sábado, 4 de julio de 2009

Presentación de "Sueter" en Valencia

Estebán Hernández y la editorial Planeta me pasan con poca diferencia sendas notas de prensa para anunciar la presentación oficial -mira, como los futbolistas- de la nueva obra de Estebán , "Suéter", el próximo 10 de Julio en la librería Futurama de Valencia. El acto será a partir de las 19:30 y aparte de un piscolabis que siempre viene bien el autor firmará ejemplares de la obra.
Yo, por desgracia, no voy a poder ir porque a mí Valencia me pilla un poco a trasmano pero "Suéter" es una obra que seguro leeré porque le tengo ganas. Pueden ver un adelanto de nueve páginas de la obra aquí. Ya les contaré.

viernes, 3 de julio de 2009

Trailer de “Deadgirl”



En mi afán de traerles trailers curiosos de películas que probablemente nunca veamos en las salas comerciales de nuestro país, le ha tocado el turno a este de “Deadgirl” una película de horror teen que consiguió buenas criticas en el festival de Toronto del año pasado pero que, al parecer, no encontró distribuidor (al menos hasta ahora ya que parece que se va a estrenar en algunas salas de EEUU a partir del 24 de Julio). La película, dirigida al alimón por Marcel Sarmiento y Gadi Harel es un poco tópica, pero está rodada por lo que se ve con más elegancia y gusto que este tipo de productos. Un par de chicos poco populares deciden ir a autocomparecerse entre latas de cerveza a un antiguo manicomio abandonado donde encuentran a una chica zombi a la que pretenden mantener encerrada para convertirla en su juguetito sexual. Si es que hay mucho desesperado ahí fuera…

jueves, 2 de julio de 2009

Charles Burns y las drogas

P: La droga está muy presente en esta historia que nos relata (refiriéndose a "Black Hole").
BURNS: Quería reflejar la vida normal de unas adolescentes en EEUU, lo que implica el uso de drogas. Es parte del paisaje cotidiano en nuestro mundo, no hago una lectura moral, es sólo que existe en el mundo del que quería hablar. Es una situación que empuja la historia hacia terrenos un poco más inquietantes. Es una transformación mental también. Esta gente se encuentra incómoda con su existencia, así que recurren a la búsqueda de una nueva identidad. Si tomas LSD se amplían tus percepcciones... También es algo que une a esta gente.
(Extracto de una entrevista de Daniel Tomás, publicada en el año 2004 en "La opinión de Málaga" y que pueden leer completa, aquí).

Karl Malden (1912 – 2009)

Ayer me enteré con sorpresa de la muerte de la nariz más famosa del cine y de la televisión. Con sorpresa, porque pensaba que Malden debía llevar años fallecido pero el viejo Malden, que encarnaba como nadie las virtudes del americano medio de antes, ha resistido silenciosamente y casi ha llegado a centenario. Hijo de emigrantes, Malden siempre ha sido un actor reconocible en todas las películas y series en las que participó por la enorme cachiporra, consecuencia ade la práctica al baloncesto en su juventud, que lucia en medio de una cara -no exenta de atractivo- a la que apenas parecían afectar el paso de las décadas. En el cine logró pocos papeles de protagonista, mermado por su apariencia, física aunque se convirtió en uno de los más importantes secundarios de los años cincuenta, participando en grandes películas como “El pistolero”, “La ley del silencio” o “Un tranvía llamado Deseo”, interpretación que le valió el Oscar a mejor actor de reparto. Posteriormente, siguió participando en grandes películas como “La ley del silencio”, “El hombre de Alcatraz” y “Patton”, aunque cada vez le resultaba más difícil conseguir buenos papeles.

A pesar de su larga trayectoria cinematográfica, el papel que le hizo enormemente popular fue el de Mike Stone en la serie “Las calles de San Francisco” donde interpretaba a un astuto y veterano policía que le daba unas cuentas lecciones –en más de un sentido- a su pipiolo y guaperas compañero, un jovencito Michael Douglas. Yo creo que todos los niños de la época nos hicimos fans de Mike Stone, un tipo feo pero inteligente y dotado de ironía y cerebro bajo su eterno sombrero, antes que de Douglas que ya por entonces iba de sobrado, mérito este de un astuto Malden que supo comerse al jovencito y resolver a su favor una serie que a priori explotaba la rivalidad generacional entre ambos compañeros. “Las calles de San Francisco” fue una gran serie de los setenta y marca un hito dentro de las series policíacas, una serie que, además, ha resistido bastante bien el paso del tiempo, estableciendo un modelo imitado hasta la saciedad posteriormente.

Malden fue un actor inteligente que supo hacer de sus limitaciones físicas una virtud y mejoró todas las obras en las que participó. Un secundario de los que ya no quedan.

D.E.P.

miércoles, 1 de julio de 2009

“Alix” de Jacques Martin.

Hoy recuperamos del olvido al que nuestros editores han defenestrado al cómic clásico europeo una obra referente en más de un sentido del género histórico que tan bien han sabido explotar al otro lado de los Pirineos. Una serie que a pesar de empezar a publicarse hace más de sesenta años (1948) en las páginas de “Tintin” se mantiene vigente (acaba de aparecer el 28º álbum este mismo año) convirtiéndoe en un referente de la línea clara a su autor, el francés Jacques Martin, uno de los prolíficos autores de esta escuela. Como ya se habrán imaginado, me refiero a “Alix”.

