martes, 28 de agosto de 2007

Francisco Umbral (1935-2007)



Si ayer nos enterábamos de la muerte de Emma Penella, hoy nos hemos levantado con la de Paco Umbral, un escritor más familar para la mayoría por los exabruptos sin cortapisas y polémicas de su personaje que por sus calidades literarias.
Conocí al Umbral verdadero a través de la lectura de “Mortal y Rosa” hace ya muchos años. Una lectura conmovedora, alejada de la imagen polémica que transmitía a través de las pantallas, en la que el autor exorcizaba sus demonios tras la muerte de su hijo con la prosa más pura jamás escrita en los últimos cincuenta años y que mostraba una persona profundamente humana y sufriente. Me emocionó profundamente y, a partir de entonces, me convertí en “umbralista”, defensor ultranza de su obra y su verbo acerado frente aquéllos que no iban más allá de la anécdota para la mofa fácil. Me fascinaba pasear por las calles de su Madrid de posguerra tan cercano al mío e imaginar a sus personajes caminando a mi alrededor, tan próximos y lejanos al tiempo. “Las ninfas” fue pasado el tiempo una revelación, la sorpresa de que podía haberse escrito en España de una manera tan libre en unos tiempos en que la libertad era tan cara y que tan bien describe Rafael Marín en Crisei.
Tenemos que estar tristes porque se ha ido no sólo un gran escritor, sino también uno de los últimos (sino el último) bohemios que entendieron la literatura como un compromiso de por vida, más allá de los oropeles y los premios, un vividor sin pelos en la lengua ni más obligación hacia la vida que los dictados de su imaginación a su pluma.

D.E.P.

“Mátame” de David Lapham



Todo buen género se rige por unas normas rígidas, una serie de convenciones que el aficionado al mismo espera encontrar en todas sus obras, y que, en ocasiones, impide su evolución Esto es especialmente notorio en el llamado género Negro, donde quizás se hayan escrito y filmado algunas de las mejores obras del pasado siglo de la mano de los grandes autores que lo hicieron grande como Dashiel Hammett, en la literatura o Howard Hawks o Fritz Lang, por poner sólo los ejemplos más notorios, en el cine. Respecto al cómic, probablemente hasta la llegada de David Lapham y su “Balas Perdidas” no había existido un autor norteamericano dispuesto a renovar el género desde los ya míticos cómics de E.C. Cómics siendo al mismo tiempo fiel a las convenciones del mismo. Sin embargo, la obra que hoy nos ocupa,“Mátame” se puede entender dentro de la obra de Lapham como una obra de transición, un ejercicio de estilo en el que el autor no va más allá del homenaje a los clásicos y que encantará a los incondicionales del género negro pero que defraudará en parte las expectativas que despierta Lapham como renovador del mismo.
En “Mátame”, Lapham nos cuenta una historia típica y tópica de mujeres fatales y hombres débiles presas de sus encantos. La historia tiene un principio prometedor con la muerte de una rica heredera colgada de un ventilador de la que resulta principal sospechoso su marido Steven, un pianista débil y soñador que, a pesar de ser inocente, se considera culpable por omisión de la muerte de su mujer. Para intentar escapar de su sentimiento de culpa, Steven cae en los brazos de un antiguo amor de adolescencia, la sensual Tara, una mujer de turbio pasado que le conducirá a su perdición.
Lapham es un hábil guionista y domina perfectamente la historia que cuenta realizando un tebeo agradable de leer pero que resulta excesivamente predecible en una historia que a la mitad ya se sabe cómo va a terminar. El homenaje a las películas de los años cuarenta y cincuenta es más que evidente con personajes y situaciones que por más manidos que estén siempre funcionan dentro de un engranaje bien engrasado aunque alguno personajes como Barbara resultan innecesarios en el desarrollo de la trama. Como dibujante, Lapham resulta más que aceptable para este tipo de historias resultando lo mejor del cómic las escenas de acción mudas, donde el peso de la narración cae en el dibujo y que el autor resuelve con mucha habilidad. Más discutible parece la elección de las grandes viñetas dobles del último capítulo en el que rompe la estética y el discurso narrativo de toda la historia para ensalzar la explicación de la muerte de y que, para mi gusto, chirría.
En definitiva, “Mátame” es una obra entretenida dirigida a los incondicionales del género pero que no aporta nada novedoso al mismo y una buena oportunidad para conocer la obra de Lapham. Sin embargo, mi consejo es que si quieren conocer al mejor Lapham se dejen de pasos intermedios y ataquen directamente “Balas Perdidas” de la que próximamente escribiré por aquí.

lunes, 27 de agosto de 2007

Emma Penella (1930-2007)


Muchos la recordarán por ser una presencia habitual en las comedias televisivas de las distintas televisiones privadas desde hace años. Sin embargo, Enma Penella fue mucho más que eso. Muchas veces de la mano de su marido el productor, Emiliano Piedra, con más ilusión que medios se dedicaron a hacer películas en un país donde eso podía ocasionar más de un disgusto trayendo a algunos de las grandes estrellas de Hollywood cuando ser una estrella de Hollywood significaba algo y dando oportunidades a actores actualmente contrastados. Participó en esa joya del cine español, “El Verdugo” de Berlanga, demostrando una solvencia interpretativa que no la abandonó nunca en una carrera en la que se reinventaba constantemente pasando de “La Regenta” a “La estanquera de Vallecas” con la naturalidad de aquellos que de su oficio hacen su pasión. Hoy nos deja debido a las complicaciones ocasionadas por la diabetes que llevaba años padeciendo. Su obra no nos abandonará nunca.

