jueves, 5 de junio de 2008

“Nippur de Lagash” de Robin Wood, Lucho Olivera, Sergio Mulko y varios



Si hay algún autor sorprendentemente ninguneado por las editoriales de cómics en España ese no es otro que Robin Wood.

Robin Wood, paraguayo de nacimiento y auténtico ciudadano del mundo con una biografía que le podría convertir en un personaje de sus cómics, apabulla simplemente con las cifras de su producción y currículum: 41 años de profesión ininterrumpida, 5.000 guiones de cómics y más de ochenta series (guiones para películas, series de televisión, novelas y piezas teatrales, aparte) .Wood ha recibido premios tan prestigiosos como el Yellow Kid en 1997 y sus principales creaciones como “Dago”, o su obra más conocida y representativa que hoy nos ocupa, “Nippur de Lagash”, son objeto de culto tanto en su país de origen, Argentina, como en otros tan dispares como Turquia o Italia.

Sin embargo, en España no se sabe muy bien el motivo su obra ha sido olvidada continuadamente por los editores durante décadas salvo la breve aventura de la revista Mark 2000 en la que junto otras de sus creaciones aparecieron dos historias del Errante.

¡Dos historias de más de cuatrocientas! Escaso bagaje para una obra que empezó a publicarse en Argentina en 1967 en la revista "D’Artagnan" de la Editorial Columba y enseguida alcanzó enormes cotas de popularidad gracias al buen hacer de sus creadores Robin Wood y Lucho Olivera., el cuál se mantuvo en la serie durante varios años para ser sustituido por otros autores como Sergio Mulko – quién más episodios de la serie dibujó-, los hermanos Villagrán o Jorge Zaffino.

Todo esto está muy bien me dirán ustedes, pero al grano, ¿qué es lo que hace tan notoria esta obra? Para empezar su tremenda originalidad respecto a otras obras de género histórico. Wood es un autodidacta que tomando como referencia un contexto histórico alejado de los estereotipos superheroicos procedentes de los Estados Unidos se adentra en la Edad Antigua a través de las andanzas de Nippur, un general desterrado de su ciudad natal, Lagash al resultar esta invadida por un rival. A partir de ese momento, Nippur, en solitario o acompañado por distintos amigos, iniciará un éxodo aventurero que le llevará a visitar los principales lugares de la Antigüedad desde el Egipto de los faraones a la Grecia de Teseo y el minotauro, en un periplo en el que el personaje principal evoluciona, crece y se desarrolla teniendo un hijo, Hiras y sufriendo todo tipo de contrariedades en forma de traiciones, mutilaciones y renuncias pero sin abandonar nunca su principal objetivo, volver a Lagash.

Sin embargo, no es esto meramente lo destacable de esta obra y la razón de su éxito a lo largo de los años sino el excelente trabajo de Wood a la hora de dotar de continuidad a la serie que con el devenir de los años se convirtió en una saga heroica compleja y extensa, rica en tratamiento y profundidad, destacando la humanidad con la que Wood dota a sus personajes en la que probablemente sea la gran “novela-río” (si me permiten el término) dentro del Cómic en español, sólo comparable con “El Príncipe Valiente” fosteriano. Wood es un literato autodidacta lleno de imaginación e ideas lo que demuestra en la grandiosidad épica que ofrece en sus historias a través de una prosa barroca y sugerente que la obra precisa pero difícil de encontrar en otros autores al tiempo que no se limita a ofrecer una sucesión de historias refritadas acudiendo a la fácil solución del combate y la violencia. Al contrario, la guerra y la acción, aun presentes en las tramas, no son el elemento principal sino la última opción primando las soluciones diplomáticas y evitando los duelos en pos de tramas complejas, inteligentes y entretenidas.

En el aspecto gráfico destacan las etapas de Lucho Olivera y Sergio Mulko, dos excelentes dibujantes argentinos que saben dotar a su trazo de todo la fuerza y rotundidad que los guiones y personajes creaedos por Wood requieren y que han sido comparados en ocasiones con John Buscema aun cuando tanto uno como otro demuestran una obsesión por el detalle superior a la del estadounidensel.

En definitiva, una obra excelente a recuperar por algún avispado editor aprovechando las recientes recopilaciones de la editorial argentina Doedytores o las más accesibles de la italiana Bonelli con algún tipo de colaboración y unos magníficos autores a los que rescatar del más lamentable de los olvidos.

Cronología de la obra y división por arcos, aquí.

Otros admiradores de “Nippur de Lagashaquí, aquí y aquí.

Página oficial de Robin Wood, aquí y jugosísima entrevista al autor aquí.

Breve entrevista a Sergio Mulko aquí.




martes, 3 de junio de 2008

Richard Corben, 40 años haciendo tebeos.



Desde el excelente blog El Diario de Jeremy Brood nos recuerdan que a lo largo de esta semana se celebran los 40 años de la publicación de la primera historia de Richard Corben, “Monster Rule”.y, para celebrarlo invitan a realizar aportaciones sobre tan insigne dibujante y obra. Le tomo la palabra.

Bien, no quiero confundir lo que se supone es el homenaje a un artista con la añoranza melancólica de un tiempo que ya pasó contándoles mis experiencias con mi primer cómic de Corben o la voluptuosidad de sus hembras y el vigor de sus musculados héroes, si acaso eso puede ser objeto de otro post algún otro día o podrán leer en otros sitios experiencias paralelas -y similares- a la mía.