“Alix” es una de romanos en la que el protagonista, el mismo que da título a la serie, es un joven príncipe galo (a modo de curiosidad hijo del jefe galo Astorix, cuyo nombre parodiaron Uderzo y Goscinny para crear a ya sabéis quién) que es adoptado por la familia Graco en los convulsos tiempos del primer triunvirato. Acompañado por su amigo, el joven egipcio Enak, Alix recorrerá el mundo antiguo desde Troya hasta la civilización azteca viviendo todo tipo de aventuras y desbaratando las numerosas intrigas políticas en las que se ve inmerso.

Jacques Martin, uno de los autores más prolíficos de la escuela franco belga clásica que había empezado su carrera dibujando escenarios y vehículos en “Tintin” (y más desconocidos en España), encontró el espaldarazo definitivo en esta serie en la que ha plasmado todo su amor por el mundo antiguo con un rigor y una documentación sorprendentes para la época sin olvidar por ello el tono aventurero que la historia y el protagonista requieren. Los primeros álbumes de la serie tuvieron una extensión de 64 páginas hasta pasar a los 48 actuales y en ellos se percibe la evolución de Martin desde los prmeros álbumes en los que es notoria la influencia de otro grande de la línea clara como es Jacobs hasta dar con un estilo propio en el que prima aparte de la narración la reproducción al detalle de objetos y edificios.

Martin se ocupó de la serie como autor completo hasta bien entrados los años noventa pero como consecuencia de los achaques de la edad y su exigente ritmo de trabajo con el paso de los años fue delegando en colaboradores como los dibujantes el suizo Rafael Morales, Marc Henniquiau, Cedric Hervan, Christophe Simon o Ferry, y los guionistas François Maingoval y Patrick Weber aunque se ha ocupado hasta estos últimos álbumes de supervisar los argumentos de las historias aunque ninguno de estos ha alcanzado el sentido de la composición y el detallismo que Martin logró en sus álbumes en solitario.

Mientras que en Europa "Alix" es un clásico con una secuela casi tan lóngeva como la serie principal, "Les voyages de Alix", con guiones de Martin y dibujo de distintos autores, en España, es una serie prácticamente desconocida ya que sólo se publicaron los primeros álbumes a finales de los años sesenta por la editorial Oikos Tau, más algunos álbumes sueltos sin periodicidad ni orden de "Alix" y "Los viajes de Alix" por parte de Norma y Glénat. Se trata de un auténtico clásico semidesconocido que no estaría de más fuese recuperado en bonitos integrales por alguna avispada editorial.

Les dejo una completa y exhaustiva entrada sobre la serie y el autor, aquí. Además el amigo Emilio dedicó una entrada a la obra de Martin en La Biblioteca de Thule que no deberían perderse. Pero, lo más alucinante de todo es que el núcleo taliban de aficionados españoles a esta obra le ha dedicado una página web muy chula que pueden consultar aquí y si dominan el idioma francés no dejen de pasarse por este sitio.


Trailer de “The informant” de Steven Soderbergh



Cuando vean este trailer “The informant” lo primero que les va a llamar la atención son las pintas que se gasta el amigo Matt Damon, que está prácticamente irreconocible pero, aparte, es que “The informant” tiene hechuras de ser una película interesante. Dirigida por un tipo con tantas tablas como Steven Soderbergh la cosa promete Se trata de una comedia negra e irónica con el cine de agentes secretos y confidentes basada en un libro del mismo titulo del periodista Kurt Eichenwald. Se estrena en Octubre en EEUU. Ya veremos en que queda la cosa.

No más Oesterhelds, libertad para McDonald

Me llega por mail la noticia del secuestro en la convulsa Honduras del caricaturista Allan McDonald junto a su hija de diecisiete meses -¿Qué posicionamiento puede tener una niña de diecisiete meses?.-. Al parecer, McDonald se habría posicionado a favor del referéndum del presidente Zelaya y en contra de los golpistas con lo que se puso en el punto de mira de estos últimos.

Vaya por delante, que no soy un experto de la política interior hondureña pero que, por lo que he podido informarme, tan sospechosos me parecen los golpistas como ese Zelaya que ejerce un peligroso populismo trasnochado. Sin embargo, hay una diferencia vital entre unos y otros. A Zelaya, por mal que me caiga y sospechoso me parezca, le han elegido en unas elecciones libres y democráticas, es un presidente legítimo y, en estos tiempos que corren, sería sonrojante para la sociedad internacional que los golpistas devolvieran a Honduras a la política del golpe de mano, los desaparecidos y los discursos pomposos y vacíos que durante décadas se impuso y lastró buena parte de Latinoamérica.

McDonald se opuso a eso con las armas del artista, el lápiz y la pluma, y sus verdades incómodas pronto han sido silenciadas con la milimétrica eficacia con la que este tipo de golpistas silencian a los disidentes. Cuando he leído el mail no he podido dejar de recordar la figura de otro hombre de la historieta, el genial H.G. Oesterheld, desaparecido junto a sus hijas y asesinado por los golpistas argentinos a finales de los setenta. Su cuerpo todavía no ha aparecido.

Si el golpe tiene éxito y la comunidad internacional mira para otro lado, si Zelaya no vuelve a ocupar su puesto y pierde un referéndum supervisado por los organismos internacionales, si no hay unas nuevas elecciones democráticas y si McDonald se convierte en otro Oesterheld, quedará claro una vez más para vergüenza de todos que a pesar de las buenas palabras en Latinoamérica no pasa el tiempo presa de sus fantasmas y sus oligarquías.

Llámenme ingenuo. Tengo esperanzas. No a otro Oesterheld. Libertad para McDonald.

Página web de Allan McDonald, aquí.

