miércoles, 7 de abril de 2010

“Air: Cartas de Países Perdidos”, de G. Willow Wilson y M. K. Perker.

Llevaba un tiempo decepcionado con el sello Vertigo de DC, no tanto porque no siguieran apareciendo nuevas series e historias de calidad casi siempre superior a la media del “mainstream” norteamericano sino porque me parecía haber perdido esa inquietud por contar historias con un planteamiento novedoso y original. Por ese motivo, la lectura de este primer arco argumental de “Air” publicado por Planeta en el que se reúnen los cinco primeros números de la serie regular me ha parecido un soplo de aire fresco en muchos sentidos dentro del anquilosamiento rico en testosterona que veníamos padeciendo. Les cuento.

En “Air” se nos cuentan las aventuras y desventuras de Blythe, una particular azafata acrofóbica y filósofa, que se enamorará de un misterioso pasajero a lo largo de sus viajes. El novio de Blythe, Zayn, que cambia sorprendentemente de apariencia y personalidad la irá incorporando a un misterioso mundo irreal en el que la buena de Blythe se convertirá en el centro de asombrosas conspiraciones en países desaparecidos, atentados aéreos protagonizados por grupos creados para perseguir el terrorismo aéreo y luchas entre curiosas multinacionales que buscan controlar nuevas fuentes de energía. ¿Alguien da más en apenas cinco números? Es difícil.

Neil Gaiman rastrea co referencias en “Air” a la obra de Pynchon y Rushdie. Salvando las distancias algo de razón lleva, porque el planteamiento inicial de la guionista en algo se asemeja al comienzo de “Los Versos Satánicos” y la obra tiene mucho de la heterodoxia mixtura de referencias de las novelas de Pynchon pero, además, el producto final de G. Willow Wilson resulta más divertido que el truñaco de Rushdie evitando toda pretenciosidad y sumergiéndonos en un alocado viaje a un wonderland aéreo rico en referencias cruzadas que van desde “Las Mil y Una Noches” a comedias románticas de aventuras tipo “Tras el corazón verde” pasando por la mitología azteca o el budismo que el lector va descubriendo al tiempo que la encantadora protagonista, una Alice vestida de azafata. G. Willow Wilson maneja entre todo ese eclecticismo multicultural con habilidad para plantear un tebeo a medio camino entre la realidad y la fantasía, dando un enfoque original a problemas contemporáneos del transporte y la industria aérea como el terrorismo o el espionaje industrial, alejado de los convencionalismos propios del medio, quizás debido a que la autora, periodista especializada en el mundo árabe, maneja registros ajenos a otros escritores de cómics. Los personajes de Willow Wilson van apareciendo sin pausa apenas esbozados alejados de la lógica habitual en medio de tramas que esperan ser explicadas en sucesivas entregas.

En el aspecto gráfico, el turco M.K. Perker ser muestra como un dibujante interesante. Con una dilatada carrera en su país y tras debutar en EEUU con “Cairo” – interesante novela gráfica del sello Vertigo en la que empezó a colaborar G.Willow Wilson y que incomprensiblemente continua inédita en nuestro país-, Perker traslada a imágenes las fantasías de la guionista mediante un dibujo pulcro, elegante y estilizado reflejando con habilidad tanto los elementos fantásticos de la historia como los más cotidianos, aunque en ocasiones resulte un tanto rígido a la hora de resolver las situaciones de acción.

En definitiva, Air es una serie inteligente y diferente por la que hay que apostar en la que se introduce con unas décadas de retraso la primera heroína del sello Vertigo. Historias protagonizadas por una mujer y contadas con una sensibilidad femenina disfrutables por todos. Yo la daría una oportunidad.

Para conocer mejor el trabajo de M.K. Perker, aquí.

martes, 6 de abril de 2010

Nuevo trailer de “Salt”, de Phillip Noyce.



¿Cuándo ven este trailer no les recuerda poderosamente a esto?...

...¿¿O a esto??...

¡¡Olé la imaginación!! Lo siento por la Jolie que está muy jolie pero creo que esperaré a que la echen por la tele.

“The Clash Of Titans”, de Louise Leterrier.