Tampoco les voy a comentar la grandeza épica de los mundos imaginados por el de Misuri en “Den” o las espeluznantes adaptaciones que realizó de cuentos de Edgard Allan Poe o relatos de Robert E. Howard. ¿Por qué? Los aficionados veteranos que más o menos andan por mi quinta conocen de sobra y seguro mejor que yo las exquisiteces de las que hablo y, por desgracia, a los más jóvenes les están vedadas gracias a la desidia editorial incapaz de hacerse con los derechos de obras que llevan alrededor de… ¡¡¡20 años!!! descatalogadas en España y cuyos saldos han sido objeto de las más variopintas leyendas urbanas del mundillo (desde que Rowlf no se podía reeditar porque los originales pertenecían a Santiago Segura hasta que todos los saldos existentes de las obras de Corben editados por Toutain y Zinco pertenecían a un único librero que regulaba la demanda con precios exorbitados).

No, no pienso hacer eso. No soy tan malo como para mostrarles el dulce y luego quitárselo de la boca pero sí para aprovechar la oportunidad para demandar a un “arriesgado” editor que se haga con los derechos del grueso de la obra de este autor y puedan paladear por ustedes mismos su excelencia.

¿Por qué es tan bueno Corben y despierta el entusiasmo de los lectores veteranos más allá de nostalgias pajilleras? Porque Corben tiene algo diferente que sólo tienen unos pocos elegidos que se pueden contar con los dedos de la mano-los Breccia, Neal Adams, Joe Kubert, Robert Crumb, Bernie Wrighton y pocos más-. Su dibujo es único e inconfundible. Se puede escribir mucho sobre la técnica y el dibujo de Corben y seguro que muchos lo harán en profundidad. Sus composiciones y soluciones todavía hoy sorprenden y resultan modernas y arriesgadas ¿Por qué? Quizás por su completo dominio de la anatomía humana, quizás por el exquisito, depurado y frío colorido de sus obras o la perfección de sus escorzos y perspectivas que logran que sus personajes escapen de la cárcel del papel y adquieran –casi- la anhelada tridimensionalidad. Seguro que por todo eso pero, también, por algo más, algo inaprensible y que se escapa de la definición de las palabras para activarse directamente en la mente de aquellos que disfrutan de sus dibujos más allá de la calidad de la historia y se mantiene imperecedero durante años.

Háganse un favor y no se lo pierdan. Felicidades Sr. Corben.
Más sobre Richard Corben en El lector impaciente aquí y aquí.

lunes, 2 de junio de 2008

“La Dalia Negra” de James Ellroy



Aprovechando un reciente viaje en tren, he devorado una de las primeras novelas que convirtieron a James Ellroy en una de las plumas vivas más influyentes dentro del género negro en la actualidad, “La Dalia Negra”, una novela que hace unos años llevara al cine Brian de Palma y que, por suerte, no he tenido ocasión de ver todavía, lo que –creo- me ha permitido disfrutar todavía más de esta novela.

La Dalía Negra” se centra en la ciudad de Los Ángeles en el período inmediatamente posterior a la II Guerra Mundial, un tiempo y un lugar que Ellroy conoce a la perfección y donde sitúa algunas de sus más importantes novelas hasta la fecha y se centra en la historia de Bucky Bleichert, un policía exboxeador, y su progreso dentro del Departamento gracias a su buen hacer como boxeador y su amistad con Lee Blanchard, otro antiguo pugilista y policía, y la novia de este, la caústica y enigmática, Kay. Merced a la intensa relación de amistad que une a los tres personajes, la vida de Bucky parece ir viento en popa hasta el momento que debe hacer frente a la investigación del misterioso asesinato de una mujer cuyo cuerpo aparece descuartizado en un solar a quién la prensa sensacionalista pronto bautizará como la “Dalia Negra”. Lee y Bucky, Fuego y Hielo, se harán cargo de una investigación policial plagada de pistas falsas, intereses políticos y dificultades, un caso irresoluble por el que Bleichert sacrificará sus amistades, su matrimonio y su carrera.

A la hora de hablar de James Ellroy se suele comparar su obra con la de Dashiel Hammett y es cierto que, al menos en esta novela, la influencia del autor de “Cosecha Roja” o “El Halcón Maltés” es más que evidente en el estilo directo y esquemático del que hace gala Ellroy pero no contento con mostrarse como un hábil imitador más, Ellroy es capaz de profundizar en los planteamientos de Hammett y hacerlos más atractivos para el lector contemporáneo gracias sobre todo a la complejidad formal de una trama que no hace concesiones fáciles al lector quien en ocasiones asiste perdido a un artificio sustentado en la fuerza de unos personajes que van evolucionando al tiempo que la historia avanza lentamente merced al detallismo obsesivo con el que el autor ambienta situaciones y lugares para sorprender en un desenlace en el que la compleja trama queda perfectamente atada y obliga al lector a un esfuerzo de atención al que no suele estar acostumbrado. El autor es consciente de la dificultad que conlleva para el lector este planteamiento por lo que la obra está llena de subtramas que van iniciándose y cerrándose para alimentar el pulso de la narración en el particular descenso de los infiernos que supone para Bucky Bleichert la investigación del asesinato de la dalia, a quien como un Dante moderno, Ellroy enfrenta a la corrupta ciudad de Los Ángeles y los habitantes que la pueblan, todo tipo de maleantes y personajes de doble moral, independientemente de su situación y extracto social, del que un modo u otro los principales personajes lograrán escapar

En definitiva, si creían que el hard boiled empezaba y terminaba con la obra de Dashiell Hammett o Raymond Chandler en esta novela tienen la oportunidad de salir de ese error y darse de bruces con un autor, James Ellroy, que desde una concepción marcadamente de género es capaz de realizar propuestas de calidad y literatura con mayúscula sin por ello dejar de ser entretenido y eficaz. Yo que ustedes no me la perdía mientras le echo un ojo a la adaptación de de Palma y les cuento.

domingo, 1 de junio de 2008

Evolución…¿Involución?






Marlon Brando en “El Salvaje” (1954)




James Dean en “Rebelde sin Causa” (1955)





John Travolta en “Grease


Shia Labeouf en “Indiana Jones y la Calavera de Cristal” (2008)



viernes, 30 de mayo de 2008

“52” de Varios Autores: Conclusiones Finales.


