viernes, 19 de febrero de 2010
jueves, 18 de febrero de 2010
“All Star Superman”, de Grant Morrison y Frank Quitely.


En “All Star Superman”, ante todo, Morrison destaca a mi modo de ver por dos cualidades principales que no han sido siempre frecuentes en su carrera: astucia y comedimiento. La astucia, que no está reñida con la genialidad mal encauzada de muchas de sus creaciones sino que en este caso la complementa, al ser capaz de obviar las convenciones asentadas sobre Superman desde los tiempos de Moore o Byrne y definir un icono ingenuo e inocente y su rico universo partiendo de los cómics de la “golden age” sabiendo actualizarlos lo suficiente como para no insultar por ello la inteligencia de los lectores contemporáneos y aprovechando al máximo el talento de un Quitely inspirado para dar con el acabado gráfico idóneo de los personajes que canalizara adecuadamente su mensaje. Por otro lado, comedimiento al no dispersar su aluvión de ideas en su caótico planteamiento habitual ofreciendo un desarrollo medido, más pausado y lógico que, sin regalar nada al lector, es disfrutable tanto por aquellos capaces de desentrañar las múltiples referencias manejadas por el escocés como por los que tan sólo quieren disfrutar de una historia de superhéroes entretenida que se disfruta tanto en su lectura número a número como de corrido.

Morrison sitúa a su Superman como un eslabón más en la necesidad humana de crear iconos en los que proyectar sus ideales en una tradición que probablemente se remonte a las cavernas y cuyas nuevas encarnaciones están aun por llegar. Y, aunque el escocés no deja palo por tocar en la profundidad de su ecléctico estudio –desde la mitología a las grandes religiones pasando por la filosofía o incluso la ópera y las nuevas tecnologías- de la figura del superhéroe es capaz de reducir toda su proposición al armazón fundamental de una buena historia de superhéroes, sus maniqueísmos y sus convenciones, su optimismo y su humor primario, pero dignificando sin complejos un género y un medio todavía ninguneado en pos de su infantilización mercantilista mostrando su viabilidad siempre y cuando se disponga del talento necesario.

En el aspecto gráfico, Quitely da la medida e incluso supera cualquier expectativa, logrando una espectacularidad cercana con un dibujo lleno de matices que no se constriñe a supeditarse a la partitura ideada por Morrison sino que la exalta logrando trasladar a las viñetas la esencia de Superman sin recurrir a una impostada épica hueca como probablemente ningún dibujante anterior haya logrado. Morrison y Quitely colaboran de antiguo con excelentes resultados pero es en este “All Star Superman” en el que su simbiosis alcanza una perfección pocas veces vista, dejando al icono remozado y brillante para afrontar el cambio de década imperturbable a la espera de una nueva revisión.

“All Star Superman” es uno de los tebeos que no hay que perderse de los que se publicaron el año pasado y resultaría encomiable el esfuerzo realizado por Planeta en su edición sino fuera por el consabido y garrafal error con el asunto de la repetición de portadas. Una auténtica lástima que hubiera precisado un esfuerzo por parte de la editorial en su corrección que a mí no me consta que se haya producido.

miércoles, 17 de febrero de 2010
Trailer de “Centurion” de Neil Marshall.
Bueno, bueno.. Casi se nos pasa con lo que me gustan a mí la última de romanos que nos prepara el bueno de Neil Marshall. La peli se centra en la leyenda de la legión desaparecida y da su propia versión del tema. En apenas dos minutos de trailer, se ven “influencias” desde “Gladiator” a “El Ultimo Mohicano” pasando por películas tan sospechosas como “King Arthur”. Como reconozco que me encantan estos blockbusters, espero disfrutarla como un enano si se llega a estrenar por estas tierras. ¿Y vosotros?
“The Mighty 1”, de, Peter J. Tomasi, Keith Champagne, Chris Samnee y Peter Snejbjerg,


