lunes, 8 de julio de 2013

“Antes de Watchmen: Rorschach”, de Azzarello y Bermejo.




Empiezo a meterle mano a las miniseries de la controvertida línea Antes de Watchmen. editada por ECC Ediciones en España, por la miniserie de cuatro episodios protagonizada por Rorschach, uno de los personajes más carismáticos e importantes de la obra original de Moore y Gibbons, miniserie ideada  y desarrollada por un dúo de campanillas y campanadas como es el formado por Brian Azzarello y Lee Bermejo ("Joker").

En el Nueva York de los años setenta, Rorschach es un justiciero urbano que se enfrenta, en uno de los barrios más peligrosos y deprimidos de la ciudad, con el brutal y astuto Rawhead y su  banda de veteranos de Vietnam quiénes controlan la prostitución de una Gran Manzana atemorizada por los asesinatos de un asesino en serie que tatúa frases en la piel de sus víctimas y al que la prensa ha bautizado como El Bardo. En ese contexto, el terror se desata cuando se produce el celebre apagón de la Ciudad.

Lejos de ser una obra maestra, “Antes de Watchmen: Rorschach” es un tebeo sencillo que se deja leer con agrado merced a la labor de un Azzarello que lleva la historia al género que mejor conoce y maneja, el hard-boiled urbano, al tiempo que la sitúa en un momento previo bastante alejado de los hechos narrados en “Watchmen” para evitar desdecir la obra original, aun cuando las referencias, lugares comunes y homenajes para el conocedor de la obra sean fácilmente identificables.

En ese contexto, Azzarello construye una trama sencilla repleta además de referencias cinematográficas que van de “Pulp Fiction” a “Taxi Driver” (incluso se permite un cameo entre Travis Bickle, el protagonista de la peli, y Rorschach en un curioso diálogo que es de lo mejorcito de la historia) y comiqueras (el principal oponente de Rorschach, el sociópata Rawhead, un curioso entre uno de los principales enemigos de El Castigador marvelita, Jigsaw,  el histriónico y sanguinario Tony Montana de “Scarface” y Tony Manero, el chuleta bailón de "Fiebre del sábado noche" ).

Azzarello, autor contundente donde los haya, se vuelve quizás excesivamente sutil en su estudio en profundidad de Rorschach al que muestra como un justiciero nihilista aferrado a su particular código de la justicia y fuerza de voluntad para enfrentarse a una existencia absurda y sin sentido escapando gracias a la casualidad más que a sus habilidades de los peligros a los que se enfrenta, dando un tratamiento “realista” del personaje que acaba presentándole al lector de manera bastante fiel al lunático obsesivo que Moore describió, aunque para ello se salga de las convenciones habitualesde una historia en la que el supuesto (anti)héroe protagonista siempre va varios pasos por detrás de los malos y recibe más golpes de los que da.

En el aspecto gráfico, Bermejo hace una estupenda labor cuidando al detalle la atmósfera setentera y urbana en que se desarrolla la historia y la caracterización realista de los personajes así como  la narrativa de la historia para llevar a cabo el que para mí es uno de sus mejores trabajos dentro del mainstream.

Azzarello y Bermejo en  “Antes de Watchmen: Rorschach  se cuidan muy mucho de incorporar elementos originales que desdigan la opera prima de Moore y Gibbons que provocasen el rechazo furibundo de los fans y apuestan por realizar un homenaje digno a la obra maestra en la que se inspiran sin caer en el error de intentar ponerse a su altura, con un acercamiento asumidamente menor y tributario que se alimenta de la brillantez y actualidad “Watchmen”, obteniendo de esta forma como resultado una obra sencilla pero que, en mi opinión, supera las expectativas generadas inicialmente. Ojala que el resto de miniseries que conforman la línea estén al menos a este nivel.

viernes, 5 de julio de 2013

“Usagi Yojimbo: Traidores de la Tierra”, de Stan Sakai.