(ACTUALIZACIÓN: Parece que McDonald y su hija han sido liberados gracias a la presión internacional. Menos mal).

martes, 30 de junio de 2009

“Ken Games 1: Pierre” de Robledo y Toledano.

La sensación principal que me ha dejado la lectura de "Pierre", la primera parte de “Ken Games”, la serie que supone su puesta de largo por todo lo alto de José Robledo y Marcial Toledano más allá de los Pirineos es de frustración. Y es que tras plantear con mimo y detalle una historia que es una reflexión sobre la mentira y que, en este primer álbum se centra en la caracterización de los personajes y el planteamiento de las tramas, queda claro que se ha acabado el álbum sin entrar en el meollo de del asunto y es que los autores, como buenos tahúres, tras repartir sus cartas nos la han jugado y se han quedado con todos los triunfos, dejando sin restpuesta los numerosos misterios planteados a lo largo de este primer acto. Les cuento.

Pierre es lbásicamente a historia de una amistad. La que une a Pierre y T.J, dos amigos que se conocieron durante sus estudios en la facultad de matemáticas y que, posteriormente, han emprendido exitosas vidas profesionales en la docencia y la banca, sin renunciar por ello a quedar de vez en cuando junto a Anne, la preciosa y dulce novia de T.J.. Hasta aquí, todo normal, sin embargo ninguno de los tres amigos dice la verdad y tras el velo de normalidad y triunfo aparente que se esfuerzan en transmitirse se encuentran inmersos en sus particulares y oscuros laberintos de mentiras que justifican en, más de un caso, más que dudosas ocupaciones reales.

Es de agradecer álbumes como este en el que los autores derrochan inteligencia, talento y ganas para ofrecer una historia que en ningún momento es lo que parece y se esfuerza en incomodar al lector acostumbrado a las previsibles reglas de los géneros. Y es que el tema central de esta serie es la mentira y los subterfugio en todas sus formas en una reflexión latente que envuelve toda la lectura del álbum y que alcanza su máxima expresión en el desarrollo de la historia que aparentemente Robledo nos presenta como un original “slice of life” sobre un matemático metido a boxeador y que sólo conforme avanzamos la lectura va descubriendo su verdadero rostro, el de un “thriller” opresivo y psicológico ambientado en esos submundos de garitos, buscavidas, hampones y mafiosos que tanto nos hacen disfrutar a aquellos que, salvo en la lectura, nos mantenemos ajenos a ellos. Y es que “Ken Games” tiene alma de thriller psicológico pero sus autores con acierto dan a la historia, a la que no le falta ninguno de los elementos tradicionales –sin privarse por ello de los homenajes y las referencias cinematográficas más o menos explícitas desde a clásicos como “El Buscavidas” a títulos más modernos centrados también en el mundo de los buscavidas y el póquer como “Lock&Stock” y, sobre todo, “Rounders”- un aire novedoso y una voz propia que le sitúa por encima de otras propuestas más tópicas.

Precisamente, ese interés por buscar la originalidad y no resultar previsibles para el lector se hace extensivo al apartado gráfico en el que los autores y, en particular, un brillante Marcial Toledano, no escatiman esfuerzos para adecuar un dibujo preciosista y detallista en el que se perciben ciertas influencias del manga japonés a la historia planteada. Toledano ha asimilado algunos de los mejores recursos del cómic japonés para mantener la atención del lector y los ha adecuado sin ningún prejuicio y con toda naturalidad a la rígida y anquilosada estructura del álbum europeo para ganar espacio a la caracterización de los personajes, a las secuencias de acción y a la complejidad de la trama, un espacio que es estupendamente aprovechado por Toledano para lucirse en magníficas secuencias mudas en la que su dibujo lleva el peso de la narración y carga de crudeza y dramatismo a la historia, dándole un tono más duro y amargo. El álbum es rico en recursos propios del medio y es aconsejable una relectura del aficionado para demorarse en su análisis, pero los más evidentes son quizás los elegantes flashbacks en los que en una misma viñeta se nos describen el pasado sin abandonar por ello el hilo presente de la narración, el uso de las onomatopeyas y los escorzos para el tratamiento de la tensión o la deformación de las viñetas para reflejar la violencia y dinamismo de los combates pugilísticos. Es destacable también, el suave y premeditado uso de una paleta de suaves colores que junto al dibujo amable, naif, de Toledano contrastan con la sordidez de los ambientes en los que se desarrolla la mayor parte de la historia.

En fin, “Pierre” nos presenta un equipo artístico maduro y llamado a hacer grandes cosas si les dejan en el mundo del cómic. Se trata de un cómic inteligente y entretenido pero que, como un ligue de una noche que te abandona en la boca del Metro, nos escamotea lo mejor. No se preocupen, por suerte, los autores nos han dejado el número de teléfono y la promesa de que las dos próximas citas serán mejores incluso que esta. Les tomo la palabra y yo no me las pienso perder. Luego se lo cuento. La edición de Diábolo pulcra y correcta en la buena línea de esta editorial.
El blog de los autores, aquí.

“100 Balas: Sucio” de Brian Azzarello y Eduardo Risso.


(Buff…Lo que son los despistes. Ayer preparando la entrada de “Joker” me di cuenta que no había subido el mes pasado la entrada dedicada a la última entrega de Planeta de “Cien Balas”. Como ya la tengo escrita y todavía resulta vigente aquí se las dejo con mis disculpas).

¡Qué poquitas balas le quedan ya a esta colección! Y como se le nota, amigos, que el señor Brian Azzarello ya no sabe que hacer para estira la trama y llegar a la mágica meta que él solo se marcó de los cien números.