Louise Leterrier cuando se hizo cargo de “The Clash of Titans” asumió un reto difícil. Un “remake” de una película “de culto” – la “The Clash of Titans” original con dirección del discreto Desmond Davis y magistrales efectos especiales del gran Ray Harrihausen-, película que muchos treintañeros y cuarentones aficionados a esto del cine y la fantasía tenemos en un rinconcito de nuestro corazón y amamos a pesar de sus defectos, película que descubrimos en esas tardes de primera sesión de programa doble o en los cines de la catequesis con descanso a la mitad. Leterrier se arriesgaba a despertar las iras del friquismo extremo y lo cierto es que se ha preparado con ahínco para su examen aprovechando los adelantos técnicos para conseguir unos efectos especiales espectaculares (algo que a estas alturas se da casi por sobreentendido en una película de género) y un grupo de actores de campanillas encabezado por Liam Neeson y Ralph Phiennes. A pesar de toda esa preparación, e intentado ser objetivo, el resultado no va más allá del aprobado raspado porque esta adaptación entretener, entretiene, sí, pero no admite la comparación con la de su predecesora (y, sobre todo, está muy mal montada). Les cuento.

The Clash of Titans” adapta de manera libre el mito de Perseo, el semidiós hijo rebelde de Zeus que en el marco de las guerras entre hombres y dioses, debe llevar a cabo una peligrosa misión: buscar un medio para vencer al casi invencible Kraken, un monstruo primigenio hijo de Hades (en la original, hijo de Poseidon, cosa mucho más lógica teniendo en cuenta que es un monstruo marino) que amenaza destruir la ciudad de Argos si su rey no sacrifica a su hija Andrómeda en el plazo de diez días. Perseo, junto a una partida de intrépidos y variopintos guerreros, partirá a consultar a las Brujas sorteando los múltiples peligros que Hades interpondrá en su camino para que no pueda cumplir su misión.

Louise Leterrirer es un discretísimo director de cine. Tiene una “virtud”, apreciable en el cine actual, como es un gran sentido del ritmo a la hora de diseñar las secuencias de efectos especiales que rueda a un ritmo trepidante más propio de los videojuegos que del cine y paren ustedes de contar porque luego es incapaz de dotar de la mínima hilazón a una historia con lo que sus películas –que tampoco requieren de muchas sutilezas- avanzan siempre a trompicones. En ese sentido, “The Clash of Titans” no es una excepción, la película se mantiene bastante fiel al argumnto de la original (que no al Perseo mitológico) aun cuando se note la mano del guionista en algunos cambios insustanciales y el consabido guiño con la original imprescindible en estos casos para lograr la complicidad de la muchachada para sumirse sin más en la puesta al día de los efectos especiales de Harrihausen. Y lo cierto es que en ese sentido hay que reconocer que se ha hecho una gran labor, con monstruos y seres espectaculares que si bien no logran hacer olvidar las entrañables criaturas del mago Harrihausen adaptan bien aquellas para disfrute de las nuevas generaciones palomiteras con algunas secuencias realmente espectaculares. Me quedo sobre todo con el excelente trabajo de Ralph Phiennes – con una puesta en escena sobrecogedora cada vez que aparecen en escena- y Liam Neeson que disfrutan como enanos haciendo de dioses destacan frente al resto de un elenco correcto que hacen lo que pueden con unos personajes burdamente desarrollados.

En fin, que si buscan en el cine pasar un rato entretenido con la nueva “The Clash of Titans” lo lograrán aunque yo aconsejo que esperen a la versión extendida, pero si quieren además disfrutar de un estupendo clásico de aventuras háganse con el original. Esa seguro que no les defraudará.

Otras películas de Louise Leterrier en El lector impaciente:

Hulk 2

lunes, 5 de abril de 2010

“Arzak Rhapsody 6"


Seguimos con un nuevo capitulo de la poesía visual animada de "Arzak"...
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“El carro de hierro”, de Jason.

Nueva obra del noruego Jason habemus de la mano, como no, de la mano de la editorial Astiberri. En realidad nueva, no, ya que “El Carro de Hierro” es una de las primeras obras del noruego Jason publicada inicialmente en 2003, lo que se nota tanto en el desarrollo de la historia como en la peculiaridad de tratarse de la única obra en la que el autor no ha trabajado sobre una idea propia sino que en esta ocasión adapta un clásico policíaco de un escritor noruego decimonónico para mí desconocido, Stein Riverton. Les cuento.