Gracias al acelerón que Planeta ha realizado en los últimos meses a la publicación de la serie de “Usagi Yojimbo” esta llega al tomo 26 equiparándose prácticamente con la edición norteamericana, ya que en Estados Unidos solo van un tomo por delante. En este "Traidores de la Tierra", que recoge los números  117 a 123 de la serie regular, nos reencontramos al conejo samurai inmerso en nuevas aventuras en su vagabundeo por un mágico Japón feudal,
En esta nueva entrega, el conejo samurai tendrá que vérselas con un nigromante que ansía hacerse con un anillo que permite a su poseedor controlar un ejército de zombis samuráis. Cuando el anillo recae “accidentalmente” en manos de una vieja amiga de Usagi, este la defenderá frente al mago y sus secuaces. Más adelante, Usagi se las verá además con un bandido oculto en una fortaleza escondida al que ayudará sin querer y se reencontrárá con un antiguo compañero de armas junto con el que habrá de saldar una vieja deuda de honor.
 Agradables y sencillas tramas las que sigue desarrollando Sakai que no decae en su empeño de mantener intacta la calidad de la serie un mes tras otro, entreteniendo con nuevas aventuras ambientadas en  la historia del Japón feudal sino que aprovecha su amplio conocimiento del folklore y la mitología  para adaptarlos a la medida de una amplia galeria de personajes construida a lo largo de todos estos años y la frescura y naturalidad de su estilo narrativo.
Con esos elementos, Sakai desarrolla las tramas con sencillez y oficio  proporcionando un rato de agradable lectura especialmente a sus seguidores más fieles que comprueban como van reapareciendo con naturalidad antiguos personajes del pasado de Usagi. De este modo, en estas páginas, nos reencontraremos con personajes como las pillas Kiyoko y Kitsune o el cazador de demonios Sasuke. Sin embargo, el episodio que da muestras de la coherencia de esta serie es el que cierra el volumen, “La Muerte del Señor Hikiji”, nominado a los Eisner en 2010, en el que toda la trama de amistad y venganza gira en torno a hechos acaecidos años –y muchos números- atrás.

En fin, a la chita callando, Stan Sakai sigue con humildad e inteligencia sigue fiel a su cita deparándonos buenos ratos protagonizados por su conejo samurái, un personaje que ya por derecho propio ocupa un lugar privilegiado dentro de las grandes creaciones que nos ha proporcionado el noveno arte..

jueves, 4 de julio de 2013

“Superman: Tierra Uno”, de J. Michael Straczynski y Shane Davis.




Al hilo de la reciente película “El Hombre de Acero” de la que ya he comentado algo por aquí, no está de más recordar el cómic sobre el que se basa argumentalmente buena parte de  la película recientemente reeditado por ECC Ediciones. Me estoy refiriendo claro está al “Superman: Tierra Uno”, de J. Michael Straczynski y Shane Davis.

En esta miniserie, JMS nos ofrece una versión remozada del origen de Superman en la que un joven Clark Kent se busca a sí mismo hasta que ha de afrontar su destino como Superman al aparecer un misterioso  y poderoso extraterrestre llamado Tyrell que amenaza con destruir el planeta si el último hijo de Krypton no aparece. El resto, por supuesto, es historia.

Straczynski, tras una exitosa aunque discutida trayectoria en Marvel, llegó a DC y a  Superman en 2010 con el objetivo de repetir la jugada que a mediado de los ochenta había llevado a cabo John Byrne, modernizando el icono para adaptarlo a los gustos de una nueva generación de lectores. Sin embargo, la cosa no acabó bien y JMS no acabó de cuajar en la serie ni en el personaje básicamente debido, desde mi punto de vista, al error en que cayó el guionista al intentar reescribir el origen del personaje en esta miniserie que Zinder y Nolan prácticamente han fusilado en la película, sustituyendo a Tyrell, el fallido villano  introducido por JMS, por el clásico y más carismático Zod.

