miércoles, 25 de noviembre de 2009

Jordi Bayarri, ganador del Premio de Novela Gráfica “Dibujando Entre Culturas”.

José Maria Carrasco, editor de Viaje a Bizancio, me hace llegar la noticia del fallo de la primera edición de “Dibujando Entre Culturas”, un nuevo premio de novela gráfica, dotado con la golosa cantidad de 15.000 euros y la publicación de la obra ganadora por la editorial Viaje a Bizancio.

Bayarri ha ganado el premio con “Las extraordinarias aventuras de Nicholas Campion y Mordechai Feingold. El manuscrito perdido de Darwin”, una aventura que definen “para todos los públicos” que transcurre en el Mediterráneo y que Viaje a Bizancio publicará en Octubre del año que viene.

Creo que todos estos premios enfocados a la historieta hay que promocionarlos.

Mi enhorabuena a Bayarri y larga vida a “Dibujando entre Culturas”.

Más detalles aquí y debajo una página de la obra ganadora.

“El Monte de las Ánimas”, de David Rubín.




SM ha iniciado ha desembarcado en el mundo del cómic con la publicación de atractivas obras literarias adaptadas por un elenco de jóvenes y prometedores artistas españoles y europeos de contrastada calidad en cuidadas ediciones bastante asequibles de precio enfocadas a un público joven (joven de mente quiero decir, claro). Un movimiento realmente interesante en el que me ha sorprendido la selección de “El Monte de las Ánimas”, una de las historias a las que yo tengo más cariño e hizo hace muchos años que me aficionara a esto de los cómics. Les cuento.

Cuando era yo un criajo de seis o siete años, mis bienintencionados padres me regalaron un álbum titulado “Historias Fantasticas de Ayer y de Hoy” en cuyo interior se recogían historias de ciencia ficción y fantasía que releí y releí durante años (de hecho, todavía creo que el álbum debe andar por casa de mis padres) hasta prácticamente a aprendérmelas de memoria. Entre ellas, destacaba una gran adaptación a “El Monte de las Ánimas”, el genial cuento de Gustavo Adolfo Bécquer, que pronto se convirtió en mi favorita no sólo por sus fantásticos y macabros dibujos –de un dibujante que pasados los años todavía no he logrado localizar- y esa tonta afinidad infantil que hace que nos identifiquemos con las historias que guardan algún elemento común con nuestra corta vida. Precisamente por esa idealización infantil de aquella historia andaba yo un tanto receloso con la nueva versión de la historia realizada por Rubín. Sin embargo, tras su lectura, no hay motivo para el recelo pues aunque este realiza una estupenda versión poco tiene que ver con la que yo tanto he disfrutado (no tengo ni idea siquiera si Rubín la conocerá). Les cuento.

Alonso es un noble soriano que participa junto a su prima Beatriz la víspera del día de Difuntos en una cacería en el conocido Monte de las Ánimas. Mientras regresan a casa, este relata a su prima las sangrientas razzias que tuvieron lugar en el monte entre nobles y caballeros templarios y la leyenda popular que asegura que los muertos aquel día se levantan de sus tumbas para retomar su combate en un día como aquél. Beatriz no toma en serio a Alonso y sus leyendas y cuando este le pide que le regale su pañuelo esta no se le ocurre mejor idea que acceder a su deseo siempre y cuando vaya a buscarlo esa noche de difuntos al monte maldito. ¿Será capaz Alonso de recuperar el pañuelo de Beatriz?¿Se levantan realmente los caballeros templarios de sus tumbas la noche de Difuntos?¿Logrará Beatriz conciliar el sueño? Tendrán que leerse el tebeo (o las “Leyendas” de Bécquer) para enterarse.

David Rubin realiza una versión fiel a la obra de Bécquer, respetuosa con el original y al mismo tiempo renovadora y moderna estéticamente. Rubín incorpora al propio Bécquer como un personaje más de la historia concibiéndole en el momento de la escritura de la leyenda, otorgándole un papel importante (¿Por qué los que tanto ensalzamos la obra de Poe tenemos tan olvidado al genial Gustavo Adolfo, probablemente el padre de la literatura fantástica española?) como narrador de la historia. Rubín se mustra muy inspirado, manteniendo su característico estilo enérgico y expresivo en la frontera del relato ilustrado logrando un cuidado equilibrio entre la fuerza visual que imprime a sus dibujos y el origen literario de la funte. La influencia de Max, como ya quedara constancia en “Cuaderno de Tormentas”, sigue siendo palpable, y tanto por estructura como estilo puede considerarse su adaptación de “El monte de las Ánimas” complementaria de aquella obra.