Hace más o menos un año, escribí ya sobre lo “novedoso” del formato elegido por DC para desarrollar su nueva macrosaga tras “Crisis Infinita”, “52”. Dejaba pendiente el análisis de la historia más allá de la enorme operación de marketing desarrollada en torno a este cómic. Bien, ese momento ha llegado.

52” más allá de su periodicidad semanal y su distribución, que al parecer quitaba el sueño a muchos y se ha resuelto bastante bien por Planeta, ha sido una serie enormemente irregular en cuanto a sus contenidos debido fundamentalmente a dos cuestiones: primera, se trata de una historia estirada para ceñirse a la duración limitada de la colección a un año con unas historias que no daban para tanto; segunda, el carácter colectivo de la obra obligó a un extraño método de trabajo individual y colectivo que hacia que cada guionista desarrollase arcos argumentales separados, desarrollando cada uno su propia historia con sus personajes manteniendo continua comunicación con el resto, y teniendo cada autor un número menor de páginas a lo al que están acostumbrados en lo que sería un cómic-book normal, con lo que los efectos y “cliffhangers” quedan raros y se convierten en un enorme prólogo para la historia que realmente se quería contar –la reconversión del universo DC en un multiverso de 52 Tierras Paralelas sorprendiendo que necesiten un último número de mayor extensión para contarla-dependiendo cada arco del interés proporcional al interés (y talento) puesto por el autor encargado.

La parte más divertida ha sido la desarrollada por Morrison con la Isla de los Genios Locos, y las más intensa las llevadas por Mark Waid con toda la historia de Black Adam y la trama de los superhumanos de Luthor como puntos fuertes, mientras que Geoff Johns hace un trabajo aseado pero insulso en la trama espaciotemporal relativa a Booster Gold y la espacial con Adam Strange, Starfire y Lobo, Greg Rucka firma el peor arco argumental de la serie –insufrible- dedicado a la nueva Question. En el aspecto gráfico, no me ha parecido especialmente reseñable a pesar de los bocetos de Keith Giffen y lo único que merece la pena son las excelentes portadas de J.G. Jones y Alex Sinclair que en ocasiones se convertían en la única razón para continuar con la colección

El resultado final y la mejor imagen que define a “52” es la de una botella de gaseosa abierta: conforme más tiempo se mantiene sin tapón, más gas pierde y peor sabe, convirtiéndose finalmente su compra en una rutina semanal más (mensual en mi caso) que no ha sabido mantener las expectativas número a número. Su trascendencia en el Universo DC estará limitada hasta que el editor de turno decida volver a recrear un único Universo en unos añitos en un ciclo que dejará poco margen a la creatividad pero asegurará unos beneficios económicos suculentos a la empresa.

(Parece que a DC le ha convencido el sistema “52” y han repetido la fórmula en la nueva serie “Cuenta Atrás”, que servirá de prólogo al gran evento 2009 “Crisis Final”. Yo desde ya les digo que he entrado en mi propia crisis y me bajo del carro. Ustedes verán).

Feria del Libro de Madrid: un año más, .cita obligada.

Hoy se inaugura la Feria del Libro de Madrid que se prolongará hasta el próximo 15 de Junio. Una tradición obligada con los Libros, el Retiro y los autores que, si las largas colas lo permiten, suelen mostrarse bastante amables y accesibles con los que les dan de comer, o sea, los lectores.
Disfruto enormemente de estos encuentros con autores, libros y cómics a los que intento asistir desde niño, paseando tranquilamente (preferiblemente por las mañanas y entresemana) hojeando libros y siempre picando finalmente con alguna compra.
Para que nada falte, la lluvia hace un año más acto de presencia los primeros días, seguro que en la clausura nos achicharramos.

A ver que cae este año…

Horarios, firmas y demás aquí.

jueves, 29 de mayo de 2008

“Indiana Jones IV y el Reino de la Calavera de Cristal” de Steven Spielberg.


Ayer por fin fui a ver la última –de momento- película de la saga de Indiana Jones con la secreta esperanza, visto el trailer, de que no me iba a defraudar. A la salida, tenía una sonrisa de oreja a oreja y un entusiasmo por una película como hacia años que no me pasaba.

Steven Spielberg no se ha comido la cabeza, no le ha dado la vuelta al calcetín, intentando sorprender o hacer una película pretenciosa y original. Esta película no lo es para nada, sino que aprovechando los aciertos de las entregas anteriores y siguiendo al dedillo una fórmula de probado éxito Spielberg, Lucas y Ford realizan una película de las de antes, llena de acción, cuya única finalidad es hacer pasar un buen rato al espectador en medio de saltos, tiros, persecuciones, escenarios exóticos, acertijos, esqueletos, traiciones, malos malísimos y un bueno (Jones) que se lleva a la chica.

En esta nueva entrega, nos encontramos con un envejecido Indiana en medio de la Guerra Fría que tras un fiasco en una base militar norteamericana y el robo por parte de los soviéticos de una reliquia, se encuentra traicionado por su amigo Mac (Ray Winstone), sin trabajo y vigilado por los servicios secretos rusos y americanos. Con este negro porvenir, Jones se unirá a Mutt, un joven rocker rebelde motorizado, en la búsqueda del profesor Oaxley (John Hurt) y la madre de Mutt, que no es otra que la sin par Marion Ravenwood. Para lograrlo seguirán los pasos de Oxley en su obsesiva búsqueda de la Calavera de Cristal de Akator, un misterioso objeto dotado según la leyenda de misteriosos poderes, y que persiguen también los rusos liderados por la bella y mortífera espadachina Irina Spalko.