D.E.P.

“Hasta que te encuentre” de John Irving.



Leí este novelón de más de mil páginas el verano pasado y hasta ahora no he encontrado las fuerzas para decidirme a escribir sobre él. En esta novela, Irving (“El mundo según Garp”, “Príncipes de Maine”) de la mano de su gran referente, el clásico Charles Dickens se transmuta en Jack Burns para volver a relatarnos una historia sobre padres ausentes y mujeres dominantes y manipuladoras. Jack Burns vive, desde su infancia hasta su madurez, marcado por la ausencia de su padre, un organista protestante obsesionado por los tatuajes, que abandonó a su madre una tatuadora y desequilibrada dispuesta a perseguir al padre de Jack por medio mundo durante un año para hacerle sentir culpable de su falta. Nos narra la infancia de Jack por internados y colegios donde pronto descubre su sexualidad y las chicas e inicia una carrera como actor, que le acabará convirtiendo en una estrella del “star system” hollywoodiense ganadora de un oscar, incluso a pesar de sí mismo. Pero, a pesar de su aparente éxito la vida de Jack va cuesta abajo y los recuerdos y los demonios le llevan a realizar un nuevo viaje por Europa para rencontrar al padre perdido y una versión de la historia, su historia, que le fue arrebatada.
“Hasta que te encuentre” es una novela ambiciosa y que tiene casi todo para cautivar y mantener la atención del lector de principio a fin: grandes personajes, una ambientación exótica por medio mundo, el “glamour” hollywoodiense contado por alguien que conoce sus entresijos, pero que, sin embargo, aburre. ¿Por qué? En mi opinión, por el personaje protagonista, un Jack Burns que es una tabula rasa en la que Irving vuelve a contarnos sus obsesiones de siempre, un personaje plano por el que el lector –al menos yo- no siente en ningún momento simpatía ni complicidad y que, en ocasiones, no se puede dejar de pensar que es un imbécil. Y, este punto es importante, porque el edificio en que se sustenta toda la novela de Irving es Burns y su penosa existencia a lo “Oliver Twist” que parece que no va a terminar nunca. Irving necesita un remozado urgentemente y cambiar el chip porque esta historia de un modo u otro ya nos la ha contado en otras ocasiones y cansa. ¿Mis razones para no abandonar esta obra? Un cierto masoquismo que me obliga a no abandonar ningún libro que empiezo por malo que me parezca y el encontrarme en la maravillosa isla de Cuba, donde iba a tener graves dificultades para encontrar alguna otra cosa con la que saciar mi dosis de lectura. Para incondicionales de John Irving.

viernes, 24 de agosto de 2007

“Brooklyn Follies” de Paul Auster



Hoy toca escribir sobre una novela de Paul Auster (“El libro de las ilusiones”, “La Trilogía de Nueva York”), un novelista que ya saben los habituales de este sitio es especialmente del gusto de este lector, y, en concreto, su penúltima obra, “Brooklyn Follies”.
En “Brooklyn Follies”, Auster nos cuenta la historia de Nathan Glass, un agente de seguros sesentón que acaba de sufrir un vuelco en su vida al divorciarse tras treinta y tres años de matrimonio y superar aparentemente un cáncer de pulmón. Glass, cargado de pesimismo y cinismo, vuelve al barrio de su infancia en Nueva York, Brooklyn, para esperar el desenlace de su vida en lo que prevé sean unos pocos meses. Sin embargo, el tiempo pasa y, para ir llenando las horas, el descreído de Nathan decide escribir una gran obra literaria, “El libro de las locuras de los hombres”, en la que pretende reflejar una serie de anécdotas y situaciones disparatadas y ridículas sobre las decisiones equivocadas en su vida y en las de otros. El estudiado plan de Nathan para vivir sus últimos días se va desmoronando poco a poco a raíz del rencuentro con su sobrino Tom, un prometedor universitario que acaba trabajando de taxista y mantiene su afición por la literatura ayudando al misterioso Harry Brightman a clasificar los libros de su vieja librería mientras vive un callado enamoramiento por la “Hermosa Madre Perfecta”, Nancy Mazzuchelli,. A través de estas nuevas amistades y las peripecias, cotidianas y extraordinarias, que con ellos comparte, Nathan irá recuperando la ilusión perdida por la vida.
Una vez más, Auster vuelve al Brooklyn de sus amores para ambientar esta novela, en la que entreteje, con su ya consabida habilidad, las diversas historias de los personajes que van a apareciendo a lo largo de la narración, convirtiendo lo que parecía iba a ser una lectura deprimente en una historia cargada de optimismo y entusiasmo por la vida a través de las pequeñas historias domésticas de las personas que conviven con Nathan, historias sorprendentes algunas, dramáticas o cómicas otras, absorbentes todas. De esta manera, Auster construye una novela entretenida, que no defraudará a los incondicionales del autor y servirá de entrada al universo Auster para aquellos que todavía no lo conozcan. En esta novela, se encontrarán con un Auster en plena facultades que hace de la sencillez estilística un recurso más para cautivar al lector con la más simple de las moralejas: el "carpe diem” latino.
Pues eso digo yo también, “carpe diem”, que llega el fin de semana.