“Superman: Tierra Uno” es un cómic bien planteado y que se deja de leer hasta que JMS empieza a introducir conceptos que se alejan del origen oficial ideado por Siegel y Shuster  difícilmente asumibles por los aficionados. Nolan y Snyder lo han entendido así y toman la primera parte del cómic en el que un confundido y mesiánico Clark Kent intenta evitar su destino – y con un claro trasfondo bíblico inspirado en la vigilia  de Cristo en el Jardín de los Olivos- en el que JMS describió con buen pulso narrativo, a pesar de ciertas concesiones a la lógica, las debilidades “humanas” del personaje. Sin embargo, es a partir de la segunda parte de la historia, cuando JMS enfrenta a Superman con su antítesis Tyrell  y desvela este su origen cuando la cosa acaba fallando al introducir el guionista una serie de modificaciones en torno a las causas de la destrucción de Krypton que contradicen y no mejoran las convenciones comúnmente aceptadas.

En el aspecto gráfico, Shane Davis realiza un gran trabajo dando sostén a la historia ideada por JMS y mostrando la plasticidad de un estilo realista en el que es capaz de conjugar la espectacularidad que precisa el género superheroico al tiempo que cuida los detalles al dotar de expresividad a Clark/Superman y los personajes de su entorno.

En fin, “Superman: Tierra Uno” es un cómic al que no se le ha hecho excesiva justicia,  minusvalorado y excesivamente criticado por sus evidentes defectos al caer JMS en la tentación de rescribir el origen de Superman y no simplemente modernizarlo o recontarlo desde su perspectiva, ensombreciendo el conjunto de una historia excesivamente simple el potencial y los aciertos que su representación del personaje tenía. Snyder y Nolan sí que han sabido reconocer los hallazgos de JMS y sacarles partido para conseguir algunos de los mejores momentos de una película en la que corrigen los peores errores de "Superman: Tierra Uno" aunque finalmente la película resulte, aunque por otros motivos, tan discutida como el cómic en que se inspiró.

miércoles, 3 de julio de 2013

“Barracuda 3: Duelo”, de Jérémy y Dufaux.



Que bien me lo he pasado con la continuación de las aventuras de los personajes creados por Jérémy y Jean Dufaux en su serie “Barracuda” (que ya comenté aquí y aquí), cuya tercera entrega, “Duelo”, acaba de publicar Norma Editorial en España. Una serie que se me antoja que de seguir a este nivel  está llamada a convertirse en una obra referencial entre los cómics de piratería como Murena” lo es dentro del peplum.

En esta tercera entrega, mientras el capitán de La Loya continua su búsqueda del diamante maldito Kashar arrebatado por los piratas hasta una siniestra leprosería en Puerto Blanco la isla refugio de los piratas la tensión e intrigas entre los protagonistas crecen. Raffy, el hijo del capitán del Baracuda Blackdog, continúa su idilio  prohibido con la cruel María sin saber que el poderoso marido de esta ha sido advertido de la infidelidad y prepara su venganza mientras el andrógino Emilio/a planea su duelo contra Morkan, el taimado y siniestra pirata que acabó a traición con la vida de su protector, el capitán Flynn. Por otro lado, Morkan ha descubierto los papeles ocultos de la Gobernadora de Puerto Blanco y pretende sacarles buen partido mientras en alta mar a bordo del Barracuda la mayor parte de la tripulación ha caído victima de la maldición del diamante Kashar y solo el capitán Black Dog resiste frente a la hechicera Ni-No quién controla la situación.

