
Mucho esperaba de “Incógnito”, la serie limitada de seis números que acaba de publicar Panini Cómics en un cuidado volumen, y es que cualquier trabajo firmado por el guionista estrella de la Marvel, Ed Brubaker, se espera como agua de mayo por los aficionados al anodino género superheroico, mas si cabe, si Brubaker hace equipo con su socio habitual, Sean Phillips, un dibujante con el que se entiende a las mil maravillas y con el que ya ha colaborado en numerosas ocasiones. Sin embargo, el regusto que me ha dejado esta obra es agridulce ya que, aun reconociendo que estamos ante una obra entretenida, por encima de la media de su género, he encontrado a faltar ese punto de originalidad y agudeza que a un guionista de la calidad de Brubaker hay siempre que demandarle. Les cuento.


Brubaker y Phillips vuelven tras los seis años pasados tras la publicación de “Sleeper” a ofrecernos una nueva obra en la que indagan con inteligencia en la misma temática que ya exploraron en aquella con la principal novedad, en esta ocasión, de contar como protagonista de la historia con un supervillano, lo que en principio abría un atractivo abanico de posibilidades a explorar por ese agudo conocedor del género que es Brubaker. Sin embargo, Brubaker no es capaz después de seis años de ir más allá de esa magnífica historia que fue “Sleeper”, siendo “Incógnito” una obra acaso demasiado tributaria de aquella, ya que más allá de la etiqueta de “héroe” o “villano” estamos ante un protagonista del mismo perfil que Holden Carver, con el que comparte la misma ambigüedad moral –si el protagonista de “Sleeper” era un superhéroe que debido a su misión de incógnito debía actuar como un supervillano, en “Incognito” tenemos a un supervillano que actúa como un superhéroe- e idéntica inestabilidad psicológica, personajes que Brubaker maneja para analizar la naturaleza del enmascarado, sin llegar a conclusiones novedosas respecto a su anterior serie.


En el aspecto gráfico, un Sean Phillps como siempre cumplidor mantiene el pulso narrativo de la historia, con un estilo que se ajusta como un guante al de Brubaker, aunque quizás en esta ocasión resulte acaso demasiado sobrio para una historia a la que quizás le hubiera ido mejor otro estilo de dibujante, siendo el principal atracitvo de la obra a nivel gráfico el tratamiento del color basado en una paleta de colores fríos con la que Phillps logra efectos interesante utilizando la transición cromática para dar cohesión al conjunto en la composición de la página.
En definitiva, “Incógnito” no es para nada un mal tebeo, es un tebeo que si lo hubiera realizado cualquier otro estaríamos felicitándonos Sin embargo, a Brubaker y Phillips se le exige siempre el máximo y, en esta ocasión, no está a la altura.
La edición de Panini es bastante correcta, con una buena introducción de Raúl López a la obra de Brubaker y un didáctico artículo sobre el pulp firmado por Javier Jiménez Barco y José Miguel Pallarés, contando como principal defecto –aparte de algún giro raro en la traducción- no incorporar las excelentes portadas dobles de cada uno de los episodios realizadas por Phillps.

Otras obras de Ed Brubaker y Sean Phillps en El lector impaciente:
“La escena del crimen”.
“Gotham Central”.
“Sleeper”
“Criminal”
Otras obras de Ed Brubaker en El lector impaciente:
“Prez”
“The Fall”.
3 comentarios:
Leí hace poco el primer número de "Criminal" y la verdad es que me decepcionó un poco. No estaba mal, pero no me pareció nada del otro mundo. Viendo tus comentarios, mejor pruebo con el segundo de Criminal que con este ;-)
Concido contigo, Pablo, en que si este comic lo hubiese firmado cualquier otro autor estaríamos hablando maravillas de él, pero a Brubaker veremos que tal su nueva obra Stumptown) cada día le exigimos mucho más y esto nos suena a ya leído. En cuanto a Philips, tan solvente y espectacular, para mi, como siempre.
Saludos
Akbarr,
Por lo que recuerdo, la segunda entrega de "Criminal" es mejor que "Incógnito".
Crowley,
Suele pasar, Crowley, y es lógico cuando un autor demuestra su calidad que se le exija que no se acomode. De todos modos, Brubaker quizás sea demasiado prolífico y eso merme sus últimas creaciones que, aun así, no dejan de ser lecturas agradables.
Impacientes Saludos.
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