Tras ese planteamiento, la diversión está servida de la mano de un brillante Spielberg que sabe dotar a la película en todo momento del ritmo necesario para mantener al espectador absorto durante las dos horas que dura la película y apenas se noten algunas inconsistencias de guión y precipitaciones ahogadas por la nostalgia y los constantes guiños que depara a los incondicionales de la serie y el personaje así como a los mitos y demonios de una década, los cincuenta, que nos dejó la paranoia de la Guerra Fría y la “Caza de Brujas” y el imaginario de los platillos volantes o el Área 51 junto al rock and roll, los tupés y las “harleys”. Toda esta amalgama, se incorpora a una trama clásica de las películas de Indy, que no necesita de rigor histórico porque no estamos ante un documental sino ante una película de entretenimiento, en la que se refunden situaciones ya vistas en las anteriores entregas y se atan algunos cabos sueltos que estaban pendientes desde la primera entrega de una manera coherente y satisfactoria.
Los guiños de la película no se reducen sólo a la ambientación sino también se encuentran en la caracterización de algunos personajes como la malvada Irina Spalko que recuerda a las exóticas malvadas que tan bien diseñara el genial Milton Caniff en "Terry y los piratas", el profesor Oxley con más de una similitud al profesor Tornasol de “El templo del sol” de Herge, o el joven Mutt que desde su primera secuencia homenaje a “El Salvaje” de Marlon Brando se nutre sin escrúpulos del Danny (John Travolta) de “Grease” y el Jimmy (James Dean) de “Rebelde sin causa”.

Todo este artificio, no podría sustentarse sin la argamasa del gran trabajo de todo el reparto encabezado por un Harrison Ford en el personaje para el que nació. Ford construye a un Indiana envejecido y por el que han pasado los años pero no por ello menos duro de pelar y brillante que en entregas anteriores. Ford disfruta reencontrándose con Indy y eso es algo que se aprecia en la película no dando muestras de cansancio y una encomiable energía en un hombre de 65 años. Pero, repito, de la excelente labor de todo el reparto yo destacaría a un Shia Labeouf, que sabe sacar provecho en un personaje – el sidekick- en principio antipático pero en el que sabe lucirse y dar el contrapunto adecuado al omnipresente Indiana en más de una ocasión. Quizás y por poner un pero, da la sensación que Cate Blanchett se lo pasa demasiado bien en su papel de malvada, disfrutando cada escena como una enana y encontrando un excelente contrapunto en la vis comica de una recuperada para la causa Karen Allen. Y, por supuesto, sin olvidar la banda sonora de John Williams, tan magistralmente eficaz como siempre.

En definitiva, una excelente película para todos los públicos y el “pulp” cinematográfico por excelencia, que nos hace lamentarnos de los años perdidos y deja con ganas de más. Esperemos que Spielberg, Ford (¿y Shia?) no nos hagan esperar otros 20 años.

Hasta pronto, Indiana…

Más “Wanted”




Interesante trailer de “Wanted” que mantiene la expectación sin mostrar demasiado de la trama que ya les adelanté aquí. En mi opinión, por lo que llevamos visto hasta ahora en las abundantes imágenes que pueblan Internet, podemos encontrarnos ante uno de los mayores bodrios de la temporada o una de las películas más entretenidas del veranito.

Habrá que estar atento…

miércoles, 28 de mayo de 2008

El Miedo o unas reflexiones sobre la adaptación al cine de “Watchmen”




No quise comentar nada cuando se filtraron las fotos de los personajes principales. Tampoco cuando salieron las fotos de arriba porque hasta Junio del año que viene vamos a tener “Watchmen” hasta la sopa. Sin embargo, tras ver la imagen de los “minutemen” de abajo no aguanto más.

Me da mucho miedo la versión que Zack Snyder está preparando de "Watchmen".

¿Por qué?

Me da miedo, mucho miedo, el amigo Snyder en un proyecto de la envergadura de “Watchmen”. Un director con mucho que demostrar y con una tendencia muy peligrosa a confundir la épica con la artificiosidad y aprovechar cualquier excusa para el horror absurdo.

Me da miedo, mucho miedo, el proyecto de venta cruzada que quieren probar los productores con la película y el DVD superexclusivo que aparecerá cinco días después con las historias de “El navío negro” y “Bajo la máscara” con la única intención de sangrarnos a los pobres frikis y ofrecer al público en general una versión incompleta y sesgada de una obra maestra del cómic.
Me dan miedo, mucho miedo los diseños de los personajes y la ambientación. Gibbons y Moore le dieron a la serie un tono más sombrío de lo que se percibe en las imágenes y la falta de esa atmósfera en lo poco que hemos visto hasta ahora me preocupa.

Me da miedo, mucho miedo que todas las adaptaciones cinematográficas que se han realizado hasta la fecha de las obras de Moore han sido -en el mejor de los casos- discretas y que en “Watchmen” se esté cayendo en el mismo error de sus predecesoras: no tener en cuenta la opinión de Moore.
Este proyecto merece el beneficio de la duda, por supuesto, pero despierta demasiadas incógnitas y, ojalá me equivoque, pero me da la sensación que no se le está dando la importancia que la obra merece.

Me voy a releer el cómic a ver si me tranquilizo.

Página oficial de la película aquí.

martes, 27 de mayo de 2008

Sydney Pollack (1934-2008)




Nos hemos despertado esta mañana con la noticia de la muerte de uno de los últimos hombres orquesta de Hollywood, Sydney Pollack. Pollack, desde sus inicios en el teatro y la televisión supo destacar en todos los ámbitos cinematográficos en los que intervino como actor, productor y, sobre todo, director.

Pollack fue uno de los mejores directores de la década de los setenta y ochenta y su carrera alcanzó el cénit con el Oscar al Mejor Director logrado por “Memorias de África”, una de las películas más bellas de los ochenta aunque yo personalmente siempre le recordaré por “Las aventuras de Jeremiah Johnson”, una de mis películas favoritas, o “Danzad, danzad malditos”.