Entretenidísima propuesta  de género de un inspirado Jean Dufaux quién saca el máximo partido a las clásicas tramas de piratería ampliando las conspiraciones e intrigas presentadas en las anteriores entregas a las que añade nuevas vueltas y giros además de la presentación de nuevos personajes al tiempo que más detalles acerca de algunos de los secundarios que ya hemos ido conociendo a lo largo de la serie. Dufaux realmente no inventa nada y difícilmente va a sorprendernos pero desarrolla con mucho oficio la historia y dosifica perfectamente las diversas subtramas para mantener atrapado al lector hasta llegar a la conclusión de un álbum que deja con ganas de más dejando constancia de su dominio del género de capa y esapada, como ya acreditara en la estupenda "Giacomo C.".

En el aspecto gráfico, Jèrèmy vuelve a dejar constancia de su talento, sobre todo en la recreación de las marinas y los paisajes en los que se mueven los personajes. Jérémy realiza un trabajo soberbio con viñetas  de gran tamaño en las que despliega todo su potencial embelleciendo la narración y  adaptándose perfectamente a las indicaciones del guión de Dufaux al tiempo que retrata con esmero una amplia galería de personajes diversos poniendo quizás, como único pero, a su estilizado y elegante trazo el acartonamiento de los rostros de algunos de sus personajes jóvenes  otorgando a todos un ligero aire familiar.

“Duelo”, el tercer álbum de “Barracuda”, confirma a esta como una de las mejores propuestas de capa y espada de los últimos tiempos desarrollada con brío por un maestro de los géneros como es Dufáux que encuentra en Jèrèmy a otro pirata a su altura soltando trapo para seguir manteniéndonos enganchado con las futuras entregas de su “Barracuda”. Ojala no se hagan de rogar demasiado.

martes, 2 de julio de 2013

“Superman: El honbre de acero” de Zack Snyder.

Vista el viernes la película que el especialista en la adaptación cinematorgráficas de cómics difíciles (“300, “Watchmen), Zack Snyder se ha marcado sobre el Hombre de Acero y, tras unos días para asentar las contradictorias impresiones que me ha suscitado la peli, creo que Snyder ha cumplido sobre todo con las expectativa de Warner, que buscaba una redefinición del concepto del personaje para actualizarlo, según ellos a los gustos modernos tras la fallida intentona de Singer, y que además permitiese licenciar un buen surtido de merchandising con la venta cruzada. En ese sentido, pienso que se puede considerar que la película de  Snyder cumple con una versión de Superman espectacular y  brutal, en la que prima la acción sobre el sentimiento, y que mantendrá pegado al asiento al gran público palomitero y a la chavalada pero que al aficionado de calidad que ha seguido regularmente al personaje a través de los cómics y las películas clásicas le habrá rechinado en más de un detallito, ya que Snyder se permite cruzar un par de líneas con calculada premeditación que no les habrán dejado indiferentes.

La película  actualiza una vez más el origen de Superman presentando el final de Krypton y la llegada del personaje a la Tierra donde, tras vagabundear en búsqueda de sus orígenes extraterrestres, acabará asumiendo su rol superheroico cuando el General Zod y sus secuaces kriptonianos amenacen con destruir la Tierra si el último hijo de Krypton no aparece.

Snyder en su elaboración del personaje se nutre básicamente de la visión que Geoff Johns ofreció de los kriptonianos y su sociead  gremial –aunque para mí la visión oscura y salvaje de la nueva película está más cercana a una sociedad guerrera como el Thanagar de Hawkman o el Apokolips de Darkseid que al civilizado y tecnológico Krypton – y, sobre todo a la  discutida etapa de Straczynski al frente del personaje aun cuando haya guiños y referencias a diversas etapas del personaje desde Azzarello a Quitely y Morrison. Snyder y Nolan se han nutrido especialmente de los cómics de “Superman” del siglo XXI, respetando  el material de las memorables etapas previas y la icónica primera película de Richard Donner.