En “Sucio”, el último recopilatorio que nos ofrece Planeta y que engloba los números 84 a 88 de la edición americana en una deficiente edición, resulta bastante patente que estamos ante un arco de transición hacia la traca final que nos tenga preparado el guionista como estruendoso fin de fiesta. “Sucio” está formado por cinco episodios truculentos que no guardan ninguna continuidad entre sí más allá en ellos se describe con más o menos gracia –es una forma de hablar- la eliminación de algunos de los personajes secundarios que aparecieron en distintos arcos de la serie o personajes que simplemente aparecen como elementos ambientales, que caracterizan la brutalidad de la cruenta guerra silenciosa entre las distintas casas del Trust y sus antiguos agentes, que se convierten en víctimas colaterales de su conflicto.

Queda poco de la atmósfera densa y oscura que respiraba esta serie en sus primeros arcos en los que Azzarello demostraba una enorme imaginación para crear situaciones en las que poner en entredicho la fragilidad de la moralidad humana, tentando a sus personajes con los maletines llenos de balas indetectables. Sólo queda realmente la carcasa en forma de los ambientes patibularios en los que se ha desarrollado la serie – los hoteles de carretera, los bares de alterne, los casinos…- pero es evidente que la serie ha perdido fuerza y sólo continua por la inercia de unos personajes ambiguos, muy bien caracterizados. Esto se hace bastante patente en este irregular arco en el que, de una manera precipitada en la mayoría de los episodios si exceptuamos el primero, Azzarello simplemente se dedica a mostrar la crudeza y determinación de los antiguos asesinos del Trust, por si no nos habíamos dado cuenta en los ochenta episodios diferentes, y aprovecha para soltar lastre en forma de secundarios para lo que se avecine. Espero que el guionista nos tenga preparado un final acorde con lo que fue la primera mitad de la serie y abandone el camino que parece tomar en “Sucio” por la violencia gratuita y fácil.

Si en este álbum da la impresión que Azzarello acusa más el desgaste conforme la serie avanza, el que mantiene el nivel como el primer día es un estupendo Eduardo Risso que con su labor hace de cada número una lectura que merezca la pena. Risso, un dibujante muy influido por su compatriota José Múñoz del que escribía el otro día, es capaz de recrear perfectamente los ambientes ideados por Azzarello y potenciar la carga dramática de las historias gracias a su habilidad para la composición y el encuadre, un narrador en imágenes superlativo capaz de hacer interesantes e inquietantes situaciones tan habituales como el que un tipo se tome una cerveza sentado en un banco un simple afeitado, logrando dotar al tiempo de mayor significado a los siempre ajustados diálogos de Azzarello. Si a la excelente labor de Risso añadimos el buen trabajo de la colorista Patricia Mulvihill que dota de mayor fuerza y crueldad a las brutalidades pergeñadas por Azzarello con viñetas con un enérgico contraste en rojo y negro estamos probablemente ante algunos de los episodios mejor dibujados de toda la serie que salvan la faena de aliño de Azzarello. En fin, un dibujante que su labor por sí sola justifica el seguir esta serie.

No quería terminar sin mencionar la cutre edición de Planeta que anuncia en la contraportada una introducción de Risso que no figura en el tomo, sustituida por un artículo de José Torralba, y una página remontada en la que han prescindido de los cuadros de texto de la edición original, sustituyéndolos por espacios en blanco. Una torpeza mayúscula que estropea la composición de página ideada por Risso y que esperemos no se vuelva a repetir en el último volumen de la serie.

En definitiva, “Sucio” me ha parecido un arco irregular, salvado por un magnífico Risso, que debe servir de prólogo al último volumen que ha de poner el broche final a la serie. Esperemos que Planeta no se demore demasiado en su publicación y nos encontremos a un Azzarello a la altura y sus últimas doce balas sean las mejores.

Más “Cien Balas” en El lector impaciente:

Erase una vez un crimen
Corrupto

Más obras de Brian Azzarello en El lector impaciente:
"Joker", junto a Lee Bermejo.

lunes, 29 de junio de 2009

“El Joker” de Azzarello y Bermejo.

Me parece a mí que pocos personajes ha dado el cómic de superhéroes tan agradecidos como el Joker, la némesis de Batman. Un personaje que bajo su apariencia cómica y, hasta cierto punto, inocente (al menos en sus inicios) esconde una mente psicópata y mortal, obsesionada con el hombre murciélago y sin el cuál Batman no habría llegado a convertirse en el icono que actualmente es hoy. Joker es la locura encarnada, los miedos primigenios y la perversión de la inocencia pueril que el payaso evoca para la mayoría, un personaje lleno de matices que debería ser el sueño –o la pesadilla- de cualquier guionista de cómic que podría hacerle protagonista de sus más irreales barrabasadas contando con la licencia –y el aplauso, presumo- del público y la crítica. Por todos estos motivos, no entiendo como un tipo al que presumo tan agudo como Brian Azzarello, guionista estrella en la última década y según recoge la biografía del tomo “uno de los mejores 10 guionistas del medio según la revista Wizard”, ha desarrollado un cómic tan tramposo y mediocre.