Espero que la versión de Rubín cautive a más de un/a chaval/a a esto de los cómics como me pasó a mí hace ya tanto tiempo. Desde luego, encontrará tanto en el elegante estilo de Rubín como en la maravillosa leyenda de Bécquer elementos suficientes para ello. Sólo hace falta que padres y educadores se enteren de la disponibilidad de estas obras, claro...

Otras obras de David Rubín en El lector impaciente:

Cuaderno de Tormentas”.

Sonny Trinidad.





Por Flora y Fauna, me entero de la muerte de Sonny Trinidad, uno de los dibujantes filipinos que, como Alex Niño o Alfredo Alcalá, de la mano de Tony de Zuñiga desembarcó en la Marvel de los setenta. Trinidad fue probablemente el menos conocido de todos y el que menos renombre obtuvo pero, aun así, dejó muestras de su calidad en series como “Drácula lives!”, “La Espada Salvaje de Conan”, “Kull, el Conquistador”o “El hijo de Satán” o”Deadly Hands of Kung Fu”.

D.E.P.

Unas muestras de su trabajo:

martes, 24 de noviembre de 2009

“Thorgal: El escudo de Thor”, de Yves Sente y Gzergorz Rosinski.

Fijense si es ciclotímico esto de ser lector de cómics que los más memoriosos recordarán mis dudas cuando comentamos en anteriores entregas de esta serie (si no las recuerdan pueden pinchar en el enlace de abajo) respecto a la continuidad de esta tras la marcha de Van Hamme y la incorporación de Yves Sente a los guiones. Temía que Sente iba a ser incapaz de revitalizar una serie que llevaba demasiado tiempo anclada en esquemas repetitivos y sólo mantenía el interés gracias a la labor gráfica de Rosinski. Y, sin embargo, tras leer esta última entrega publicada por Norma Editorial, creo que se abre una puerta a la esperanza. Les cuento.

En este segundo álbum, Sente reinicia el arco argumental abierto en la anterior entrega, “Yo, Jolan” y asistimos a las aventuras de Jolan en el Entremundo gobernado por Manthor, quien sigue probando a los cinco talentosos jóvenes a los que ha salvador la vida en la anterior entrega para elegir aquel al que depara un destino excepcional. Definitivamente, el elegido por Manthor será aquel que logre antes de tres días llevarle el escudo de Thor que se encuentra en Asgard. Mientras tanto, en Midtgard, el pequeño Aniel, hijo de Kriss de Valnor y Thorgal, es secuestrado por la misteriosa Cofradía de de la Magia Roja quiénes creen que en el joven se reencarnará en el fundador de su Cofradía, Kahaniel.. ¿Qué misteriosa relación une a Manthor y a Kahaniel con el pequeño Aniel?¿Superará Jolan las nuevas pruebas de Manthor? ¿Rescatará Thorgal a Aniel? Tendrán que leerse el tebeo para enterarse.

En esta nueva entrega nos encontramos con un Sente mucho más centrado que en “Yo, Jolan” y parece que hasta cierto punto da marcha atrás en su proyecto de convertir al hijo de Thorgal y Aaricia en el protagonista absoluto de la serie, abriendo una nueva subtrama protagonizada por Thorgal y dando más detalles sobre el origen del misterioso Manthor, en una demostración más de lo apresurado de su incorporación a la serie ofreciendo interesantes expectativas. Sente construye un álbum de fantasía bastante entretenido, en la línea de los buenos tiempos de Van Hamme cuidando con mimo el desarrollo de las tramas al tiempo que el álbum permite su disfrute como aventura independiente y generando el suficiente interés en el lector como para probar con la siguiente entrega, estirando de este modo un poco más una fórmula que parecía que ya no daba más de sí después de la titubeante anterior entrega.

En el aspecto gráfico, Rosinski vuelve a demostrar su excelente nivel y aunque mantiene el uso de la acuarela en lo que parece es una decisión definitiva que a mí particularmente no me parece que case bien con el estilo de la serie aunque muestre su versatilidad a la hora de hilvanar dentro de la serie la historia del origen de Manthor con un estilo más caricaturesco que contrasta con su brillantez narrativa y la fantástica ambientación del Entremundo donde vive Manthor y los distintos habitantes que le sirven en su castillo.