De este modo, la base argumental de la película se inspira en los cómics de JMS y la segunda película de Lester/Donner con el enfrentamiento con el general Zod y sus secuaces dando rienda suelta a una historia genuinamente de acción en la que brillan los efectos especiales por doquier recordando en diversas ocasiones en su desarrollo a los videojuegos tipo shooter – cuando Lois es guiada en su huida de la nave por Jor-El- o directamente de lucha en los diversos enfrentamientos de Superman con los kriptonianos. Es en esos aspectos técnicos de la película, como la introducción de los flashbacks para explicar el pasado de Superman y el adecuado tratamiento de la correcta banda sonora de Hans Zimmer lo más lograda, manteniendo la intensidad e interés a pesar de su larga duración.

Sin embargo, y superando con nota en espectacularidad y ritmo a sus predecesoras, es en el trasfondo del “Superman” de Snyder  en el que la película es mucho más discutible y Snyder se ha permitido más licencias. La historia pone en entredicho conceptos tan arraigados en el personaje como el de identidad secreta al rastrear una perspicaz  LL sin dificultades su identidad a partir de las proezas de un joven Clark Kent durante su vagabundeo en busca de su identidad kriptoniana o que la buena interpretación de Kevin Costner como Thomas Kent quede en evidencia  en el bochornoso momento en que llega a sugerir este  a un joven Clark la hipotética muerte de unos niños precisamente para que descubran sus capacidades ... Pero, más allá de estos detalles, sin duda la cuestión más controvertida, es el permitir a Superman en el climax de la película matar a uno de los villanos, poniendo en tela de juicio la esencia del personaje. Y para mí lo que más chirría  no es que Superman mate ya que existían precedentes –discutibles y polémicos, también- en los cómics sino la crudeza con la que Snyder lo ha mostrado en la película en una jugada calculada a la perfección para sembrar la polémica y el debate ya que podría habérsela ahorrado perfectamente sin que para nada desentonase la historia.

En cuanto a las interpretaciones, hay que destacar la brillante labor general del gran elenco de actores secundarios que participan en la película, involucrados plenamente en el proyecto y dando lo mejor de sí para arropar a Henry Cavill, el actor que interpreta al superhéroe, que con un aspecto e interpretación que recuerda el de los actores contemporáneos anteriores construye un Superman solvente. Por otro lado, me ha gustado y sorprendido la Lois Lane de Amy Adams que sabe hacer suyo el personaje a pesar que su físico no se ajuste demasiado al del personaje o al de actrices como Teri Hatcher (mi Lois Lane favorita) o Margot Kidder.

En fin, más que la película en sí que creo cumple con sus objetivos y es un producto de entretenimiento divertido y espectacular resulta mucho más discutible y controvertido el concepto de Superman que Nolan y Snyder describen que chirriará a los que conocen en profundidad al personaje dando pie a  polémicas y encendidos debates hasta la próxima secuela con lo que el provocador y astuto Snyder habrán logrado que su película, para bien o para mal, no vaya a pasar desapercibida. Visto lo que le pasó a Singer, no es poco.


viernes, 28 de junio de 2013

“Flinch 3: Observándote”, de VVAA.




ECC Ediciones ha finalizado con este tercer volumen que incorpora los números 12 a 16  la reedición de “Flinch”, intento de DC de resucitar a inicios del siglo XXI dentro del Sello Vertigo la fórmula que triunfara cincuenta años antes en series de culto como “The vault of horror” o “Tales from the Crypt” de la Editorial EC con nuevas historias de terror contemporáneo realizadas por guionistas y dibujantes de la talla de Brian Azzarello, Bruce Jones, Joe R. Lansdale, John Arcudi, Mat Johnson, Mike Carey, Paul Jenkins, .Berni Wrightson, Craig Hamilton, David Lapham, Esad Ribic, Frank Quitely, Javier Pulido y Tim Truman.