Azzarello en esta historia en la búsqueda de dotar al personaje de una verosimilitud que no precisa lo mutila y empobrece convirtiéndolo en esta historia en un mero hampón que pugna por el control de su porción de los bajos fondos de Gotham tras ser dado de alta –por motivos nunca explicados en el cómic- del asilo de Arkham. Azzarello nos narra la historia a través de un narrador interpuesto, Jonny Frost (un personajes “nuevo”en el universo batman a medio camino en apariencia a John Constantine y el Elijah Snow de “Planetary” pero carente del carisma de uno y otro) un perdedor convertido en una especie de asistente personal de Joker. A través de su narración interpuesta, seremos testigo de los enfrentamientos y alianzas de este con otros conocidos enemigos de Batman como el Pingüino, Harley Quinn, Killer Croc, Acertijo o Dos Caras, en una historia que Azzarello construye en el registro que mejor domina, el “hard boiled”, pero que se queda corto a la hora de reflejar la complejidad del protagonista de la historia, reduciéndose finalmente a transitar por caminos que ya han visitado otros previamente. Me da la sensación que Azzarello se ha limitado a realizar un trabajo de aliño con el que no ha llegado a implicarse realmente, quedando bastante lejos de sus obras más personales. Apoyado en sus diálogos de prestidigitador y en su dominio del género negro ha pretendido recrear un Joker “realista” y sucio al supuesto gusto de los lectores -y espectadores- del nuevo milenio pero, en esta ocasión, los diálogos se pierden en fintas que no llegan a ningún sitio y el “thriller” no aporta gran cosa, quedando la historia en una mera anécdota en la trayectoria de un personaje con más de setenta años a sus espaldas.

En el aspecto gráfico, en cambio, me ha gustado el trabajo de Lee Bermejo, un dibujante tenebrista y oscuro que ya destacara en “Hellblazer” que otorga un gran protagonismo a las localizaciones urbanas que la historia agradece, recreando una Gotham opresiva y peligrosa en la que los siniestros protagonistas se mueven con toda comodidad. Me parece muy acertada la versión remozada y moderna que ofrece de algunos de los enemigos clásicos de Batman (no sé hasta que punto la versión del Joker es creación propia o viene influida por la interpretación de Heath Ledger en la película de Nolan) y los hampones que pueblan la historia. Personajes siniestros y perdedores que irradian maldad a través de las arrugas de su expresión. Bermejo se ve muy bien secundado en su labor por Mick Gray, un gran entintador que dota de peso sus dibujos y les dota de una mayor presencia.

En fin, “Joker” de Azzarello y Bermejo es un cómic correcto, que no responde a las expectativas renovadoras generadas, intercambiable por alguno de los peores episodios de “100 Balas” y que no marca la diferencia respecto al personaje al que convierte en un mero émulo de cara blanca de Tony Montana. En cuanto al equipo artístico, Azzarello ha confirmado mis sospechas de que es un guionista bastante sobrevalorado que esconde bajo sus impactantes diálogos cierta incapacidad para cambiar de registro en función de la historia que está contando encasillándose conscientemente en el thriller mientras que Bermejo es un dibujante interesante a seguir. Un cómic sólo recomendable para completistas de Batman. La edición de Planeta me parece correcta

Otros cómics de Brian Azarello en El lector impaciente.

100 Balas”, junto a Eduardo Risso.

Trailer de “Forbbiden Reality”, “The intercepter” o "Smerss XX"I (ustedes eligen el título).



¿Alguien sabe ruso? Porque a juzgar por el trailer esta película rusa de incierto título, tienen una pinta espectacular. A juzgar por las imágenes estamos ante una historia de ciencia ficción con altas dosis de acción rodadas con delicadeza y una manufactura impecable. Por lo que he podido averiguar, la película adapta una novela de Vasilly Golovachev (quién también se encarga del guión) en la que un agente secreto que transporta una poderosa arma psíquica es traicionado por su compañero quién lo deja por muerto. El prota pretende rehacer su vida asumiendo una nueva identidad pero cuando se ve obligado a volver a Moscú se convertirá en el principal objetivo de una misteriosa organización.

En fin, una película con una pinta estupenda que seguramente no veremos estrenada por estos lares. Si alguno se entera de algo más, que avise.

domingo, 28 de junio de 2009

“El marqués de Anaon 5: La Cámara de Kéops” de Vehlmann y Bonhomme


Le tenía muchas ganas a esta nueva entrega de “El marqués de Anaon” ya que tras la lectura del último álbum me había parecido percibir cierto síntomas de acomodamiento por parte del equipo artístico en una fórmula de éxito pero de la que pocas sorpresas se podía esperar. Curiosidad por comprobar si nos íbamos a encontrar con un cómic aseadito o un tebeo realmente currado y que mereciese gastarse los catorce euros del ejemplar en la edición de Norma Editorial. Bien, pueden estar tranquilos, porque tras leer “La Cámara de Kéops” les adelanto que estamos ante una de las mejores entregas de la serie que es sin duda el mejor cómic de época que se está publicando actualmente en el país vecino. Les cuento.

¿Qué haces si repentinamente recibes de un generoso benefactor que no conoces de nada en herencia una fortuna? Probablemente, sonreír, dar las gracias y disfrutar de tu buena suerte. Sin embargo, si el agraciado es el curioso señor de Poulain, popularmente conocido como Marqués de Anaon, la herencia no se convierte más que en el cebo para resolver el misterio que envuelve a la figura de Umberto Leone. Un misterio que trasladará a Jean Baptiste al misterioso y exótico Egipto del siglo XVIII siguiendo los pasos de Leone y le convertirá en el centro de un mar de intrigas del que le costará salir con vida. ¿Descubrirá Jean Baptiste el tesoro de Keops?¿Descubrirá el secreto que llevó a Leone a abandonarlo todo para viajar a Egipto?¿Encontrará el amor? Tendrán que leerse el tebeo, amigos.
El guionista Fabien Vehlmann y da un paso adelante al cambiar completamente el escenario en el que se desarrollan las historias de la serie. Si hasta ahora, todas las aventuras habían tenido lugar en Francia (o en el mar) en esta ocasión la acción se traslada al misterioso Egipto del siglo XVIII en una historia plagada de misterios perfectamente dosificados para que el lector no pueda dejar de leer hasta el final del álbum. Creo que Vehlmann se ha liberado del peso que le suponía en anteriores entregas explicar datos del pasado del protagonista de modo que ha contado con más espacio para desarrollar una historia más rica y compleja que, salvando las distancias, me ha recordado a las protagonizadas por “Tintin”. Y es que, en cierta medida, Jean Baptiste Poulliere es un Tintin del siglo XVIII y en la posibilidad de ir haciendo viajar al personaje por el mundo -como hizo Hergé con Tintin- va a radicar en mi opinión el éxito de los próximos álbumes. Vehlmann escribe una historia muy entretenida a la que no le falta de nada y a la intriga y los supuestos elementos sobrenaturales marca de la serie sabe añadirles los toques de humor y erotismo justos para hacer la historia sea apta y atractiva para el más exigente lector.