En definitiva, “El escudo de Thor” es una lectura bastante entretenida que no creo decepcione a los seguidores fieles de una de las series más longevas del cómic europeo y que cuenta con la suficiente calidad para atraer nuevos lectores a la misma, demostrando una vez más Sente su capacidad para relanzar series que parecían apocadas al cierre. La edición de Norma en la colección Pandora a mí me parece excelente en la relación calidad-precio tal y como está el mundo del cómic, aunque no todo el mundo opine igual. Ustedes deciden.

Más "Thorgal" en El lector impaciente:

El Sacrificio”.
Yo, Jolan”.


Otras obras de Rosinski y Sente en El lector impaciente:

La venganza del conde Skarbek

lunes, 23 de noviembre de 2009

“Incógnito”, de Ed Brubaker y Sean Phillips.


Mucho esperaba de “Incógnito”, la serie limitada de seis números que acaba de publicar Panini Cómics en un cuidado volumen, y es que cualquier trabajo firmado por el guionista estrella de la Marvel, Ed Brubaker, se espera como agua de mayo por los aficionados al anodino género superheroico, mas si cabe, si Brubaker hace equipo con su socio habitual, Sean Phillips, un dibujante con el que se entiende a las mil maravillas y con el que ya ha colaborado en numerosas ocasiones. Sin embargo, el regusto que me ha dejado esta obra es agridulce ya que, aun reconociendo que estamos ante una obra entretenida, por encima de la media de su género, he encontrado a faltar ese punto de originalidad y agudeza que a un guionista de la calidad de Brubaker hay siempre que demandarle. Les cuento.
Zack es un ordinario archivero en una ciudad de medio pelo, un oficinista anónimo que fantasea con su compañera de trabajo y tiene como único amigo al pesado de la oficina. Hasta aquí todo normal, sin embargo, Zack no es para nada un hombre normal. En otra época, junto a su hermano gemelo Xander, era conocido como Zack Aniquilación y era uno de los supervillanos más temidos del país. Sin embargo, tras la muerte de Xander, Zack ayudó a enchironar al jefe de los malos y renunció para siempre a vestir un pijama y usar sus poderes, acogiendo una nueva identidad a través del programa de protección de testigos. Sin embargo, Zack no es feliz con su nueva existencia y cuando descubre que todavía puede usar sus superpoderes volverá a ponerse el antifaz para sentirse vivo, sin sospechar que ese desahogo le va a poner en el punto de mira de sus antiguos compinches y de los chicos buenos. ¿Saldrá Zack con bien de esta? ¿Descubrirá su verdadera identidad?¿Héroe o villano? Tendrán que leerse el tebeo para enterarse.

Brubaker y Phillips vuelven tras los seis años pasados tras la publicación de “Sleeper” a ofrecernos una nueva obra en la que indagan con inteligencia en la misma temática que ya exploraron en aquella con la principal novedad, en esta ocasión, de contar como protagonista de la historia con un supervillano, lo que en principio abría un atractivo abanico de posibilidades a explorar por ese agudo conocedor del género que es Brubaker. Sin embargo, Brubaker no es capaz después de seis años de ir más allá de esa magnífica historia que fue “Sleeper”, siendo “Incógnito” una obra acaso demasiado tributaria de aquella, ya que más allá de la etiqueta de “héroe” o “villano” estamos ante un protagonista del mismo perfil que Holden Carver, con el que comparte la misma ambigüedad moral –si el protagonista de “Sleeper” era un superhéroe que debido a su misión de incógnito debía actuar como un supervillano, en “Incognito” tenemos a un supervillano que actúa como un superhéroe- e idéntica inestabilidad psicológica, personajes que Brubaker maneja para analizar la naturaleza del enmascarado, sin llegar a conclusiones novedosas respecto a su anterior serie.
Incógnito” se sustenta fallida su premisa más ambiciosa en el oficio de Brubaker a la hora de transponer una trama clásica del género negro que tan bien conoce – el del malo que traiciona a los suyos y se acoge a un programa de protección de testigos- en una estructura moderadamente superheroica en la que renuncia a buena parte del artificio propio del género superheroico en pos de un realismo sucio que dé más verosimilitud a sus personajes. En ese sentido, Brubaker demuestra que no ha perdido la mano construyendo un elenco de villanos trabajado e interesante, bastante mejor caracterizado que los superhéroes que aparecen en la historia, personajes estos bastante apenas esbozados y que parecen influidos por los primeros héroes de los pulps, como Doc Savage o La Sombra. Brubaker dosifica correctamente la acción y se guarda una o dos sorpresas que demuestran que no ha perdido su talento hasta llegar a un desenlace que a mí me ha resultado decepcionante, optando por un final abierto que le permitirá retomar en el futuro a los protagonistas si lo desea pero que contradice la lógica de lo explicado hasta ese momento.