Transmitir miedo es probablemente uno de los mayores desafíos que puede tener cualquier autor, especialmente en el ámbito de los cómics y la sociedad contemporánea donde el que más y el que menos ya está curado de espantos y al paso de unas pocas páginas uno puede asistir al desenlace de la historia ahorrándose el susto o la sorpresa. Quizás por esa dificultad añadida la fórmula que triunfó en los años cincuenta en los noventa a lo largo de este volumen va desinflándose hasta que, en las historias finales de este volumen, toca fondo con un conjunto de historias irregulares e insatisfactorias a pesar del talento contrastado de sus autores. A pesar de la sensación agridulce que deja ese desenlace final (básicamente con las historias de la secuela "The Unexpected", también incluida en este volumen) no por ello hay que dejar de destacar la primera mitad del TPB con historias bastante conseguidas.

En ese sentido, creo que las mejores historias de terror son aquellas guionizadas por todo un maestro del género como Bruce Jones quién no solo da con un acertado tratamiento en las dos historias incluidas en este tomo sino que aprovecha de las calidades dispares de los dos estupendos dibujantes con los que colabora – Bernie Wrightson y Frank Quitely- para adaptarse a las características de los dibujantes y potenciar sus cualidades gráficas. También es de destacar por su atrevimiento el “terrorífico” funny animals con el que se atreve Tim Truman (dibujo) y Joe Landsdale (guión)  dando su animalesca versión de la ya famosa leyenda del cantante de blues que ofreció su arma al diablo a cambio de talento. Es precisamente hasta la historia de Wrightson y Jones que el tomo se lee con agrado e interés antes de caer en picado con historias poco logradas merced a equipos poco compenetrados, confusos desarrollos o pobres planteamientos que llegan a tocar fondo en el caso de la sencilla historia de terror gótico ideada por  Mike Carey y Craig Hamilton como consecuencia de la pobre reproducción de esa historia.

En resumen, “Flinch” fue una serie con más luces que sombras que quedan perfectamente reflejadas en esta última entrega, una serie que probablemente  chocó con la incomprensión de unos lectores potenciales demasiado resabiados a estas alturas de la fiesta como para dejarse asustar fácilmente.  Y es que eso de dar miedo cada vez está más complicado.

jueves, 27 de junio de 2013

“Superman: La creación de un superhéroe”, de David Hernando.



Estos días, que anda todo el mundillo alborotado debatiendo sobre la penúltima película sobre el Hombre de Ácero dirigida por Zack Snyder, no está de más dar un paso atrás y aprovechar la coyuntura para coger perspectiva con tranquilidad disfrutando de la lectura de “Superman: La creación de un superhéroe”, obra de un gran conocedor del género superheroico en general como es David Hernando y  del personaje en particular gracias a su labor como editor de sus cómics durante un prolongado período del tiempo de la década anterior. Y es que a pesar de las demoras y diversas vicisitudes que ha sufrido  la publicación de este ensayo desde su programación inicial explicados por su autor en el prefacio de la obra, creo que la espera ha merecido la pena y el momento elegido para su publicación por Timun Mas es el idóneo para que una obra de estas características llegue a un público generalista.

Con un estilo ameno y una narración fluida y accesible, Hernando resume en apenas 270 páginas la historia de Superman desde su creación hasta el inicio del NUDC y el enésimo relanzamiento del personaje, prestando especial atención tanto a su gestación  y las luces y sombras de su historia en los cómics, referenciando sus etapas e historias más destacables así como explicando  su incidencia progresiva en otros medios desde las primeras series de animación y programas radiofónicos hasta las diversas películas y series de televisión contemporáneas, incluida la historia de los diversos proyectos que por suerte nunca llegaron a ver la luz. Como no puede ser de otro modo, Hernando hace asimismo un seguimiento acertado y sin caer en el apasionamiento desaforado respecto  la historia de los creadores del personaje, Jerry Siegel y Joe Shuster, y sus herederos y sus peripecias en su lucha por recuperar los derechos sobre el personaje

Hernando consigue un texto generalista muy equilibrado y de agradable lectura que pueden disfrutar tanto los aficionados y fans acérrimos que conozcan al detalle todas las historias referenciadas como los que quieran una guía inicial para sumergirse  posteriormente en mayor detalle  en los divesos aspectos de la interesantísima historia de una de las creaciones de ficción más icónicas y representativas del siglo XX.

miércoles, 26 de junio de 2013

“Buen perro”, de Graham Chaffee.

