jueves, 1 de marzo de 2012

“Barracuda: Esclavos”, de Dufaux y Jérémy.

Parece ser que a raíz de “Piratas del Caribe”, la piratería se ha vuelto a poner de moda y en el cómic francobelga han aparecido unas cuantas series de calidad que retoman esta temática, algunas de las cuáles Norma Editorial se ha animado a publicar. Una de ellas fue la famosa “Long John Silver”, de la que ya he hablado por aquí de manera extensa y otra sería “Le diable des sept mers” de los Hermann que a pesar de constar solo de dos álbumes y estar concluida permanece curiosamente inédita en nuestro país. Ahora, Norma se anima con la última de esta terna publicando la primera entrega –de las dos que, de momento, consta- de “Barracuda”, obra del prolífico y veterano Jean Dufaux y el novel Jérémy Petiqueux.

En esta primera entrega, como es lógico, se ponen las bases de la trama y se presenta a los principales personajes. Un galeón español es abordado por los piratas del Barracuda, el navío capitaneado por el tuerto Blackdog y su irascible hijo Raffy. Tras pasar a cuchillo a la mayor parte de la tripulación, los piratas llevan a los escasos supervivientes – entre los que se encuentran una dama española y los jóvenes Maria y Emilio, este último haciéndose pasar por mujer- a Puerto Blanco, el puerto franco de los piratas del Caribe, para venderlos como esclavos antes de embarcarse en una peligrosa aventura para hacerse con el codiciado diamante Kashar que provoca la desgracia de sus dueños. El destino de los tres jóvenes se mantendrá entrelazado en el confinamiento de Puerto Blanco rodeados de envilecidos y traicioneros filibusteros.

Dufaux es un guionista con mucho oficio capaz de sacar adelante cualquier historia de género como ya ha demostrado en unas cuantas series de éxito a las que parece “Barracuda” está destinada a sumarse. Explotando todos los tópicos y elementos propios de las historias pirateriles, Dufaux plantea una trama bien construida y entretenida en torno al triángulo formado por los tres jóvenes protagonistas a los que rodea de una buena galería de personajes secundarios estupendamente retratados y que ofrecen a esta serie un acabado atractivo.

En el aspecto gráfico, Dufaux cuenta con el talentoso Jérémy con el que ya ha colaborado anteriormente al tratarse del colorista de la estupenda “Murena”. En este su primer gran trabajo, Jérémy se muestra como un dibujante talentoso al que se le notan influencias de Delaby y Juillard. Jérémy se muestra como un dibujante solvente que destaca especialmente como no podía ser de otra forma en su tratamiento del color pero no se queda atrás en el desarrollo de los espectaculares abordajes y las exóticas localizaciones caribeñas, cumpliendo sobradamente con su cometido.

En fin, “Barracuda” deja con ganas de más cumple con las expectativas sin innecesarios aderezos con una historia de piratas de las de siempre, así que espero que pronto veamos por aquí publicada la segunda entrega y podamos enterarnos como continúan las peripecias de sus personajes.

III Encuentro Tintinófilo ¡Mil Rayos!

El incansable José Luis Povo, de Mis Cómics y Más, me informa sobre el III Encuentro Tintinófilo ¡Mil Rayos!, que tendrá lugar el próximo sábado 10 de Marzo de 2012 en la Fundación Carlos de Amberes de Madrid y para el que ha realizado el bonito y evocador cartel que ilustra la entrada.

Aquí podéis conocer el programa del Encuentro al que me temo no podré asistir este año tampoco…¡¡¡Mil Rayos!!!

miércoles, 29 de febrero de 2012

Cómics sobre cómics, ¿así se ganan lectores?

La reciente publicación en España de “Wimbledon Green” hace que esta pregunta vuelva a estar de nuevo en la palestra. Y es que no deja de resultarme curiosa la tendencia endogámica y revisionista que existe en el mundo del Cómic por escribir obras que reflexionen una y otra vez sobre los procesos creativos de los autores, la industria y sus alrededores existiendo tantas amplitud de temáticas que tratar en la actualidad.

A bote pronto se me ocurren un buen puñado de títulos que se pueden encontrar fácilmente en las librerías realizados por autores con distintos gustos e inquietudes que responden a estas características. Obras que van del ”¡Pussey!” de Clowes al “Hicksville” de Horrocks o“Malas Ventas” de Robinson en el mercado estadounidense a “Los Profesionales”, de Carlos Giménez, o “El invierno del dibujante”, de Paco Roca en España, e incluso “Bakuman”, de Ohba y Obata, y “Un zoo en invierno” de Jiro Taniguchi en Japón.

Por lo general, se trata siempre de obras que consiguen el aplauso de los aficionados y la crítica especializada pero que me da la sensación no logran saltar el abismo que las puede hacer atractivas al gran público formado por lectores esporádicos que se encogen de hombros ante los bloqueos mentales de un autor de tebeos, les preocupan otras cosas más allá de lo injusto que a otro autor le robaran los originales hace cuarenta años o miran hacia otro lado frente a lo freakies que son/somos los aficionados que acudimos a las convenciones, sino que buscan otras temáticas que les resulten interesantes, cercanas y accesibles.

