jueves, 13 de septiembre de 2007

“El anillo del Nibelungo” de P.Craig Russell



En el año 2003, Planeta publicó “El Anillo del Nibelungo”, la adaptación al cómic que Craig Russell realizó para Dark Horse del ciclo de cuatro óperas que Richard Wagner compuso en el siglo XIX. Descubrir a estas alturas a alguien la influencia de la obra de Wagner, ya no sólo a la ópera sino al mundo de la cultura contemporánea – incluso su influencia histórica, filosófica o política- resulta casi una perogrullada. Una influencia que va desde el cine (a bote pronto se me ocurre la famosa carga de las Valkirias en “Apocalipsys Now” de Coppola, en el cine, o “El Señor de los Anillos” de Tolkien, en la literatura). Por eso no dejaba de ser un desafío esta adaptación al cómic, un medio en el que se unen imagen y palabra, del ciclo de óperas más complejo jamás escrito, que no deja de ser una representación teatral cantada. Philip Craig Russell, que es un artista “sui generis” dentro del mundillo del cómic norteamericano y escapa de etiquetas convencionales, parecía el único capaz de llevar a cabo la hazaña de intentar adaptar los tempos musicales al ritmo que la narrativa del cómic precisa siendo al mismo tiempo innovador y ágil como precisa un buen cómic y, al mismo tiempo, ser fiel a la tradición operística.
Yo, como lector, no puedo enjuiciar si lo consigue o no ya que mis conocimientos operísticos son más bien escasos. Pero sí que puedo valorar “El anillo del Nibelungo” como cómic y en ese sentido hay que decir que se trata de un buen cómic, por no decir un gran cómic. Russell siguiendo la esencia del libreto de las óperas de Wagner, dramas épicos que incorporan la rica tradición mitológica indoeuropea aderezadas con los usos jurídicos de los pueblos germanos y tensas relaciones entre hombres y dioses en los que todos se traicionan entre sí y muere hasta el apuntador, desarrolla un cómic ajeno a cualquier categoría, dotado de un pulso narrativo propio y diferente a cualquier otro que podamos leer. Russel a lo largo del desarrollo del ciclo wagneriano se va sintiendo más seguro en su narración encontrando, según avanza la historia, soluciones más sorprendentes y espectaculares. Dotado de una maestría inherente para el dibujo y teniendo sus principales referentes fuera del ámbito del Cómic tanto en la pintura prerrafaelista, (sus dibujos me recuerdan mucho al otro gran prerrafaelista del cómic norteamericano Barry Smith y su Conan) como en otros ámbitos como la literatura o la ópera, Russell muestra un repertorio enorme de recursos para alternar grandes viñetas cargadas de épica, espectacularidad o expresividad, entrelazadas con viñetas más pequeñas que le permiten avanzar en la narración. El diseño de cada página es precioso y hará disfrutar al lector de cómic más allá de su conocimiento de la obra original que disfrutará perdiéndose durante unas horas entre las viñetas y soluciones que aporta Russell, despertándole la curiosidad por ver representadas estas óperas.
Ya saben, si les pilla mal ir hasta Bayreuth para ver el ciclo wagneriano háganse con la obra de Russell. Seguro que lo disfrutan más.

"El Anillo del Nibelungo" consta de los siguientes volúmenes:

- El oro del Rin
- La valkiria
- Sigfrido
- El crepúsculo de los dioses

miércoles, 12 de septiembre de 2007

Cómics en catalán, ¿qué pasa con las editoriales?



Vaya por delante que me parece estupendo que cada uno pueda leer en la lengua que quiera y que no quiero abrir ninguna polémica más allá de la peligrosa tendencia en algunas editoriales de usar una determinada sensibilidad lingüística como arma comercial.
A lo que voy, hace cosa de unos meses Ediciones Glénat inició la edición del cómic “Musculman” únicamente en catalán, lo que en mi opinión supone una discriminación para todos aquellos lectores castellanoparlantes que quisieran acceder al mismo. Se argumentará que en Cataluña es donde se ha emitido la serie de animación y donde posiblemente tendría más tirón la serie. De acuerdo, ¿es motivo para dejar a los catalanes que preferirían leer la serie en español sin esa posibilidad? ¿ es suficiente motivo para dejar a los españoles que no dominamos el catalán sin posibilidad de acceder a la serie? Yo creo que no.
Otro ejemplo, Planeta ha anunciado que para el próximo Salón del Manga a celebrar en Noviembre va a sacar la edición absolute del “Watchmen” de Alan Moore en catalán. Me parece bien, pero ¿por qué no lo sacaron coincidiendo con la reciente edición en castellano? ¿Pensarán que todos los catalanohablantes que se hicieron con la edición en castellano van a comprarla ahora de nuevo? No lo sé, pero temo la respuesta a estas preguntas.
Las editoriales pueden editar como les dé la gana. Están en su derecho porque es su negocio y arriesgan su dinero. Sin embargo, no creo que en ninguno de los dos casos a las editoriales les costase tanto sacar dos ediciones paralelas y conjuntas una en castellano y otra en catalán (y si me apuran también otras en vasco y en gallego) con lo que permitirían que los lectores pudieran optar en qué lengua leer la obra. Sin embargo, al no actuar de este modo, no hacen más que mostrar su escasa sensibilidad y respeto hacia unos lectores que, en definitiva, son los que les mantienen el cotarro. En lo que podría ser una buena oportunidad comercial no logran más que herir susceptibilidades y “forzar” tanto a unos como a otros a comprar los cómics en idiomas que no quieren para sacar “a posteriori” nuevas ediciones en los otros idiomas. Mal asunto. Esperemos que este tipo de situaciones no se repitan en el futuro.