jueves, 23 de agosto de 2007

“Planetary” de Warren Ellis y John Cassaday



Acabo de terminar el primer recopilatorio de Norma Editorial sobre “Planetary”, la obra de Warren Ellis y John Cassaday que engloba los doce primeros números de la colección y, a falta de la publicación del resto de la serie, me parece que estamos ante uno de los mejores cómics “mainstream” de lo que llevamos de milenio y sin duda el mejor de Warren Ellis (“Transmetropolitan” “The Authority”), un guionista de gran talento pero que, en ocasiones, sus historias resultan confusas y deshilvanadas.
“Planetary”, es el nombre de una misteriosa organización autodefinida como los "arqueólogos de lo imposible" dedicada a desentrañar todos los misterios, las relaciones ocultas, las organizaciones y conspiraciones secretas que han conformado el mundo tal y como es. La organización liderada por un misterioso Cuarto Hombre cuenta con recursos ilimitados para su labor y está encabezada por un grupo de campo compuestos por tres metahumanos: Jakita Wagner, dotada de fuerza y agilidad extraordinarias y virtualmente invulnerable, “The Drummer”, que puede comunicarse con cualquier tipo de máquina y aparato electrónico, y Elijah Snow, un tipo nacido el uno de Enero de 1900 capaz de congelar todo aquello que le rodea. De la mano de Snow, recién incorporado al grupo, a lo largo de los doce episodios, nos hacemos una idea de las misiones a las que se enfrenta Planetary, misiones que les llevan desde una isla en Japón habitada por monstruos radioactivos hasta China para enfrentarse al fantasma de un policía pasando por una cueva refugio de los héroes más pulp o las ruinas de una ciudad que no figura en los mapas donde se realizaron terribles experimentos genéticos A través de su deambular por el mundo, Snow descubrirá la existencia de los Cuatro, una organización incluso más misteriosa que Planetary encargada de hacer del mundo un lugar mediocre y, para su sorpresa, comprenderá que nada es lo que parece, ni siquiera él mismo.
“Planetary” es una colección en la que se ofrece un recorrido por la mitología de lo que venimos a llamar friquismo realizando al mismo tiempo homenaje y apología del mismo en una historia trepidante, que mantiene enganchado al lector desde la primera a la última página. Sin hacer mención directa a los personajes que homenajea, pero apareciendo perfectamente caracterizados, para el disfrute del lector avezado, por sus páginas desfilan desde la Sombra o Doc Savage hasta James Bond, sin olvidarnos de superhéroes como Superman, Wonder Woman, Linterna Verde ó los 4 Fantásticos, ni de mitos del cine como las películas chinas de fantasmas, las japonesas de monstruos radioactivos o las de serie B norteamericanas. Todos estos elementos Ellis los dosifica como un buen alquimista para crear una mixtura original sobre guerras secretas y misterios ocultos, física cuántica y guerra fría, en una historia original que hundiendo sus raíces en los orígenes en la cultura de masas o popular moderniza el cómic superheroico y demuestra que todo está por hacer si se le dan oportunidades a gente con ganas de contar cosas y talento suficiente para hacerlo bien.
Precisamente, el hecho de ir dirigida quizás a un público “entendido” sea el único pero – por poner alguno – que se pueda poner a la serie.
John Cassaday (“The astonishing X-Men”) un dibujante hiperrealista en la línea de Bryan Hitch (“The Authority” “The Ultimates”), realiza un trabajo soberbio con una narración fluida y detallada caracterizando perfectamente las múltiples referencias que Ellis utiliza y haciéndola perfectamente reconocibles para el lector sin que ello afecte a la narración complementándose perfectamente con la labor del guionista.
Esperemos que Norma Editorial se dé prisa en publicar el resto de la colección inédita en castellano ya que en Estados Unidos ha salido este mismo año el último número, el 27 y que podamos disfrutar en una edición digna de este gran cómic (Planeta al perder los derechos interrumpió la publicación en grapa en el número ocho del segundo volumen correspondiente al 20 USA).

miércoles, 22 de agosto de 2007

“Ratatouille”


La octava película del estudio Pixar que ya nos regaló historias tan fantásticas como “Los Increíbles” o “Toy Story” da una vuelta de tuerca más a las posibilidades del cine de animación y demuestra que es a este género al que se ha trasladado toda la creatividad e innovación del cine norteamericano.
Ratatouille” narra la historia de Remy, una pequeña rata francesa con un saludable afán de superación que desea emular las hazañas culinarias de su ídolo de los fogones, Auguste Gusteau. Para ello y debido a una azarosa fuga que lo separa de su familia, se traslada del campo a París. Allí, conocerá al joven Lingüini, un apocado pinche que trabaja en el restaurante de Gusteau, víctima de las iras de su nuevo dueño, que, con la ayuda de Remy, se convertirá en el chef del mismo y, gracias a un plato de ratatuille preparado por Rémy devolverán el prestigio al restaurante hasta su precipitado cierre. Sin embargo, Rémy y sus amigos finalmente conseguirán hacer realidad todos sus sueños.
“Ratatouille” ha sido dirigida por Brad Bird, el director de maravillas de la animación como “El gigante de hierro” o “Los Increíbles” (esta última también para Pixar) y es algo que se nota en la sobresaliente hilazón de situaciones que mantendrán embelesado al emocionado espectador durante las dos horas que dura la película. A través de un guión lúcido e inteligente se construye una verdadera película “para todos los públicos” capaz de entretener igualmente al niño como al adulto con abundancia de giros que permitirán que la atención no decaiga en ningún momento al tiempo que transmite valores tan necesarios como el poder de la amistad o la confianza en uno mismo frente a las adversidades con inteligencia, grandes dosis de humor y ausencia de paternalismos. A nivel técnico la película es una joya llena de situaciones espectaculares y una recreación de la naturaleza alucinante que a más de uno le hará dudar de la irrealidad de las situaciones que está presenciando. Las secuencias de acción están rodadas al milímetro y nada se deja al azar para recuperar algunos gags clásicos de las comedias e incluso del cine mudo norteamericano que nunca fallan rodadas con un ritmo prodigioso. La recreación de París es asombrosa y los tópicos sobre Francia y los parisinos funcionan perfectamente recreando la esencia de la Ciudad de las Luces de una manera inteligente y amable.
Esperemos que la reciente compra de Pixar por parte de Disney no menoscabe la calidad de las historias que han hecho de esta compañía el referente mundial de la animación y nos sigan asombrando película tras película hasta el infinito y más allá.
La pelicula la emiten junto al corto "Abducido". Divertidísimo.