En el aspecto gráfico, un Sean Phillps como siempre cumplidor mantiene el pulso narrativo de la historia, con un estilo que se ajusta como un guante al de Brubaker, aunque quizás en esta ocasión resulte acaso demasiado sobrio para una historia a la que quizás le hubiera ido mejor otro estilo de dibujante, siendo el principal atracitvo de la obra a nivel gráfico el tratamiento del color basado en una paleta de colores fríos con la que Phillps logra efectos interesante utilizando la transición cromática para dar cohesión al conjunto en la composición de la página.

En definitiva, “Incógnito” no es para nada un mal tebeo, es un tebeo que si lo hubiera realizado cualquier otro estaríamos felicitándonos Sin embargo, a Brubaker y Phillips se le exige siempre el máximo y, en esta ocasión, no está a la altura.

La edición de Panini es bastante correcta, con una buena introducción de Raúl López a la obra de Brubaker y un didáctico artículo sobre el pulp firmado por Javier Jiménez Barco y José Miguel Pallarés, contando como principal defecto –aparte de algún giro raro en la traducción- no incorporar las excelentes portadas dobles de cada uno de los episodios realizadas por Phillps.


Otras obras de Ed Brubaker y Sean Phillps en El lector impaciente:

La escena del crimen”.
Gotham Central”.
Sleeper
Criminal


Otras obras de Ed Brubaker en El lector impaciente:

Prez
The Fall”.

Enric Badia Romero, las mujeres y los duros inicios.

Pregunta: Al principio te costaba dibujar la figura femenina, pero poco a poco al tener que dibujar un buen número de historias románticas te vas especializando en ella. Ya trabajando para editoriales de Londres realizas varios cómics con chicas como protagonistas y con mayor libertad de desnudez que en España. ¿Cómo te documentabas?¿Observabas chicas al natural?. Antes no había Internet….

Badia Romero: Mucha fotografía. ¡Y fusilar a otros dibujantes!.Pepe González, que murió hace poco, me pillo rápidamente su estilo en mis dibujos. El problema es que pedían chicas muy jovencitas con un poco de forma y yo había dibujado mucha historieta heroica en plan Flash Gordon que era más clásica. Me costaba mucho.... No me salían las chicas que pedían... Me tenía que ir fijando en unos y otros. Un poco de aquí un poco de allá... A base de adaptarme... Además había dibujado antes a pocas chicas. En los cromos apenas salían...

(Enric Badia Romero, uno de los dibujantes españoles más populares internacionalmente y, al mismo tiempo, más desconocidos dentro de su propio país, habla en esta interesante entrevista que pueden leer completa aquí da un repaso a su carrera y habla sobre sus influencias y técnicas de trabajo. Badia Romero, creador de personajes como “Axa” y durante más de 20 años dibujante de “Modesty Blaise”, explica lo dificultoso que le resultó en sus inicios dar con el estilo de pin up que le requerían y cómo imitaba el estilo de otros dibujantes. Como pueden ver, después aprendió bastante bien a dibujar voluptuosas feminas...).










domingo, 22 de noviembre de 2009

Trailer de “Season of Witch” de Dominic Sena




Ay, Nic, Nic....Que tu mala cabeza te ha arruinado pero, ¿a quién se le ocurre comprarse dos castillos y estar cambiando de yate un mes si y otro también?...Te salva que eres uno de los nuestros y que el nuevo trailer largo de “Season of Witch” promete. A ver si reunimos entre todos las perrillas para que cubras las deudas con el fisco, que no me entere yo que te han embargado la colección de cómics…

En serio, la película no tiene mala pinta más allá que Dominic Sena no me haya emocionado nunca, aunque, por otro lado, cuenta con un Ron Perlman que siempre cumple. A partir de marzo, ya veremos en que queda esta historia de brujería, monjes y caballeros.

viernes, 20 de noviembre de 2009

Nominados Premio Expocomic 2009: son todos los que están, no están todos los que son.