En Estados Unidos, surge el superhéroe definitivo a mediados de los cincuenta que responde al nombre de Super…(perdón, Alfa Uno), dedicado como todo buen superhéroe que se precie a hacer el bien. Alfa Uno cuenta la colaboración de Omega, una organización policial (¿?) financiada con el merchandaising que su figura genera dedicada a realizar el trabajo sucio que el héroe genera (ruedas de prensa, control de daños, etc). Cuando el capitán de Omega muere asesinado en extrañas circunstancias, el cargo recae en el ayudante de aquél, el agente Cole, un joven fascinado por Alfa Uno desde que le salvó en su niñez pero que pronto empieza a replantearse la figura del héroe.

En los primeros seis números de “The Mighty”, Peter J. Tomasi al que muchos consideran un futuro Geoff Johns, propone un cómic correcto y entretenido pero no excesivamente original en el que desarrolla una trama de intriga y criminal centrada en el personaje de Cole y su relación con Alfa Uno. Las referencias de Tomasi a “Watchmen” o “Supreme” son más que evidentes pero también se pueden encontrar ecos de otros muchos cómics en los que se pretende explorar el concepto de superhéroe, como “Marvels”, o incluso series regulares como “Powers” y “Astro City”. De lo leído hasta el momento, nos encontramos ante un tebeo en que la íntriga se encuentra bien dosificada se van acumulando los misterios sin haber llegado aun al clímax de una serie en la que espero un giro de los acontecimientos que evite que todo sea tan evidente como Tomasi y el coguionista Keith Champagne apuntan en estos números.

En el aspecto gráfico, Tomasi se asocia con el danés Peter Snejbjerg con quién ya colaborará en “Starman” o en la estupenda “La brigada de la luz” a la hora de desarrollar la historia. Snejberg es un dibujante más que correcto y que no gusta de excesivas florituras y que encuentra en una narración sencilla su principal virtud con lo que el tebeo resulta una lectura agradable. El dibujante de los números cinco y seis es Chris Samnee, un artista en la línea de Snejbjerg, cuyo trabajo sigue la misma línea que el primero con lo que la ausencia del titular estos números (en los que la cosa empieza a ponerse más interesante) no se nota demasiado.
La correcta edición de Planeta se completa con una galería con las cubiertas originales y un artículo introductorio de Toni Boix.
En fin, si “The Mighty” es una historia meramente correcta o un tebeo superior a la media del género dependerá del próximo volumen. De momento, es un tebeo de superhéroes superior a la media y, tal como está actualmente el género, no es poco. Ya me cuentan, si acaso.
martes, 16 de febrero de 2010
“No hay bestia tan feroz”, de Edward Bunker.