“El club de los suicidas” de Roberto Santiago.



El cine patrio tan escaso de mordiente en muchas ocasiones para atraer público por la calidad de sus tramas gusta para suplir esta carencia incorporando a actores que han demostrado su tirón mediático en la televisión. Una vez más esta situación se repite en “El club de los suicidas”, la última película de Roberto Santiago (“Hombres felices”, “El penalti más largo del mundo”) y su protagonista, Fernando Tejero, archiconocido por la comedia “Aquí no hay quién viva”.
Probablemente, “El club de los suicidas” tiene más cualidades para atraer al espectador más allá del tirón de su protagonista. Una comedia negra razonablemente divertida en la que un grupo de desgraciados que acuden a una terapia de la seguridad social para eliminar sus tendencias suicidas deciden pasar de la terapia y siguiendo, el modelo del relato de Stevenson de mismo título, ayudarse unos a otros a suicidarse. La cosa va funcionando mal que bien hasta que Antonio, el personaje encarnado por Tejero, se enamora de Ana, interpretado por Lucia Jiménez.
“El Club de los suicidas” es una película que se deja ver y ayuda a pasar el rato con algunos momentos cómicos realmente graciosos (generalmente aquellos en los que aparece el chino) hecha a mayor gloria de Fernando Tejero, un actor del que ya todos conocemos sus registros cómicos y que en esta película no incorpora nada nuevo a lo ya conocido y, en muchas ocasiones, resulta redundante, por lo que hubiese sido más interesante haber dado mayor cancha a personajes secundarios que hacen que la trama, escasamente planificada y con algunos gags no excesivamente originales pero eficaces, funcione. En este sentido, hay que destacar la labor de los excelentes Luis Callejo, Juanma Cifuentes y Cristina Alcázar, actores con una “vis cómica” impresionante y que nos hacen confiar en que la gran tradición de cómicos en nuestro país tiene mimbres para continuar. De Lucía Jiménez hay que decir que está bastante correcta en su papel de guapa de la película y a Tejero hay que recomendarle que busque papeles en un registro diferente - ¿por qué no probar con un papel dramático? - si quiere evolucionar en su carrera como actor que como Benito – perdón, Antonio, en este caso – ya está muy visto. Ah, a los que no les guste la película y piensen salir de la Sala antes de tiempo aconsejarles que no lo hagan porque el mejor chiste se encuentra al final. Así que, ya saben, ármense de paciencia.

martes, 11 de septiembre de 2007

Jane Wyman (1914-2007)


Probablemente, para los más jóvenes este nombre no significará gran cosa pero para aquellos que fuimos niños en los ochenta cuando la televisión se reducía a dos canales y nos apelotonábamos para verla en familia será por siempre la pérfida Angela Channing, la maquiavélica propietaria de los viñedos de “Falcon Crest”. Angela Channing es una de mis malvadas televisivas más queridas porque no había quién pudiera resistirse a esta señora de compostura inmaculada y medida ironía, que acompañada a todos lados de su criado chino Chu-li, se dedicaba a hacerle la vida imposible a los bobos – digo, a los buenos – de una de la series más horteras de todos los tiempos. Sin embargo, la carrera de Jane Wyman ya era larga cuando realizó a “Falcon Crest”. En su carrera cinematográfica figuran títulos como “Belinda”, por el que ganó un oscar a la mejor actriz, “No estoy sola” u “Obsesion”, y para televisión participó en otras series señeras como “Los ángeles de Charlie”, “Vacaciones en el mar” o “La doctora Quinn”. En lo personal, lo más destacable que se puede decir es que tuvo el buen gusto de divorciarse de Ronald Reegan antes que este iniciase su infausta carrera hacia la Casa Blanca. Toda una dama.

Adiós, Sra. Channing.

D.E.P.