Desde hace unos días ya tenemos nominados para los premios populares del Expocomic 2009. Probablemente son todos los que están aunque no estén todos los que son así que yo no seré de los que tire la piedra contra los encargados de hacer la selección (aunque si os chivo que los culpables son estos: Toni Guiral y Manuel Barrero; los editores de Panini Comics, Julian M. Clemente y de Astiberri, Javier Zalbidegoitia; el blogger Pedro Garcia; representantes de la librería especializada El Mono Araña, la web Trazos en el Bloc; el autor de cómic Jordi Bayarri y la propia organización de Expocomic). No, en serio, me parecen (al menos las que he leído que todavía tengo alguna pendiente) obras todas de gran calidad aunque para mí falte entre las mejores obras nacionales “Las Serpientes Ciegas” (Pedro justifica en UTCON las razones para la omisión, razones que yo no comparto, aunque ello tampoco importe demasiado, porque no puedes dejar de premiar una obra que creas lo merezca porque ya se haya llevado un premio importante por otro lado) y quizás le hubiera buscado un hueco a "Scalped" y a Jason Aaron. Ahí abajo os dejo la lista de nominados por categorías y los enlaces a las entradas que he dedicado a esas obras.

Se puede votar hasta el día 9 de Diciembre aquí. Suerte a todos los nominados.
Mejor Obra Nacional:
Olimpita” (Hernan Migoya y Joan Marín; Norma Editorial)
Las calles de arena” (Paco Roca; Astiberri)
El Juego de la luna” (Enrique Bonet y Jose Luis Munuera; Astiberri)
El Arte de Volar” (Antonio Altarriba y Kim; Ediciones DePonent)
Buñuel en el Laberinto de las Tortugas” (Fermín Solís; Astiberri)
Mejor Guionista Nacional:
Felipe Hernandez Cava (“Las Serpientes Ciegas”; BD Banda)
Enrique Bonet (“El Juego de la luna”; Astiberri)
Víctor Santos (“Demon Cleaner”,”Black Kaiser”, “La Sangre de las Valkirias”; Varias Editoriales)
Antonio Altarriba (“El Arte de Volar”; Ediciones DePonent)
Fermín Solís (“Buñuel en el Laberinto de las Tortugas”; Astiberri)
Mejor Dibujante Nacional
Fermín Solís (“Buñuel en el Laberinto de las Tortugas”; Astiberri)
David Lafuente (“Gata Infernal: Agente de la Iniciativa”; Panini Comics)
Rafa Sandoval y Roger Bonet (“El Increíble Hercules: Invasión Sagrada”; Panini Comics)
Jose Luis Munuera (“El Juego de la luna”; Astiberri)
Kim (“El Arte de Volar”; Ediciones DePonent)

Mejor Obra Internacional
La educación de Hopey Glass” (Jaime Hernandez; La Cupula)
Epicuro el Sabio” (Sam Kieth; Norma Editorial)
Black Summer” (Warren Ellis y Juanjo Ryp; Glenat)
Los Muertos Vivientes 8: Creados para sufrir” (Robert Kirkman y Charlie Adlard; Planeta DeAgostini)
Northlanders: El Regreso de Sven” (Brian Wood y Davide Gianfelice; Planeta DeAgostini)

Mejor Autor revelación:
Jefte Palo (“Invasion Secreta: Pantera Negra”; Panini Comics)
Joan Marín (“Olimpita”; Norma Editorial)
Julian Lopez (“Wonder Woman, Batman y los Outsiders”; Planeta DeAgostini)
Salva Espín (“WWH: El Día Despues Control de Daños”; “Hercules, Lobezno Primera Clase”; Panini Comics)
Matt Kindt (“Super Spy”; Norma Editorial)

Mejor Fanzine
Adobo 3
Andergraun 1
Gagarin 8
Hotel Safari 1
Carne Liquida 7

Mejor Comic On Line

Trailer de Ninja Assassin, el de Lego me dice más.



