viernes, 11 de marzo de 2011

“Hágase el Caos. Lux”, de Hernández Cava y Bartolomé Seguí.


En la neblinosa Londres de los años cincuenta un hombre camina por las poco transitadas calles con una bomba bajo el brazo…Así comienzan las primeras páginas de “Hágase el Caos. Lux” la esperada primera parte de la nueva obra de los flamantes ganadores del Premio Nacional del Cómic 2009 Hernández Cava y Seguí que acaba de publicar Norma Editorial y en la que los autores se acercan al género de espías.

Alex, un químico forense de Scotland Yard de origen serbio, es informado del atropello de su madre quién le llevó al Reino Unido de pequeño y con la que mantenía una distante relación tras haberla ingresado en una residencia. Cuando Alex empieza a investigar la misteriosa muerte, irá descubriendo que su madre era una persona muy diferente a la que creía conocer, relacionada con los grupos opositores al carismático líder yugoslavo Tito, convirtiéndose en una pieza más en una partida de espionaje entre los servicios secretos británicos, el MI15 y el MI16, y los opositores que planean atentar contra la vida de Tito en su primer viaje al extranjero.

Hágase el Caos. Lux”, como buena historia de género que es, engancha desde el inicio gracias a su inteligente planteamiento elíptico, la cuidada ambientación y caracterización de los personajes -emparentada directamente con los Greene, Le Carré o Ambler, clásicos literarios que hicieron grande el género en la posguerra mundial, a los que los autores homenajean en esta historia compleja y documentada en torno a una de las figuras históricas más carismáticas y controvertidas de la segunda mitad del siglo pasado, el mariscal Tito- y el profundo conocimiento del medio que atesoran los autores. Y es que no nos engañemos esta historia en mano de otros autores menos expertos la historia de “Hágase el caos” resultaría en exceso previsible, farragosa y plomiza, sin embargo, el equipo formado por Cava&Seguí manejan inteligentemente los recursos del cómic para envolver al lector y mantenerlo atrapado en la densa neblina en la que se enmascara una trama en la que los misterios se encadenan sin parar, haciendo para el lector avezado en el género realmente agradable la presentación de tópicos y convenciones comunes al tiempo que el neófito directamente, alucinará ante la aparente sencillez en que la compleja trama es presentada.

Las numerosas cartelas y cuadros de texto se sitúan estratégicamente para no entorpecer sino complementar la detallista labor gráfica de Seguí y Hernández Cava -considerado por muchos como “el mejor” guionista de cómics del país- es un escritor lo suficientemente dotado como para atrapar con su prosa al lector con la descripción de los personajes y la contextualización de la historia, reforzando la atmósfera opresiva y neblinosa que es capaz de insuflar el dibujante mediante la sabia administración de una paleta de colores apagados y oscuros a la historia y transmitiendo al lector toda la tensión latente que la obra requiere, resultando el conjunto de la labor de los dos autores perfectamente compensado.

Quizás el único pero que se le pueda poner a “Hágase el Caos. Lux” es su carácter de obra incompleta que deja al lector con la miel en los labios a la espera de su conclusión en el segundo álbum aunque, imagino, que ello se deba a las exigencias editoriales de adaptar la obra al formato álbum de cuarenta y ocho páginas en lugar de haber presentado la obra en su conjunto en un único volumen unitario. Aun así, se trata de un excelente, culto, ameno y fiel acercamiento a uno de los géneros populares que nunca han de faltar en nuestras librerías. Ojalá la conclusión no se demore en exceso.

Otras obras de Cava&Seguí en El lector impaciente.

Las Serpientes Ciegas

jueves, 10 de marzo de 2011

“Conan, El Cimmerio: El Coloso Negro”, de Timothy Truman y Tomás Giorello.


Retomo la lectura de la serie de Dark HorseConan, El Cimmerio” que viene publicando Planeta mensualmente con la curiosidad de comprobar como ha resuelto esta vez el equipo creativo formado por Timothy Truman y Tomás Giorello la papeleta de adaptar uno de los relatos protagonizados por el cimmerio más celebrados de Robert E. Howard,El Coloso Negro” que ya contara con una formidable adaptación al cómic realizada por los clásicos Roy Thomas, John Buscema y Alfredo Alcalá en los setenta que los talluditos leímos en el “Super Conan 7” y actualmente está disponible en “La Saga de Conan 10”.