martes, 21 de agosto de 2007

“Los mejores sketches de los Monty Python: Flying Circus”



Aprovechando el festivo santero de la semana pasada nos acercamos hasta el teatro Alfil para ver el montaje que las compañías Imprebis e Yllana han hecho sobre algunos de los más famosos sketches de los Monty Python y lo cierto es que el espectáculo merece la pena.
Los Monty Python desde su aparición a finales de la década de los sesenta supieron subvertir y criticar a través de un humor surrealista, absurdo y tremendamente inteligente la mayoría de las instituciones sociales mostrando a través de sus parodias, genuinamente británicas, buena parte de sus paradojas y miserias, convirtiéndose en un grupo de fama mundial, tanto por sus series de televisión como por sus películas que cuenta con admiradores en todo el mundo y que llegaron a estar prohibidos en este país nuestro en tiempos menos felices. Y, precisamente, esos eran para mí los dos grandes retos a los que se enfrentaban los cinco miembros de Imprebis e Yllana al preparar este montaje: la inevitable comparación con el original y su capacidad para adaptar un humor tan corrosivamente genial como el de los Monty Python a todos los paladares. Sin embargo, los actores superan con nota estas dificultades en un montaje en el que logran una completa complicidad con el público al que hacen participe desde el primer momento del espectáculo, aprovechando las facilidades que da en ese sentido un pequeño teatro como el Alfil, ofreciendo un espectáculo frenético en el que durante una hora y media no paran de cantar, bailar y bromear partiendo de la base de los sketches originales y adaptándolos a la realidad contemporánea española y logrando llegar a hacer olvidar a los pythons originales. La elección de los sketches es de lo más adecuada incorporando algunas de las más famosas parodias para el cine y la televisión y haciendo un repaso cínicamente mordaz por la iglesia, la judicatura, el ejército, las agencias de viajes, las funerarias, etc… Los actores hacen un trabajo descomunal en un escenario sin decorado que sólo se llena a través de unas hilarantes actuaciones que lograrán arrancar una carcajada incluso a aquellos que no les guste este tipo de humor.
En el lado negativo, sólo apuntar la nula ventilación del teatro Alfil que convierte la sala en una caldera de la que más de uno(a) tuvo que salir antes de tiempo. Quizás fuera algo puntual o fuese un medio para incentivar el consumo en la pequeña barra del teatro pero en pleno mes de Agosto no resulta de recibo
Ya saben, si están por los madriles y quieren echarse unas risas pásense por la sala Alfil. Eso sí, procuren no sentarse en las primeras filas no vayan a llevarse un tartazo.

lunes, 20 de agosto de 2007

“Los 4 Fantásticos y Silver Surfer” de Tim Story.


¡Madre mía, qué pereza me da escribir algo sobre esta película! Pero bueno, como no estoy en la playa, llevo retrasándolo dos días y tampoco tengo ahora nada mejor que hacer allá voy.
Empieza a resultar habitual que antes de empezar una película de superhéroes me pongan el trailer de la misma. Me ocurrió con “Spiderman 3” y ha vuelto a suceder con esta y visto lo visto en ambos casos tras el trailer podría haberme levantado y marchado a hacer algo más útil porque en las películas no hay mucho más que rascar.
“Los 4 fantásticos y Silver Surfer” es una película ñoña y anódina a más no poder que tomando como base algunas de las mejores historias originales de la edad de oro del cómic de la etapa en que Stan Lee y Jack Kirby escribían parte de la historia del medio realizan un deshilachado y confuso batiburrillo. Si en las historias originales la épica y la tensión dramática dejaban sin aliento a miles de lectores que esperaban mes a mes el desenlace de las aventuras de sus héroes favoritos, en esta película como en la anterior de la saga, se opta por el humor facilón y la bromita tonta en lo que no deja de ser una parodia más que un homenaje al original. Y, sin embargo, hasta eso sale mal dada la incapacidad de los actores para interpretar con un mínimo de credibilidad sus papeles, más preocupados, caso de Chris Evans ("Sunshine") y Jessica Alba (“Sin City”), en lucir el palmito (que, eso sí, tienen buena materia prima y saben mostrarla) que en resultar creíbles. Michael Chiklis (“Combate letal”) , el actor que interpreta a La Cosa, tiene sus minutitos de gloría en algunas escenas en que sale sin caracterizar (a pesar de ello es de largo el actor humano que más mérito tiene) y el que se lleva la guinda es Ioan Gruffudd (“King Arthur” “102 Dálmatas”) que en ningún momento se hace con un papel que le queda muy grande dejando a Reed Richards a la altura de Jerry Lewis en “El profesor chiflado” (aunque ya le gustaría al Gruffudd tener un poco del talento de Lewis) y demostrando una total ausencia de vis comica. En definitiva, que de los actores el que mejor está y realmente resulta verdadero motor de la historia es la recreación por ordenador de Norrin Radd, el por siempre conocido por estos lares como Estela Plateada aunque en la película siguiendo un dudoso criterio hayan optado por no traducir el nombre (luego a Doom sí lo traducen por Muerte ¿?), una recreación que en las dos frases que tiene en la película demuestra mayor talento interpretativo que el resto del reparto y me hace preguntarme el porqué de no recrear a todos los personajes por ordenador vistos los resultados,
Está claro que las adaptaciones no tienen que ser fieles al original y deben dejar un espacio para las aportaciones de los adaptadores pero cuando subvierten completamente la esencia del mismo en aras al producto ramplón y el beneficio fácil los espectadores no podemos dejar de lamentarnos. Aquí no hay ningún tipo de esfuerzo ni siquiera por hacer un producto de entretenimiento digerible por un espectador mínimamente crítico. Simplemente se ha tratado de crear un endeble armazón argumental para sustentar la traca de efectos especiales y dejar las interpretaciones y la dirección para mejor ocasión. Firme candidata a los premios Razzie de este año.