Bueno, trepidante película de artes marciales la que nos preparan los inefables Wachowski para estas navidades con esta propuesta de cine de artes marciales con unas coreografías de luchas tremendamente espectaculares que a mí, personalmente, me dejan cansado ante tanto despliegue físico. Sin embargo, la cosa tiene algunos peros sospechosos como que el director sea James MacTeigue, con el que ya colaboraron en la fallida adaptación de “V de Vendetta” y un argumento lleno de tópicos (niño entrenado por clan ninja para convertirse en una máquina de matar que decide vengarse cuando los ninjas malos matan a su amigo).

Esperemos que la cosa les salga entretenida, aunque, de momento, a mí me ha llamado más la atención este otro trailer que está bien chulo.

jueves, 19 de noviembre de 2009

“Gus 3: Ernest”, de Christophe Blain.

Ya saben que es motivo de alegría y alborozo para el autor de este blog la publicación de cada nueva obra de Christophe Blain en nuestro país, lo que no quita para que al mismo tiempo espere también en cada nueva obra una merma de la calidad de su obra porque, quieras que no la inspiración se agota, las musas te pueden abandonar o, simplemente, te coges un resfriado. Bien, después de haber leído la tercera entrega de su serie “Gus”, “Ernest”, publicada por Norma Editorial, puedo asegurarles que este francés tiene una salud de hierro, las musas le adoran y, de momento, su inspiración se mantiene intacta. Les cuento.
En “Ernest”, Blain sigue contándonos a través de cuatro nuevas historias las peripecias de Gus Flynn, un particular pistolero más preocupado por sus conquistas amorosas que por sus fechorías. Aprovechando la estructura en capítulos independientes de la serie, la primera historia se sitúa en un momento de la juventud de Gus, previo a los acontecimientos narrados en las anteriores entregas, en el que conoció a Ernest un antiguo forajido que se convirtió en su patrón, modelo y amigo, del que se separó, como no, por culpa de una mujer; en los siguientes capítulos, Blain recupera el curso temporal de la biografía de Gus para narrarnos sus peripecias tras abandonar a sus compinches en el anterior álbum, convertido nuestro protagonista en un afamado tahúr que va de ciudad en ciudad ganando siempre en las mejores timbas de póquer y conquistando a la mujer que desea. Sin embargo, cuando la buena racha se acaba, un Gus arruinado y perseguido aceptará ayudar a unos granjeros alemanes a defenderse de un ganadero que les hostiga y, por supuesto, en su camino se cruzará otra mujer. Ya no les cuento más que tienen que leerse el tebeo.

Aprovechando su versátil estilo, Blain vuelve a ofrecernos una nueva entrega del personaje con el que más disfruta en el género al que tiene más cariño, el Western, revisando, con su particular estilo, las referencias clásicas del mismo y dando un aire renovador a situaciones e imágenes que ya casi forman parte de nuestro imaginario colectivo. Bajo la mirada de Blain, personajes y situaciones reconocibles para cualquier amante del Western adquieriendo un nuevo significado oculto, detrás del enredo cómico con las que el autor presenta al personaje, en el que el autor esconde obsesiones constantes en su obra, la curiosidad por entender las relaciones interpersonales y la inquietud por conocer el mundo, huyendo de todo aburguesamiento, en el constante vagabundeo de sus protagonistas así como la constante revisión de un medio, el cómic, que maneja como pocos. En esta nueva entrega, Blain introduce la utilización de concisos cuadros de texto que sirven para contextualizar mínimamente la acción dentro de la serie tras la digresión abierta con la historia de juventud de Gus en Ernest y aprovecha su dinámico estilo para dotar de mayor expresividad, si cabe, el personaje principal, Gus caricaturizando en mayor o menor medida para dotarle de mayor expresividad mudando de estilo en función de la situación y contraponiéndolo al del resto de personajes que gozan de un acabado más realista. Blain logra de este modo una enorme plasticidad y una narración enormemente fluida y sencilla que sólo está al alcance de muy pocos.

Blain en este álbum ha escondido múltiples referencias, algunas de ellas directamente entroncadas con el cómic pudiendo encontrar en la fisonomía del joven Gus un remedo del "Freddy Lombard" de Chaland o referencias más o menos explícitas al “Lucky Luke” de Morris y Goscinny manteniendo, asimismo, las notas características de la serie se mantienen y refuerzan con un estilo minimalista, centrándose el autor en la expresividad de los personajes para construir los gags, prescindiendo de la composición clásica en viñetas para evitar recargar las páginas y dejando que la página en blanco sea el único fondo a la acción o un uso del color único que sirve para reforzar y ambientar magistralmente situaciones que, especialmente, en este álbum logra un acabado incluso superior al de las anteriores entregas al participar el propio Blain en el coloreado junto a Clemènce.