En una pequeña y tranquila localidad de recreo, un escritor se ha retirado a pasar sus vacaciones. Sin embargo, la tranquilidad se rompe cuando aparece el cuerpo de Blinde, el guardabosques del lugar en medio del páramo, aparentemente asesinado. Los más supersticiosos achacan la aparentemente inexplicable muerte a la leyenda local que señala que quien oye el sonido del fantasmal carro de hierro en el páramo morirá asesinado. A pesar de ello, nuestro escritor junto a un agudo detective llegado de la capital para intentar resolver el asesinato intentarán descifrar el misterio de un crimen que se convierte en la clave para descubrir toda la red de misterios que envuelve la granja Gjaernes.

Más allá de la más que evidente influencia de “El perro de los Baskerville” de Conan Doyle procedente de la novela original en el argumento, el cómic de Jason presenta muchas de las características que el noruego puliría en su obra posterior. Así, nos reencontramos con sus característicos personajes antropomórficos, su hierático dibujo y su sutil esquematismo narrativo, pero en esta ocasión Jason no es capaz de mantener el interés por una obra que no se ajusta a su estilo, simplificando en exceso el original de modo que los personajes carecen de profundidad y no logra atrapar al lector en una trama en la que los escasos giros argumentales no están bien resueltos ni mantienen la intriga imprescindible en una obra de género que se precie al adivinarse casi desde el inicio quién es el culpable.

Aunque la obra en su conjunto no funcione hay tramos salvables e incluso brillantes, percibiéndose al gran autor en el que se acabará convirtiendo el noruego, momentos como la introducción de secuencias mudas y oníricas o el irónico sentido del humor con que describe la Noruega rural y las formas de su encorsetada burguesía con soluciones gráficas más que interesantes. Precisamente es en el aspecto gráfico se encuentra el gran acierto de la obra mediante el uso de un bitono agresivo buscando un acusado contraste entre el rojo y el negro en el que desarrolla la mayor parte de la ambientación del cómic y sirve al autor para caracterizar de este modo los escenarios nocturnos y abiertos en los que se desarrolla la mayor parte de la trama. A pesar de estos aciertos puntuales, la obra falla, básicamente en mi opinión, como consecuencia de la necesidad del autor de incorporar extensos y atropellados diálogos en otros tramos que permitan avanzar una trama en la que Jason acaba ahogándose.

En definitiva, “El carro de hierro” es una curiosidad dentro de la producción de Jason atractiva únicamente para los completistas del autor noruego y se presenta como un interesante experimento –fallido- de un autor en la búsqueda de un estilo y sentido narrativos propio que encontraría en su obra posterior. En mi opinión, lo más flojo de Jason.

domingo, 4 de abril de 2010

15 artistas fundamentales

El amigo Mo Sweat nos ha prouesto otro de sus retos para mantenernos entretenidos esta Semana Santa: elegir 15 artistas fundamentales de la Historia del Cómic, 15 nombres y por lo demás tema libre a la hora de justificar cada cuál sus gustos lo cuál enriquece a mí entender la propuesta. Les adelanto que yo no creo en las listas aunque reconozco que tienen su finalidad pero he puesto especial empeño en esta en la que me he centrado en dibujantes, obviando a los guionistas que merecen su propia lista y hay varios autores completos (que también los hay). Con todo, para llegar a esta lista al final he hecho una selección de 50 nombres que para mí serían los fundamentales pero como la única regla del juego la ha establecido Mo Sweat creo que está a bien respetarla por lo que estos 15 de hoy son sólo 15 de mis 50 preferidos y los que hoy por hoy (y algunos desde hace ya mucho tiempo) más disfruto y aguantan sin problemas relecturas. Ahí van los 15 elegidos (si existe interés ya iré indicando quiénes son los 35 restantes).

Jordi Bérnet: Uno de los dibujantes españoles con más talento, versátil y dominador tanto del dibujo más realista como la caricatura."Torpedo 1936".

Christophe Blain: De la última hornada de jóvenes (ya no tan jóvenes) autores franceses mi preferido, un dibujante que a cada nueva obra crece. Y del que ya he comentado largo y tendido por aquí. "Gus".