domingo, 19 de agosto de 2007

30 años sin Groucho.




Amigo Groucho, hace ya treinta años que te bajaste del mundo (“Paren el mundo que me bajo”) y ya nadie felicita los cumpleaños como tú (“Si sigues cumpliendo años, acabarás muriéndote”) ansiosos como estamos en obviar lo inevitable disfrazando nuestros años bajo la apariencia más juvenil que el bisturí permita. Ha pasado de moda tu indumentaria desgarbada de ejecutivo venido a menos y no se llevan los grandes bigotes en aras a la metrosexualidad y el artificio. Casi nadie fuma grandes puros porque en la mayoría de los lugares públicos están prohibidos y no está la cosa como para ir pagando multas así como así. Sin embargo, todos añoramos esos aforismos con los que desarmabas al adversario de turno y, sin saberlo o sabiéndolo, retratabas buena parte de las incongruencias del siglo pasado (“Estos son mis principios si no le gustan tengo otros”). Echamos de menos tu ingenio e inteligencia ante tanto humorista chabacano de risa enlatada más preocupado en hacer leña del árbol caído que de crear algo original por sí mismo. Tus películas, que deberían ser de obligada reprogramación en las parrillas televisivas, ya casi no se emiten y probablemente la gente más joven dentro de unos años ya no sabrá distinguirte del resto de tus hermanos. No importa, ya que siempre nos quedarán tus frases, como ramalazos de conciencia frente a la mediocridad, y aunque tú no supieses que significaba humor (“Humor es posiblemente una palabra. La uso constantemente y estoy loco por ella. Algún día averiguaré su significado”) nos los descubriste a unos cuántos (millones).
He procurado citarte mal en toda la entrada (“Citadme diciendo que me han citado mal”) aunque quizás no lo haya logrado e intentaré mantenerme alejado el máximo tiempo posible del único club en el que te han admitido como socio (“Jamás admitiría pertenecer a un club que aceptase como miembro a alguien como yo”), aunque cuando finalmente me admitan espero ocupar un lugar cerquita tuyo para escucharte desbarrar acerca del matrimonio (“El matrimonio es una gran institución si te gusta vivir en una institución”), la política (“La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnostico falso y aplicar una solución equivocada”) o la humanidad (“La humanidad partiendo de la nada con su sólo esfuerzo ha llegado a alcanzar las más altas cotas de misería”). Eso sí, de pies los dos (“Nunca te sientes en una fiesta. No se sabe quién se puede sentar a tu lado”).
Ah y no te preocupe si en tu lápida no pone realmente aquello de “Perdone, que no me levante”. Ya nos levantamos los demás.

Groucho Marx (1890-1977)

sábado, 18 de agosto de 2007

¡¡No más toros!!...en TVE al menos.


Vaya por delante que a mí me gustan los toros, o al menos, no me disgustan y no comparto ninguno de los argumentos que dan desde distintos foros para criticar la llamada Fiesta Nacional.
Ahora resulta que TVE se suma al movimiento antitaurino eliminando de su parrilla los festejos taurinos después de 51 años de feliz idilio, dejando de lado los gustos e intereses de una buena parte de los españolitos a los que prestan servicio (al parecer las retransmisiones deportivas son más de interés público que las corridas) y las buenas audiencias que estos espectáculos tradicionalmente tienen. Quizás sea porque a los actuales mandamases no les salen las cuentas ahora que parece que llegaron las vacas flacas a la tele de todos para contratar los JJOO o la españolizada “Premier League” o se prefiera, como apuntan en el artículo enlazado, no hacer la competencia directa a otro programa de la “Casa”, pero no parece de recibo dejar a todos esos aficionados repartidos por la piel de toro ibérica y que no pueden acceder a los grandes festejos sin su dosis de muletazos y estocadas, de sangre y arena.
Esperemos que recapaciten y nos acaben ofreciendo alguna buena tarde de toros. Y a ser posible con José Tomás.
Aquí pueden enterarse de qué va la cosa con más detalle.