Tras abandonar de nuevo Cimmeria, Conan se ha enrolado en un ejército de mercenarios al mando de Almaric El León conocido como Los Compañeros Libres que sirven al mejor postor. Tras una larga campaña sirviendo al reino de Ofir, son contratados por la bella regente del reino de Khoraja, Yasmela, quién ve sus fronteras amenazadas por sus ambiciosos vecinos y un misterioso profeta de Set, Nasthok al que apodan El Escorpión, quién ha reunido un poderoso ejército entre los pueblos del desierto para arrasar con los Reinos Hiboreos del Norte empezando por la débil Khoraja para hacerse con su reina. Nathok ,que en realidad es la personificación de un hechicero vuelto a la vida tras tres mil años, tiene como esclavo a un colosal demonio negro que le sirve acosa en sueños a la bella Yasmela quien se pone bajo la protección de l dios Mitra el cuál la encomienda que ponga su ejército al mando del primer hombre que se encuentre por la calle que no es otro que cierto mercenario borracho llamado Conan. Para saber como acaba la cosa tendréis que leeros los tebeos (o el relato de Howard).

Como decía, Truman y Giorello tenían complicado realizar una adaptación satisfactoria de una de las mejores historias del Cimmerio sin embargo hay que reconocer que resuelven la papeleta más que satisfactoriamente y aunque no hagan olvidar el clásico aprovechan con habilidad la riqueza del mundo hyboreo creado por Howard para, respetando la esencia de la historia narrada por Thomas y Buscema, enriquecerla con nuevos matices que en aquella quedaron más desdibujados profundizando en los personajes secundarios como Yasmela, Almaric o el mismo Nathok quien en algunos momentos eclipsa al cimmerio y dando cohesión al relato cronológico de los relatos de Howard presentando algunos otros personajes como Sergius que se volverán a cruzar en el futuro inmediato del protagonista. Timothy Truman siempre me ha parecido un guionista muy inteligente y todavía no he leído un cómic suyo que no haya sido como mínimo entretenido y, en la comparación con Thomas, resulta menos literario y más ordenado en la presentación ordenada de la historia.

En el aspecto gráfico, sería sonrojante comparar al bueno de Tomás Giorello con un monstruo como John Buscema en una de sus más inspiradas historias. De hecho, Giorello es consciente de ello y se nota que ha estudiado el trabajo de Buscema– si os apetece comparar ambas historias hay algunas viñetas en las que prácticamente solo cambia un poco la perspectiva respecto a las soluciones de Big J.- pero por otro lado sabe encontrar soluciones gráficas novedosas con algunas composiciones de páginas espectaculares y una cuidada narración muy compenetrada con la labor de Truman y el colorista José Villarrubia, con lo que Giorello, que ya ha salido bien parado de la comparación con Richard Corben en el anterior arco argumental de la serie, vuelve a salir reforzado a la espera de “enfrentarse” con otra vaca sagrada del cómic norteamericano como el veterano Joe Kubert en los próximos números del que ya podemos disfrutar en la segunda parte del número 12 de la edición de Planeta (que se correspondería con el 14 de la edición americana), un entretenido episodio de relleno que sirve para caracterizar el tipo de relación que mantiene Conan con Yasmela.

En fin, “Conan, El Cimmerio” es una agradable lectura y una excelente serie, bien complementada por los acertados artículos de Francisco Calderón, cuya edición quizás Planeta debería haber cuidado más publicándola directamente en tomo en lugar de en grapa (y publicar el tomo dentro de…¿un año, dos años?). Por lo menos, espero que las ventas permitan acabar la serie que ya ha sido clausurada en Estados Unidos por Dark Horse.

Alcatena, los superhéroes y Conan.

P: Usted dijo en un reportaje del 96:”Al dibujante argentino no le gusta dibujar superhéroes, le interesa sólo por la paga”. Es resaltante, que dentro de su variada temática de sus publicaciones, se encuentren los superhéroes más destacados de la Marvel y la DC, incluyendo también la fantasía heroica encarnada en Conan el Bárbaro ¿Cual es el balance personal de su desempeño en el exigente mercado norteamericano? ¿Se siente satisfecho con lo realizado? ¿A qué se debe su fascinación por el personaje de Conan?

Alcatena: Cuando yo dije eso fue el 96. Todavía, comparativamente, había pocos dibujantes argentinos de superhéroes. Entonces hablaba desde la perspectiva de mi generación. A los dibujantes mayores que yo, no les interesaban los superhéroes, quizá los que vinieron después sí. Varios, realmente, no sé si les gustan mucho, pero ellos se educaron más con los superhéroes y se esfuerzan mejor por dibujar esos personajes. Hasta mi generación, yo era uno de los pocos que leía superhéroes. A los historietistas mayores no les interesaban para nada, no les entusiasmaban. Salvo Silvestre Szylagyi que era la solitaria mosca blanca, un lector fanático y la única excepción.