Max Dembo acaba de salir en libertad condicional dispuesto a convertirse en un ciudadano ejemplar y dejar atrás una infancia y una juventud dedicadas al robo y la estafa. Sin embargo, conforme va desarrollándose su nueva vida en Los Angeles, Max irá comprobando lo difícil que es recuperar algo que nunca se ha tenido y lo fácilmente que los viejos hábitos e instintos están dispuestos a aflorar en cualquier momento aun cuando tu agente de la condicional te vigile de cerca. ¿Será capaz Dembo de no caer en la tentación y no volver a delinquir?¿Violará la libertad condicional?¿Le cogerán? Tendrán que leerse el libro para saberlo.
Edward Bunker, convicto, escritor y actor (Mr Blue en “Rerservoir Dogs”), desde la base que le da haberse pasado la mitad de su vida entre rejas, construye una extraordinaria novela. Y no sólo por la apariencia de autenticidad que salta de sus páginas para describir la vida de un ladrón sin más oficio ni beneficio que el crimen, sino por un talento innato a la hora de construir y profundizar en la personalidad de personajes complejos e interesantes que a muchos le traerán ecos de películas más o menos conocidas (“Libertad Condicional” protagonizada por Dustin Hoffman fue la temprana adaptación de esta novela) pero que, realmente, tienen su base en esta obra. Bunker construye una novela en primera persona densa y absorbente en la que Max Dembo es una clara extensión de sí mismo. Un ladrón culto e inteligente que no se rige por más ley que el código no escrito de los ladrones y presidiarios e intenta adaptarse a un mundo que no entiende. Dembo poco a poco va rechazando su nueva vida y volviendo a los antiguos hábitos aun cuando es consciente a dónde le llevarán estos a la larga pero él únicamente hace aquello que sabe hacer.
Para el lector tan apasionante resulta asistir a la descripción exhaustiva de los bajos fondos de Los Angeles y los modos y conductas de los hampones de hace treinta años que realiza Bunker y que dan un fiel retrato de la América criminal y real tan alejada del Suelo como comprobar cómo el autor justifica cada una de las decisiones equivocadas del protagonista en un exhaustivo y profundo retrato psicológico de su compleja personalidad, perfectamente hilvanada con la trama de crímenes y delitos que sustenta la historia.
El estilo de Bunker está a la altura de los mejores del género como Ellroy o Leonard. Bunker se muestra como un escritor conciso y preciso, hábil y culto que se centra en la narración y evita datos superfluos.
En definitiva, “No hay bestia tan feroz” es una cita inexcusable para cualquiera que le guste darse una vuelta por el lado equivocado y salvaje de la vida instalado en la comodidad de las páginas de un libro y llevado de la mano de uno que lo conoció de primera mano, el gran Edward Bunker.
Big Culo Day 2010.

El fenómeno blogosferico de mayor éxito es sin duda el Día del Culo Grande y, para demostrar que los gafapastosos también entendemos del tema, ahí dejo mi póquer de culos de este año en el que la cosa para la mayoría va de idem. Que los disfruten, aquí más.

lunes, 15 de febrero de 2010
“Historias de San Valentín”, de Garry Marshall

“Historias de San Valentín” es una película de historias cruzadas ambientadas en el dichoso día de los enamorados (Esto lo estás o no lo estás pero no necesitas un día para que te lo recuerden, ¿no?), historias de parejas variopintas de distintas edades y situaciones cuyos destinos se van entrecruzando en tan empalagoso día. ¿Quieren saber más? Pues hagan como yo y acompañen a su pareja.
“Historias de San Valentín” es un producto típico y tópico ideado para hacer pasar a la gente por los cines en tan señalado día. Una comedia romántica agradable que a nadie ofende y se sustenta en el apañado plantel de estrellas que en ella participan y que, en la medida de lo posible, evitan compartir planos y secuencias entre sí. Como ya demostrara con “Pretty Woman”, Garry Marshall demuestra su habilidad para rodar este tipo de cintas y dar su espacio a cada uno y su habilidad como director de actrices, aunque en esta ocasión la historia resulta un tanto predecible a partir de la mitad de una cinta que aun así se deja ver con agrado (más si se es aficionado a este tipo de películas).
En fin, si no están enamorados o no disfrutan de las comedias románticas, aléjense de esta cinta como de la peste. En caso contrario, disfruten de una cinta que cuenta con todos los elementos para hacer pasar a todas las parejitas por taquilla. Y si no, al tiempo.
Jan y el fracaso.

R: El fracaso: mi vocación real eran los dibujos animados, tema en el que me especialice. Pero en definitiva mi problema auditivo (soy sordo total desde los 6 años) me dificultaba enormemente controlar equipos humanos… Descubrí que trabajando sólo siempre conseguía lo que quería, pero una película era excesivo, un cómic no, y se me daba bien…
P:Cultura, relación del arte con el comic, la historia y adaptaciones noveladas. ¿Qué buscas en incluir temáticas alejadas de la normalidad de un cómic de superhéroes en el comic? ¿es más digerible por el público la parodia?
R: No lo sé, me limito a hacer lo que creo honestamente que puedo y debo hacer, hasta que dejen de comprarlo y tenga que pensar otra cosa. No busco complacer, que para mi es sinónimo de “telebasura”. Me dirijo a chicos de 12 a 18 años, y a esas edades no es nada pedagogico hacerles sólo lo que les guste. He rechazado hacer publicidad de MacDonals con Superlópez y eso lo dice todo. Creo que tengo menos lectores que Mortadelo y Filemón porque soy más selectivo.
(Vía EntreComics, llego a esta interesante entrevista a Jan, el creador, entre otros, de “Superlopez” en la que hace un repaso a su carrera y opna sobre la situación actual del cómic. Me llama la atención –como siempre que leo este tipo de declaraciones, generalmente en autores de cómics veteranos- declare que casi no lee cómics. Y van…).
viernes, 12 de febrero de 2010
“Fabulas: Las Edades Oscuras”, de Mark Buckingham, Bill Willingham y otros.