Seguramente esa dificultad para contactar con un público generalista explique que cinco o seis años después de su publicación se siga hablando del éxito de obras como “Arrugas” y se considere algo casi sobrenatural sin que haya habido un relevo real de obras y autores capaces de mantener el interés de esos nuevos públicos que están ahí esperando historias que les interesen más allá de los géneros, la biografía o las dificultades de ser autor de cómics. Y es que tras “Arrugas”, parece que la burbuja de ambición, de dinamismo y bullicio que se percibía en el ambiente se ha ido difuminando y poco o nada queda de toda esa energía creativa que se adivinaba.

Por supuesto, los autores son muy libres de seguir haciendo las obras que les dé la gana y sobre los que les dé la gana y encontrarán seguramente el aplauso de los pocos que continuamos realmente interesados por este pequeño mundillo pero si realmente el Cómic quiere asomar la cabeza más allá de sus autoimpuestos límites ha de buscar temáticas más ricas y ambiciosas que enganchen a la gente. En la actualidad, basta con abrir cualquier periódico para encontrar esos temas, me pregunto por qué pocos se animan. Y es que quizás precisan de más Saccos y menos Wares. No sé, ¿vosotros qué pensáis?.

martes, 28 de febrero de 2012

“Usagi Yojimbo: La Historia de Tomoe”, de Stan Sakai.



Tras unos cuantos años de espera, Planeta retoma la publicación de las aventuras del popular conejo samurai Usagi Yojimbo con el vigésimo segundo volumen de la serie en el que se reúne una recopilación de historias cortas coprotagonizadas por una de sus grandes aliadas y amigas la mujer samurai Tomoe Ame, guardaespaldas del señor Noriuki.

En este volumen que transcurre en la provincia de Geishu donde Usagi ha sido invitado por Tomoe, Sakai descubre el origen de la bella samurai gatuna, inspirada como la mayoría de los personajes de la serie en un personaje real, y como llegó a convertirse en la guardaespaldas del señor de la provincia de Geishu al tiempo que profundiza en la especial relación que mantiene con el vagabundo Usagi a través de aventuras en las que alterna las intrigas políticas con elementos sobrenaturales tomados del rico folklore japonés.

Da un poco de pena que “Usagi Yojimbo” sea una colección que por un prejuicio mal entendido hacia las aventuras de género y la presupuesta vocación juvenil del funnny animals haya pasado siempre de puntillas entre tanta novedad comiqueril ya que tomo a tomo Sakai ha ido desarrollando un universo cohesionado alrededor de la figura de Usagi otorgando cada vez mayor protagonismo al rico elenco de personajes secundarios que van apareciendo y desapareciendo de la serie al tiempo que se muestra como un autor rico en recursos como se puede apreciar leyendo tan solo la excelente historia que cierra este volumen, “Chanoyu”, una historia muda en la que se pone de manifiesto a través de la minuciosa descripción de la Ceremonia del Té la autocontención de los sentimientos de los personajes y la minuciosidad con que Sakai describe sus reacciones.

Sakai es un maestro de la narración que construye sus historias con una fluidez y dinamismo envidiables, influido por grandes mangakas como Tezuka y autores norteamericanos como Sergio Aragonés del que es colaborador habitual. Complementario a su estilo de dibujo naif, Sakai se preocupa especialmente en la documentación de las historias con lo que cualquier tomo de esta serie se convierte en una buena opción para pasar un rato entretenido al tiempo que la serie completa se convierte en una buena puerta de entrada para conocer el Japón Feudal y su folklore.
Esperemos que Planeta se ponga las pilas y dote de mayor regularidad la publicación de las aventuras de “Usagi Yojimbo”.

lunes, 27 de febrero de 2012

“Jeremiah: Integral 1”, de Hermann Huppen.

Tras una larga espera, Planeta ha retomado la publicación de la obra clásica de ese genio del cómic europeo que es Hermann Huppen con la publicación en integrales de una de sus obras más reconocidas, “Jeremiah”. En este primer tomo que recoge los tres primeros álbumes de la serie – “Aves de Presa”, “Por un puñado de arena” y “Los Herederos”- nos encontraremos con un Hermann que, tras su larga y fructífera colaboración con Greg, inicia su carrera como autor completo haciéndose cargo tanto del dibujo como de los guiones.

Jeremiah” es una obra ecléctica que nace en principio como una obra de ciencia ficción de anticipación localizada en unos Estados Unidos asolados tras un enfrentamiento atómico provocado por conflictos raciales se encauza por los senderos del Western, que Hermann aprendió al lado de Greg en “Comanche”, y acaba convertido en un canto a la amistad entre dos personajes tan antagónicos como son el ingenuo Jeremiah de estos primeros álbumes y el sardónico y carismático Kurdy Malloy que en su vagar por unos nuevos Estados Unidos en reconstrucción – un modelo de personajes que retomaría en “Las Torres de Bois Maury” con el caballero Aymar y su escudero Olivier- se ven envueltos en distintos entuertos tomando partido por los más débiles.

Si en “Aves de Presa”, Hermann presenta magistralmente el entorno y los personajes principales y define las características de la serie con el enfrentamiento entre Jeremiah y Kurdy con el histriónico Fat Eye atrincherado en su nido de águilas; en “Por un puñado de arena” muestra la contraposición entre los dos protagonistas en sus reacciones a la hora de ayudar en medio del desierto a un superviviente de una banda de forajidos que intentan descubrir el paradero de un tesoro escondido; y, para acabar, en “Los Herederos” la antagónica pareja ha de enfrentarse con los tejemanejes de los herederos de un rico terrateniente quienes tiranizan a sus vecinos y jornaleros.

