de su madre al tiempo que se verá inmerso en una misión que le llevará hacerse con un diamante descomunal en cuyos misterios alquímicos puede esconderse el misterio de la existencia.

No es de extrañar la admiración de Thomas Pynchon por esta novela, ya que si se la dan a leer aun lector que conociera su obra sin especificar el autor podría afirmar que la habría escrito él y no el desconocido Jim Dodge. Y es que “Stone Junction: Una epopeya alquímica” comparte buena parte de  las inquietudes y características de la obra de Pynchon mezclando realidad y ficción en torno a la mitología del acervo norteamericano al tiempo que se pasa por el forro las formulas convencionales en torno a cómo ha de estructurarse una novela.

No, el principal interés de esta historia no está tanto en lo que cuenta Dodge como en disfrutar del despliegue de extraordinarios personajes que pueblan sus páginas y que de un modo u otro concilian la fantasía streampunk con la ortodoxia dickensiana, la intriga del mejor bestseller con el delirio poético beat y haciendo del poker, las conspiraciones, las drogas y el camino los puntos cardinales que definen los Estados Unidos mágicos e imaginados de nuestra ficción moderna.

En fin, “Stone Junction: Una epopeya alquímica” está lejos de ser una novela redonda y más cerca de la consideración de novela fallida desde la perspectiva del pensamiento único y convecional, pero precisamente ello la enaltece y la convierte en una novela valiente y sorprendente, imaginativa y heteródoxa capaz de dar una vuelta de tuerca en una única novela a todo el imaginario que Pynchon ha ido formulando a lo largo de toda su obra literaria.

Yo sí fuera Pynchon me cabreraría ante este monumento literario contracultural y pop, pero él como es un grande hasta le escribió el prólogo. Genio y figura.  

viernes, 8 de marzo de 2013

Didier Comès (1942-2013)



Ayer fue un día triste para el mundillo del Cómic. Murió el exquisito autor belga DidierComès, un maestro del claroscuro que nos deslumbró especialmente a lo largo de los ochenta, con una obra corta pero selecta que por esas cosas de la vida actualmente se está saldando  en la mayoría de las librerías españolas.

Comès tras iniciarse profesionalmente en periódicos y revistas como “Le Soir” y “Spirou” pasó a publicar en "Pilote" a principios de los setenta  series como “Ergün l'Errant”, “Le maitre de Silence” y  “L'Ombre du Corbeau”.

 Sin embargo, empezó a ser un autor reconocido internacionalmente a partir de la publicación de obras claves como “Silencio”, “La Belette” o “Iris” a las que seguirían La Sombra del Cuervo”, “El Árbol Corazón, “La Casa donde sueñan los árboles”, “Las Lágrimas del Tigre” o “La Última Partida”, de la que ya escribí por aquí.

Onírico y poético, Comès supo insuflar en sus obras crudeza y belleza con enorme dosis de sensibilidad. Un auténtico poeta de las viñetas ganador del Yellow Kid.

D.E.P.