Tras la victoria apabullante sobre el Adversario, las Fabulas victoriosas lamen sus heridas y disfrutan del momento pensando en iniciar las operaciones para recuperar el control de los mundos conquistados. Mientras que las fábulas asisten consternadas a la agonía de uno de sus miembros más queridos como consecuencia de las heridas sufridas en la guerra, en uno de los mundos sin control es liberada una nueva amenaza más peligrosa aun que el adversario dispuesta a vengarse de aquéllos que le encerraron, una amenaza capaz de arrasar Villa Fábula, terminar con todas las fábulas de un plumazo y convertirlas en meros zombis, el macabro Sr. Sombrío. ¿No se lo creen? Lean el tebeo.

“Las Edades Oscuras” supone un punto de inflexión en la serie en el que determinará para muchos si Willignham y Buckingham tienen todavía ideas interesantes (y sobre todo ganas) con las que entretenernos. En ese sentido, tras un número de relleno dibujando por un siempre interesante Michael Allred más naif que nunca, Willingham empieza a sentar las bases de la nueva etapa soltando lastre con la sorpresiva y dramática muerte de otro personaje carismático e incorporando una nueva amenaza aun mayor que la que ha tardado 75 números en describir en lo que se me antoja una solución poco imaginativa ya que en el nuevo ciclo repite los mismos elementos que figuraban los inicios de la serie, tanto que parece un “reset”. Así, volvemos a encontrarnos con las fábulas amenazadas, las disensiones en la granja y un enemigo aparentemente invencible.

Willingham mantiene su habilidad a la hora de recrear personajes y en esta nueva entrega asistimos a la aparición, aparte del Señor Sombrío (un personaje a medio camino entre el genio de “Aladdin” y el Joker con toques de “Hellraiser”) , de dos aventureros de capa y espada, Freddy y Ratón, basados en los personajes de Leiber, Fahrd y el Ratonero Gris o los simpáticos personajes que aparecen en el último episodio, Lord Mountbatten y Sam El Malo, que pueden dar bastante juego pero, también deja patente su opción por no continuar profundizando demasiado en los ya creados (si exceptuamos a Rosa Roja) cuya importancia cada vez es menor en unas tramas un tanto repetitivas.

En el aspecto gráfico, Buckingham se muestra cumplidor aun cuando hay algunas páginas en las que se nota un acabado apresurado y yo tengo que confesar que me gustaba más al inicio de la serie. Últimamente, parece demasiado obcecado en demostrar lo buen dibujante que es incorporando espectaculares splash page y grandes viñetas verticales que merman la narrativa aun cuando algunas de ellas resulten realmente espectaculares. Los otros dos dibujantes que se encargan de los últimos números, David Hahn y Peter Gross, realizan una correcta labor y aunque su talento no es comparable con el de Buckingham salvan la papeleta honrosamente dada las consabidas dificultades del titular de la serie para mantener la regularidad. Por otro lado, en este arco, James Jean realiza algunas de las mejores portadas de la serie lo cuál es decir mucho dado el nivel mostrado por este autor.