Yo me formé con las Novaro y más tarde descubrí las Marvel y me encantaron. Hasta ese momento no había interés por superhéroes en Argentina. A mi si me gustó dibujarlos y disfruté mucho algunos de los trabajos que hice para ellos. Fue un poco el sueño del pibe, dibujar a Batman, el personaje que uno ha leído de chico, dibujar Los Cuatro Fantásticos. Era gratificante pero fue un tiempo y ya está, no me interesaría volver a hacerlos, es más, porque la forma de hacer superhéroes que a mí me gusta, no es la que está en boga. El tratamiento que hoy en día se le da a ese género no me resulta interesante. No me gusta siempre la temática “realista” o “madura”. Para mí los superhéroes deben tener una cuota de ingenuidad, pues es absolutamente para chicos. Ahora lo veo muy adulto y el superhéroe para adultos, no me lo creo mucho. Salvo Watchmen que es una obra maestra, pero es otra cosa. Entonces fue una época de dibujante que disfruté. Es un mercado severo, pero no más que otros. Exigente en la medida que es muy riguroso con el cumplimiento de los tiempos de entrega, pero no les interesa que el trabajo sea superlativo, sino que esté a tiempo.

Conan es diferente porque es otra cosa, tiene que ver más con mis gustos permanentes. Cuando lo descubrí en el comic de Barry Smith el 70-71, fue descubrir la fantasía heroica, poco después también descubrí las novelitas de Conan, con las famosas tapas de Frazzetta, que me deslumbraron totalmente. Me gustaba porque el género de la fantasía heroica, de espada y brujería me resultaba muy cautivante. El hecho de mezclar la antigüedad, que siempre me había fascinado, con lo sobrenatural, con lo mítico, pero en clave de invento: Capas y espadas con brujería, era un coctel irresistible por todas las imágenes que suscitaban, pues está muy imbricado con toda la literatura de la épica: El rey Arturo, La Ilíada, los cuentos fantásticos de Las mil y una noches. Todo eso se encontraba en Conan.

Fue un personaje que me encantó. Me agradó mucho lo que se hizo en el comic, el trabajo de Barry Smith, de John Buscema. Eso sí, disfruté enormemente cuando hice mi temporada de Conan a principios de los noventas, porque ahí me sentía más a mis anchas. Era el universo en que a mí me gustaba moverme, no tanto el ámbito urbano de los superhéroes, sino este mundo más antiguo de espada, pues disfrutaba recreándolo. Conan es un personaje que me sigue cautivando. No haría esa fantasía del héroe musculoso si no me interesara tanto. Las cosas que hacemos con Eduardo Mazzitelli están inscritas en la fantasía también.
(Como parece que el trabajo de Enrique Alcatena nos gusta a unos cuantos y es un autor a reivindicar en España, enlazo la entrada anterior con un extracto de una de las más interesantes exhaustivas y recientes entrevistas que circulan por la blogosfera del dibujante argentino. Se trata de una extensa entrevista dividida en tres partes realizada por Gabriel Zárate para la FIL 2010 de Lima. Podéis leer la entrevista completa la podéis leer aquí, aquí y aquí).

miércoles, 9 de marzo de 2011

Trailer de “Dylan Dog: Dead of The Night” de Kevin Munroe.

Os comento con algo de retraso el trailer de la próxima versión cinematográfica de “Dylan Dog”, el estupendo fumetti de terror creado por Tiziano Sclavi y Angelo Stanos para Bonelli y que aquí viene publicando a capa y espada Aleta Ediciones desde hace algunos años.

En fin, a mí el trailer me ha repateado bastante y por momentos me recordaba más a un “Blade” blanco (versión cinematográfica) que a “Dylan Dog”. Habrá que ver la peli pero si por lo menos sirve para consolidar definitivamente la serie en España durante unos cuantos años más y ganar unos cuantos lectores bienvenida sea.

“Imperator”, de Enrique Alcatena y Eduardo Mazzitelli.

Ha desembarcado en nuestras librerías de rebote a través de una edición de la peruana Ediciones Contracultura algunos ejemplares de “Imperator”, en el qu se recogen los doce capítulos de este peplum que el dibujante argentino realizase formando equipo con el también argentino Eduardo Mazzitelli para el mercado italiano en 2005 en un veterano tandem del que por aquí esta es la primera obra que nos llega.Nicias, hijo ilegitimo del Emperador es educado con esmero con su madre para entrar al servicio de su padre y sucederle. Sin embargo, cuando Nicias se presenta ante este es despreciado por su magno progenitor que le rechaza. Desalentado, Nicias vagabundea por las sendas de la Antigüedad realizando imposibles hazañas y viviendo aventuras que acrecientan una fama que despierta los celos de su padre quién envía uno tras otros a sus hijos legítimos a acabar con Nicias quién solo desea contar con el cariño de su padre. ¿Se reconciliarán padre e hijo o acabarán el uno con el otro en una lucha fraticida que desangre el Imperio mientras los dioses observan? Si no sois dioses, tendréis que leer el tebeo para averiguarlo.