“Ex Machina 4: En pie de guerra” de Brian K. Vaughan y Tony Harris



Del último recopilatorio de “Ex Machina”, que incorpora los números 17 al 20 del original, lo mejor que se puede decir es que mantiene la misma línea que las entregas anteriores sin sorprender al seguidor fiel de la serie pero que deja abierta la puerta en su última historia a que se produzca algún giro de los acontecimientos interesante.
“Ex Machina” es una historia atípica dentro del género de superhéroes donde la acción y los enfrentamientos épicos quedan en un segundo plano en busca de un tratamiento más realista y maduro del concepto de héroe. Mitchell Hundred, “La Gran Máquina”, debe capear las dificultades que conlleva ser el alcalde de Nueva York tras el 11S más allá de utilizar sus poderes para aporrear al villano de turno. Este planteamiento queda especialmente en evidencia en el primer arco argumental, “En pie de guerra”, donde Mitchell se ve en entredicho al haber autorizado una manifestación contra en el envío de tropas por parte del gobierno de EEUU a Irak, manifestación en la que participa un miembro de su gabinete, la antigua becaria Journal Moore. La protesta acaba mal cuando los manifestantes sufren un atentado con un arma biológica y una de las víctimas es Journal. De este modo, Mitchel, presionado y preocupado por la trascendencia del problema, usa sus poderes para capturar al culpable. En la segunda historia, “Vida y Muerte” Mitchel, agobiado por un periodista para que se posicione respecto a la pena de muerte, rememora su enfrentamiento con el archienemigo de su etapa superheroica, Pherson, un tipo con un poder parecido al suyo de control de las máquinas pero en su caso aplicado a los animales, un enemigo al que cree que mató pero que en las últimas viñetas de la historia Vaughan deja abierta la puerta a su resurrección.
En este nuevo libro Vaughan (“Y, el último hombre”, "Runaways") sigue demostrando su habilidad para incorporar argumentos realistas a la historia de este superhéroe metido a alcalde de NY aprovechando de este modo para analizar la realidad norteamericana (y global) tras el atentando del 11S. Vaughan, a través de Mitchell, realiza una completa radiografía de la psicosis a la que se enfrenta la sociedad norteamericana dividida respecto al envío de las tropas a Irak e incorpora elementos realistas como la muerte de un inocente en un registro policial en el metro (más o menos tal y como ocurrió en Londres tras sus atentando). Vaughan aporta distintos puntos de vista a través de sus personajes en una historia llena de grises para no tomar partido por ningún planteamiento dejando al lector que tome su propia postura sobre el tema. El segundo arco argumental me parece que va a ser importante en el desarrollo de la serie al introducir a Pherson, el archienemigo que todo superhéroe que se precie requiere y desvela algo más del pasado de la Gran Máquina, lo que abre la puerta a nuevas posibilidades argumentales. Por otro lado, Vaughan sigue manteniendo la misma estructura, por otro lado común a sus dos series: narrar la historia del protagonista a través de continuos flashbacks lo que le permite mantener la atención del lector durante toda la historia intacta.
Del dibujo hiperrealista de Tony Harris tampoco se puede comentar nada nuevo. Es un dibujo correcto que se ajusta bien a la historia de Vaughan pero al que se le nota cierto acomodamiento, quizás en este último tomo más que en los anteriores, un hieratismo en las figuras preocupante y una propensión por el encuadre cinematográfico que en ocasiones hace que chirríe a mis ojos. Sin embargo, a pesar de ello, tanto “Ex Machina” como “Y, el último hombre” son obras que tanto por su temática como por el tratamiento bien documentado de Vaughan están bastante por encima de los productos “mainstream” que se suelen publicar actualmente. De momento, Vaughan tiene mi voto de confianza y mi atención aunque espero que en sus próximos proyectos opte por una estructura narrativa distinta porque los saltos temporales ya ha demostrado que los domina.
Aquí podéis leer sobre anteriores entregas de "Ex Machina" en El Lector Impaciente.

lunes, 10 de septiembre de 2007

Rubén Sosa



A través del correo me enteró de la muerte de Rubén Sosa, dibujante radicado durante más de treinta años en Italia y que, recientemente, había regresado junto a su familia a su Argentina natal. Sosa dibujó algunos de los personajes más emblemáticos de la historieta argentina colaborando con el gran Héctor Oesterheld, que fácilmente nos vienen a la cabeza a todos los aficionados de este lado del charco, como “Ernie Pike” o “El Eternauta” ( ¿Para cuándo una edición digna de "El Eternauta" en España?). Un derrame cerebral acabó con su vida el pasado día 7 de Septiembre.


Aquí os dejo un enlace a una entrevista que Mariano Chinelli le realizó para “Continuum 4”.

D.E.P.

“Hoy, Júpiter” de Landero.



Pocas novelas me han llenado tanto en los últimos años como la última obra de Luis Landero, “Hoy Júpiter”, no tanto por la riqueza de la trama, la perfección de su construcción o la hondura de los personajes, que de todo ello anda sobrada, como de la habilidad artesanal de Landero para la elección de la palabra justa, de la frase concreta, en un castellano rico y conciso, como muy pocos novelistas contemporáneos son capaces de hilvanar en sus obras y convirtiendo su lectura en un raro placer para el lector que, aparte del fondo, desee disfrutar de la forma.
En “Hoy, Júpiter”, Landero nos narra la historia de dos personajes, Dámaso Méndez y Tomás Montejo, dos vidas paralelas de individuos inadaptados e incorfomistas, a primera vista sin nada en común entre sí, pero cuyos destinos confluyen y se entremezclan en el desenlace de la historia. Tomás Montejo, es un profesor de instituto que ha llenado su insustancial vida con la ilusión de la gloria literaria, ilusión que le lleva primero a despreciar la relación con su mujer y posteriormente a engañarla con una alumna en busca de la adulación soñada. Dámaso Méndez, es un hombre de campo victima de los delirios de grandeza de un padre soñador y frustrado, que al no cumplir las expectativas del mismo ve como su cariño y su lugar en la familia son usurpados por Bernardo, un joven aparentemente poseedor de todas las cualidades de las que él carece y que se hace merecedor del cariño del padre. Eso provocará el nacimiento de un odio ciego en Dámaso al que dedicará su vida, odio que le consumirá y que le llevará a perseguir a Bernardo, el culpable de todas sus desdichas y desgracias.
Landero construye una novela en la que la persecución de la ilusión se convierte en una pulsión destructora que paulatinamente socava la vida de los personajes dejando, como único contenido de las mismas, el vacío y el remordimiento ante lo dejado de vivir y como última opción de supervivencia el refugio en la ficción. Alternando la historia de cada uno de los protagonistas, Landero construye una novela que partiendo del relato intimista desemboca en una última parte en que descubre los misterios, grandes y pequeños, que se han ido planteando a lo largo de la narración. Landero nos acerca a las pequeñas grandes cosas que conoce tan bien, la visión bucólica de la vida campesina y el compromiso total con la literatura como opción vital en un desdoblamiento que quizás nos acerque a sus propios anhelos, miedos y demonios.
Si tienen ocasión, léanla, no les decepcionará.