viernes, 17 de agosto de 2007

“Plataforma” de Michel Houellebecq

Michel Houellebecq (1958) se ha convertido en el niño terrible de las letras francesas por derecho propio con una literatura en el que alcanza la justa medida de provocación con cierta curiosidad humanística por desentrañar y denunciar los problemas del europeo contemporáneo. Y “Plataforma” es un buen ejemplo de ello.
“Plataforma” nos cuenta la historia de Michel, un cuarentón funcionario del Ministerio de Cultura descreído, apático y mordaz. Tras la muerte de su padre, decide hacer un viaje de placer a Tailandia, dispuesto a practicar un sano turismo sexual. En el viaje, conoce a Valérie, una ejecutiva de una cadena de agencias de viaje, de la que se enamora y el único ser humano capaz de hacerle sentir vivo y dichoso. De regreso a Francia, junto al jefe de Valérie, deciden poner en práctica un ambicioso proyecto: un nuevo producto turístico consistente en crear una serie de complejos repartidos en los principales destinos en los que el sexo sea el reclamo fundamental, permitiendo la entrada de prostitutas en los hoteles y dejando que el sexo se practique sin ningún tipo de limitaciones. El éxito de su iniciativa es inmediato y la vida parece sonreír a Michel y Valérie, más enamorados que nunca, sin embargo, la desgracia volverá a cruzarse en su camino para arrancar la última esperanza de felicidad de la vida de Michel.
“Plataforma” es sobre todo una novela ambiciosa escrita por un novelista ambicioso que no se limita a hacer de la escritura un ejercicio convencional sin que por ello el resultado tenga que dejar de ser entretenido. Michel Houellebecq a través de la mirada irónica y desesperanzada de su protagonista nos ofrece un retrato de Francia y por extensión del hombre europeo descarnado y polémico. El autor no tiene miedo de analizar y reflexionar sobre las miserias contemporáneas y los temas más candentes tanto de la política como de la sociedad occidental con valentía y sin ningún tipo de recato. El Islam, la política interior francesa, o el negocio turístico no escapan de la aguda pluma de Houellebeq que no deja títere con cabeza al tiempo que construye una novela sólida en la que los acontecimientos se desarrollan sin tregua para el lector, que asiste absorbido a la hermosa historia de amor de Michel y Valérie. El estilo directo de Houellebeq no exento de mordacidad y cinismo enganchará a todo tipo de público que estará de acuerdo o no con las conclusiones a las que el autor llega pero que en ningún caso quedará indiferente. No se la pierdan.

jueves, 16 de agosto de 2007

“Freddy Lombard” de Yves Chaland

Ediciones Glénat se ha animado a publicar la obra completa de Yves Chaland (1957-1990), probablemente el dibujante más influyente de su generación en el panorama europeo que vio frustrada su prometedora carrera por un accidente automovilístico. En este primer tomo de la obra se recogen tres álbumes, ya publicados anteriormente en castellano pero actualmente inencontrables, protagonizados por el que quizás sea su personaje más emblemático: Freddy Lombard, una versión actualizada y perdedora del “Tintin” de Hergé con el que guarda más de una semejanza pero también grandes diferencias. Si Tintin es un héroe clásico infalible en un mundo de blancos y negros definidos en el que el sexo no tiene cabida, Freddy es un antihéroe alejado de maniqueísmos, un pícaro impulsivo que se desenvuelve en un mundo donde los comportamientos y motivaciones de los personajes no son tan claras y donde el erotismo y la sexualidad son tratados con mayor naturalidad.
En Freddy Lombard partiendo de un tratamiento de la acción clásico a la manera en que Hergé construía sus historias, Lombard evoluciona hacia un grafismo innovador experimentando con el tratamiento de página y el color logrando unos resultados asombrosos para la época en que se dibujaron estos álbumes aglutinando al mismo tiempo las enseñanzas de las dos grandes escuelas de línea clara, Bruselas y Charleroi, con una naturalidad, exenta de complejos y en constante evolución gracias a un dominio de la técnica y un perfeccionismo pocas veces visto. Evolución gráfica que se puede apreciar perfectamente a lo largo de las tres historias que conforman la recopilación de Glénat alcanzando su máxima expresión en la última de ellas, “El cometa de Cartago”, una obra ambiciosa que Chaland sitúa en una comunidad aislada donde la aparición de un cadáver flotando en la playa sirve como catalizador de emociones reconcentradas frente al contrapunto de las inclemencias climáticas. En “El testamento de Godofredo de Bouillon” queda de relieve otro de los elementos característicos de los cómics de Chaland, su sentido del humor y fina ironía, al ser contratados Freddy y sus amigos para encontrar la herencia de Godofredo por su descendiente alcohólico, Chaland juega con los cánones de la historieta clásica llegando a un desenlace tan original como divertido. Lo mismo se puede decir de “El cementerio de Elefantes” donde de una primera parte naif y divertida en la que los protagonistas viajan a África se pasa a una segunda con un punto más siniestro pero igualmente graciosa en la que han de resolver una serie de asesinatos.
Hay que felicitar a Ediciones Glénat por lo acertado de la edición dándole a la obra el tratamiento que merece y ahora sólo queda esperar que las ventas acompañen lo suficiente para que podamos ver publicadas el resto de la obra de este malogrado genio del Cómic inéditas en castellano.

miércoles, 15 de agosto de 2007

Palabras, palabras, palabras…


El amigo Darthz quiere ser escritor. En su bitácora juega con las palabras, aliadas y enemigas con las que flirtea y combate en un revoltijo de ideas sentimientos y emociones para crear, quizás, algo bello.

Un día de fiesta. Una buena oportunidad de conocerle y disfrutarle. El amigo Darthz ya es escritor y quizás todavía no lo sabe.