Alberto Breccia: Uno de los más grandes maestros que ha dado el cómic, dibujante sobresaliente, toda su carrera es producto de la ambición y la exploracíón de nuevos límites. “Mort Cinder”.

Milton Caniff: Otro de los grandes maestros indiscutibles. Su uso del blanco y negro es característico pero, aparte de su talento compositivo, ha sido un verdadero maestro de la narración con viñetas. "Terry y los piratas"


Gene Colan: Cuando empecé a leer cómics de superhéroes el primero que para mí tuvo un estilo reconocible fue el maestro de las sombras. Una leyenda viviente que estamos reivindicando por aquí. "The tomb of Dracula".

Richard Corben: Su estilo es inconfundible y su capacidad para dotar de profundidad y textura a sus personajes única.


Will Eisner: El genio que se reinventó dos vecesy probablemente la personalidad más notoria en el mundo del cómic. Su “The Spirit” es otra obra maestra pero cuando parecía que debía estar acabado sorprendió a propios y extraños con una serie de “novelas gráficas” que no sé si bien o para mal han marcado la estela a mucho de lo que vendría después. "The Spirit".

André Franquin: Es el Dr. Jekill y Mr Hyde. Si llevó hasta el infinito su “Spirou” o "Gastón" a base de perfeccionismo me ganó definitivamente con sus obsesivas “Ideas Negras”.


Hermann Huppen. El belga rebelde es uno de los mejores autores europeos de los sesenta hasta la actualidad, no lo suficientemente reconocido. También he hablado bastante de él por aquí. "Comanche".

Jack Kirby. The King of Comics”. Sin la épica y grandiosidad de Kirby el único género nacido dentro del Cómic no habría visto la luz por falta de dioses. "Silver Surfer"

Hugo Pratt: Corto Maltes”. La complicidad absoluta con el lector.




Alex Raymond: Siempre nos quedará la duda de dónde estaba su techo pero hasta donde llegó dejó patente su influencia en el medio.


Jacques Tardi: El maestro del “polar” francés, minucioso, detallista y antibelicista. Pocos autores logran hacer “hablar” a sus personajes como él. “Adèle Blanc-Sec”.


Osamu Tezuka. El mago del manga. Lo complejo lo hacía fácil. En toda su obra orbita la preocupación por el ser humano aparte de ser un maestro de la narración y la caricatura. "Adolf"



Jean Giraud/Moebius. Si Eisner se inventó dos veces, Giraud son dos maestros cohabitando en un único cuerpo. El detallista y minucioso Giraud frente al fantástico y libre Moébius. Un alfa y omega en el que se encierra buena parte delmejor cómic francés de los años sesenta y setenta. "Bluberry"/"Arzak"

sábado, 3 de abril de 2010

“Arzak Rhapsody 5"

miércoles, 31 de marzo de 2010

Segundo trailer de “Sorcerer’s apprentice”




De la batería de películas con que Disney pretende asaltar nuestras carteras este año, esta es la que de momento más me atrae (aunque tampoco se crean que las tengo todas conmigo)…¿Habrán caracterizado así a Nicholas o es su actual aspecto tras sus problemillas? Ánimo, Nic.

martes, 30 de marzo de 2010

“Arzak Rhapsody 4”


Proseguimos con una nueva entrega de los fantásticos viajes de "Arzak"...

“Paquidermo”, de Frederick Peeters.

Frederick Peeters es un autor que ama incomodar al lector. Toda su obra está encaminada a crear desasosiego al lector sobre las distintas significaciones que dar a aquello que está leyendo, inseguridades sobre su nivel de inteligencia y preocupación por perderse en el marasmo de posibilidades que el simbolismo de Peeters encierra. Si en “RG” habíamos disfrutado del Peeters más convencional en una obra de espionaje (la intriga es una constante en la mayor parte de su obra) en “Paquidermo”, su última obra publicada con esmero por Astiberri, nos encontramos con una obra ambiciosa en la que da rienda suelta a todas sus obsesiones y simbolismos.

En la Suiza de los años 50, Clarice debe llegar a una clínica privada en la que está internado su marido quien acaba de sufrir un accidente sin embargo un elefante atropellado en medio de la carretera la impide llegar a su destino. Poca cosa para la preocupada esposa quien monte a través llegará a su destino para descubrir que el pintoresco hospital está poblado por extraños y peculiares personajes que la sumergirán en una rocambolesca historia de espías en la que está juego su propia vida.