domingo, 9 de septiembre de 2007

Benedicto XVI que estás en los cielos.



Me resulta escandaloso y sonrojante que Benedicto XVI, el sumo representante de su religión en la Tierra, mantenga una actitud tan retrograda y alejada de lo que es el discurrir de los tiempos que le han tocado vivir. No entiendo, por poner sólo un ejemplo, su actitud cerril por ejemplo, respecto al uso del preservativo en África.
Ahora anda por Austria intentando mantener el orden en sus filas y mantener viva la fe en su figura entre unos fieles que a la fuerza se alejan de una Iglesia en la que no encuentran reflejo para sus problemas terrenales, predicando sobre cómo deben vivir los demás su vida y adoctrinando sobre cosas de las que no entiende ni entenderá. Mientras tanto, la diócesis de San Diego pagará la simbólica cantidad de 122 millones de euros (198 de dólares) para evitar que las víctimas de los abusos de sus sacerdotes les lleven a juicio aprovechando que la legislación norteamericana no parece entender que, de determinados delitos, es víctima toda la sociedad y no sólo aquellos que los padecen.
Supongo que Benedicto XVI sobre este tema no dirá nada y escurrirá el bulto con una mirada al cielo y una oración. Suma y sigue.

Para leer más al respecto aquí y aquí.

“Príncipe Valiente 3” de Manuel de Caldas: una distribución difícil.


A través de Crisei y La Cárcel de Papel me entero de las dificultades que ha encontrado Manuel de Caldas para distribuir en España su excelente edición de “Príncipe Valiente” de Hal Foster. Al parecer, a causa de unas nuevas condiciones contractuales de King Features Syndicate, la distribución de la edición de Caldas sólo puede realizarse en España a través del correo y no por el medio más lógico, el de las librerías especializadas.
La edición de la obra de Caldas en España ha estado marcada por las dificultades desde el principio, no sólo las inherentes a que un aficionado con más ilusión que medios lleve a cabo una tarea de esa envergadura como por el hecho a que su edición haya coincidido en el tiempo con la publicación en España de otra edición realizada por Planeta, una de las editoriales de mayor tradición en la publicación de cómics en España y con una gran influencia dentro de la “industria”.
No voy a entrar en la polémica sobre cuál edición es mejor o peor porque a cualquier aficionado que haya podido comparar una y otra la respuesta le saltará a los ojos por sí sola por evidente y cada cuál debe ser libre para optar por una u otra. Lo que es una lástima es que se prive a Caldas del canal lógico de distribución de su obra entre los aficionados para que la competencia sea ciertamente justa. Y aún es más triste que, al parecer, no puedan cohabitar las dos ediciones en el mercado español cuando - creo - son perfectamente compatibles. La edición de Planeta es más popular y económica lo que puede atraer a nuevos lectores a este clásico del cómic mientras que la de Caldas está dirigida más bien a un público que ya conoce la obra y busca un tratamiento más cuidado que realce el genial dibujo de Foster.
En definitiva, los mayores perjudicados de toda esta historia somos los aficionados al Cómic.

viernes, 7 de septiembre de 2007

“Death Proof” de Quentin Tarantino.