En definitiva, cabe exigir más a Willingham y Buckingham, autores que tan buenos momentos nos han hecho pasar en una serie que parece haber iniciado la cuesta bajo. Veremos en próximas entregas si son capaces de lograr que remonte el vuelo.
Más “Fábulas” en El lector impaciente:
“Tierras natales”
“Lobos”
“Las 1001 noches (y sus días)”
“Hijos del imperio”
“El buen príncipe”
“La Gran Guerra”.
jueves, 11 de febrero de 2010
Fandecomix out, Imagorama in.

Reproduzco la nota de prensa que me pasan:
Queremos darte a conocer la nueva web de IMAGORAMA el espacio en la red que sustituye a FANDECOMIX.
A nuestra mirada del mundo de la historieta, después de diez años en internet con fandecomix, añadimos nuestra mirada panorámica más allá de la técnica o el formato que la palabra implica dilatando el horizonte a las distintas expresiones creativas que configuran nuestro entorno visual y cultural.
IMAGORAMA. Revista digital de información y actualización diaria. Cine, libros, series de televisión, cómic, animación, teatro... y otras formas de expresión de la IMAGEN y la IMAGINACIÓN.
IMAGORAMA una mirada panorámica a la cultura de la imagen desde la red.
En IMAGORAMA seguimos apostando por la creación de los cómics continuando con la propuesta del tebeo online BAJO ZERO COMIX junto a la recreación de las imágenes del cine y del pastiche que nos ofrece AGUDEZAMUY´S un espacio para imagoramas con AGUDEZASMUY´S.
Continuamos con nuestro envío semanal de noticias via e-mail a través de la newsletter de imagorama.
Desde este instante queda inaugurada la web de IMAGORAMA. Solo para tus ojos ;).
Desde aquí pueden echarle un vistazo al invento y aquí a su blog. Mucha suerte.
“La Carretera” de John Hillcoat.

No sé si a estas alturas es necesario, pero les cuento por si hay algún despistado, que tanto en la novela como en la película se nos narra la historia de un padre e hijo anónimos que viajan hacia el mar atravesando unas tierras yermas y agonizante tras un cataclismo cuyo origen se desconoce. El mundo es un erial y los pocos supervivientes compiten entre sí por los alimentos disponibles convirtiéndose los escasos viajeros que transitan las antiguas carreteras en presas fáciles de bandas que se han dado al canibalismo. ¿Llegarán los protagonistas al mar? ¿Hay esperanza para un mundo agonizante?¿Se comerá el hijo a su padre? Tendrán que ver la película para enterarse.
Hillcoat contaba con todos los elementos para haber hecho una película grandiosa, sin embargo, temeroso ante la responsabilidad de adaptar a McCarthy, no ha sido capaz de insuflar personalidad propia a una cinta que seguramente a los que somos padres nos conmoverá y sobrecogerá igualmente pero que no se puede comparar al vigor desesperado de la novela original quedando meramente como una obra digna que no desmerece pero tampoco entusiasma. Las pocas matizaciones que el guión se permite están llamadas a suavizar el original para convertir la película en un producto más agradable al gran público, matizando buena parte del pesimismo y desesperación original para traicionarlo, y rozando, en ocasiones, la vulgaridad propia de cualquier superproducción de terror. Si el mensaje original y la desesperanza de la obra de McCarthy calan en el espectador, será debido al gran trabajo de un reparto excelente, en el que destacan por encima de todos un Viggo Mortensen, acostumbrado a encarnar todo tipo de antihéroes desesperanzados, y un joven Kodi Smit-McPhee que borda un papel enormemente complejo para alguien de su edad. Hillcoat no es capaz de sacar mayor partido a una fotografía excelente de Javier Aguirresarobe (si no está nominado debería estarlo), que mantiene una luminosidad crepuscular y agonizante en un mundo completamente gris, ni a la recreación acertadísima de una tierra agonizante en la que es fácil reconocer los vestigios de nuestro mundo.
En definitiva, “La Carretera” es una adaptación fiel y una película correcta en su pusilanimería que ni busca ni quiere escapar de la sombra de la novela y que debe servir a los que no la hayan leído como acercamiento a la misma si se atreven. A propósito, no me pregunten que habría hecho un director español si hubiera tenido que adaptar esta novela, mi imaginación no da para tanto.
“La Carretera” de Cormac McCarthy en El lector impaciente, aquí.
miércoles, 10 de febrero de 2010
“Los Muertos Vivientes 9: Aquí permanecemos” de Charlie Adlard y Robert Kirkman.