Frederick Peeters no es un autor convencional apegado a formulas de éxito preestablecidas sino que en cada nueva obra pretende dar una vuelta de tuerca más a su habilidad narrativa en una decisión que le honra como artista pero que, en ocasiones, no están a la altura de las expectativas generadas. Eso ocurre con “Paquidermo", un tebeo que nos devuelve al Peeters más oscuro y hermético en su particular homenaje al “Recuerda” hitchcockiano y al universo surrealista de Boris Vian (por no irnos hasta “La Montaña Mágica” de Thomas Mann o los cuentos populares de los Hermanos Grimm) en un tebeo en el que nos propone un particular paseo por la mente inconsciente tan atractivo en su planteamiento como fallido en su resolución final aunque por el camino hayamos disfrutado de lo lindo de la mano de un autor que derrocha maestría a pesar de su juventud en su dominio de la narración gráfica.

Paquidermo” nos devuelve al mejor Peeters o al menos al que a mí más me gusta, un autor que mezcla con habilidad las certezas de la realidad con las fantasías oníricas en una obra en la que pretende dar una vuelta de tuerca a los arquetipos jungianos y demostrar que el velo entre unas y otras es tenue y engañoso y bajo la dura piel de paquidermo que es la mente Consciente existe todo un universo de ideas del Inconsciente dispuesto a ser exploradas y mostrarse a la menor oportunidad.

Peeters va construyendo una trama que se va enriqueciendo en la medida que va aportando piezas al lector para que solucione un rompecabezas del que poco a poco vamos conformando el dibujo para finalmente darnos cuenta que la pieza que debería dar sentido a todo el entramado nos ha sido hurtada por un autor que nunca se ha caracterizado por facilitar la vida a sus lectores o sencillamente ni él mismo la poseía esta vez, preso de su propia trampa, quedando algunas situaciones deslavazadas y sin explicar respecto a la trama principal que rodea a la protagonista, Clarice, una Cenicienta que intenta encontrarse a sí misma en medio de la elaborada fantasía propuesta por Peeters.

En el aspecto gráfico, nos encontramos con un Peeters en la mejor forma capaz de adaptar su estilo para trasladarnos con habilidad y elegancia toda la ambientación caduca propia de los años cincuenta (aunque en ocasiones juegue a retrotraerse un par de décadas más) con precisión realista e ir incorporando al tiempo los distintos símbolos que van apareciendo en la historia producto de la imaginación de la protagonista, fácilmente identificables y tomados directamente de series tan recomendables como “Ally McBeal” -aunque los bebés monstruosos de Peeters me receurden más a algún personaje de Charles Burns- o películas como “El resplandor” o “Big Fish”, símbolos que aparecen en la historia personajes que aparecen exagerados o caricaturizados para ir avisando al lector sobre lo inestable del terreno que pisa. Probablemente, las referencias cinematográficas sean más patentes en esta obra que en ninguna otra anterior de Peeters basándose en la caracterización de los personajes en actores como John Barrymore y Claudette Colbert, como bien señala Angux en El Hojeador, referencia, por otro lado, que el autor en ningún momento esconde –los personajes se llaman igual que los actores- y sirven para enriquecer aun más la obra. Por otro lado, Peeters da una auténtica lección tanto en el manejo de las elipsis y las transiciones logrando momentos de enorme belleza visual como en el tratamiento del color que, si ya sospechábamos excelente en las entregas de “RG", en “Paquidermo”, con un papel en condiciones, se muestra en todos sus matices.

En definitiva, “Paquidermo” se muestra brillante por momentos aun cuando el resultado final deja de resultar lo redondo que podríamos imaginar, quizás porque como otro maestro a la hora de intentar mostrar el lado inconsciente de nuestras mentes como es David Lynch, Peeters se pierde en su propia maestría, premeditadamente o no. Yo, pobre lector, no lo tengo nada claro. ¿Y vosotros?

Otras obras de Frederick Peeters en El lector impaciente:

Constellation
Lupus
RG 1: Riyard-sur-Seines

lunes, 29 de marzo de 2010

“Arzak Rhapsody 3”

“Green Zone: Distrito Protegido”, de Paul Greengrass.