Aprovechando el día del espectador, el miércoles me acerqué a ver “Death Proof”, la película que Quentin Tarantino realizó para el proyecto a pachas con su colega Robert Rodríguez, “Grindhouse”. Ya saben, los dos amigos decidieron homenajear las sesiones dobles de los años sesenta y setenta en que proyectaban películas de serie Z, casquería y cine cutre en general, que en España por el capricho de las distribuidoras y productoras decidieron separar para ver si así lograban mayor tirón entre el público.
Vista la película se puede decir que cumple perfectamente las condiciones de la serie Z en la que la acción y las persecuciones juegan un papel importante y con imaginación intentar paliar la falta de recursos y, al mismo tiempo, es una película completamente “tarentiniana”, incluso, en cierto modo, es posible que sea en la que mejor se aprecia buena parte de los trucos de este tipo tan genialmente peculiar, si acaso los más fáciles y efectistas. Y es que en “Death Proof” tenemos los diálogos delirantes que atrapan al espectador más allá de lo que está viendo como en “Reservoir Dogs” o “Pulp Fiction” (ojo a las conversaciones en el coche que dura su buena media hora) y tenemos mujeres exuberantes de armas tomar como en “Kill Bill 1 y 2” o “Jackie Brown” (las ocho protagonistas en ese sentido cumplen sobradamente aunque yo destacaría a Vanesa Ferlito y su bailecito sexy) además de una banda sonora selecta basada en clásicos olvidados de los 60 y 70 que también conoce y sabe utilizar el director. Y, a estas alturas, se preguntarán ¿merece la pena “Death Proof? Pues “Death Proof” señores y señoras es una macarrada. La película see divide en dos partes (esto es también muy tarentiniano): una primera parte en la que las chicas pasan buena parte del tiempo charlando intrascendentemente sobre sexo, drogas y coches hasta que el malvado Especialista Mike (estupendo Kurt Russell) aparece para cargárselas y, una segunda parte, en la que otro grupo de chicas distintas pero que se dedican a hablar más o menos de lo mismo mientras comen hamburguesas y se compran un coche hasta que son también acosadas por el Especialista Mike aunque en esta segunda ocasión el malo da con la horma de su zapato. Y, esto es todo, un argumento de “cartoon”… todo para cualquiera que no esté en la misma onda de Tarantino pues la película está repleta de bromas, referencias cinematográficas y violencia exagerada y gratuita que hará disfrutar al público fiel del director, que encontrará exactamente aquello que espera y desesperará a aquellos que no les guste su cine, pero a estas alturas de la fiesta, todo el mundo sabe lo que hay en las películas de Tarantino. “Death proof” no es ni de lejos la mejor película de Tarantino y es de esperar que en algún momento este decida madurar y ofrecernos un proyecto completamente original y no homenajes a los géneros que le gustan (aunque lo haga tan bien) pero, mientras tanto, se divierte y nos divierte a todos los que disfrutamos de su cine exagerado y gamberro. Por otro lado, la película cumple sobradamente con las condiciones del proyecto “Grindhouse”, la atmósfera setentera está lograda aunque luego los personajes no paren de usar los móviles y saquen algún cartel de películas posteriores como “Scary Movie” e imita bastante bien la cutrez de esas películas llenas de granulado y cortes. Pero todo se perdona porque forma parte de la gamberrada.
No esperen entrada sobre la primera parte de “Grindhouse” dirigida por Rodríguez, “Planet Terror" ya que es un director que no me llama demasiado la atención si exceptuamos las excelentes “Abierto hasta el amanecer”y “Sin City” (aunque en estas películas siempre me queda la duda donde empieza su mérito y acaba el del propio Tarantino ó el de Frank Miller).
Ya me contarán que les parece...

jueves, 6 de septiembre de 2007

Luciano Pavarotti (1935-2007)

Aunque se veía venir, el levantarse con una noticia como esta hace que te recorra un escalofrío por la espalda. Ha muerto Luciano Pavarotti del cáncer de pancreas que padecía desde hace años. Pavarotti era uno de esos extraños personajes que caía simpático a todo el mundo, tanto aquellos aficionados a la ópera que disfrutaban de su voz privilegiada como de los que no lo eran tanto y no podían evitar una sonrisa ante la imagen de ese hombre rebosante de humanidad y en apariencia eternamente feliz. Pavarotti fue la tercera pata del taburete, que junto a Plácido Domingo y José Carreras hizo accesible el “bel canto” a aquellos que lo desconocían y lo consideraban coto cerrado de los cultistas o los privilegiados y, que a partir de sus actuaciones apasionadas, empezaron a berrear “I pagliacci” en la ducha aunque no supieran quién era Leoncavallo, ni falta que les hacía.

D.E.P.

miércoles, 5 de septiembre de 2007

“Un viejo que leía novelas de amor” de Luis Sepúlveda.



Hay novelas que llegan tarde. Entiéndame lo que quiero decir. Hay novelas que probablemente escritas unos años antes (los años póngalos ustedes) se hubieran convertido por mor de las modas, de los contextos históricos o por váyase a saber el motivo, en novelas referenciales para una generación o un movimiento literario, respuestas fáciles para un concurso de cultura general o una encuesta de opinión. Y esa es la impresión que me produce cada vez que leo o releo “Un viejo que leía novelas de amor” de Luis Sepúlveda (“Mundo del fin del mundo”, “Nombre de torero”), una novela publicada por primera vez en 1989 y en estas tierras de España en 1993 por Tusquets Editores, una novela que reúne todos los elementos para haberse convertido en una pieza clave del “realismo mágico” latinoamericano si se hubiera escrito cincuenta años antes y que, sin embargo, ha pasado bastante desapercibida.
“Un viejo…” narra la historia de Antonio José Bolivar Proaño, un anciano habitante de El Idilio, un remoto puesto perdido en la Amazonía habitada por los shuar (popularmente conocidos como jíbaros) sin otra distracción en su solitaria y dura vida que leer novelas de las “que hablan del amor con palabras tan hermosas que a veces le hacían olvidar la barbarie humana” que le lleva dos veces al año su amigo el dentista Rubicundo Loachamín y dedicarse a la caza del tigrillo, procurando mantenerse alejado de las ambiciones y locuras de sus convecinos blancos. Sin embargo, se ve requerido por el avaricioso, corrupto y asqueroso alcalde del pueblo para dar caza a un tigrillo que ha matado a varias personas. Durante la caza, Antonio José descubrirá los verdaderos motivos que llevaron al animal a convertirse en un matahombres y le llevará a sentir una mayor comunión con el animal que con sus congéneres.
En esta novela corta, Sepúlveda incorpora y homenajea a los grandes de la literatura americana del último siglo. Desde el “Realismo Mágico” militante del mejor Garcia Márquez y el “Indigenismo” de Ciro Alegria hasta el Hemingway de “El viejo y el Mar” ó el Steinbeck de “La perla”, todos están muy presentes en esta obra para conformar la personalidad de José Bolivar, el protagonista del que se sirve Sepúlveda para denunciar los problemas a los que se enfrenta la selva amazónica. La novela está escrita en un estilo sencillo y directo accesible a todas las edades, que seducirá a un lector fascinado por la caza del tigrillo y la humanidad de José Bolivar. Lo dicho: publicada treinta años antes esta novela hubiera sido cabeza de león de un movimiento de denuncia del Amazonía, pero en 1989 no deja de ser cola de ratón de la novela latinoamericana. Si les gustó “El viejo y el Mar” o “El mundo es ancho y ajeno” ya están tardando.