En estos álbumes un exigente y autocrítico ya muestra las características principales de su estilo con historias imaginativas que dentro de una estructura de género buscan la implicación del lector evitando la linealidad del desarrollo y reflejar todos los detalles de la historia, recursos estos muy originales a finales de los setenta y que permiten a estos álbumes resistir mejor que otros el paso del tiempo. En el apartado gráfico, Hermann en “Jeremiah” ya es un dibujante completamente formado y un excelente narrador que no se acomoda a las formas habituales buscando nuevos recursos narrativos. Si acaso destacar el cambio de técnica que introduce en el tercer álbum al dejar de entintar con pincel para usar el rotring, ganando con ello su trazo precisión y minuciosidad.

En cuanto a la edición que es lo que más interesará a muchos, hay que decir que está bastante bien si tenemos en cuenta la relación calidad-precio, aunque no llegue al estupendo nivel de la de “Comanche” por la misma editorial. Más allá de una ligera reducción que no afecta demasiado al dibujo de Hermann, lo que realmente afea más la edición son las numerosas erratas y confusa traducción de algunos diálogos que afean la rotulación. Pequeños errores que acaban desluciendo la edición y que esperamos vayan corrigiéndose en los siguientes volúmenes de la serie.

Esperemos que las ventas acompañen, y por fin veamos publicada íntegramente esta estupenda serie en España que en Francia ya ha sobrepasado la treintena de álbumes.

viernes, 24 de febrero de 2012

Encuesta impaciente: ¿De quién son los personajes de cómics? ¿De sus autores, de las editoriales o de los aficionados? Opinad.



Una de los grandes temas de debate que aparece cíclicamente en el mundillo del cómic y resulta un filón inagotable de noticias que despiertan todo tipo de posiciones encontradas entre los aficionados es el tema de a quién pertenecen los personajes. ¿A los autores que los crearon?¿A las editoriales que los han explotado durante décadas cediéndoselos a diversos autores distintos de sus creadores que los han adaptado y hecho evolucionar respecto a los conceptos originales y los han trasladado a otros medios?¿O de los aficionados que con su fidelidad y su constante seguimiento y consumo durante años y décadas han posibilitado su supervivencia? El tema de fondo es ¿a quién pertenecen las ideas?.

La respuesta de perogrullo es que los personajes pertenecen –o deberían- pertenecer a los autores que los crearon, pero como, históricamente, en muchas ocasiones esos autores (mal)vendieron los derechos de sus creaciones a las editoriales para que estas pudieran cedérselos a otros artistas y seguir explotándolos en otros medios, sin sospechar su éxito posterior lo que ha provocado –y provoca aún hoy- situaciones moralmente injustas. Aun cuando es un tema casi tan viejo como el cómic moderno –uno de los primeros casos sería el de Siegel y Shuster con “Superman”- estas historias como estas surgen periódicamente teniendo los últimos ejemplos con la causa entre Gary Friedrich y Marvel por la autoría de “Ghost Rider” o el mosqueo de Moore con DC por la nueva línea de cómics inspirados en “Watchmen”.

Habría que analizar caso por caso, claro, pero la mayoría son tan pantanosos y complejos que resulta difícil arrojar luz en torno a ellos. Ingenuamente, el ideal sería encontrar algún tipo de solución intermedia que satisfaciera a las distintas partes antes de acudir a los juzgados. Quizás mediante procesos arbitrales o, en el caso de la industria norteamericana, algún tipo de órgano mediador aceptado por las editoriales y los autores al que se pudiera recurrir en estos casos y asegurara una compensación económica ponderada para los autores que hace décadas renunciaron a sus creaciones.


He abierto una pequeña encuesta en la que se pueden seleccionar varias repuestas y se podrá votar hasta el 4 de Marzo para que opinéis. Y, por supuesto, el que quiera puede reflexionar en torno al tema más extensamente en los comentarios para ver, si entre todos, arreglamos el mundillo. ¿A quién “pertenecen” los iconos? ¿A los que los crean?¿A los que los desarrollan y explotan?¿A los que los quieren más?¿A todos?¿A nadie?...

jueves, 23 de febrero de 2012

Jaime Hernández y Dr. Know.

Volvemos a explorar el filón casi inagotable de las portadas para discos realizadas por Jaime Hernández. Hoy toca comentar la que realizó para el disco de grades éxitos del grupo nardcore punk Dr. Know del que su hermano Ismael fue miembro fundador y bajista.

La banda surgió en Oxnard (California), la ciudad en la que crecieron los Hernández a principios de los ochenta, y se ha mantenido con diferentes alineaciones prácticamente hasta hace un par de años, apareciendo en 2003 coincidiendo con uno de sus relanzamientos el disco de grandes éxitos para el que Jaime realizó la portada, “The Best of Dr. Know”.

En 2010, Dr. Know anunciaban oficialmente su disolución, aunque en 2011 uno de sus miembros, Kily Toucher con una nueva formación fundó un grupo llamado The Real Dr. Know.

Os dejo con “Piece of Meat”, una de las canciones más conocidas del grupo original gracias entre otras cosas a haber aparecido en la serie “South Park”:

miércoles, 22 de febrero de 2012

Traducción de una entrevista a Doug Moench sobre su trayectoria en Werewolf By Night.