Pollack era un director de los de antes. Preocupado más por contar buenas historias y se caracterizó por saber rodearse de grandes actores como Robert Redford, Dustin Hoffman, Meryl Streep o Paul Newman sin caer en el artificio de los tiempos actuales y, aunque su producción fue descendiendo con los años, si hay una palabra que la resume es “calidad”.

D.E.P.

Danzad, danzad, malditos” (They shoot horses, don’t they?, 1969)



"Las aventuras de Jeremiah Johnson" (Jeremiah Jonson, 1972)



Memorias de África” (Out of Africa, 1985)


lunes, 26 de mayo de 2008

“Batman Arkham 2: Dos Caras” de Varios Autores.

Es tal mi retraso en mis lecturas tebeiles que han pasado meses desde que escribí algo de la anterior entrega de la colección de Planeta dedicada a los enemigos de Batman. Si el primer tomo dedicado al Joker ya daba un poco las pautas de la serie, el segundo protagonizado por “Dos Caras” no hace más que confirmarlas. Los tomos incluyen la primera aparición del personaje, algunas historias que han envejecido bien –pero que en ningún caso incluye ninguna de las más demandadas por los aficionados y que la editorial parece guardar como oro en paño para alguna edición “absolute”- y para finalizar un par de historias entretenidas del Batman posterior al “Año Uno” de Mazzuchelli y Miller.

Este tomo dedicado a “Dos Caras” me ha gustado especialmente porque realiza un recorrido bastante completo a uno de los villanos más interesantes del Hombre Murciélago. Cómo bien señala Dennis O´ Neil en el prólogo, Dos Caras es un villano mucho más accesible para el lector que el Joker, el villano por antonomasia de Batman y que, al encarnar la locura absoluta resulta muy difícil de entender en sus motivaciones aunque esta sea su gracia por el lector cuerdo mientras que, en cambio, el bueno y desgraciado Harvey Dent (o Kent), con su doble personalidad y locura paranoide resulta mucho más accesible para el aficionado que no puede dejar de sentir simpatia por un tipo tan torturado. Esto se aprecia claramente en las dos primeras historias del volumen que recogen las dos primeras apariciones del personaje (Detective Comics 66 y 68) por Bob Kane y Bill Finger llenas de imaginación y gracia a pesar de los años transcurridos; “La locura del observador” (“Batman Annual 14” con portada de Neal Adams que es la que se recoge en el volumen), por Andrew Helfer y Chris Sprouse en la que se renovó el origen del personaje para actualizarlo a un lector más exigente y moderno en una visión “poscrisis” del villano; “Crimen y Castigo” por de Matteis y Mc Daniels, en la que se dan nuevas claves sobre el origen del personaje o los números de Detective Comics 747 (Greg Rucka y William Rosado) y 755 (Rucka-Martinbrough), que, siendo los más flojos y actuales, exploran la especial relación entre Dos Caras y otros secundarios de Batman, como el comisario Gordon o la sargento Montoya. Todas estas historias resultando muy interesantes y entretenidas a nivel guión están lastradas a nivel gráfico por los distintos dibujantes ninguno especialmente destacable salvo Bruce Timm, quien en la historia que cierra el volumen, “Tal para cuál” realiza una estupenda aproximación al personaje aunque ya pudimos disfrutar de esta historia en la excelente recopilación “Batman: Black&White”.

En definitiva, “Batman Arkham: Dos Caras” confirma las impresiones sobre esta serie de recopilaciones dirigida principalmente a los completistas del personaje y a aquéllos que quieran contar con una revisión rápida de la evolución que los supervillanos del Hombre Murciélago a lo largo de los años.

jueves, 22 de mayo de 2008

“Xenozoic Tales” de Mark Schultz


El otro día visitando el chanante blog de Jotace (visita obligada que este marciano derrocha ingenio a diario) leí un post en el que incluía los, a su juicio, elementos indispensables que tienen que tener un cómic para convertirse en un concepto de éxito. Al leer su lista de cosas molonas, el primer título que me vino a la mente no fue otro que “Xenozoic Tales” de Mark Schultz, un cómic donde el autor reúne con toda naturalidad exuberante pin-ups, tipos duros de los antes con dinosaurios, mámuts, mutantes, monstruos y coches de época.

Las primeras historias de “Xenozoic Tales” se empezaron a publicar en España hace ya unos añitos, en los tiempos de la Editorial Toutain en la mítica revista “Zona 84”, y, tras un lapso de varios años, Cómics Forum (Planeta) editó en 2000-1 la totalidad de las historias realizadas por Schultz en una cuidada colección para la época de 15 cómic-books que, más adelante, reunió en un tomo único.

Xenozoic Tales” está ambientada en el siglo XXVI, en una futura Era Xenozoica, donde tras un cataclismo que ha terminado con la mayor parte de la población humana, convirtiendo los nuevos territorios en una zona de marismas y grandes selvas poblada por todo tipo de criaturas prehistóricas, desde dinosaurios a mámuts y dientes de sable. Los pocos supervivientes que se refugiaron en refugios subterráneos intentan sobrevivir, al salir en la superficie, agrupándose en tribus en torno a las antiguas ciudades, desarrollando y arreglando parte de la tecnología de tiempos pasados, principalmente armas de fuego y coches de época (cadillacs, principalmente). En este contexto, la historia gira en torno a la relación entre Jack Terenc, una especie de chaman perteneciente al antiguo linaje de la Ciudad del Mar (Nueva York) dispuesto a hacer cualquier cosa para mantener el acuerdo -Machinatio Vitae- entre los hombres y la Naturaleza de no alterar el medio natural y evitar otro cataclismo, y Hannah Dundee, la embajadora de Wasoon (antigua Washington) mucho más inteligente y dispuesta a aprender todo lo posible de los antiguos para mejorar sus duras condiciones de vida.