martes, 4 de septiembre de 2007

“Batman” de Grant Morrison y Andy Kubert: buenas sensaciones.



Publicados ya tres números del Batman de Grant Morrison (“Doom Patrol”, “Los Invisibles”) por Planeta Agostini las sensaciones son positivas. Morrison, un guionista de mucho recorrido ya en el mundillo, parece que ha decidido tomar el toro por los cuernos y sin dejar de lado la senda abierta por Miller y su Año Uno hace ya muchos años sabe imprimirle un nuevo toque de humor que le sienta bastante bien a la historia al tiempo que dota a la trama de la suficiente espectacularidad como para que Andy Kubert (“1602”, “X-Men”) pueda desarrollar su enorme potencial a los lápices.

(Posible SPOILER)
Para empezar, Morrison está intentando profundizar la puerta que dejó Mike W. Barr en su excelente “Batman: hijo del Demonio” y que en su momento no le dejaron desarrollar incorporando al universo batmaniano al hijo que tuvo con Talia, la hija de Rash Al Ghul, un niñito “encantador” entrenado por los mejores maestros de la Liga de los Asesinos, al que Talia deja a cargo de papá Batman para que asuma sus obligaciones parentales. Un encargo envenenado en el que no queda claro si las intenciones de Talia son que el hijo finiquite al padre o el padre al hijo, o ambos entre sí dejándola a ella el campo libre para desarrollar sus planes. Por otro lado, la relación entre Damian (la elección del nombre no ha sido muy original, no) y Robin parece que va a ser cuanto menos tensa.
(Fin del Posible SPOILER)

En definitiva, parece que Morrison sabe a lo que juega y está poniendo las bases para hacer un Hombre Murciélago innovador y, al mismo tiempo, fiel al trabajo de los mejores guionistas anteriores. De momento, el tebeo es entretenido y equilibrado entre el humor y la acción dosificando el protagonismo de Batman con la intervención de los secundarios y recuperando para la causa a Alfred y a Bruce Wayne, el alter ego de Batman.
En el aspecto gráfico Andy Kubert está en su línea construyendo un cómic rico en detalles con el único pero de cierta confusión en la composición de algunas viñetas de acción.
Discutible es la elección del formato por parte de Planeta publicando un episodio yanqui de "Batman" con un episodio de “Detective Comics”, guionizado por Paul Dini y dibujado por diferentes dibujantes. En “Detective Comics” se supone que se centran en historias autonclusivas en las que predomina el elemento detectivesco de Batman. Dini cumple sin pena ni gloria en unas historias que se olvidan tan fácilmente como se leen y que los amigos de Planeta meten de relleno aprovechando el tirón que tiene el dúo dinámico Morrison-Kubert.
De momento, este Batman tiene mi voto de confianza. Esperemos que Morrison y Kubert desarrollen una nueva etapa inolvidable en la saga del Hombre Murciélago.