Curiosamente, Alcatena y Mazzitelli invierten la tendencia en los peplums modernos como el meritorio “La Edad de Bronce” en los que predomina una búsqueda un tanto obsesiva del realismo para embarcarse en una aventura fantástica en la que revisitan los mitos clásicos elaborando la leyenda de su propio héroe, Nicias, cuyo vagar se convertirá en el vehículo idóneo para que Alcatena versione a las principales criaturas mitológicas en una Antigüedad fantástica basada en la cultura grecorromana en la que los humanos convivían con naturalidad con dioses, monstruos y titanes, y explorar constantes de los mitos clásicos como las tirantes relaciones paternofiliales.


A partir del correcto planteamiento de la historia de un Mazzitelli que sabe potenciar las cualidades de su compañero, Alcatena se explaya en lo que mejor se le da, recrear mundos barrocos, bellos y oníricos haciendo gala de todo su virtuosismo gráfico en un blanco y negro apabullante, de viñetas hipnóticas en las que el lector puede recrear la vista durante horas, aprovechando sus conocimientos literarios (no en vano es profesor de Literatura) en una obra en la que da lo mejor de sí mostrando en toda su magia, gloría y esplendor una época idealizada en la que realidad y ficción convivían y se retroalimentaban con naturalidad.

En definitiva, la aparición por el medio que sea de un cómic de Alcatena en España y más si atesora la calidad gráfica de “Imperator” siempre es una grata noticia y, hasta que alguna editorial patria se dé cuenta de la calidad que atesora este artista, esperemos que nos siga llegando este tipo de material desde allende los mares. Los seguidores españoles de Alcatena lo agradeceremos.

martes, 8 de marzo de 2011

“La colina de Watership”, de Richard Adams.

Hay libros que disfruto con especial agrado. Aquellos que deberían haberse cruzado en mi vida mucho antes dado los lugares comunes por los que hemos transitado y que, por una u otra razón, se han mostrado esquivos hasta que alguien de confianza me lo ha recomendado (y yo he hecho caso a la recomendación, que tampoco es fácil). Es lo que pasa con “La colina de Watership de Richard Adams cuya mi referencia en la memoria era una película de dibujos animados que en su momento no vi y su lectura por un carismático personaje en una exitosa serie de televisión que al parecer ha ayudado a volver a poner la obra en el candelero. Y, sin embargo, más allá de las modas televisivas, “La Colina de Watership” es una novela que está llamada a convertirse -si no lo es ya- en eso que llaman un "clásico moderno" a poco que le den una oportunidad. ¿Y de qué va esta novela? Pues de conejos.

La Colina de Watership” describe la épica aventura de un grupo de conejos que encabezados por Avellano abandonan la apacible y agradable madriguera en la que viven siguiendo la advertencia de un sueño premonitorio del hermano de Avellano, Quinto. Tras diversas peripecias, los conejos se instalarán en la tranquila colina que da título a la obra y seguirán viviendo diversas aventuras en pos de su supervivencia y la de su madriguera.

Lo mejor que se puede decir de “La Colina de Watership” es que es una obra que trasciende las interpretaciones, las edades y los géneros siendo plenamente disfrutable desde un niño de primaria hasta desencantados jefes de ventas devoradores de libros de autoyuda y liderazgo. No tengo muy claro si Richard Adams cuando se iba inventando sobre la marcha la historia que sirve de punto de partida a la novela para entretener a sus hijos en los largos trayectos en coche lo tenía claro pero lo cierto es que el resultado final es una obra enormemente rica en interpretaciones que partiendo de la tradición fabulística de clásicos como Esopo o La Fontaine enlaza con la Orwelliana “Rebelión en la Granja” (con la que guarda más de una similitud) y sirve de antecedente a lo que últimamente viene publicando con acierto un Sam Savage.

Adams desarrolla con acierto una historia equilibrada en la que tanta importancia tiene la caracterización de los distintos personajes –cada uno con virtudes y características con los que resulta fácil identificarse- como una trama presentada con sencillez de la que derivan tantas posibilidades interpretativas como potenciales lectores devoren sus páginas . A partir de las distintas madrigueras conejiles que plantea, Adams realiza un profundo estudio de la sociología humana al tiempo que se permite un curioso ejercicio metaliterario elaborando“parábola dentro de la parábola” al incorporar en la sociedad de los conejos que conforman la madriguera héroes y mitos y leyendas que enriquecen la obra más allá del mero relato fantástico, convirtiendoun cuento para niños en un elegante guiño a las llamadas ciencias racionales.