Pero si Vehlmann realiza en este álbum uno de sus mejores trabajos lo mismo se puede decir del que es para mí el máximo atractivo de la serie, el dibujante Mattieu Bonnhomme, quien supera el ya alto nivel mostrado hasta el momento, recreando el encanto y misterio que se le supone al Egipto antiguo. Se nota que Bonnhomme se ha encontrado muy cómodo ante el reto de describir este ambiente exótico y demuestra un cuidado estudio de la época que se plasma en la cantidad de detalles que incorpora en cada viñeta. Sin embargo, Bonhomme en ningún momento recarga sus composiciones y se muestra muy consciente de mantener el hilo narrativo de la historia en todo momento. Para un guionista debe ser una delicia trabajar con un dibujante como él ya que le permite centrarse únicamente en los diálogos de la historia sin necesidad de caer en redundancias explicativas de ningún tipo. En el aspecto gráfico, no hay que olvidar tampcoo la labor de Delf quien maneja perfectamente la paleta de colores para dar en todo momento con el matiz justo que los cambios de ambientación requieren en la historia, complementando estupendamente el dibujo de Bonhomme.

En definitiva, los que ya seán fieles seguidores de las andanzas de “El marqués de Anaon” se van a encontrar con el mejor álbum de la serie. Y los que todavía no hayan disfrutado de sus aventuras no deberían dejar pasar la oportunidad de disfrutar de una estupenda aventura autoconclusiva de una de las mejores parejas artísticas del actual cómic europeo. La edición de Norma correcta.

Otras entradas de El lector impaciente dedicadas a “El Marqués de Anaon”:

La isla de Brac
La virgen negra
La providencia
La Bestia

sábado, 27 de junio de 2009

Primer Trailer “Daybreakers” de Michael y Peter Spiering



Otra de vampiros...Pero esta cuenta con algún elemento para la esperanza como un guión en principio atractivo y la presencia de un actor tan competente como Willen Dafoe, que ya de por sí mejora cualquier producto por comercial que sea. La historia parece que la cosa es un totum revolotum de “Yo soy leyenda”, “Underworld” y “The Matrix” . En el año 2019, la Tierra está invadida por los vampiros y la sangre humana es un bien escaso con lo que los vampiros cazan a los escasos humanos para ordeñarlos en granjas. Ante esta perspectiva, un investigador humano busca junto a un grupo de vampiros una variante a la sangre que asegure la supervivencia de las dos razas. ¿Lo conseguirá? El trailer está chulo y, aparte de Dafoe, hay gente interesante como Ethan Hawke o Sam Neill. Los directores australianos, Michael y Peter Spiering, ya tienen experiencia con el horror (aunque en su vertiente más bizarra y gore) ya que rodaron hace unos años una serie Z divertida titulada “Undead” que al parecer les ha permitido dar el salto.

En enero del 2010 se estrenará “Daybreakers”.

viernes, 26 de junio de 2009

Roy Thomas, Conan y las imágenes


Pregunta: Cuando se imagina a Conan... ¿le viene a la mente su propia imagen o la de Frank Frazetta, Barry Windsor-Smith o John Buscema?

Roy Thomas: Depende del momento, me vienen distintas imágenes. Probablemente, casi siempre me viene a la mente el Conan de John Buscema, pero también estoy influenciado por Frazetta y por los primeros trabajos de Barry Smith. John y yo hicimos muchos trabajos juntos, pero a veces, depende de la historia, pienso en la imagen de algún otro autor. Algunas veces comienzo una historia y lo veo dibujado por un artista en particular, pero creo que algunas veces es una amalgama de varios, aunque haya mucho de Frazetta. Tiene que haberlo.
(De una entrevista realizada a Roy Thomas en Newsrama y que pueden leer completa aquí).

Farrah Fawcett (1947-2009)

Los más jovencitos ni les sonará el nombre pero los que vamos para maduritos (como yo, sniff) seguramente se quedarían prendados de la espectacular melena platino de Farrah Fawcett y que la hacia destacar para un niño como yo en la agencia de ángeles que el ausente y suertudo Charlie se montó. Y mira que eran guapas las tres. Yo el recuerdo más vivido que tengo de la mítica serie que la hizo popular es, aparte de su cabecera molona y la música pegadiza a la Fawcett desfaciendo los entuertos que el ausente y suertudo Charlie la encomendaba. Tras “Los ángeles de Charlie” ni el cine ni la vida trataron demasiado bien a este mito erótico de los setenta que iba para estrella y, por esas cosas de la vida, se quedó por el camino.

D.E.P.