lunes, 3 de septiembre de 2007

“Caótica Ana” de Julio Medem

Dentro del vapuleado y ninguneado cine español hay un nombre que destaca sobre los demás por ser poseedor de uno de los universos más ricos, cautivadores y sugestivos, como no se ha visto en mucho tiempo, quizás desde el mismísimo maestro Buñuel. Un universo que refina y perfecciona en cada nuevo proyecto con algún lamentable borrón (“La pelota vasca”) y que, al mismo tiempo, me da la sensación su cine no recibe el reconocimiento que merece en comparación con otros más artificiosos pero con más capacidad para seducir a los medios. Me refiero, a Julio Medem (“Tierra” “Lucia y el sexo”, “Los amantes del circulo polar”) y su última película, “Caotica Ana”.
En esta pelicula, Médem nos cuenta, como ya es habitual en él, una historia entre la realidad y la fantasía, el consciente y el inconsciente, el realismo y la abstracción. La joven e inocente Ana es una talentosa pintora que conoce a Justine, una rica mecenas que la propone abandonar su Ibiza natal y trasladarse a Madrid dejando a su padre y su isla para incorporarse a una escuela de jóvenes talentos. Allí conocerá a Linda, encarnada por una creíble Bebe, que se convertirá en su mejor amiga y a Sahib, un joven pintor saharaui con el que vivirá una apasionada historia de amor. Sin embargo, Ana sufre un extraño ataque que provocará la repentina huida de Sahib. Con la ayuda de un hipnotizador Ana descubrirá a través de la regresión que es la última de una cadena antiquísima de reencarnaciones de mujeres que murieron jóvenes y asesinadas, mujeres que deben cumplir una misión: recuperar el poder para la mujer frente a nuestra sociedad patriarcal. En Nueva York, Ana se rencontrará con Sahib, descubrirá el motivo de su huida y se enfrentará finalmente a su destino.
Utilizando a la jovencísima Ana, una debutante Manuela Vellés, una joven que mezcla la ingenuidad más pueril con la sensualidad más arrebatadora, Médem realiza una película alegato que es crisol de historias e inquietudes, reflejo de la personalidad del autor. Por un lado, nos encontramos ante un alegato de la sociedad matriarcal frente a la patriarcal, en opinión del director causa de las guerras y desgracias del mundo y un posicionamiento ante la causa saharaui, un pueblo sin país olvidado de todos en el desierto argelino. Por otro, una historia de amor en su doble vertiente, la pasión que siente Ana por Sahib y la hermosísima relación que mantiene con su monstruo, su padre, interpretado por un lacónico Mattias Habich. Y, además, el homenaje que el director rinde hacia su hermana Ana, fallecida en la juventud como consecuencia de un accidente automovilístico, autora de las pinturas de la Ana de ficción en la película. Todas estas tramas se entremezclan en la mente de Medem para hacer una película densa cargada de simbolismos freudianos (una constante en el cine de Medem, cuya primera vocación fue la medicina y la psiquiatría) que se desarrolla y amalgama a través de la doble hipnosis a la que el joven Asier Newman somete a la protagonista y a la que Medem somete a los espectadores, que asisten sojuzgados al viaje iniciatico de Ana hasta su sorprendente final a través de la magnífica actuación de un reparto internacional, formado por actores insultantemente jóvenes y semidesconocidos junto a otros contrastados (Charlotte Rampling no ha perdido nada de su elegancia) que funciona como una maquinaria perfecta para levantar este artificio a la imaginación de Medem y sus exploraciones de la mente humana. Una película inteligente que no dejará a nadie indiferente y que, en mi opinión, es la mejor del autor hasta el momento.
Para saber más sobre “Caotica Ana” pinchad aquí.

domingo, 2 de septiembre de 2007

12 millones para un perro…¿Estamos locos o qué?

Descubro pasmado que aquí la amiga Leona Helmsley, una multimillonaria de los EEUU no excesivamente popular, como si del argumento de la una película de Disney se tratase, no se le ocurrió mejor idea que desheredar a dos de sus nietos y dejar 12 milloncejos de dólares a su querida perrita Trouble. No sabemos si los nietos eran muy traviesos y le daban mala vida a tan respetable anciana o que encantos ocultos tenía la perrita pero lo que no parece de recibo es que ninguna legislación, incluso una tan paranóica y absurda en muchos casos como la norteamericana, prime estas extravagancias sobre el sentido común y la lógica. Espero que los nietecitos (o nietazos que no sabemos si ya serán hombres o mujeres hechos y derechos) recurran la última voluntad de su chocha abuelita y dejen sin dineros a Trouble. Eso sí, si lo consiguen, alimenten a la perrita que la pobre no tiene la culpa.
Más información sobre el asunto, aquí.

viernes, 31 de agosto de 2007

El día del Blog…


…Ó Blogday, que dicen los anglosajones, y que no tiene más sentido que recomendar cinco blogs cualquiera. Yo como esto esta tradición la desconocía y lo de recomendar blogs ajenos es algo que hago con relativa frecuencia no les voy a recomendar cinco sino algunos más. Por ejemplo, todos los que ven ustedes en esa columna tan maja a su derecha. Pero, si aun les quedan ganas de leer de más, ahí van otros cinco:

- “Predicando en el desierto” o el blog de Micko en el que un españolito autoexiliado nos acerca desde hace años a las cosas tan raras que hacen y les pasan alos japonesitos.
- “De tripas corazón” o el blog de David Rubín, un autor a seguir
- “El blog ausente” o el cajón desastre de la cultura pop de derribo. Hay sitio para todo.
- “Ni libre ni ocupado” o las anécdotas de un taxista en su peregrinar diario. Este blog fue premiado como el mejor blog por el diario “20 Minutos”.
- Y, por último, pero no menos importante…”Papel en blanco”, para estar al tanto de lo que se cuece en el mundillo literario.

Que los disfruten.

La Fiscalía va a por “El Jueves”.


Pues nada, que el procedimiento que provocó el secuestro de la revista “El Jueves” sigue su curso y la fiscalía de la Audiencia Nacional ha solicitado una multa de 3600 euros para Manel Fontdevila y Guillermo Torres a razón de una cuota diaria de doce euros durante diez meses por un delito de injurias al sucesor de la Corona fuera de su función institucional con menoscabo del prestigio de esta.
Ahora quedará en manos de la Defensa presentar sus alegaciones y al juez decidir al respecto, pero lo que está claro para la mayoría que la medida ejemplarizante que adoptó en su momento el juez Del Olmo no ha hecho más que popularizar todavía más la revista y hacerla una campaña de publicidad estupenda. Imagino que si finalmente Grande-Marlaska, al que tengo por más liberal que el juez del Olmo, resuelve el caso la multa sea inferior,
Por otro lado, sería interesante que en el futuro la Audiencia Nacional se dedicase a perseguir otros delitos mucho más graves que la delimitación subjetiva de hasta donde debe llegar la libertad de un medio para expresarse.
De todos modos, viendo la portada de la semana pasada, los de “El Jueves” siguen en su línea. (Y me parece muy bien).
Si quieren leer más detalles de la noticia pinchen aquí