En definitiva, cuando terminéis de leer “La Colina de Watership” os preguntaréis qué clase de conejos sois, qué clase de conejo os gustaría ser, en qué tipo de madriguera vivís y en cuál os gustaría vivir. La respuesta a esas preguntas os ayudarán a descubrir qué tipo de persona sois. Una novela imprescindible

Día de la mujer trabajadora 2011.

¡¡FELICIDADES A TODAS !!

Trueno 5.

Acuso recibo con cierto retraso de la aparición de un nuevo número de "Trueno", la revista que La Asociación de Amigos del Capitán Trueno sigue publicando contra viento y marea. Aparte de un buen número de interesantes artículos, para abrir boca el número cuenta con una portada inédita de Antonio Bernal que no está nada mal.

Más información aquí.

lunes, 7 de marzo de 2011

Trailer de “Arrugas”, de Paco Roca.

Primeras imágenes de Arrugas, la adaptación del cómic de Paco Roca


El primer trailer de la versión animada del multipremiado cómic del valenciano Paco Roca.

Tengo dudas sobre como soportará el cambio de medio a pesar de la supervisión del autor pero, a pesar de ello, no dejéis de leer un tebeo mayúsculo.

“La otra América”, de Alex Ross, Ed Brubaker y Butch Guice.

Con el arco argumental “La otra América”, publicado en los números 60 a 63 de la numeración de Panini, se cierra el sexto volumen del “Capitán América” antes de reiniciar la numeración de nuevo por estas cosas del marketing editorial y dejar paso a la rimbombante “Edad Heroica”. Un arco argumental en el que se vuelve a apreciar lo absurdo de un modelo editorial en el que priman los criterios de venta y de entrecruzamiento de colecciones antes que primar la libertad creativa y la planificación de un autor.

En “La otra América”, Bucky y el Halcón siguen los pasos del fugado Capi de los Cincuenta quién se ha puesto en cabeza de un grupo paramilitar de descontentos que en lugar de refunfuñar contra el Estado como hace quién más quién menos se han armado y planean un macroatentado cataclísmico. Mientra Bucky –o sea el nuevo Capi- intenta de incógnito integrarse en el grupo terrorista con la cobertura de El Halcón no es consciente de que el trastornado Capi de los años Cincuenta le ha descubierto y tiene grandes planes para él.

Si algunos de los puntos fuertes en los guiones de Brubaker son el conocimiento de las etapas clásicas del Capi, la excelente ambientación de las historias y el dominio de las tramas de espionaje de agentes dobles y encubiertos, como quedó sobradamente demostrado en series como “Sleeper” o”Incógnito”, leyendo los primeros números de “La otra América” da la sensación que Brubaker tenía los mimbres idóneos para desarrollar una aventura excelente al nivel que mostró en sus inicios en la serie que algunos tanto echamos de menos. Una historia, que enlaza con la excelente saga del Capi de los Cincuenta desarrollada en los años setenta por el mejor guionista que ha tenido el Capi, Steve Englehart, en la que Brubaker ahondaría en la psicología del personaje al tiempo que exploraba su desconcierto ante los Estados Unidos actuales contextualizándolo en el descontento actual existente en amplios sectores de la deprimida “América Profunda” donde los valores de ese capi intransigente y ultraconservador encajaban como anillo al dedo macerado todo ello a fuego lento en una trama de espionaje en el que la tensión y los giros argumentales mantuvieran en ascuas a los lectores durante meses. Supongo que ese era el plan que tenía Brubaker, plan que se fue al garete con la dichosa “Edad Heroica” y su renumeración de las series de la línea vengadora (aunque otra posible explicación más siniestra es que Brubaker fuese “invitado” a suavizar la historia dadas las críticas al primer número desde sectores afines al “Tea Party”) quedando toda la historia en un excelente planteamiento resuelta con oficio y un desarrollo tópico y apresurado de una historia con mimbres como para haber dado más de sí.

En el aspecto gráfico, pasa un poco lo mismo y el desarrollo de Ross también va de más a menos con un acabado de Butch Guice que no le va demasiado a Ross. Los primeros números de la historia resultan mucho más atractivos con un Ross motivado y dinámico que los últimos en los que especialmente las caras parecen deformadas y extrañas omitiéndose en ocasiones los fondos.