Este año que parece que Hollywood se ha conceido el “placet” para contarnos sus últimas guerras, nos están llegando películas de todos los pelajes y con todos los tratamientos posibles de conflictos como el de Afganistán o la Guerra del Golfo. Así, a la multipremiada y todavía pendiente “En tierra hostil” (a ver cuándo la voy a ver que la van a quitar…) y “Brothers” de la que ya les conté la semana pasada se añade esta “Green Zone: Distrito Protegido” que si tuviera que resumir en una frase seria Bourne se fue a la guerra. Les cuento.

En medio de la toma de Bagdad durante la Guerra del Golfo, un teniente, interpretado por Matt Damon, se mosquea porque no encuentra nada en los lugares donde según Inteligencia deberían encontrarse las supuestas armas de destrucción masiva. Damon empieza a tirar de la madeja y se convierte en una pieza clave en medio de una guerra que no es suya y que enfrenta dentro de la CIA a los partidarios de iniciar la guerra con cualquier excusa frente a aquellos que buscaban dotar de estabilidad a la zona a cualquier precio. Y, en medio de ese polvorín de intereses, Damon puede perder la vida en la búsqueda de una verdad que puede no gustarle.

Paul Greengrass y Matt Damon desde que coincidieran en “El Mito de Bourne” parecen empeñados en depurar y adaptar la fórmula del actual cine de acción con cada nueva película. En esta ocasión, vuelven lograr el objetivo mínimo en una película de estas características, entretener al espectador con una trama compleja y desenfrenada en el marco de la guerra moderna, que ya nos adelantara Ridley Scott en la revalorizada "BlackHawk Derribado", trama en la que los principales actores resultan convincentes en medio del desenfrenado ritmo impuesto por un director que se limita a esbozar con habilidad a los personajes al servicio únicamente de la trama y de un Matt Damon que brilla con luz propia como protagonista único y estelar y al que ha convertido en el héroe de acción por antonomasia. Sin embargo, si nos paramos a pensar un poco en lo que vemos, no acaba de convencer ni la endeblez artificiosa de todo el invento erigido por Greengrass ni el tufillo justificativo de una historia que pretende salvar la cara a una intervención militar que no debió haberse producido (o al menos no de la manera en que se produjo).

En definitiva, a la espera que Damon y Greengrass vuelvan a juntarse en su juguete favorito, un nuevo “Bourne”, podemos considerar “Green Zone: Distrito Protegido” como la continuación no oficial de aquellas, en la que una vez más se pueden apreciar todas las virtudes de la franquicia y también algunos de sus defectos. Con todo, una película intensa y entretenida en su simplismo. Ustedes deciden.

Dick Giordano (1932-2010)





Este sábado murió Dick Giordano victima de la leucemia que padecía. Giordano fue uno de los editores más preclaros con los que tuvo la suerte de contar DC.

Giordano llegó a la compañía avalado por Steve Ditko y respaldado por su buen hacer en la editorial Charlton donde había logrado implantar con éxito su propia línea de superhéroes y ofreciendo su primera oportunidad a autores como Jim Aparo o Denny O’Neil.

Tras fundar su propia compañía con su amigo y colega Neal Adams, Continuity Associates, Giordano volvió a DC en los años ochenta de la mano de Jenette Kahn para reflotar un barco que se hundía. De un modo u otro, la labor editorial de Giordano influyó en los títulos más importantes y representativos realizados durante estos años en la compañía, algunos de los cuáles como “Watchmen” o “La Crisis en las Tierras Infinitas” han marcado un hito dentro del mainstream.

Aparte de su labor editorial, Giordano fue un magnífico dibujante y entintador encargándose de entintar la mayor parte de la obra de Adams en DC de finales de los sesenta y setenta y colaborando con muchos otros dibujantes como Gene Colan o Ross Andrú.

Tal y como Giordano se despedía en “Meanwhile”, el boletín de información que durante años escribió y sirviera de contacto entre la compañía y los lectores,

Thank you and Good Afternoon”, Mr. Giordano.

D.E.P.


Unas muestras del trabajo creativo de Giordano:

viernes, 26 de marzo de 2010

“Arzak Rhapsody 2”


Seguimos con las pequeñas maravillas de un tal Moebius.