(Ya he comentado alguna vez por aquí que me gusta mucho el trabajo de Doug Moench y considero una pena que todavía haya buena parte de su material sin reeditar, o no haya sido nunca editado, en España. Por si alguien se anima a coger el guante y reeditar esa joyita de los cómics de terror setenteros que fue Werewolf by Night que aquí conocimos como complemento de los Clásicos del Terror de Cómics Forum hace ya unas cuantas décadas aunque no se llegara a publicar la etapa de Moench, me he permitido traducir esta excelente entrevista del 2009 realizada y publicada en comicmonster.com en la que Moench repasa su paso por la serie –por tanto contiene spoilers pero como seguramente no van a publicar de nuevo este material en España espero no herir la curiosidad de nadie- y explica entre otras cosas interesantes el origen del Caballero Luna. He optado por no traducir ningún nombre de los personajes y series que se mencionan, sobre todo para no perder el matiz entre los distintos hombres lobo que se mencionan – Man-wolf es un secundario de Spidey hijo de JJ Jameson y werewolf es Jack Russell el protagonista de la serie Werewolf by Night.- y evitar posibles confusiones. Espero que os resulte interesante la entrevista):

Decir que es un maestro del terror sería insuficiente. Su obra ha aparecido en revistas como Creepy, Eerie, Vampirella o Godzilla por nombrar unas pocas. Hemos atrapado a Doug Moench para hablar sobre su trayectoria en Werewolf by Night.

P: ¿Cómo te convertiste en guionista de Werewolf by Night?

DM: Wow. Cuando contactó conmigo por primera vez Roy Thomas estaba viviendo en Chicago. Estaba escribiendo para las revistas Warren, Creepy, Eerie y Vampirella. También había empezado a vender algunas historias a DC para House of Mystery, House of Secrets, etc. Roy me hizo saber que quería que fuese a NY y trabajase para Marvel. Había sido recomendado por Marv Wolfman, quien había sido editor en Warren, y conocía mi trabajo.

Mi sueño era trabajar en Marvel, pero no estaba seguro si quería mudarme a NY. Pregunté si podía ir e intentarlo durante dos semanas. Estuvieron de acuerdo y fui a NY. Trabajé en la oficina durante dos semanas y continuaron dándome trabajo. Estaba teniendo un gran momento. Todavía no estaba seguro sobre si quería vivir en NY, pero ¿cómo podía rechazar esa oportunidad?

Tras las dos semanas estaba convencido de aceptar el trabajo pero no podía permitirme mudarme de NY a Chicago. Se lo mencioné a Roy y el me propuso que escribiese un montón de títulos de historias y se las facturara. Marvel pagaría por mí la mudanza pero cuando yo estuviese en NY, tendría que escribir esas historias. Esas historias acabaron publicándose en revistas marvel en blanco y negro como Dracula Lives y Monsters Unleashed.

Después de hacer el traslado a NY, Marvel me propusieron si me gustaría escribir alguno de los cómics a color. De cualquier modo me daba lo mismo pero los cómics marvel a color eran los que tenían mejores ventas. Había estado haciendo historias de terror en blanco y negro para Warren y Skywald tanto tiempo que yo pensaba “Wow, cómics a color, ¿qué es eso” (risas) Pienso que estaba encasillado en el Terror por llevar haciéndolo tanto tiempo.

Creo que el primero cómic a color que hice fue Ghost Rider. Después de aquello hice un historia sobre Man-Wolf, que realmente no me apetecía hacer porque me dijeron que tenía que incluir a. J Jonah Jameson en cada episodio porque su hijo era Man-Wolf. Sin embargo, ninguna de las historias podía llevar a Man-Wolf a hacer cualquier cosa sin afectar a J.Jonah Jameson porque aquello interferiría en la continuidad de Spider-Man. Dije “su hijo es un hombre lobo, ¿Cómo no va a afectarle?”(risas) Querían mantenerlo en las historias porque pensaban que ayudaría con las ventas pero realmente no me gustaba aquello demasiado. Hice unas cuantas historias y se me ocurrió la idea de convertir a Man Wolf en un astronauta y mandarle a una estación espacial donde estaría expuesto a la luna todo el tiempo. Fue incluso antes de la película de Alien. Así que cuando llegase a la estación espacial el se convertiría en Man-Wolf y los otros astronautas estarían atrapados allí arriba con él. Después de aquello, ellos me dieron Werewolf by Night, lo cuál me gustó más.

P: Te hiciste cargo de Werewolf by night en el número 20. ¿Sentías que tenías una presión añadida al asumir su escritura, especialmente cuando el gran crossover con Drácula había sido justo antes que tú empezaras?

DM: No sentí ninguna presión. Fue todo muy rápido. Estaba escribiendo mucho. Roy Thomas me llamó a su despacho y me dijo que quería que escribiera más. En ese momento estaba escribiendo más páginas por semana que cualquier otro guionista, además ¡estaba trabajando ocho horas al día como editor! Marvel sugirió que enseñase a mi sustituto como editor y me quedase en casa para escribir más. La carga de trabajo en esa época, era lo peor de trabajar para Marvel. Amaba los cómics mucho, pero estaba tan ocupado que ya no tenía tiempo para disfrutar.
P: Werewolf by Night vs. Frankenstein’ s Monster fue tu primer hito como guionista de Werewolf by Night. ¿Qué recuerdas de escribir aquel número en particular? ¿La película de Frankenstein meets the Wolf-Man te sirvió de inspiración?