Tras el asalto a la prisión, y la muerte de la mayoría de los supervivientes, Rick, herido y traumatizado, huye del lugar junto con el pequeño Carl quién deberá aprender a sobrevivir en un mundo plagado de zombis. Por otro lado, la aparición de un nuevo grupo de supervivientes que aseguran tener la clave del origen de la invasión zombi abre nuevos interrogantes. ¿Serán capaz de salir los supervivientes adelante? ¿Los nuevos aliados serán amigos o enemigos? ¿Acabarán haciendo todos el zombi? Tendrán que leerse el tebeo para enterarse.

Kirkman sigue demostrando su talento manteniendo la tensión y el interés de la serie intactos sin que se note el desgaste tras más de cincuentena números publicados ofreciendo en estos nuevos argumentos que apuntan a que la serie puede mantener su interés todavía bastantes episodios más. Y lo cierto es que realmente los secretos de su éxito son muy simples: argumentos trabajados que explotan las convenciones del género zombi, una excelente caracterización de personajes y una endiablada habilidad para ir siempre un paso por delante del lector. Nada demasiado complicado de contar pero extraordinariamente difícil de lograr más comparando el panorama actual del cómic mainstream actual.

Kirkman explora inteligentemente las conductas humanas dosificando el componente "gore", situando a unos personajes creíbles y cotidianos en una situación radicalmente extremas e imposibles. Sus reacciones resultan entendibles para cualquiera y en muchas ocasiones aprovecha sin demasiados ascos siutaciones ideadas en obras precedentes por autores clásicos de ciencia ficción o el terror. En concreto, en este arco argumental resulta patente la influencia de la notable “La Carretera” de Comarc McCarthy en la relación que se desarrolla entre padre e hijo, y del “Soy Leyenda”, de Richard Matheson. A pesar de moverse por caminos trillados, Kirkman insufla frescura a la historia con tanta habilidad que es difícil no dejarse atrapar por este tebeo y comerse las uñas tras su lectura ante la curiosidad sobre el destino de unos personajes que los seguidores de la serie hemos hecho nuestros.

En el aspecto gráfico, Charlie Adlard mantiene la regularidad sin estridencias. Nada espectacular pero una narrativa eficaz que sabe incorporar el contrapunto dramático necesario en un tomo en el que hay un gran número de páginas que se desarrollan sin prácticamente ningún diálogo.

Adlard utiliza grandes viñetas en las que se juega constantemente con los recursos del medio para epatar al lector aun cuando en ocasiones abuse de la repetición de encuadres e incluso viñetas que se hace clamorosa en la doble página en la que repite las secuencias día/noche hasta tres veces para hacer notar el transcurso del tiempo, una sospechosa muestra de estiramiento artificial que irritará a los más quisquillosos y que espero no se repita.

La edición de Planeta en la línea de corrección habitual y con el fallo al que ya nos hemos habituado de no incorporar en el tomo ni las portadas originales (son las reproducidas a lo largo de esta entrada) ni ningún artículo-resumen que permitiera a los lectores refrescar la trama tras prácticamente un año de la publicación de la última entrega. Anuncian que a partir de este número se mantendrá la periodicidad trimestral. Ojalá sea así porque “Los Muertos Vivientes” es la serie más interesantes de las publicadas en estos momentos por la editorial.

Más sobre "Los Muertos Vivientes" en El lector impaciente:
“Los muertos vivientes”
“La mejor defensa”.
“Esta triste vida”.
“La calma antes de”
“Creados para sufrir”.