Partiendo de estas premisas, Schultz va evolucionando número a número y, sin abandonar en ningún momento el carácter “pulp” y aventurero de las historias, va desarrollando distintas tramas de intrigas y misterio cada vez más complejas entorno al origen del cataclismo que destruyó la civilización, las conspiraciones políticas que giran en torno a los protagonistas o los planes de los misteriosos grith respecto a la humanidad. Pero si la historia en sí ya resulta entretenida enriquecida con referencias literarias que van desde Lovecraft a Rice Burroughs pasando por Conan Doyle o Robert E. Howard (sin olvidar los mismos cómics de la E.C. de terror y ciencia-ficción) es por su aspecto gráfico por el que debe ser recordada y destacada. Si las historias cortas de los primeros números guardan una estructura narrativa similar a la de los grandes maestros de la E.C, como Frank Franzetta o Al Williamsom en los últimos números resulta cada vez más evidente la enorme influencia de grandes autores anteriores como Alex Raymond (en los últimos números más que evidente) o Hal Foster (no en vano desde hace años Schultz continúa su labor en las tiras de “El Príncipe Valiente”), convirtiéndose este en mi opinión en su gran referente tanto por su minuciosidad por los detalles que convierten cada viñeta en una pequeña ilustración como por sus estudiadas composiciones de página para narrar de una manera fluida la historia que quiere contar en cada momento, prescindiendo, conforme avanza la historia, de engorrosos cuadros de texto y sin que en ningún momento las viñetas parezcan recargadas. Su obsesión por emular la atmósfera de los cómics E.C le llevó a entintar el mismo sus historias con una escala de grises semejante a la utilizada en los cómics de la época y una cuidadísima técnica de pincel seco que va mejorando, si cabe, según avanza la serie

Schultz, a lo largo de esta serie, demostró un perfeccionismo rayano en la obsesión, que le llevaba a tardar prácticamente un año en terminar cada uno de sus cómics lo que ha provocado que la serie lleve parada desde hace años y no haya de momento continuación a las aventuras de Hannah y Jack, aunque el autor ha declarado en más de una ocasión su interés por finalizar la historia. Esperemos que alguna vez lo haga.

Entrevista reciente a Mark Schultz (en inglés) aquí y aquí.

Completísimo análisis de la obra en la Tebeosfera aquí.


Trailer de “Vicky, Cristina, Barcelona”



Esas son las primeras imágenes de la nueva película de Woody Allen ambientada en la ciudad de Barcelona. Lo cierto es que no se han comido mucho la cabeza con el título pero, en principio, la cosa por lo que se aprecia en las imágenes irá de comedia romántica con algo más de sexo de lo habitual en las películas del de Nueva York.

En el reparto, figuran bellezas como Scarlett Johansson, última musa de Woody, y los mediáticos Javier Bardem y Penélope Cruz. Por lo que se sabe, la historia gira en torno al triángulo amoroso formado por Bardem, que interpreta a un pintor, y dos turistas americanas de visita en Barcelona (la mencionada Scarlett y Rebecca Hall). La relación entre los tres se complica con la presencia de la antigua novia de Bardem interpretada por Penélope Cruz.

La película se ha estrenado en Cannes y al parecer no ha gustado a todo el mundo, pero sigo desde hace demasiado a Woody para no darle el beneficio de la duda así que a partir del 19 de Septiembre me pasaré por algún cine para nuestra obligada cita anual. Eso sí, la canción que han elegido para la Banda Sonora más fea no podía ser.

miércoles, 21 de mayo de 2008

“Canción de Hielo y Fuego IV: Festín de Cuervos” de George R.R. Martin

Por fin, terminé la nueva y esperadísima entrega de “Canción de Hielo y Fuego” la, para muchos, mejor serie de fantasía heroica de los últimos tiempos y, aunque la novela se deja leer y está por encima de la media de las obras que ofrece este subgénero, se deja notar el desgaste de la saga o del autor (todavía no lo tengo muy claro).

Martin señala en su blog que la confección de la cuarta novela le resultó tan complicada que se vio obligado a dividirla en dos libros el segundo de los cuáles debe estar a punto de aparecer en los Estados Unidos el próximo mes bajo el título de “A Dance Of Dragons” y del que “Festín de Cuervos” sería la primera entrega. La estructura característica de la obra dividida en capítulos en los que se va narrando la evolución de distintos personajes que en conjunto van desarrollando el tema principal de la obra, la Guerra de los Cinco Reyes, permite al autor este tipo de soluciones. Sin embargo, está estructura tiene sus desventajas y Martin en este libro se encuentra con una de ellas. Es tal la complejidad, diversidad y número de los personajes creados por Martin, cada uno con su propia historia y tramas accesorias, que sus novelas se estiran y estiran siendo imposible incorporar a todos los personajes en un único libro y mantener el interés de la trama principal. Esto obliga a Martin en cada entrega a hilar muy fino a la hora de seleccionar los personajes que va a incorporar en cada libro y en esta última novela la elección probablemente no ha sido la más adecuada, sobre todo porque el otro punto fuerte que ha caracterizado la serie, las constantes sorpresas y giros que Martin incorpora en la historia en esta novela brillan por su ausencia convirtiéndola en la más aburrida de la serie. Y eso que, en principio, los elegidos son algunos de los más carismáticos: la atractiva y malvada Cersei Lannister, su tullido hermano Jaime, la rebelde Arya Stark (o sus distintas identidades) o la caballeresca Brienne de Tarth, que llevaron el peso de la serie en anteriores entregas, e introduce algunos nuevos para abrir nuevas tramas y localizaciones en los Reinos de Occidente. Sin embargo, la ausencia de los personajes más carismáticos y complejos como Tyrion Lannister, Jon Nieve o Daenerys Targaryen lastra la historia, así como la falta de verdaderos cliffhangers que mantengan el nivel de adicción e interés del lector.