Michael Jackson (1958-2009)

Hoy me he desayunado con la muerte de Michael Jackson. No era un fallecimiento que esperase, pero tampoco me ha sorprendido ya que, como muchos, veía en Jackson un personaje controvertido y ambiguo de salud estragada por su propia inconsciencia, un juguete roto que despertaba en mí reacciones encontradas.
Al mejor Michael Jackson lo tengo asociado a la niñez y a ese maravilloso “Thriller” que fue el primer video musical que llamó mi atención porque incluía muchas de aquellas cosas que de niño me fascinaban. Los zombis, hombres lobo, chicas y una música pegadiza interpretada por un chico enérgico de sonrisa contagiosa y chupa roja que parecía no tener articulaciones y al final se quedaba con la chica. No fui el único. Recuerdo en el colegio que con desigual fortuna quien más quien menos intentó hacer que su cuerpo se acalambrara como si hubiera recibido una descarga o andar hacia atrás en una cinta. Imposible, Jackson era único y aun cuando no pararan de salirle imitadores/admiradors como hongos ninguno le llegaba a la punta de la zapatilla.
Sin embargo, yo crecí pero Jackson no. Cada vez más aislado de la realidad en su parque de atracciones privado y preso de unos caprichos de estrella que traicionaban la imagen que se había creado. Un padre maltratador y explotador podía explicar algunas de sus reacciones como su apego enfermizo a la niñez pero cuando este empezó a adquirir tintes cada vez más oscuros y malsanos fui incapaz de justificar a ese ídolo desequilibrado de salud maltrecha y sólo justificado socialmente por el recuerdo que muchos guardamos del que fue, un fantasma que probablemente no dejaba de atormentarle, y los buitres oportunistas dispuestos a aprovechar los últimos restos del patrimonio del que fue el cantante mejor pagado de la historia.

Tras su muerte, prefiero quedarme con lo bueno. Con el niño que maravillaba con sus bailes junto a sus hermanos y con el joven eléctrico de la chaqueta roja. Hasta siempre, Michael. Si estás en algún sitio espero que logres algo de la felicidad que probablemente nunca disfrutaste en vida.

D.E.P.

I’m glad it rained” (Jackson’s Five)



Thrller



jueves, 25 de junio de 2009

“Omar el navegante: Jinn-el-Rais” de Pedro Rodríguez.

Lo que son las cosas, andaba yo lamentándome la semana pasada por aquí de no haber leído en su momento la primera obra de Pedro Rodríguez, “Omar el navegante: Jinn-el-Rais” después del mono que me había creado su estilo fresco y elegante tras su descubrimiento en “Las aventuras imaginarias del joven Verne”, pensando que me iba a resultar complicado encontrar el álbum, cuando entro en una librería cercana a casa de mis padres y salta a mis ojos. Por supuesto, me hice con él, ya que las casualidades no existen y, aunque soy de los que piensan que crearse demasiadas expectativas suele acabar en decepción, en este caso ya les adelanto que este “Jinn-el-Rais” es una obra redonda, mejor incluso en mi opinión que “La puerta entre los mundos”. Les cuento.

A mediados del siglo XVII, en la isla de Creta viven dos niños, Omar y Andreas, dos amigos inseparables que viven su amistad con esa fidelidad ciega que sólo es posible cuando se es niño. En una de sus aventuras, descubren un misterioso barco hundido y el mapa de un tesoro que en sus juegos deciden romper en dos mitades que unirán para ir a buscar juntos algún día. Sin embargo, poco después, Creta sufre una de sus frecuentes razzias piratas en busca de botín y esclavos y el pequeño Andreas es raptado. Años más tarde, Omar ya hecho un hombre se dedica a navegar por el Mediterráneo y en uno de sus viajes se reencontrará con la mitad del mapa de su amigo Andreas. Omar iniciará entonces toda una aventura en pos del tesoro de la eterna juventud escondido en una legendaria isla aunque, realmente, su único deseo es reencontrarse con el amigo de su niñez, sin ser consciente que, por desgracia, en ocasiones los deseos se cumplen. ¿Se reencontrarán Omar y Andreas?¿Encontrarán el tesoro? Busquen y lean “Omar el navegante” para enterarse.

Me ha sorprendido Pedro Rodríguez en el que fuera su primer álbum en solitario no ya tanto por su cuidada puesta en escena, su magnífico uso del color o su narración fluida que ya había descubierto en su obra posterior sino por el excelente guión que se marca. Bajo el armazón aparentemente sencillo de una aventura marítima de época en la que los espacios abiertos están cuidadosamente ambientado, Rodríguez construye un cómic complejo y rico en matices en el que subyace una historia adulta y dura, que enganchará a aquellos lectores que busquen “algo más” que la mera historia de aventuras. Rodríguez se muestra como un narrador notable logrando un cómic muy equilibrado entre los elementos aventureros de una historia en la que no le importa incluir con ciertos toques fantásticos que sirven para ambientar ese Mediterráneo legendario infestado de piratas del siglo XVII que emparentan su Omar con la tradición del aventurero árabe por excelencia, Sinbad, con un poso de reflexión más profundo y adulto que hacen de “Omar el navegante” un cómic difícilmente olvidable.

En definitiva, “Omar, el navegante” es un cómic que difícilmente defraudará a nadie y que, lamentablemente, en el momento de su publicación por Ariadna Ediciones en una cuidada edición, pasó un tanto desapercibido. Yo que ustedes correría a su librería habitual y entre la pila de mediocridades que pueblan sus estantes buscaría esta joyita. Estoy seguro que no les defraudará.