DM: Uno de mis grandes recuerdos de infancia fue cuando mis padres me llevaron a un autocine a ver un reestreno de esa película. Recuerdo verla desde el asiento trasero del coche delante del parabrisas. Era una vista perfecta. ¡Me encantó esa película! En mi infancia, la lucha del final parecía durar eternamente. Cuando vi la película de adulto no era tan larga como la recordaba.

P: Werewolf by night #24-26 es una buena historia de monstruos de las de toda la vida. La historia mostraba a Werewolf by Night luchando con Deprayve y The Hangman. ¿Qué recuerdas sobre escribir esos episodios?

DM: Recuerdo como se me ocurrieron esos episodios. Marv Wolfman creó a Hangman en el número 11 de Werewolf by Night. Marv me propuso usar a Hangman en uno de esos episodios porque Marvel estaba barajando la idea de dar a Hangman un título propio. Querían usar esos episodios para mostrar al personaje. Finalmente desecharon la idea.

P: En Werewolf by Night #27 debutó un villano que probaría ser una espina en el costado de Jack durante mucho tiempo. Dr. Glitternight. ¿Cómo se te ocurrió la idea de este personaje?

DM: No recuerdo el concepto pero recuerdo el nombre. Hay una vieja película en blanco y negro titulada The Amazing Dr. Clitterhouse. Era un nombre tan raro que resonaba en mi cabeza. Glitter sonaba mejor para mí que Clitter y Night sonaba como una buena terminación para un nombre de villano, así que así fue.

P: Los monstruos del Dr. Glitterninght son algunos de las más bizarras criaturas vistas en comics. ¿Cómo explicaste lo que tú querías reflejar al artista de la serie, Don Perlin?

DM: ¡Don es un gran chico! Era uno de los pocos artistas con los que trabajé que estaba realmente interesado en lo que estaba haciendo. Siempre estaba interesado en saber que estaba preparando para futuros episodios. Si el tenía cualquier pregunta o sugerencia hablábamos sobre ello. Era una auténtica colaboración. Don se involucraba en la trama, algunas de sus sugerencias funcionaban y otras no, pero estaba tan interesado e involucrado que pienso que eso le hacia dibujar mejor.

P: A partir del plenilunio de su dieciocho cumpleaños y la luz negra del Doctor Glitternight la hermana de Jack, Lissa, se convirtió en una clase diferente de hombre lobo. Esto se produjo en los episodios #29 y #30 en los que los hermanos se enfrentaron. ¿Qué recuerdos tienes sobre escribir aquel enfrentamiento entre hombres lobos?

DM: Tan pronto como Jack tuvo una hermana, siempre pensé “¿Qué la pasará cuando cumpla 18?”. Tienes el doble impacto de dos hombres lobos, hermano contra hermana. De ese tipo de cosas escribía.

P: Lissa fue finalmente curada de su licantropía pero ¿una parte de ti quería mantener a Lissa como un hombre lobo?

DM: Cuando escribía, siempre pensaba “esta cura podría acabarse y ella recaer en la licantropía otra vez”.

P: Giant-Size Werewolf by Night #4 contiene otro maravilloso crossoever, esta vez era Morbius el Vampiro Viviente el que se enfrentaba con Werewolf by Night. ¿Cómo fue escribir sobre esos dos iconos del horror enfrentándose?

DM: Morbius era un personaje divertido de escribir. Escribí unas cuantas historias de Morbius incluyendo una larga que se desarrollaba durante un crucero.

P: Werewolf by Night # 31 es uno de los mejores episodios de la serie. Jack y sus amigos se alojan en una estación de esquí en la montaña para descansar. Cuando están relajados, el director de la estación les dice a los huéspedes que una tormenta de nieve se aproxima y nadie debe alejarse. Como la luna llena tardaría en aparecer, Jack y su mejor amigo Buck conducen hasta lo más profundo del bosque, lejos de la estación. Cuando Buck regresa a la estación, se entera que la policía ha acudido allí para buscar a la hija desaparecida de su novia, Buttons.

Buck coge una moto de nieve y se dirige al interior del bosque sabiendo que Jack está en la zona. Buck finalmente encuentra a Buttons, pero no es el único que ha descubierto a la niña. El hombre lobo comienza a acechar a la niña hasta que Buck se sacrifica y cubre a la chica con su cuerpo antes que el hombre lobo le ataque. A diferencia de episodios pasados este muestra a Jack no como un héroe, sino como un hombre lobo salvaje. ¿Existió alguna presión de Marvel al tener el hombre lobo que atacar a una niña?

DM: Recuerdo comentar que ese era el mejor episodio que yo había hecho. No caracterizaba otro monstruo, sino que estaba muy pegado a la tierra. Pensé que había hecho un buen trabajo evocando emoción. Recuerdo obtener un gran cumplido de Marv Wolfman que dijo que pensaba que era el mejor episodio de Werewolf by Night.

P: Porque de la paliza que recibe por escudar a Buttons con su cuerpo, Buck casi muere. ¿Consideraste en algún momento que Jack diera el golpe fatal a su mejor amigo?

DM: No. No creo que nosotros pudiéramos haber ido tan lejos. Habrían cambiado un montón de cosas. Jack habría sido considerado como un asesino. Estos días, quien sabe, quizás lo intentaría. Por aquel entonces no querrías traspasar el estatus quo del concepto seriamente, hay algunas cosas que no pueden ser deshechas.