En definitiva, la serie “Gus” es de lo mejorcito que se está haciendo hoy en día en cómic en el mundo y Christophe Blain se mantiene como un pistolero alerta para seguir manteniendo el alto nivel alcanzado. Yo que ustedes no dudaría, forasteros.

Más obras de Christophe Blain en El lector Impaciente:

"Gus: Nathalie".
"Gus 2: Bandido Guapo"
"El reductor de velocidad".
"Isaac el pirata: Jacques".
"La Mazmorra: Amanecer".
"Sócrates, el semiperro: Héracles".

"Sócrates, el semiperro: Ulises"

Trailer de “Percy Jackson and: The lighting thief”, de Chris Columbus.



Un chico, el Percy Jackson del título, descubre de buenas a primeras que es un semidiós hijo de Poseidon y, junto a sus amigos de instituto, se enfrentará a todo tipo de criaturas mitológicas y conocerá a los dioses olímpicos en la búsqueda del ladrón del Rayo. Estamos ante una película en la estela de la serie HarryPotters (no en vano su director, Chris Columbus, ha dirigido un par de entregas de la licencia) con unos correctos efectos especiales y una parafernalia “teen” destinada a todos los públicos. A mí, el trailer me deja bastante indiferente, dejándome una sensación de “ya visto” que hace que esta película no se encuentre entre las que me apetece ver el año que viene. Para ver Titanes y Monstruos el año que viene me atrae más “The Clash of the Titans”. Para quién pueda interesar, la estrenarán en Febrero del año que viene

miércoles, 18 de noviembre de 2009

“Super Spy”, de Matt Kindt.

La literatura y el cine generalmente han ofrecido una imagen del espionaje sofisticada y seductora, agentes con extraordinarias habilidades capaces de salir airosos de las situaciones más comprometidas sin apenas despeinarse. Una visión, por otro lado, que seguramente poco o nada tenga que ver con la realidad de un mundo necesariamente furtivo y anónimo en el que el secretismo y la constante sensación de peligro deben ser moneda común, alejado del atractivo glamour predominante en el género. Quizás sea esa la causa que haya tenido que surgir en un medio todavía minoritario como es el cómic una obra minoritaria como “Super Spy” de un autor poco conocido como Matt Kindt para poner en entredicho y desmontar esa corriente mayoritaria del espionaje utilizando magistralmente para ello los recursos propios del medio en el que se maneja. Les cuento.

Kindt construye una obra coral ambientada durante la II Guerra Mundial recreando el día a día, en los distintos capítulos que conforman la obra, de distintos espías que desarrollan sus misiones y sobreviven de incógnito en Francia, Alemania o España. Personajes furtivos cada uno protagonista de su propia historia cuyos destinos se entrecruzan en una red de soledades y ambigüedades de la que todos están prisioneros. Kindt utiliza las convenciones típicas del género que suelen ser los motores de las historias de espionaje –las misiones, los códigos….- como meras excusas para introducirnos en la psicología de unos personajes en perpetuo peligro, huidizos y asustados en un planteamiento que humaniza la figura del espía.

En “Super Spy”, Matt Kindt consigue algo bastante complicado, dar con un planteamiento realmente original en un género tan manido como el de espías, logrando a través de los recursos propios del cómic, mantener al lector en un estado de perpetua alerta e incomodidad respecto a la experiencia lectora, logrando transmitir la tensión que debía vivir un espía tras las líneas enemigas durante la II Guerra Mundial e intentando implicar al lector en la historia como un espía más. Kindtt consigue plenamente su objetivo mediante un estilo de dibujo minimalista y elegante, medidamente ambiguo, y una narración arriesgada que rompe con el habitual orden lineal para permitir la lectura de la obra en cualquier orden transponiendo hábilmente al cómic los hallazgos literarios de Cortázar en “Rayuela”, aunque, al igual que en el caso de Cortázar, exista un orden de lectura sugerido por el autor. De este modo, “Super Spy” es una obra que gana en lecturas e interpretaciones quedando al albur de cada lector descubrir la profundidad introspectiva con la que el autor retrata y esboza a los distintos personajes en su aislamiento o quedarse en la mera lectura superficial de la obra más cercana a las convenciones del género.