jueves, 30 de agosto de 2007

Recerca sin Xavier Morell

Como esta semana parece que abundan las malas noticias, a través de La BD y Entre Cómics me entero del agravamiento de la situación que venía viviendo la Editorial Recerca y que parece poner en peligro la continuidad de la misma, aun cuando Xavier Morell señala la posibilidad en el comunicado de su supervivencia con un cambio en su dirección.

Lo que sí parece claro es el abandono de Morell de la dirección de la misma, lo cuál no deja de ser una lástima a nivel humano aunque espero que su nuevo trabajo esté relacionado con el mundo del cómic y le permita sentirse tan realizado como en el anterior. Xavier Morell ha sido un ejemplo de sinceridad y transparencia en su comunicación con los lectores y espero que las nuevas cabezas pensantes de la editorial sepan continuar su labor.

Mucha suerte, Xavier.

“Ghost World” de Daniel Clowes.



Cansado ya de tantos fallecimientos, ayer me dediqué a retomar la rutina semanal con la relectura de un buen cómic que llegó a tener una adaptación cinematográfica protagonizada por Scarlett Johansson("Lost in Translation", "Match Point") y Thora Birch ("American Beauty") y dirigida por Terry Zwigoff ("Crumb"). Se trata de “Ghost World” de Daniel Clowes, una historia en la que el autor nos acerca a la existencia de dos amigas adolescentes, Enid y Rebecca , desde su personalísimo prisma.
Enid y Rebecca, son dos adolescentes típicas de cualquier barriada norteamericana de una ciudad pequeña de los EEUU de los noventa, chicas automarginadas y con un universo propio y secreto desde el que atisban el mundo que las rodea con una mirada crítica y corrosiva pero no exenta de la ingenuidad de la juventud falta de experiencia. El despertar al sexo, los cotilleos, la aceptación del propio cuerpo y el miedo al futuro, la identificación con los amigos como medio para reforzar la propia identidad, todos los elementos que configuran la personalidad adolescente - y no tan adolescente - son sabiamente hilvanados por Clowes en los ocho episodios que configuran esta novela gráfica cuya primera aparición seriada se produjo en la revista que autoedita, “Eightball”.
Clowes desde la mediocridad de un ambiente urbano y carente de oportunidades realiza un retrato profundamente humano del paso de la adolescencia a la madurez y de las renuncias, autoengaños y justificaciones que ello conlleva. El autor se erige en narrador de las ilusiones, desesperanzas, decepciones y traiciones de las dos amigas en un tono menos corrosivo que el usado para retratar a otros protagonistas de sus cómics pero también más triste y desencantado, en lo que se convierte en un fiel retrato generacional de buena parte de una juventud completamente perdida respecto a lo que el futuro les depara. Probablemente, “Ghost World” sea el cómic que más me haya gustado hasta el momento de lo que he leído de la obra de Daniel Clowes porque dejando en parte (sólo en parte) los elementos surrealistas y experimentos narrativos que aparecen en otras obras, en “Ghost World” se centra en el tratamiento de los personajes y la historia que cuenta, sin hacer concesiones al lector y dejando que éste saque sus propias conclusiones en lo que ya se ha convertido una seña de identidad de la obra de este autor. Clowes utiliza perfectamente los medios del cómic no sólo para acercarnos a la historia de las dos amigas sino también para expresar sus sentimientos y emociones de una manera pocas veces vista en personajes de papel y en los que en muchos despertará el recuerdo de sus propias emociones en los “raros” años de su propia adolescencia.
Esta obra entre otros premios fue ganadora del Premio a la Mejor Obra Extranjera en el Salón del Cómic de Barcelona 2001.
Para leer sobre otras obras de Clowes en El Lector Impaciente pinchad aquí.

miércoles, 29 de agosto de 2007

Antonio Puerta (1984-2007)



Vaya por delante que me gusta el fútbol, más allá de lo absurdo que me parece la maximización que se hace de todo aquello que le rodea, aunque deplore por regla general la actitud endiosada de los futbolistas, personajes idolatrados hasta el paroxismo por muchos que los consideran modelos que emular cuando no dejan de ser más que chicos que le “pegan bien a un balón”. Eso no quita que haya sentido la muerte repentina de Antonio Puerta, el jugador del Sevilla fallecido ayer, por lo dramático de su muerte en el terreno de juego, que no ha sido la única ni será la última, y por tratarse de un chico joven, más joven que yo, lo que inevitablemente lleva a plantearte lo frágil de la existencia propia. A Antonio Puerta le dio tiempo a disfrutar de aquello que le gustaba y a ayudar en los recientes éxitos deportivos de su equipo de toda la vida. Por lo que he leído en las glosas de los diversos medios debió ser un tipo simpático (para ser futbolista, claro). No es poca cosa, pero la muerte nos llega a todos, incluso a los “triunfadores”.

D.E.P.