No sean perezosos y échenle un vistazo a su blog. Les gustará.

martes, 14 de agosto de 2007

“Tokio Blues” de Haruki Murakami



A nadie se le escapa que hay canciones que nos marcan para siempre y pasan a formar parte de nuestra vida y de nuestra generación. Esa es la premisa de la que parte “Tokyo Blues”, la novela que ha popularizado a Haruki Murakami (Kioto, 1949) en Occidente y le ha convertido en lo que se viene a denominar un autor “de culto”.
Watanabe al llegar a Hamburgo escucha por casualidad “Norwegian Wood”, una vieja canción de los Beatles, que le lleva a rememorar su juventud en el Tokio bullicioso y convulso de los años sesenta. Watanabe, un joven muchacho de diecinueve años solitario y reconcentrado, vive obsesionado por el suicidio de su mejor amigo de adolescencia. Cuando se reencuentra con Naoko, la antigua novia de aquél, se enamora irremediablemente de ella, en lo que se convierte en una relación imposible macada por el recuerdo del amigo y las dificultades de Naoko para superar la pérdida. Durante el ingreso de Naoko en un sanatorio mental la aparición de Midori, una chica activa, alocada y sincera, llevará a Watanabe a replantearse sus sentimientos e iniciar el camino que lleva de la adolescencia a la madurez.
“Tokio Blues” es una novela inusualmente densa, bella y conmovedora. Murakami a los acordes del “Norwegian Woods” de los Beatles escribe una historia sobre el amor y el desamor, la muerte y la memoria, que no dejará indiferente a nadie. Los personajes de Murakami destilan una humanidad herida en un mundo que no comprenden, en el que navegan en busca de una salvación, una esperanza, que para algunos les resultará imposible de alcanzar y para los que el suicidio y la muerte se convertirá en la única salida. Sólo la presencia de Midori, un personaje entusiasta y vitalista dispuesto a luchar para salir adelante a toda costa y la experiencia vital de Reiko abren una rendija de esperanza en el oscuro existencialismo de Watanabe, obsesionado por su no correspondido amor hacia Naoko. Murasaki es un hábil narrador, capaz de construir personajes poderosos e inolvidables de los que destaca poderosamente Midori, un personaje femenino a la altura de la Maga cortaziana de la que resultará imposible no enamorarse. Murakami es un hábil artesano de las palabras que engarza con facilidad para reflexionar acerca de sus obsesiones y las de un tiempo y lugar que la memoria recupera transformado por el transcurso del tiempo. La banda sonora de los discos y las lecturas de Watanabe ayudan a completar el absorbente contexto en el que se mueven los personajes.
Un libro recomendable para todo aquel que mantenga intacta su capacidad para sentir y emocionarse que ahora puede disfrutarse también en edición de bolsillo. Tullidos emocionales, abstenerse.

lunes, 13 de agosto de 2007

Los últimos monos, ¿los primeros hombres?


Aquí les dejo un enlace a la iniciativa de Raule (“Jazz Maynard”) para agrupar en una página a todos los guionistas de cómics, “los últimos monos de la industria”, que quieran darse a conocer, ofrecerse al mejor postor, compartir penas y alegrías y ponerse en contacto con dibujantes en semejantes circunstancias para posibles proyectos en común.
Una buena iniciativa a la que ya se han apuntado unos cuantos guionistas. Pásense y échenle un ojo.

“Gotham Central 6: Domingo Sangriento y Corrigan II“ de Rucka, Lieber y Kano.



Entre las vacaciones y la montaña de lecturas que tengo pendientes se me había quedado traspapelado el último tomo de “Gotham Central” así que hoy toca solventar tan terrible desliz escribiendo algo al respecto.
Todo se acaba y eso es lo que ha pasado con “Gotham Central” , la serie centrada en la Unidad de Crímenes Mayores del Departamento de Policía de Gotham que tan buenos momentos nos ha dado a todos sus incondicionales.
El último tomo publicado por Planeta engloba los números 37 al 40 de la edición norteamericana y en ellos asistimos a la conclusión de la trama iniciada ya hace unos episodios en torno a Corrigan, el policía corrupto del Departamento. Crispus Allen, el compañero de René Montoya, decide investigar a Corrigan en solitario. Cuando parece que ha reunido las pruebas suficientes para detenerlo, Allen cae en una emboscada de Corrigan, lo que provocará el deseo de venganza de Montoya que irá a por él a riesgo de perder lo que más aprecia, su placa y su novia.
Dramático final el Rucka nos guardaba para el último numero de “Gotham Central” con una René Montoya desequilibrada que queda a la deriva (SPOILER - a la espera de convertirse en una de los principales protagonistas de “52” – FIN SPOILER) y un Crispus Allen masacrado por la espalda (SPOILER.- a la espera de ser resucitado y convertido en el nuevo Espectro en "Crisis Infinita" – FIN SPOILER), un punto final magistral para la pareja de policías que se habían convertido en el verdadero motor de la serie prácticamente desde los inicios de la misma y que deja clara la intención de los autores de no continuar con la misma en el futuro. Rucka firma en estos números la que probablemente haya sido una de sus mejores historias dentro de la serie pero sin llegar en ningún momento a la brillantez que demostrara Brubaker, dotando a la muerte de Allen y la posterior reacción de Montoya de la necesaria tensión dramática, bien secundado por los lápices de Lieber y Kano, que si bien no logran en ningún momento hacer olvidar a Michael Lark ilustran con oficio la trama consiguiendo un par de escenas realmente brillantes.
Ahora que Planeta va a volver a editar los primeros quince números que ya sacara en su momento Norma recomendar a aquellos que todavía no los tengan que se hagan con ellos ya que se trata de los mejores números de la serie y, por último, dedicar un tirón de orejas a Planeta - pero de los que te quedas con la oreja en la mano - por la jugarreta del precio de este último tomo. 96 páginas al mismo precio que las 112 del tomo anterior no son de recibo ni tienen fácil justificación. Esperemos que estas cosas no se repitan.
Si quieren leer algo más sobre las entregas anteriores de la serie pinchen aquí ó aquí.