Y, es que Martin más que una novela-río, como consideran muchos, ha creado un nuevo concepto la novela-charca, en la que los personajes se desarrolla, en ondas conforme a las piedras que va tirando el autor a la charca de la obra en forma de giros argumentales y sorpresas, manteniendo el interés mientras echa nuevas piedras que remuevan las aguas pero que, en cuanto deja de hacerlo, la historia resulta predecible y aburrida. No le ayuda precisamente al estilo directo y poco elaborado de Martin la constante repetición en la presentación de personajes secundarios para situar al lector y nombrar a todos y cada uno de los personajes que aparecen en la historia, acabando uno con la sensación de estar atrapado en un bucle del que no puede salir.

En definitiva, una novela bastante anodina que probablemente haga las delicias de los fanáticos que llevan años esperándola pero que ofrece mucho menos de lo que promete. Y es que es muy difícil mantener el nivel durante tantos libros y durante tantas hojas.

Quizás en la próxima entrega, si Martin se decide a cerrar alguna trama secundaria y va prescindiendo de personajes pueda recuperar la intensidad perdida y esta novela quede como un borrón en la serie pero, de momento, para mí es la que señala la cuesta abajo. Sería muy buena noticia que Martin, en la próxima entrega, me demuestre lo contrario para poder seguir disfrutando de su talento.

Más sobre “Canción de Hielo y Fuego” en El lector impaciente aquí, aquí y aquí.

James Stewart, in memoriam


Con todo el jaleo ocasionado con la compra del nuevo televisor, no pude hacerme eco del aniversario del día de ayer, en el que el bueno de James Stewart (1908-1997) cumplió cien años.

Stewart fue el actor más versátil que ha dado Estados Unidos, capaz de interpretar con solvencia cualquier papel, desde el sofisticado galán hasta el ciudadano medio, adaptando a sus capacidades con naturalidad la imagen del héroe por antonomasia de la época, el cowboy. Ninguno de los grandes géneros del cine norteamericano le fue ajeno y en todos dejó huella. Trabajó con los más grandes directores de la época, destacando su continuada colaboración con gente tan legendaria como Frank Capra, Anthony Mann, Alfred Hitchcock o John Ford.

Stewart era capaz de interpretar héroes con los pies de barro como nadie, siempre dotando a los personajes de una humanidad poco apreciada hasta entonces, interpretando personajes cercanos al espectador y con los que le resultaba fácil identicarse. Puso cara al norteamericano medio, íntegro y honrado, dispuesto a salir adelante tras la “Gran Depresión”. Repasando el listado de sus casi cien películas es difícil encontrar una mala y hay un buen puñado que pueden ser consideradas auténticas “obras maestras”.

Ganó numerosos premios y gozó de reconocimiento en vida. Once años después de su muerte sigue siendo recordado. En sus películas vivirá para siempre.

Probablemente, junto a Katherine Herpburn, los dos más grandes talentos de la época dorada de Hollywood.

Con ustedes James Stewart:

Caballero sin espada” (Mr. Smith goes to Washington), 1939 de Frank Capra.




La Ventana Indiscreta” (Rear Window), 1954 de Alfred Hitchcock.



El hombre que mató a Liberty Balance” (The man who shot Liberty Balance), 1962 de John Ford

Tele Nueva



(Ahora sólo falta que en algún canal echén algo que merezca la pena...)

martes, 20 de mayo de 2008

“Wanted” Se busca... A ver que nos encontramos...

El próximo 27 de Junio tenemos el estreno mundial de la última adaptación al cine de un cómic. En esta ocasión, la obra elegida para muchos la mejor obra del niño malo del mainstream norteamericano Mark Millar, en esta ocasión con J.G. Jones en el aspecto gráfico. La película me da la sensación que adapta muy libremente la historia de Millar, pero cuenta con el aliciente de contar entre sus intérpretes a la curvilínea Angelina Jolie, el siempre eficaz Morgan Freeman y el juvenil James McAvoy en una historia que, por las imágenes mostradas, prima la espectacularidad y la violencia. La película estará dirigida por el ruso Timur Bekmambentov (no sé si lo habré escrito bien) en su desembarco holliwoodiense tras su éxito en Rusia con “Los Guardianes de la Noche” y su secuela, "Los guardianes del Día".

Ya veremos que sale de todo esto. Yo, de momento, les dejo un par de trailers para que les echen un ojo y juzguen ustedes.





Para visitar la página oficial de la película pinchar aquí.