La edición de Planeta en la línea de corrección habitual y con el fallo al que ya nos hemos habituado de no incorporar en el tomo ni las portadas originales (son las reproducidas a lo largo de esta entrada) ni ningún artículo-resumen que permitiera a los lectores refrescar la trama tras prácticamente un año de la publicación de la última entrega. Anuncian que a partir de este número se mantendrá la periodicidad trimestral. Ojalá sea así porque “Los Muertos Vivientes” es la serie más interesantes de las publicadas en estos momentos por la editorial.

Más sobre "Los Muertos Vivientes" en El lector impaciente:
“Los muertos vivientes”
“La mejor defensa”.
“Esta triste vida”.
“La calma antes de”
“Creados para sufrir”.
No entiendo a Astiberri.

Vaya por delante que Astiberri tiene un catálogo excelente (vale, sí, gafapastoso pero excelente), un modelo definido de negocio y una apuesta clara por editar cómics de calidad, realizando incluso campañas de marketing para promocionar alguna de sus obras como no se han visto en este país. Sin embargo, por otro lado, creo que últimamente no están mostrando ninguna piedad por sus sufridos lectores inundando el mercado con cómics de elevado precio que comparten una temática similar. Me explico.
Ponent Mon publicó en diciembre”Un zoo en invierno” de Jiro Tainiguchi, un excelente manga autobiográfico sobre un joven que da los primeros pasos en la industria del manga. Genial, porque por aquí a la muchachada nos gusta Taniguchi y está dispuesta a pagar los 16 € del tebeo. Sin embargo, el mismo mes y el siguiente, Astiberri publica en dos volúmenes “Una vida errante” de Yoshihiro Tatsumi, un excelente manga autobiográfico sobre las experiencias en la industria del manga del autor. 48 eurazos por los dos tomos y al mes siguiente, “Nonnonba”, de Shigeru Mizuki, otro excelente manga autobiográfico sobre las experiencias que llevaron al autor a convertirse en mangaka….24 euros más la broma…Publica Ponent Mon un manga sobre un autor de manga, toma tres tazas y viva la competencia (lo que no me parece mal pero, ¿se han parado a pensar en los que tienen que comprarse los tebeos?).
Más allá que todas estas obras sean tebeos maravillosos e indispensables (no me pregunten que no lo sé, no me he leído los tres, pero yo si como caviar todos los días acabo abominando el caviar) no me parece una buena medida editorial saturar el mercado con tebeos de la misma temática ya que debe haber pocos lectores con poder adquisitivo para gastarse 72 euros en tan poco tiempo (88 euros si se hicieron también con “Un zoo en invierno”) en tebeos que comparten una misma temática (me dirán que se pueden dejar de comprar algunos de estos tebeos como novedad y adquirirlos más tarde, pero en ese caso ya sabemos todos cuántos ejemplares suelen tener en las librerías de atrasados y lo difícil que es recuperar lecturas ante una oferta con tantas novedades mensuales). Quizás hubiera sido mejor distanciar a lo largo del año las tres obras en lugar de concentrarlas en un período de tiempo tan corto pero, ya saben lo que se dice, maestros tiene la Iglesia.
Creo que Astiberri se ha equivocado o quizás es que se van a especializar en excelentes mangas autobiográficos sobre autores de tebeos y van a publicar dos al mes. ¿Ustedes que opinan?.
Ponent Mon publicó en diciembre”Un zoo en invierno” de Jiro Tainiguchi, un excelente manga autobiográfico sobre un joven que da los primeros pasos en la industria del manga. Genial, porque por aquí a la muchachada nos gusta Taniguchi y está dispuesta a pagar los 16 € del tebeo. Sin embargo, el mismo mes y el siguiente, Astiberri publica en dos volúmenes “Una vida errante” de Yoshihiro Tatsumi, un excelente manga autobiográfico sobre las experiencias en la industria del manga del autor. 48 eurazos por los dos tomos y al mes siguiente, “Nonnonba”, de Shigeru Mizuki, otro excelente manga autobiográfico sobre las experiencias que llevaron al autor a convertirse en mangaka….24 euros más la broma…Publica Ponent Mon un manga sobre un autor de manga, toma tres tazas y viva la competencia (lo que no me parece mal pero, ¿se han parado a pensar en los que tienen que comprarse los tebeos?).
Más allá que todas estas obras sean tebeos maravillosos e indispensables (no me pregunten que no lo sé, no me he leído los tres, pero yo si como caviar todos los días acabo abominando el caviar) no me parece una buena medida editorial saturar el mercado con tebeos de la misma temática ya que debe haber pocos lectores con poder adquisitivo para gastarse 72 euros en tan poco tiempo (88 euros si se hicieron también con “Un zoo en invierno”) en tebeos que comparten una misma temática (me dirán que se pueden dejar de comprar algunos de estos tebeos como novedad y adquirirlos más tarde, pero en ese caso ya sabemos todos cuántos ejemplares suelen tener en las librerías de atrasados y lo difícil que es recuperar lecturas ante una oferta con tantas novedades mensuales). Quizás hubiera sido mejor distanciar a lo largo del año las tres obras en lugar de concentrarlas en un período de tiempo tan corto pero, ya saben lo que se dice, maestros tiene la Iglesia.
Creo que Astiberri se ha equivocado o quizás es que se van a especializar en excelentes mangas autobiográficos sobre autores de tebeos y van a publicar dos al mes. ¿Ustedes que opinan?.
martes, 9 de febrero de 2010
Nuevo trailer de “The last airbender”, de M. Night Shyamalan
Y a mí que me da que el Shyamalan más comercial me va a gustar. Vean, vean…
“Un cero a la izquierda”, de Barú y Pierre Pelot.