P: Werewolf by Night #32 presenta a Moon Knight. ¿Cómo se te ocurrió la idea del personaje?

DM: Estaba intentando ampliar la galería de villanos a los que Werewolf se enfrentaba. Se me ocurrió la idea que Moon Knight fuese un mercenario; haría cualquier cosa por dinero. Pasé a la siguiente fase pensando que si iba a capturar a un hombre lobo, ¿cómo lo haría? Necesita tener armas de plata como los dardos en forma de luna creciente. También, quería que el traje del Moon Knight fuese excepcional, sin color, solo blanco. Lo hablé con Don Perlin, no quería que Moon Knight tuviese verdaderos superpoderes. Propuse a Don que sería genial si con su capa pudiera planear.

Len Wein era el editor en ese momento: Me llamó y me preguntó cómo iban a continuar los siguientes episodios. Le hablé sobre Moon Knight y en aquel momento yo barajaba unos cuantos nombres para el personaje incluyendo Blood Moon. A Wein le gustó el nombre de Moon Knight y acabamos quedándonos con ese.

P: Werewolf by Night #32 fue anterior a tu trabajo en Batman, ¿te sirvió de modelo Moon Knirght para Batman?

DM: Me vuelve loco cuando la gente dice que Moon Knight es un plagio de Batman. Nada podía estar más lejos de mi cabeza. Moon Knight se creó para ser un villano de Werewolf by Night. La gente dice que Batman es el caballero oscuro pero cuando creé a Moon Knight fue en el contexto de Werewolf by Night. Era tanto un mercenario de alquiler como un caballero a la antigua. No estaba seguro en ese momento si Batman se llamaría El Caballero Oscuro.

P: ¿Recibiste cartas sobre el personaje de fans tras su primera aparición en la serie?

DM: Creo que sí. El editor de entonces quería que hiciese una aventura autoconclusiva en Marvel Spotlight porque recibieron reacciones positivas sobre el personaje.

P: ¿Alguna vez consideraste mantener a Moon Knight como un verdadero villano?

DM: Sí. Era lo que había planeado. Sería un villano recurrente durante el primer año o así. Estaba construyendo una galería de villanos para Werewolf.

P: En los episodios #34 a 37 aparecen uno de los más interesantes villanos de Werewolf, Belaric Marcosa. Esos números muestran desde policías zombis hasta una genial casa encantada. ¿Qué influyó en ti para construir este personaje e introducirlo en la historia?

DM: Ese fue el peor plagio que yo he hecho en mi carrera. Estaba basado en la Hell House de Richard Matheson. Leí ese libro unos cinco años antes. En cuanto admito que era un plagio, en su mayor parte lo hice inconscientemente. Estaba escribiendo una enorme cantidad de material entonces, Estaba haciendo en algunos momentos el equivalente a un cómic al día.

Estoy maravillado que mi novia en aquella época, que ahora es mi esposa viviera conmigo por entonces. Estaba constantemente trabajando. Me levantaba de la cama y empezaba a escribir, comía, volver a escribir, dormir, etc. Sé que muchas del argumento era nuevo y fresco pero el concepto básico era de Hell House.

P: Los dos últimos episodios de Werewolf by Night #42 y #43 parecen llevar al personaje en una dirección diferente que los episodios previos. Jack hacía equipo con Iron Man y se transformaba en un superhéroe. ¿Por qué el personaje cambió en esa dirección?

DM: Recuerdo que Archie Goodwin fue el editor que me llamó y me dijo que las ventas de cómics de terror estaban bajando. Pensaban que el único que podía sobrevivir era el cómic de Tomb of Dracula. Querían intentar una última cosa para que las ventas de Jack subiesen, introduciendo superhéroes invitados. El primer héroe que estaba disponible era Iron Man y querían usarlo en el cómic. Yo no quería utilizarlo, pero no tuve elección.

P: ¿Cuándo te confirman que el episodio #43 sería el último de Werewolf by Night?

DM: Tuve ese presentimiento cuando Archie Goodwin me dijo que las ventas de los cómics de terror estaban bajando. Introducir como estrellas invitadas superhéroes era su último desesperado intento para ver si se incrementaban las ventas. Las ventas fueron grandes cuando al principio empezaron a hacer terror, así que Marvel inundó el mercado. Después de ese momento las ventas descendieron y cancelaron todo.

P: Finalmente, cuando repasas tu paso por Werewolf by Night, qué consideras que fue lo mejor de tu trabajo?

DM: Werewolf by Night #31. También las historias de Belaric Marcosa en los episodios 34-37, Glitternight y Moon Knight.

P: ¡Gracias por tu tiempo, Doug!

martes, 21 de febrero de 2012

“La Brigada de la Luz”, de Peter J. Tomasi y Peter Snejberg.



En casi todo, pero especialmente en esto de los cómics, hay autores que tienen más fama de la que merecen y otros que merecen más fama de la que tienen. Eso fue lo primero que se me ocurrió cuando terminé de releer el otro día “La Brigada de la Luz”, una extraña miniserie fantabélica (sí, el palabro me lo acabó de inventar) del sello Vertigo publicada en España hace ya unos cuantos años por Norma Editorial en un tomo unitario. Probablemente este tebeo si estuviera firmado por un Morrison o un Ennis gozaría de múltiples reediciones y ahora hablaríamos de otra obra de culto imprescindible, pero al estar firmado por un equipo creativo formado por dos esforzados de la industria de perfil bajo como son el guionista Peter J. Tomasi y el dibujante Peter Snejberg de los que ya hablé aquí y aquí la obra no ha merecido ni tan siquiera una reedición posterior. Y eso tampoco me parece justo.