lunes, 19 de mayo de 2008

“Apocalipsis Friki” de Peter Bagge


Tras el 11 de Septiembre de 2001, la sociedad norteamericana y la occidental, en general, quedó traumatizada y se desencadenaron una serie de acontecimientos históricos que a día de hoy no sabemos muy bien donde nos van a llevar. Un acontecimiento tan impactante como el atentado a las Torres Gemelas generalmente da lugar a montones de obras en distintos ámbitos que de una manera más o menos directa suelen tenerlo como referencia y buscan, en mayor o menor medida, encontrarle una respuesta o sentido más allá de su irracionalidad. En el cómic, esto se ha notado en la cantidad de obras que en Estados Unidos han aparecido tratando el tema con mayor o menor fortuna. Desde los panfletos que llaman a la unidad y la fortaleza estilo "Amazing Spiderman 36 (vol. 2)" de Joe Michael Straczynski y John Romita a inteligentes ucronías como “Ex Machina” de Brian K. Vaughan. Sin embargo, una de las aportaciones más interesantes se ha producido de donde menos cabía esperar: en la mente del ácido y corrosivo Peter Bagge y su hasta por el momento última obra “Apocalipsis Friki”, una serie limitada en seis números que La Cúpula nos ofrece en una cuidada edición en la que se echan a faltar las historias cortas sobre los padres de la nación con las que Bagge complementó los cómic-books originales para Dark Horse. Partiendo de un hipotético ataque nuclear de Corea del Norte a Seattle, Bagge nos ofrece ya desde el ambigüo título de la obra -nerd es una palabra polisémica en inglés cuyo significado oscila desde empollón informático (que hace referencia a Perry, el personaje principal) hasta directamente idiota- su particular, realista y cruda visión de la adaptación del americano medio - el friki, por antonomasia- a la nueva situación que plantea, a través de las experiencias de dos amigos, el timorato Perry, un programador de Microsoft, y el decidido y pragmático Gordo, de profesión sus trapicheos, quienes se salvan de la hecatombe al hallarse de acampada en una cabaña de las montañas, al tiempo que le da un inteligente y hábil repaso al género apocalíptico respetando todos sus cánones, sí, pero riéndose de ellos un poquito, también. La historia se centra en la adaptación de los dos amigos a la nueva situación que se produce tras la desaparición de la ciudad, las normas y reglas sociales. En este sentido, la visión de Bagge, de la situación, barnizada con toques de vitriólico humor no puede ser más ácida y descarnada. El autor construye un escenario en el que impera la “ley del más fuerte” en el que el egoísmo, la desconfianza y la falta de solidaridad se imponen incluso entre los grupos de supervivientes más organizados, incapaces de colaborar entre sí en lo que no deja de ser una traslación a pequeña escala y exagerada de los conflictos internacionales y el clima de desconfianza generalizado tras los sucesos del 11 de Septiembre, en el que los personajes, al igual que algunos países, disparan primero y preguntan después en un "salvese quién pueda" de incierto desenlace.

A partir de estas premisas, Bagge construye un trabajo mucho más autocontenido a nivel formal que en “Odio” o “Sudando Tinta” y el dibujo no se encuentra tan constreñido a buscar el “gag” visual inmediato –algo que Bagge domina como pocos y que en este cómic vuelve a dejar buena muestra de ello - como en centrarse más en el desarrollo de la historia, bien apoyado en una estructura en seis capítulos, para dosificar tanto los momentos dramáticos como los cómicos y lograr, de este modo, quizás, un efecto más duradero en el inconsciente del lector. Aunque la obra se sitúa en Seattle, el autor se aleja de los ambientes urbanos predominantes en el resto de sus obras para situarse en las montañas de los alrededores de la ciudad, y en escenarios por lo general más abiertos que en obras anteriores donde sus personajes tienden a vagabundear de un lado para otro sin rumbo fijo (algo que en una situación como la planteada sería bastante verosímil) que le obliga a optar por viñetas más amplías y a cuidar los fondos más de lo que nos tiene acostumbrados.




A diferencia de “Odio” en que en un contexto realista, Bagge sitúa a unos personajes tan exagerados, estrambóticos y deformados que resultan increíbles, en “Apocalipsis Friki” da una vuelta de tuerca más a ese planteamiento, desarrollando unos personajes perfectamente creíbles y coherentes en sus reacciones a lo largo de la serie, enfrentados a una situación increíble. Este cambio afecta al hiperbólico humor del de Seattle que sin dejar en ningún momento, de ser descarnado, negrísimo y exagerado en “Apocalipsis Friki” se muestra mucho más sutil que en obras anteriores.


La violencia está constantemente presente en la historia y su tratamiento es un elemento muy importante en la evolución de los personajes dentro de la misma (a Perry le da miedo cazar y ya ven como termina), resolviéndose esas situaciones de tensión dramática con un excelente uso de las onomatopeyas, recurso del que Bagge es todo un maestro. Violencia exagerada y explícita hasta puntos que rozan el esperpento pero que el propio Bagge limita con enorme maestría en alguno de las situaciones más truculentas del tebeo, dosificando la tensión con mucha habilidad. Por otro lado, los personajes hablan y hablan sin cesar en unos diálogos muy verosímiles que el autor inserta perfectamente en la página para que no afecten a la narración ni recarguen la viñeta al tiempo que alivian las transiciones de una situación dramática a otra en una narración que se resuelve con mucha agilidad, gracias al dinamismo con que Bagge dota a todo su trabajo, prescindiendo acertadamente de innecesarios cuadros de texto.

La historia se resuelve a traves de un final abierto que deja entreabierta la posibilidad de nuevas aventuras de Perry junto a su nueva pareja, Midge pero que quizás Bagge resuelve de una manera apresurada, limitado probablemente por tratarse de una miniserie.

En definitva, “Apocalipsis Friki” es un excelente tebeo no sólo por la mordaz crítica que esconde bajo su inocente presencia de tebeo de género sino por ser una buena oportunidad de conocer a uno de los mejores autores de cómic actuales en plenitud de facultades a una relación calidad-precio bastante aceptable. Yo no lo dejaría pasar. Otras obras de Peter Bagge en El lector impaciente aquí. Otras reseñas sobre “Apocalipsis Friki” en la blogosfera aquí y aquí.

John Phillip Law (1937-2008)



Por la excelente Crisei de Rafael Marín me entero de la muerte el pasado día 13 de John Philip Law , un actor que si bien nunca llegó a situarse a la altura de las grandes estrellas holliwoodienses si que ocupará un lugar para el recuerdo en mi corazoncito al haber protagonizado “El Viaje Dorado de Sinbad”, una de esas películas que ves cuando eres pequeño y se te queda grabada para toda la vida.

Aparte, John Phillip también participó en películas como “Diabolik” o “Barbarella” antes de ser poco a poco olvidado salvo por unos pocos irreductibles que siempre le envidiaremos las escenas protagonizadas junto a Caroline Munro, Jane Fonda o Marisa Mell.

“El viaje dorado de Sinbad” (1974)

/



“Danger: Diabolik” (1968)





“Barbarella” (1968)






D.E.P.

(Una frivolidad...¿A qué no hay huevos a programar en ninguna televisión un ciclo dedicado a este hombre?)