 


La Cúpula ha publicado este mes “Buen Perro”, la opera prima de Graham Chaffee, un tatuador de escasa trayectoria en el mundo del cómic pero que ha llamado la atención a propios y extraños con este título en el nos muestra las andanzas de un perro vagabundo.
Iván es un perro sin dueño que sufre pesadillas en las que es acosado por gallinas y conejos mientras en sus vigilias trata de sobrevivir al tiempo que busca un buen amo que le quiera. En su deambular, Iván acabará formando una manada de perros vagabundos orgullosos de su libertad que pondrá en tela de juicio sus deseos y creencias.
Chaffee se marca una fábula moral en torno a la alienación del desubicado y necesidad de encontrar nuestro lugar en el mundo explicando las experiencias perrunas de su perdido protagonista en una historia entretenida y de agradecida lectura inspirada en clásicos de un género que no suele defraudar. Más allá de títulos clásicos como “La colina de Watership” o “Rebelión en la granja” impregnados de épica y/o crítica política Buen perro” está más cercano al costumbrismo norteamericano del “Tombuctú” austeriano o películas Disney como “Bambi” o “La Dama y el Vagabundo”.
 Chaffee contextualiza la historia en una pequeña ciudad norteamericana de los años cincuenta que muestra a través del deambular del perro logrando una cuidada ambientación que es uno de los puentes fuertes del cómic a través de las diversas localizaciones que describe con detalle, desde las calles comerciales y parques frecuentados por blancos hasta los barrios deprimidos en los que habitan negros y alcohólicos lo que hace suponer que la historia se sitúa en algún lugar del Sur del país.

Por otro lado, Chaffee se muestra como un narrador ágil que sin demasiados aspavientos ni recursos narrativos desarrolla la historia permitiéndose solo incorporar al tratamiento realista de la historia alguna licencia más expresiva al plasmar las pesadillas que sufre el can protagonista. Chaffee muestra una fuerte influencia de autores clásicos como Eisner y modernos como los Hernandez Bros, siendo quizás la presencia de Beto y su “Palomar” la más evidente.
Buen Perro” es una obra más que satisfactoria a pesar de su sencillez gracias sobre todo al tono  amable y predecible en el que está desarrollada, aun cuando quizás por la poca experiencia del protagonista determinadas situaciones hubieran requerido de un mayor aporte dramático, resuelta con un agradecido final abierto que será del gusto de la mayoría de lectores.

Es de esperar que en el futuro Chaffee nos sorprenda con obras más ambiciosas. Mientras llegan este "Buen Perro" es una más que correcta presentación.

lunes, 24 de junio de 2013

“Lobenzno y la Patrulla X 3: El circo asesino”, de Jason Aaron, Nick Bradshaw, Steven Sanders y David López,





Vaya por delante, me lo paso pipa con esta serie Jason Aaron tras los obligados cruces con el megaevento de Los Vengadores VS La Patrulla Xcoge carrerilla en los números 11 a 13 de la numeración española de Panini (19 a 24 de la serie norteamericana) y se suelta la melena para continuar ofreciendo un entretenidísimo cómic de superhéroes cuyo principal aliciente es no tomarse para nada en serio los tópicos del género superheroico y las fórmulas de las cabeceras mutantes para satirizar con ingenio, cariño y conocimiento unos y otros.

En estos números, el bondadoso Nydo yace en coma tras ser atacado por los chavales del Club Fuego Infernal y la Bestia intenta por todos los medios salvarle de una muerte segura mientras Kitty Pryde, la directora de la Escuela Jean Grey, entrevista a diversos candidatos para elegir al nuevo miembro del claustro que sustituirá a Vaina. A todo esto, el Circo Asesino del monstruo de Frankenstein llega al tranquilo condado de  Westchester para vengarse del linaje del creador del monstruo y de paso esclavizar las almas de todos los habitantes del condado obligando mágicamente a los profesores mutantes a actuar como atracciones del circo. Serán los alumnos liderados por el inefable Quentin Quire quienes se opondrán a los planes del trágico monstruo de Frankenstein.