La Brigada de la Luz” es uno de esas obras inclasificables (bueno, sí, fantabélico pero esa categoría no es muy fiable) de extraña combinación que fuerza las convenciones de los géneros para evitar así caer en los tópicos de siempre para ofrecer un producto mestizo fresco y, con todas las prevenciones del mundo, original aunque sus elementos por separado hayan sido explotados anteriormente hasta la saciedad. Un poco lo que fueron para el cine películas como “Predator” o “Abierto hasta el amanecer” y en el cómic series como “Powers”.

Así, en concreto, este tebeo que empieza como un bélico sobre la II Guerra Mundial con un inicio que recuerda a “La última partida” de Comès y emula a los que Joe Kubert se ha pasado más de media vida dibujando da un salto mortal a las primeras de cambio para sorprender al más pintado con una delirante historia de batallitas entre ángeles caídos, monjes con ballestas, soldados ungidos por Dios, nazis inmortales y reliquias sagradas. Una apuesta arriesgada, absurda y delirante que, sin embargo, los autores supieron sacar adelante con el suficiente oficio como para convertirla en una obra destacable más allá del olvido de los años.

Tomasi pasa de puntillas por el tratamiento de los personajes y sus motivaciones limitándose a esbozarlos dentro de arquetipos del genero bélico para centrarse en la fantástica historia de acción que se trae entre manos teniendo en cuenta que lo que a él le interesa principalmente es mantener entretenido al personal y dejando las disquisiciones en torno a lo estúpido de las guerras para otros menesteres. Por otro lado, al contrario que Ennis no busca la complicidad del lector con los continuos chascarrillos y guiños fáciles sino que es capaz de dotar de una mayor trascendencia y gravedad a sus personajes imbuidos como unos nuevos caballeros andantes –o superhéroes, como bien señala uno de los personajes- de una misión sagrada para pasar al desarrollo de la acción que es lo que realmente le interesa en un desarrollo propio de la más querida y honrosa serie B.

En el aspecto gráfico, Snejberg da una vez más muestras de solvencia tomando como referencia a dibujantes tan dispares como el aborrecible Steve Dillon o al maestro Kubert. Snejberg es un dibujante que ha hecho de la sobriedad su rasgo más característico y ha logrado una versatilidad que le permite acomodar su estilo a cualquier tipo de historia garantizando que si bien no va a asumir un protagonismo excesivo por sus soluciones gráficas tampoco va a desmerecer y va a resolver lo que le propongan con oficio. En “La Brigada de la Luz” riza el rizo y logra que no desentonen dentro del correcto marco bélico de la historia todos los demás elementos fantásticos que van apareciendo según Tomasi se va creciendo, incorporándolos con naturalidad al hilo de la trama sin que la historia pierda uniformidad y quedé convertida en un despropósito total.

La Brigada de la Luz” no es un cómic que busque trascender ni apabullar al lector con la brillantez de sus autores porque entre otras cosas no creo que esa sea su intención, no es rico en lectura ni hay que buscar matices referenciales. Al contrario es su asumido carácter de obra menor lo que asegura un buen rato de honrada evasión sin insultar la inteligencia de sus lectores. Solo por eso ya merece ser tenido en cuenta.

lunes, 20 de febrero de 2012

“Murena: La venganza de las cenizas”, de Jean Dufaux y Phillipe Delaby.



Por fin Planeta ha sacado nuevo material de “Murena”, una de las mejores series históricas que se vienen publicando en la BD actual, con la publicación del esperado octavo álbum de la serie titulado “La Venganza de las Cenizas”. Un álbum que pone fin al segundo ciclo de la serie y se centra en uno de los momentos más significativos de la historia de la antigua Roma, el incendio de la ciudad en el 64 D.C.

Roma arde y la histeria se apodera de los ciudadanos. Mientras un consternado Lucio Murena trata de ayudar con los vigiles al pie del infierno, Nerón planifica desde su palacio rodeado de sus cortesanos como salvar la ciudad mientras el ladino Tigelino empieza a idear que la incipiente secta cristiana puede ser un buen chivo expiatorio al que entregar a las iras del pueblo, intentando sembrar en el emperador sospechas y dudas.
Dejando la trama principal aparcada en un segundo plano frente a la descripción de los hechos históricos, Dufaux y Delaby se han centrado durante buena parte del álbum en reflejar los estragos del incendio en la ciudad a través de distintos episodios de ciudadanos anónimos inspirados en obras literarias para retomar la trama una vez que, pasado el incendio, empieza a buscarse culpables a los que cargar la devastación del incendio.

Leer este álbum sin más sabe a poco por lo que recomiendo que al menos se repase antes de su lectura el segundo ciclo de la serie. Dufaux, como es habitual, toma como referencia las obras clásicas de Henryk Sienkiewicz incorporando nuevos datos y cuidando especialmente la documentación histórica de la serie mostrando de este modo una versión diametralmente opuesta a la que estamos acostumbrados de Nerón que lejos de dedicarse a recitar horribles poemas mientras incendia la ciudad describiéndole, especialmente en este álbum, como un gobernador sensible y responsable que toma las riendas del desastre. Dufaux toma prestados capítulos y hechos de otros autores que adapta y revisa, inspirándose en Dumas como señala en el artículo que cierra el álbum, a su manera por lo que el aficionado al Peplum le resultarán familiares la mayoría de los episodios del álbum, que Dufaux modifica para enriquecer su propia versión de la historia.