En definitiva, un irregular broche final que paradójicamente sirve para valorar todo el volumen de Brubaker desde la brillantez de los inicios a la mediocridad previsible de las últimas entregas. Esperemos que una vez pasado el sarampión del cambio, el trabajo de Brubaker en el capi de “La Edad Heroica” salga fortalecido pero a mí me da mala espina.

viernes, 4 de marzo de 2011

Neal Adams y The Groundhogs.


Vamos a ponernos clásicos para recordar (aunque siempre le tengamos presente) al gran Neal Adams en una de sus trabajos menos conocidos.



Se trata de la portada, contraportada y cómic interior que realizó en 1972 para The Groundhogs, una de las mejores bandas británicas de rock de principios de los setenta y de la que hoy casi nadie se acuerda (menos The Jam que versionaron con tino uno de sus mejores temas, “Going underground”, pero esa es otra cuestión…). Un inspirado Neal Adams presentó en la portada del álbum “Who will save the world? The Mighty Groundhogs!” a los tres miembros del grupo que lo realizaron como todos unos superhéroes dispuestos a llevar a cabo su misión..



A continuación, una de las mejores canciones del disco, “Wages of Peace”, con un video setentero que parece realizado por Valerio Lazarov.



Robledo y el guión de cómic.

TB: ¿Creéis que existen algunos límites acerca del papel y el alcance que debe jugar el texto en la historieta?

José Manuel Robledo: En clase siempre les digo a los alumnos que el cómic es un medio visual: hay que contar las cosas con imágenes. Sólo cuando lo que intentas contar es demasiado denso se debe recurrir al texto. Pero siempre he creído que es un error emparentar el texto del cómic al texto novelesco; yo creo que se debe huir de lo literario. Para mi el texto en cómic tiene más que ver con el guión cinematográfico. El desarrollo del diálogo, incluso del monólogo interior, debe ser más cotidiano y accesible aunque se pueda en ocasiones derivar hacia algo más poético o profundo (en la vida real también pasa). Pero no entiendo esos cómics en los que el guionista de turno aprovecha cada acotación para hacerse valedor del Premio Planeta inundando cada viñeta de texto, la mayoría de las veces redundante consigo mismo y con la imagen. Mi novia dice que nunca ganaré un premio de guión porque los cómics que ganan esos premios suelen tener al menos un 60 % de la página dedicado al texto. Yo creo que la página perfecta de guión es aquella en la que has conseguido contar lo que querías sin el apoyo de ningún texto y KG tiene unas cuentas así.

(José Manuel Robledo y Marcial Toledano, autores de la recomendable “Ken Games” –aquí, aquí y aquí- responden las preguntas de Toni Boix en ZN. La entrevista resulta realmente interesante pero especialmente me lo han parecido las reflexiones que realiza Robledo acerca del guión de cómic y el uso de la voz en “off”).

jueves, 3 de marzo de 2011

El Cartel de la Mostra Comic 2011 de Valencia.

Vía La Cárcel de Papel me hago con el Cartel de la Mostra Comic 2011 de Valencia, obra de un inspirado Paco Roca, que está que se sale. El motivo se inspira en el perturbador “La isla de los muertos” de Böcklin pero no ha sido la primera vez ni el primer autor que ha rendido homenaje en sus cómics a los cuadros del suizo, como se puede comprobar aquí.

Mujeres de papel: Hulka.

Nacida de la fértil imaginación de Stan Lee y de los hábiles lápices de un inspirado John Buscema como una Hulk femenina nada podía hacer pensar que aquella mujerona se iba a convertir en uno de los personajes femeninos más atractivos y queridos por los aficionados y uno de los más importantes secundarios del Universo Marvel.

Lee no se esmeró demasiado en el origen de Hulka compartiendo en su origen numerosos puntos de conexión con su primo el timorato Bruce Banner aunque con una sutil diferencia, tras la transformación que convertía a la apocada abogada Jennifer Walters en la gigante esmeralda merced a una transfusión de la sangre del primo esta mantenía tras el shock inicial su personalidad e inteligencia intacta lo que la convertía en un personaje mucho más maleable que su gigantón primo por aquella época cuyo intelecto no iba más allá de “Hulk aplasta”, “Hulk ser más fuerte”. La primera serie de “Hulka” duró apenas 25 números y no tiene nada especialmente reseñable pero el personaje era tan reseñable y simpático que John Byrne se lo apropió en buena hora para incorporarlo a “Los 4 Fantásticos” tras haber pasado previamente por el otro gran supergrupo de la Casa de las Ideas “Los Vengadores”.