“Conan, el cimmerio”, de Tim Truman, Richard Corben y Tomás Giorello.

Como mosca a la miel he acudido al nombre de Richard Corben a pesar que el precio del primer número de la nueva colección de Conan se me antoja a todas luces excesivo, aun teniendo en cuenta que el precio USA sea de tres dólares, y la decepción inicial de comprobar que el maestro de Missouri no dibuja la totalidad de la obra sino que se encarga únicamente de las historias protagonizadas por el abuelo de Conan (¿a que no sabían que Conan tenía abuelo? pues yo tampoco) que a modo de flashbacks se insertan en la principal protagonizada por nuestro querido cimmerio dibujada esta por el argentino Tomás Giorello, dibujante al que no tenía ubicado hasta el momento. Y oigan que tras leer el tebeo me ha convencido tanto por la calidad de la terna creativa como la coherencia del proyecto de Dark Horse. Les cuento.

Desde que se hiciera con los derechos del personaje, Dark Horse está haciendo bien las cosas con Conan, logrando algo que parecía imposible, reactivar el interés por el personaje de Robert E. Howard. Así, si en el primer volumen, “Conan, la leyenda” fueron inicialmente Kurt Busiek (sí, ese tío tan malo que sólo sabe hacer superhéroes) y Cary Nord los encargados de actualizar un personaje que vivía sus horas más bajas tras las glorias pasadas contando las aventuras de sus primeros años de juventud, esta nueva etapa el guionista de la serie es Tim Truman (que ya se hiciera cargo de la anterior tras un breve paso por la misma de Mike Mignola) un autor más que correcto que a mí no me ha defraudado desde sus tiempos en “Scout” o “Hawkworld” y el gran Richard Corben que en las páginas que realiza en este número demuestra que incluso en sus trabajos alimenticios es un dibujante sobresaliente muy por encima de la media. De este modo, la gran incógnita y sorpresa ha sido comprobar el nivel del argentino Tomás Giorello que me ha convencido plenamente con la lograda ambientación que ofrece de Cimmeria y la caracterización de su Conan coherente con la ortodoxia del personaje al tiempo que personal y reconocible. Con todo, lo que más me ha gustado de Giorello es su sentido narrativo usando elegantes transiciones para introducir los distintos elementos de la historia tanto en la primera historia en la que se adapta el relato de Robert E. HowardCimmeria” al tiempo que se resumen brevemente las aventuras de “Conan, la leyenda”, como en la segunda "La Luna del Cazador", en la que ya se entra en materia con un Conan que a su regreso en Cimmeria tras tres años en las ciudades del sur se ha de enfrentar a un grupo de vanires y se encuentra con un misterioso personaje.

Por otro lado, también me gustaría destacar en el aspecto gráfico la labor de español José Villarrubia, que se adapta perfectamente con sus tonos mates y apagados a la caracterización buscada por Giorello logrando transmitir toda la intensidad del frío en la inhóspita y helada Cimmeria. Completa la grapa una portada de Frank Cho, la mar de chula.


En definitiva, que a mí esta nueva etapa de Conan me convence salvo por los engorrosos detalles extrínsecos a la serie como el formato elegido por Planeta (no tanto por la grapa como por la decisión de dejar cortada la primera aventura a la mitad lo que me hace recordar los peores momentos de Cómics Forum) como por el precio de la obra que me temo va a hacer replantearse las cosas a más de uno. Una lástima teniendo en cuenta las buenas expectativas que despierta el proyecto de Dark Horse.

Otras obras de Richard Corben en El lector impaciente:

jueves, 25 de marzo de 2010

Trailer de “Scott Pilgrim contra el mundo”, de Edgard Wright.



Bueno, pues ahí lo tenéis en todo su esplendor: el primer trailer de “Scott Pilgrim contra el mundo”. Ya hablé por aquí de las dos primeras entregas del cómic de Bryan Lee O’Malley y tengo pendiente de lectura las dos siguientes. El trailer me parece muy curioso y parece que la película logra trasladar parte de la locura del cómic.
Tengo que reconocer que ha desperado mi curiosidad respecto a una película que en principio no entraba en mis planes.

Un buen trailer de una película que llegará en el verano. Esperemos que para entonces nos hayamos puesto al día con la publicación de la obra en castellano.