Otros cómics de Pedro Rodríguez en El lector impaciente:

Las aventuras imaginarias del joven Verne: La puerta entre los mundos”.

De financieros, políticos y demás fauna...

Un brillantísimo Manel ha definido en una sola viñeta la paradoja en la que vivimos.

Nuevo trailer de “Halloween 2”.


Se ha hecho público hace un par de días un nuevo trailer de “Halloween 2” de Rob Zombie. A mí no me disgusta lo que se ve, pero uno se pregunta hasta que punto se puede innovar en una franquicia que lleva ya diez películas a sus espaldas. Supongo que si se siguen haciendo es porque son rentables y Jason tiene una legión de fieles seguidores aunque alguien debería plantearse el ir pasando página que, desgraciadamente, material para películas y franquicias de asesinos en serie hay en todos lados. Y si no, lean las noticias.

Halloween 2” se estrena en Agosto en Estados Unidos.

miércoles, 24 de junio de 2009

“Mattéo” de Jean-Pierre Gibrat

Los aficionados al cómic europeo estamos de enhorabuena con la aparición de la nueva obra de Jean Pierre Gibrat, uno de los mejores dibujantes que pululan más allá de los Pirineos, Gibrat es un autor minucioso y preciosista, exquisito en todas sus viñetas y que cuenta con numerosos seguidores en nuestro país que se engancharon hace ya demasiado tiempo a sus bellas mujeres (probablemente Gibrat sea uno de los dibujantes que mejor retrate la belleza femenina en el cómic) y sus elaboradas historias en las que mezcla en un justo equilibrio el costumbrismo con la guerra en obras como “El vuelo del cuervo” o “La prórroga”. En ese sentido, “Mattéo” la nueva obra que nos ocupa, resulta continuista y renovadora al tiempo, ya que si bien nos encontramos con una historia ambientada en la I Guerra Mundial en la que se da cuenta del horror de la Gran Guerra a través de las andanzas del joven Mattéo, nos encontramos con un Gibrat renovado en cuanto a estilo que da una vez más lo mejor de sí en el apartado gráfico.

Mattéo es un joven emigrante español, hijo de un anarquista huido a Francia, que vive junto a su madre en un pequeño pueblecito. Allí vive tranquilamente, enamorado de Juliette, una jovencita cuyos continuos mohines y su preferencia por Guilláume, el señorito del lugar le provocan los mil males. Cuando la I Guerra Mundial estalla y los franceses corren a alistarse voluntarios henchidos de orgullo patriótico mientras el pacifista Mattéo se mantiene al margen hasta que, picado por su amor, se aliste. En la Guerra de Trincheras, Mattéo será testigo de primera mano de toda la miseria y el horror de la guerra e intentará sobrevivir a una guerra que no es suya a la que se ha visto empujado por impresionar a una chica (¿y quién no ha hecho alguna tontería por una mujer?). ¿Sobrevivirá Mattéo a la Gran Guerra?¿Conquistará a Juliette?¿A quién preferirá esta al pacífico Mattéo o al arrogante Guilláume? Para contestar a todas estas preguntas, tendrán que leerse el tebeo.

Es difícil acercarse a la I Guerra Mundial desde el cómic sin hacer referencia a esa obra maestra que es “La Guerra en las Trincheras” de Tardi y, aunque "Mattéo", no aguante una comparación con la misma en el tratamiento crudo y realista de la I Guerra Mundial, no hemos de olvidar que la guerra en la obra de Gibrat, aunque en definitiva denuncie sus horrores, no es el motor de la historia sino que sirve para contextualizar y ambientar el entorno en que se mueven sus protagonistas que en sus obras suelen ser desertores, pacifistas y sinvergüenzas que se muestran escépticos frente a su supuesta grandeza. Sin embargo, en “Mattéo”, respecto a otras obras, Gibrát muestra su interés por mostrar la crudeza de la guerra de una manera más explícita aunque no falten tampoco otros elementos habituales en su obra como el costumbrismo o el amor aunque, en esta ocasión, el elemento erótico resulta mucho más mitigado.

Gráficamente, en “Mattéo” se muestra como un narrador mucho más maduro que en otros trabajos ofreciendo algunas soluciones narrativas con las que pretende sorprender al lector desde las primeras páginas pero es estilísticamente donde se puede encontrar una mayor evolución. No se preocupen que en “Mattéo” van a encontrarse con un Gibrat igual de preciosista y metódico que en anteriores trabajos pero que en esta obra opta por una técnica en la que el uso del color se vuelve primordial para crear atmósferas y situaciones como no se ha visto anteriormente. Gibrat hace un uso exquisito de la aguada para buscar diferentes y preciosos contrastes en el que los rojos y azules resaltan sobre los apagados ocres en una demostración exquisita de dominio técnico y en el que sus lápices se muestran nítidos y que convierten cada viñeta en una auténtica obra de arte en la que demorarse apreciando el cuidadoso acabado de sus composiciones.

Mattéo” es una obra excelente en la que los que ya conocen la obra anterior de Gibrat se reencontrarán con todos aquellos elementos que les gustaron y con un autor inquieto con ganas de evolucionar sin dejar de ser coherente con su estilo mientras que los que se acerquen por primera vez quedarán deslumbrados ante el trabajo de uno de los mejores dibujantes europeos de las últimas décadas. Esperemos que no se demore demasiado la publicación de la segunda parte de la obra y que esté a la altura de esta. Una gozada.

En cuanto a la edición de Norma, no se la puede poner ningún pero ya que aunque resulte algo cara me parece perfecta para disfrutar del dibujo de Gibrat. En esta ocasión, el esfuerzo merece la pena. Ustedes deciden.