Byrne dio a Hulka su personalidad definitiva y no contento con ello desarrolló al personaje en una nueva serie propia que fue de lo mejorcito dentro del género a finales de los ochenta y principios de los noventa, “The Sensacional She-Hulk” que llegó a los sesenta números. Un inspirado Byrne dinamitó definitivamente todas las convenciones en una serie en la que los elementos cómicos y la interpelación constante de la protagonista a los lectores daba un aire de originalidad y frescura a la serie. Hulka en su versión de mujer liberada y sexy de los noventa llegaba a asumir con naturalidad su rol de personaje de cómics abriendo un campo de posibilidades que Byrne supo explorar como nadie en el que seguramente sea su canto del cisne en Marvel.
Tras la cancelación de la serie y aún manteniendo una presencia constante en las series Marvel los distintos intentos de relanzar al personaje con distintas series regulares guionizadas por Dan Slott y Peter David y otras miniseries no han tenido el éxito esperado, sumido el personaje en la misma depresión continua que la mayor parte de los superhéroes Marvel. Una lástima porque Jen ha sido uno de los personajes más frescos y originales de la Compañía de las Ideas, aunque siempre nos quedará la Hulka de Byrne (siempre y cuando alguien se decida a reeditarla, claro).





miércoles, 2 de marzo de 2011

Gilgamesh en España

001 Ediciones ha sido la que ha tenido el buen tino de publicar este "tebeo olvidado" del que hablamos por aquí. Espéremos que venda lo suficiente para que le acompañen pronto otras obras de Robin Wood.

“Hellblazer: Ingresado”, de Peter Milligan y otros..

Cuarta entrega ya de las aventuras de John Constantine firmadas por el británico Peter Milligan que reúne los números 267 a 270 de la serie regular norteamericana. Milligan se ha convertido en el dueño y señor de la serie introduciendo nuevas situaciones y personajes como se muestra en este nuevo arco argumental en el que recupera a uno de sus grandes personajes, Shade, el hombre cambiante.

Tras una monumental bronca, las cosas no andan muy allá entre Constantine y Epiphany su nueva amiga especial. Los sentimientos encontrados por haber golpeado a su compañera en no recuerda muy bien qué circunstancias chocan con la realidad cuando aparentemente esta empieza a desmoronarse ante sus ojos. Ingresado de nuevo en un psiquiátrico público, John va a tener que recurrir a un viejo conocido que no guarda precisamente un buen recuerdo de él, Shade, el hombre cambiante. ¿Escapará ileso Constantine del psiquiátirco?¿Le perdonará Epiphany? ¿Está nuevamente maldito John o simplemente loco? Tendréis que leeros el tebeo para descubrirlo.

Retomar un personaje tan reconocible para el aficionado e insuflarle nueva vida proponiendo nuevas ideas y situaciones no resulta tan sencillo como pueda presuponerse. Milligan le ha puesto ganas y ha convertido la serie regular de “Hellblazer” en una lectura realmente entretenida en la que nos sorprende entrega a entrega con nuevas alternativas. En esta ocasión, estamos ante un arco de transición que tiene como principal reclamo la presencia de Shade, el hombre cambiante, un personaje creado por Steve Ditko que permanecía en barbecho hasta que sirvió de carta de presentación para el gran público de Milligan en una de las series más sorprendentes del sello Vertigo. Milligan retoma la situación de los personajes rescatando el único encuentro anterior entre ellos ocurrido en la serie para explicar el recelo que siente Shade hacia Constantine y al tiempo se guarda una última sorpresa que dará bastante que hablar en la próxima entrega.

En el aspecto gráfico, la presencia de Bisley se reduce a las portadas recayendo toda la responsabilidad gráfica en el dúo italiano conformado por Camuncoli/Landini. Si en anteriores entregas les otorgaba el beneficio de la duda en esta ocasión me las han despejado definitivamente con un resultado excesivamente discreto para una serie que se merecería un dibujante titular de mayor calidad que se alternara con Bisley. Camuncoli y Landini son buenos narradores pero con un estilo bastante impersonal y un tratamiento del aspecto de los personajes que no me acaba de convencer para una serie del corte de “Hellblazer”, emborronando la buena labor de un Milligan que propone una lectura entretenida que se lee con agrado.

En definitiva, una etapa la de Milligan que está resultando realmente divertida y se lee con agrado insuflando nuevas posibilidades a una propuesta que parecía inevitablemente llamada a repetirse.

Nominados del Salón de Barcelona: valoración y apuestas.



Desde ayer se ha hecho publica la relación de nominados a los XXIX Premios del Salón de Barcelona organizado por Ficomic y enseguida se ha abierto el debate acerca de los mismos planteando una serie de cuestiones interesantes.