domingo, 12 de agosto de 2007

Terremoto a la española



A estas alturas ya se habrán enterado todos que hemos padecido un terremoto de 5,1º de magnitud en la escala de Richter (siempre quise usar esta frase) que ha venido a romper la lenta monotonía del veranito.
Si estuviéramos en Japón la cosa sería de lo más cotidiana pero por aquí no deja de ser algo excepcional. No sé en otros lugares, pero en los madriles y, más en concreto en mi casa, se ha notado bastante. Todo el edificio ha temblado y la cama se movía como si un “polstergeist” hubiera decidido hacernos una visita inesperada. Tan sólo ha durado unos segundos pero la sensación ha sido lo suficientemente perturbadora como para hacerme pensar lo que puede ser un terremoto más fuerte y no querer expermentarla. Sin embargo, la calle permanecía tranquila y ningún sonido anormal perturbaba una mañana como otra cualquiera. Extraño, ¿verdad?

Y, ustedes, ¿han notado algo?...Cuenten, cuenten.

sábado, 11 de agosto de 2007

Huesos, huesos…



Esta semana nos han llegado dos grandes descubrimientos relacionados con el mundo de los huesos. No, no me refiero a la serie de La Sexta sino a los restos encontrados en diferentes puntos del mundo y que nos ayudarán a saber un poco más de dónde venimos ahora que no sabemos muy bien quiénes somos ni adónde nos dirigimos.
Por un lado, un paleontólogo suizo mientras buscaba un sitio para hacerse un chalecito ha descubierto uno de los mayores cementerios de dinosaurios herbívoros de Europa. Por otro lado, en Kenia han descubierto a las orillas del río Turkana una mandíbula y un cráneo, lo que en sí mismo tampoco sería gran cosa, descubrimientos se hacen todos los días (o casi todos), si no fuese porque la mandíbula pertenece a un Homo Habilis lo que ha hecho que los descubridores se planteen si fue posible la coexistencia entre esta especie y la del Homo Erectus, a la que parece pertenece el cráneo, cuando se suponía que esto era imposible. Todo ello ha dado a un pequeño revuelo entre los paleontólogos. Unos asumen la nueva teoría con entusiasmo, otros creen que son necesarios nuevos descubrimientos y no se lo creen. Yo, como se pueden imaginar, no tengo ni idea, pero a simple vista parece lógico que si ya se ha aceptado que los Neanderthales y los Crogmangnones convivieron… ¿por qué no iba a pasar lo mismo entre otras especies? Lo que realmente me parece destacable de estas noticias es que todavía a estas alturas de la fiesta se puedan hacer grandes descubrimientos por casualidad (¿quizás sea la única manera de hacer descubrimientos?) y que las teorías mayoritariamente aceptadas, que se estudian en los colegios y que nos han mostrado en innumerables documentales, de repente se pongan en tela de juicio y se ponga de nuevo todo patas arriba para volver a empezar. Luego dicen que la ciencia no puede ser divertida, ¿no les parece?
Les dejo aquí y aquí un par de enlaces a las noticias.

viernes, 10 de agosto de 2007

“Diario de un escándalo” de Richard Eyre


Diario de un escándalo” es un claro ejemplo de un guión convencional salvado por el trabajo del reparto. La historia en sí no iría más allá del argumento para un telefilm melodramático con los que las diferentes cadenas nos torturan las sobremesas de los fines de semana, si no fuese por la interpretación de los actores, destacando sobre el resto una Judi Dench (“Shakespeare enamorado”, “Iris”) extraordinaria perfectamente secundada por Cate Blanchett (“El Señor de los Anillos”, “Babel”), que con este papel conseguiría su segundo Oscar como Mejor actriz de reparto.
Como les decía la historia no es nada original. Cate Blanchett es una joven profesora en un colegio de Londres, felizmente casada con un hombre algo mayor que ella y madre de dos hijos (uno con síndrome de Down), se siente atraída por un joven alumno con el que termina manteniendo una relación. Pronto son descubiertos por una profesora veterana, lesbiana, vieja y amargada, interpretada por Judi Dench que pretende vender su silencio a cambio de la “amistad” de la profesora joven. Sin embargo, el asunto es descubierto por otro profesor y salta a la luz pública con el consiguiente escándalo y despido de las dos profesoras. Básicamente este es el argumento de la película, sobriamente dirigida por un Richard Eyre (“Iris”) que básicamente se limita a colocar la cámara, y salvada por un reparto que dota de credibilidad a la historia. Una Judi Dench es estado de gracia crea aquí uno de sus mejores personajes a través de su amargada profesora lesbiana, caracterizando perfectamente los matices de su retorcida personalidad y mostrando, a través de su voz en “off”, su plan de manipulación de la ingenua profesora interpretada por Cate Blanchett, que en esta película borda el papel. Muy poquito más se puede destacar de esta película salvo el correcto trabajo del resto del reparto.
Si este fin de semana prefieren algo mejor para la sobremesa que un dramón televisivo prueben con esta película.