En definitiva, “Super Spy” es una obra arriesgada y original como pocas, un “cómic total” que aúna las tendencias más modernas y experimentales del cómic moderno con el clasicismo de un genero que pocas veces decepciona, convirtiendo a Matt Kindt en un autor a seguir en la línea de los Ware, Blutch o Thompson. Yo que ustedes no me la perdería.

martes, 17 de noviembre de 2009

“Lobezno: El viejo Logan”, de Mark Millar y Steve McNiven.

Como la mayoría ya sabe, en el manido mundo de los superhéroes Marvel está todo inventado y en la actualidad sólo contamos con revisiones más o menos acertadas que, por lo general, sólo entusiasman a aquellos que por edad o ignorancia no conocen la rica historia de unos personajes a los que, por desgracia por intereses puramente económicos, no se les respeta como se debería. La penúltima ha llegado a bombo y platillo por parte de Marvel con “El viejo Logan”, una historia protagonizada por un Lobezno anciano en una realidad alternativa, volviendo a juntar tras "Civil War" a un equipo artístico de postín, Mark Millar y Steve McNiven, y que en España acaba de publicar Panini seriada dentro de la colección regular de “Lobezno” en cinco entregas (de la 42 a la 47).

En una noche aciaga los supervillanos masacraron a los superhéroes y se repartieron Estados Unidos (del resto del mundo porque, como dice uno de los personajes, “a quién le importa”) Tras muchos años, pocos de los antiguos héroes sobreviven… Algunos como un ciego Ojo de Halcón malvive trapicheando con drogas mientras que un anciano Lobezno ha renunciado por completo a su naturaleza heroica y vive en una granja perdida junto a su mujer y sus hijos. Obligado por las deudas y la amenaza de sus caseros, Logan acepta un trabajo del que desconfía: acompañar a Ojo de Halcón en un misterioso viaje de costa a costa por una Norteamérica desvastada que puede significar la última esperanza de los héroes frente al Imperio de los malos.

Partiendo de una idea que no es completamente nueva (John Byrne y Chris Claremont ya nos presentaron a un Lobezno anciano que incluso moría heroicamente a lo largo de la historia en la fantástica “Días del Futuro Pasado” en el ya clásico “X-Men 141” y ss), Millar se da el gustazo de hacer lo que le da la gana con el personaje una vez más tras su anterior etapa ("Lobezno: agente de S.H.I.E.L.D.”) para ofrecer una entretenida “road movie”, supuestamente crepuscular, cuyos máximos atractivos son comprobar cómo ha evolucionado América tras la desaparición de los superhéroes y averiguar que produjo el rechazo de Lobezno de su rol heroico.

Para no cansarse demasiado a la hora de caracterizar a este nuevo viejo Logan y el mundo en el que vive, Millar directamente toma como base referencias cinematográficas obvias reconocibles por cualquiera como la estupenda “Sin Perdón” de Eastwood o la saga “Mad Max”, y otras menos evidentes como la del general ciego interpretado por Al Pacino en “Esencia de Mujer” para caracterizar a un Ojo de Halcón que si no es porque Millar no los cuenta nadie podría imaginarse que está ciego. Y con estos mimbres urde, sin demasiado esfuerzo, una historia simple y entretenida en los que dosifica correctamente los misterios aunque carezca de la épica que antaño disfrutábamos en los tebeos Marvel, resuelta con una incoherencia sólo admisible desde el “vale todo mientras venda” que impera ahora en los Cómics Marvel.

En el aspecto gráfico, Steve McNiven, un buen dibujante en la línea de Bryan Hitch, hace un buen trabajo a la hora de desarrollar las ideas de Millar, con un tratamiento cinematográfico de la narración que se ajusta a lo demandado por el guionista quien le proporciona sobradas ocasiones para su lucimiento.

En definitiva, “El viejo Logan” es un tebeo entretenido y bien narrado que tal y como andan las cosas hoy en día en el Universo Marvel no es poco aunque da la sensación que con un poco más de esfuerzo por parte de Millar podría haberse logrado una historia algo más atractiva. Eso sí, en este tebeo al Lobezno ideado por Len Wein y agigantado por Claremont y Miller, en este tebeo no le reconoce ni su padre.

Otras obras de Mark Millar en El lector impaciente:

The Ultimates
The Ultimates 2
Wanted
Civil War
Superman: Hijo Rojo