En el aspecto gráfico, Delaby se aprovecha de su buena sintonía con el colorista de la serie, Jeremy Petiqueux, para sacar el máximo partido a su dibujo elegante y detallista y su sobria narración para trasladarnos toda la belleza de la Roma imperial en esta ocasión sometida a la devastación del fuego utilizando para ello grandes y minuciosas viñetas verticales y algunas splas realmente espectaculares. Lo peor de “La venganza de las cenizas” es que deja con ganas de más aun cuando más o menos se conozca el desarrollo de la historia gracias a la historia y la literatura pero, por desgracia, en Francia todavía no ha empezado a pubicarse el tercer ciclo de la serie, por lo que me temo que la espera será larga. Habrá que tener paciencia.

Más "Murena" en El lector impaciente aquí, aquí y aquí.

sábado, 18 de febrero de 2012

Cartel del Salón del Cómic de Granada 2012.




Una buena noticia que nos dejó el año pasado en el ámbito del cómic es la recuperación para la causa del veterano Esteban Maroto.

Tras la reedición de “5XInfinito”, Maroto vuelve a la actualidad al realizar el cartel de la XVII Edición del Salón del Cómic de Granada que tendrá lugar del 9 a 12 de Marzo.

El cartel tiene aires ochenteros y recuerda a las portadas de esa mítica revista que fue “Comix Internacional”.

Más información sobre el Salón, aquí.

viernes, 17 de febrero de 2012

“The Umbrella Academy: Suite Apocalíptica”, de Gerard Way y Gabriel Bá.




A mí lo que más me gustaba del Monstruo de Frankenstein cuando era pequeño era el concepto que manejaba el buen doctor de a partir de trozos muertos hábilmente zurcidos insuflar nueva vida a un nuevo ser completamente remozado – bueno, no le salió guapo, pero es que la cirugía estética no se había inventado y, además, el que esté libre de pecado que tire la primera piedra…- con personalidad propia.




Esto viene porque tras leer el cuidado tomo en que Norma Editorial ha reeditado el primer arco de “The Umbrela Academy” – con el que enmienda su malísima y cara primera edición, por cierto- el guionista y cantante Gerard Way debía pasarle lo mismo ya que “The Umbrella Academy” es un cómic ecléctico y referencial en el que sinteitiza buena parte de las más altas cotas del género superheróico en las últimas décadas y las remoza – a esto ayuda muchísimo el consistente estilo cartoon del brasileño Gabriél Bá ("Daytripper")- en una historia de apariencia novedosa ideal para el disfrute de lectores noveles y veteranos.

En este primer arco de la serie, asistimos al reencuentro de los miembros supervivientes del supergrupo conocido como The Umbrella Academy cuando se reúnen en el funeral de su antiguo mentor el profesor Hargreeves quién los reclutó, adoptó y educó desde niños para convertirlos en superhéroes. A raíz de la muerte de uno de sus miembros y debido a sus disensiones internas el grupo se disolvió pero cuando uno de los hermanos manifiesta un poder que puede provocar el Apocalipsis The Umbrella Academy se volverá a reunir para neutralizar su amenaza.

Como decía, Gerard Way orquesta un tebeo eminentemente referencial y toma como modelo a los mejores. Es difícil no identificar en las características de algunos personajes y las características del grupo original referencias a los mejores tiempos de las series mutantes guionizadas por Chris Claremont o de esa rompedora obra que fue “Doom Patrol” de Morrison -no en vano este firma el artículo introductorio- e incluso no se corte en incorporar guiños y homenajes al “Watchmen” de Moore. El tratamiento de Way es quizás más oscuro e irónico aprovechándose del tiempo transcurrido y adapta esos conceptos al nuevo milenio con un desarrollo de la trama trepidante en el que no deja lugar a la reflexión y deja la puerta abierta a desarrollar distintas tramas futuras.

En el aspecto gráfico, Way se aprovecha de la excelente labor del brasileño Gabriel Bá en solitario quien sin el apoyo de su gemelo se muestra como un excelente dibujante de estilo cartoon capaz de plasmar toda la imaginería ideada por Way con elegancia y claridad expositiva a pesar de los continuos flashbacks en que se desarrolla la historia. El trabajo de Bá, a la estela de los Allred, Breygfole, Mignola o Cooke y beneficiado por el coloreado de Dave Stewart, es una buena noticia y espero que continúe mucho tiempo.

The Umbrella Academy” no es una obra innovadora, no aporta ningún concepto nuevo ni rebosa una originalidad que vaya a revolucionar el género superheróico pero si renueva de forma fresca y original el modo en que presenta una historia que a los más veteranos evocará otros tebeos y otros tiempos. Un tebeo comercial, digno y entretenido que si ha sido tan ensalzado ha sido por lo poco que tiene que ofrecer el anquilosado género superheroico en los últimos tiempos. La nueva edición está bastante bien ya que aparte de incorporar las fantásticas portadas de James Jean incorpora un par de pequeñas historias promocionales y abundante material complementario.