De un orfanato situado en un pequeño pueblo de Francia, desaparece un niño mongólico (traducción Dib-buks) en una excursión al campo. De inmediato se organiza una expedición de búsqueda en la que los dos golfos del pueblo reclaman su minuto de gloria ante las cámaras mientras las autoridades empiezan a pensar en dirimir responsabilidades frente a la prensa. Cuando la directora del orfanato decide que la joven cuidadora de la excursión se convierta en el chivo expiatorio de la historia sólo su novio parece dispuesto a hacer algo al respecto…

A partir de una anécdota real vivida por Pelot este publicó una novela que es la que ahora aparece adaptada al cómic de la mano de Barú. Este construye una obra que pasa de la comedia al drama sin transición y en la que queda patente el tratamiento negrísimo de una historia en la que denuncia los tejemanejes en la Francia rural. Lo que, aparentemente, se inicia como una ingenua historia coral centrada en unos pintorescos personajes se transforma, a partir de la desaparición del huérfano, en un ácido alegato sobre las deficiencias de los orfanatos franceses y las maniobras del poder frente a los más débiles en una historia en la que el absurdo y la realidad van de la mano y en la que todos los personajes que aparecen son, de uno u otro modo, culpables de lo sucedido.

Pierre Pelot, es un veterano novelista bastante conocido en Francia (no así en España), y en este tebeo deja que un inspirado Barú lleve el peso de la adaptación. Barú hace gala de su estilo enérgico, vivo y expresivo para caracterizar con vitriolo a unos personajes exagerados pero en los que no es difícil atisbar una base realista a partir de la cuál construye una historia que, bajo su aparente ligereza, invita a una reflexión más profunda.
En definitiva, “Un cero a la izquierda” es un cómic que deja un regusto amargo tras sus aparentes excesos pero que muestra el talento de un autor con una mirada única para denunciar las injusticias sociales. Respecto a la edición, de Dib-buks, ligeramente reducida, resulta bastante correcta más allá de su elevado precio aunque el sentido del título original, “Pauvres Zheros”, se pierde inevitablemente con traducción elegida (eso sí, yo tampoco sabría traducirlo mejor…).
Otras obras de Barú en El lector impaciente:
- “Negro”.
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