Tenía en la montaña de pendientes este “Black Gas”, miniserie de seis números reunida en un único tomo con la que Glénat inició hace unos meses la publicación de los cómics de la Editorial Avatar en España. No esperase gran cosa pero si al menos un cómic entretenido en la línea de los otros títulos que Ellis ha publicado en Avatar, sin embargo, me he llevado un buen chasco porque "Black Gas" es el peor tebeo que he leído del inglés en años. Les cuento.
Una parejita de novios universitarios llegan a Smoky Island, la isla donde él se crió para conocer a los padres del chico. No es cosa que el plan les llame mucho porque realmente lo que quieren es meterse mano así que se marchan a una cabañita donde piensan montar su nidito de amor y por el camino él le presenta un curioso personaje que investiga un antiguo misterio acaecido en Smoky Island. Mientras la parejita está dale que te pego en la cabaña, hay un terremoto y del volcán inactivo de la isla surge un ominoso gas negro que avanza en dirección al pueblo. Cuando la parejita regresa, descubren horrorizados que los habitantes del pacífico pueblo se encuentran infectados de una extraña sustancia que ha despertado su lado más oscuro y salvaje, convirtiéndolos en zombis dispuestos a devorar a quien se ponga al alcance de sus colmillos. A partir de este momento, los universitarios guays tendrán que luchar por sus vidas al tiempo que buscan un medio de escape de la isla. Y lo peor es que la brisa ha ido trasladando el gas hacia el continente…
De Ellis, un autor excesivo y con fama de provocador, siempre se pueden esperar obras al menos entretenidas pero en esta ocasión debía estar en horas bajas porque “Black Gas” no es más que una sucesión de topicazos entresacados del subgénero zombi. Ellis se suma al rebufo del “revival” que está teniendo lo zombi en el cómic se marca un tebeo flojucho, una adaptación gore del “The Crazies” de Romero. Además Ellis no se esfuerza en sacar partido de los tópicos que maneja, plagando el tebeo de diálogos huecos y personajes apenas esbozados, notándose que no disfruta del encargo y supliendo su falta de ideas con enormes dosis de casquería.
En el aspecto gráfico, la labor de Max Fiumara que se encarga de los primeros cinco números no pasará a la historia del tebeo, mostrando un dibujo poco fluido con un tratamiento de la figura y expresión humanas que dejan mucho que desear. No sé si por estos motivos no terminó la miniserie haciéndose cargo del último Ryan Waterhouse, un dibujante bastante parecido en cuanto estilo, que no logra que la cosa mejore.
En definitiva, “Black Gas” no es un tebeo que pasará a la historia y supone un borrón en la producción de Warren Ellis, un autor que por su trayectoria hay que exigirle siempre el máximo. Una lástima que el tebeo sea tan malo porque la edición de Glénat es bastante buena. Yo ya les he avisado.
Otras obras de Warren Ellis en El lector impaciente:
“Planetary”
“Planetary: Mundos Cruzados”
“Hellblazer”
“Global Frequency”
“Black Summer”
“Doktor Sleepless 1”
Una parejita de novios universitarios llegan a Smoky Island, la isla donde él se crió para conocer a los padres del chico. No es cosa que el plan les llame mucho porque realmente lo que quieren es meterse mano así que se marchan a una cabañita donde piensan montar su nidito de amor y por el camino él le presenta un curioso personaje que investiga un antiguo misterio acaecido en Smoky Island. Mientras la parejita está dale que te pego en la cabaña, hay un terremoto y del volcán inactivo de la isla surge un ominoso gas negro que avanza en dirección al pueblo. Cuando la parejita regresa, descubren horrorizados que los habitantes del pacífico pueblo se encuentran infectados de una extraña sustancia que ha despertado su lado más oscuro y salvaje, convirtiéndolos en zombis dispuestos a devorar a quien se ponga al alcance de sus colmillos. A partir de este momento, los universitarios guays tendrán que luchar por sus vidas al tiempo que buscan un medio de escape de la isla. Y lo peor es que la brisa ha ido trasladando el gas hacia el continente…
De Ellis, un autor excesivo y con fama de provocador, siempre se pueden esperar obras al menos entretenidas pero en esta ocasión debía estar en horas bajas porque “Black Gas” no es más que una sucesión de topicazos entresacados del subgénero zombi. Ellis se suma al rebufo del “revival” que está teniendo lo zombi en el cómic se marca un tebeo flojucho, una adaptación gore del “The Crazies” de Romero. Además Ellis no se esfuerza en sacar partido de los tópicos que maneja, plagando el tebeo de diálogos huecos y personajes apenas esbozados, notándose que no disfruta del encargo y supliendo su falta de ideas con enormes dosis de casquería.
En el aspecto gráfico, la labor de Max Fiumara que se encarga de los primeros cinco números no pasará a la historia del tebeo, mostrando un dibujo poco fluido con un tratamiento de la figura y expresión humanas que dejan mucho que desear. No sé si por estos motivos no terminó la miniserie haciéndose cargo del último Ryan Waterhouse, un dibujante bastante parecido en cuanto estilo, que no logra que la cosa mejore.
En definitiva, “Black Gas” no es un tebeo que pasará a la historia y supone un borrón en la producción de Warren Ellis, un autor que por su trayectoria hay que exigirle siempre el máximo. Una lástima que el tebeo sea tan malo porque la edición de Glénat es bastante buena. Yo ya les he avisado.
Otras obras de Warren Ellis en El lector impaciente:
“Planetary”
“Planetary: Mundos Cruzados”
“Hellblazer”
“Global Frequency”
“Black Summer”
“Doktor Sleepless 1”
2 comentarios:
A mi también me pareció flojisimo, y mas si lo pones en contraste con
Los Muertos Viventes. Es curioso que en cine y literatura tememos bastantes obras de zombis buenas, o al menos entretenidas, y curiosamente en los tebeos hay muy poco de calidad.
Robur,
He intentado evitar en la entrada la comparación entre Ellis-Kirkman porque me parece sonrojante para el creador de "Planetary" o "Transmepolitan". No hay color.
Es cierto que hay pocos tebeos de zombis de calidad aunque una de las mejores obras del género, "Los Muertos Vivientes", sea un cómic. Es cierto que podría haber más pero la proporción es más o menos equilibrada si comparamos las obras al menos entretenidas en cine y literatura con las infumables estas ganan por goleada.
Impacientes Saludos.
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