Es cierto que este debate paralelo no es nuevo y en cierto modo forma parte del “espectáculo” pero ello no debe servir para que la organización no escuche algunas de esas voces críticas y plantearse para futuras ocasiones establecer algún tipo de mecanismo para proteger el propio prestigio de los premios si realmente lo que se pretende es ensalzar calidades y no potenciar simplemente marketings o currículums personales.

En mi opinión, habría que evitar los premios “de oportunidad” tanto en categorías -¿alguien entiende y da credibilidad a un premio a la mejor adaptación cinematográfica de un cómic? ¿Qué pasará con este premio cuando dejen de estar de moda esas adaptaciones?- como en la selección de las obras evitando nominar series que no hayan concluido aún o nominando en todo caso arcos concretos o episodios puntuales que destaquen dentro de los mismos. “The Walking Dead” es una maravillosa serie, avalada por las ventas -¡¡¡200.000 ejemplares vendidos en España se dice pronto!!!- y una adaptación televisiva que ya hemos comentado…hasta el momento pero parece aventurado nominar como mejor obra extranjera una serie abierta que no sabemos si en el futuro va a mantener la calidad –y de hecho sería discutible incluso que lo publicado a lo largo de este año es mejor que lo publicado en años anteriores- pueda figurar ya en el palmarés que de un modo u otro es lo que queda y se hace también difícil de entender que se haya quedado fuera de las nominaciones –que para mí son más importantes que quién gana finalmente salvo sorpresa mayúscula- alguna obra de calidad incuestionable como “Notas al Pie de Gaza” que destacamos aquí.
Por otro lado, no sé si las peticiones de mayor transparencia o conocer la identidad de los que votan son requisitos necesarios. En los Oscar no se sabe quiénes son los famosos miembros de la Academia ni las intrahistorias que se mueven entre bambalinas ni falta que hace pero lo que deberían plantearse desde Ficomic –aunque quizás ya lo hayan hecho, claro- es saber a qué modelo de premios optan, a uno en los que prime la popularidad o la calidad. Una duda que edición tras edición no acaba de resolverse y que inevitablemente siempre va a generar polémica.

En fin, tras esta perorata, publico los nominados con mi apuesta subjetiva acerca de los premiados en rojo que no coincide necesariamente con mis gustos personales. A ver cuántos acierto este año…

Mejor obra
Blacksad 4. El infierno, el silencio, de Juan Díaz Canales y Juanjo Guarnido (Norma Editorial)
El invierno del dibujante, de Paco Roca (Astiberri)
Ken Games 3: Ciseaux, de José Manuel Robledo y Marcial Toledano (Diábolo Ediciones)
Autobiografía no autorizada 3, de Nacho Casanova (Diábolo Ediciones)

Mejor guión
Blacksad 4. El infierno, el silencio de Juan Díaz Canales y Juanjo Guarnido (Norma Editorial)
El invierno del dibujante, de Paco Roca (Astiberri)
Ken Games 3: Ciseaux, de José Manuel Robledo y Marcial Toledano (Diábolo Ediciones)
Duelo de caracoles, de Pere Joan Y sonia Pulido (Ediciones Sins Entido)

Mejor dibujo
Blacksad 4. El infierno, el silencio
, de Juan Díaz Canales y Juanjo Guarnido (Norma Editorial)
El invierno del dibujante, de Paco Roca (Astiberri)
Ken Games 3: Ciseaux, de José Manuel Robledo y Marcial Toledano (Diábolo Ediciones)
Jazz Maynard 4. Sin esperanza, de Raule y Roger (Diábolo Ediciones)

Autor revelación
Ximo Abadía
Jesús Alonso Iglesias
David Sánchez
Martín Tognola

Mejor revista
Cthulhu
(Diábolo Ediciones)
Dolmen (Dolmen Editorial)
Retranca (Retranca Editora)
Usted está aquí (Dibbuks)

Mejor fanzine
Adobo
Andergraün
El Naufraguito
Zocalo

Mejor librería especializada
Arkham
Joker
Madrid Cómics
Universal

Premio a la divulgación
Borja Crespo
Santiago García
Pedro Porcel
Yexus

Mejor obra extranjera
Asterios Polyp, de David Mazzucchelli (Ediciones Sins Entido)
En mis ojos, de Bastien Vivès (Diábolo Ediciones)
Los muertos vivientes, de Robert Kirkman y Charlie Adlard (Planeta DeAgostini)
Wilson, de Daniel Clowes (Random House Mondadori / Ediciones La Cúpula -edición en catalán-)

Mejor película basada en un cómic o donde la historieta sea protagonista
El Gran Vázquez, de Óscar Aibar
Kick Ass, de Matthew Vaughn
María y yo, de Félix Fernández de Castro
Scott Pilgrim vs The World, de Edgar Wright