Creo que no voy muy descaminado si afirmo que Jason Aaron es uno de los  guionistas más versátiles que hay actualmente trabajando en el mainstream  sorprendiendo hasta al lector más exigente con cada nueva entrega de su “Lobezno y la Patrulla X, una serie completamente alejada del registro dramático y realista de sus anteriores obras. Y es que en esta nueva historia, Aaron demuestra su conocimiento de los personajes y las series inspirándose en un concepto como el Circo de Arcade al que se enfrentara la Patrulla X hace décadas asociándolo sin complejos con el terror clásico y ortodoxo del monstruo de Frankenstein en una formula que hace de la sátira y la mofa de los tópicos del género su punto fuerte (¿Los alumnos rescatando a los profes?). Es precisamente esa combinación de ausencia de complejos a la hora de incorporar alusiones a elementos clásicos de la historia mutante tamizados por un tratamiento alejado del recargado malditismo tan propio de las series de mutantes es el que hace de esta serie una lectura tan recomendable.

Aaron introduce tramas frescas, imaginativas y sorprendentes en las que casi todo vale y en las que el  variado reparto coral de personajes va alternando su protagonismo para tener cada uno de ellos su momento de gloria en un batiburrillo aparentemente caótico que el guionista, sin embargo, maneja a la perfección.

En el aspecto gráfico, Nick Bradshaw sigue mostrando sus buenas maneras siendo capaz de hacer frente a todas las exigencias que los ambiciosos guiones de Aaron exigen, dibujante multitud de personajes en cada viñeta sin perder la claridad narrativa y cuidando cada detalle de la historia. Steven Sanders y David López cumplen con eficacia en sus respectivas entregas y dando oxígeno con los plazos al dibujante titular.

En fin, Aaron sigue deleitándonos con una serie que pone en evidencia a todos aquellos que consideran el género superheroico en crisis e incapaz de reinventarse con una serie divertida en la que siempre va un par de pasos por delante de sus lectores.

domingo, 23 de junio de 2013

Kim Thompson (1956-2013)



Esta semana nos ha dejado Kim Thompson, un visionario en esto de los tebeos, que quizás a bote pronto a muchos aficionados no diga demasiado su nombre hasta que lo relacionen con los de autores cuya obra ayudó a difundir desde Fantagraphics, la editorial de cómic alternativo fundada por Gary Groth que salvó de la bancarrota donando su herencia personal y en la que trabajó hasta el final, y en la que ha publicado a gente del talento de Chris Ware, Joe Sacco, Linda Medley o Stan Sakai y desde la que introdujo en el mercado estadounidense a autores europeos de la talla de Tardi, Emile Bravo, Trondheim o Jason.

Si algo demostró Thompson fue su capacidad para identificar el talento, apoyarlo y promocionarlo manteniéndose en un discreto segundo plano.

D.E.P.


sábado, 22 de junio de 2013

Cartel de las IV Jornadas de Cómics de Novelda.




Las jornadas de Cómics de Novelda alcanzan su cuarta Edición y para celebrar la ocasión han encargado el cartel a Fernando Dagnino quién, a pesar de trabajar más con DC que con Marvel, se marca un cartel molón que bien podría haber publicitado el reciente megaevento marvelita “Los Vengadores VS La Patrulla X”.  Se supone que el Cartel se inspira en la preciosa Casa Museo modernista de la localidad, pero salvo el medallón del medio yo no veo mucho más homenaje.

Con todo, un cartel muy chulo. Los que quieran saber más sobre las Jornadas, pueden informarse por aquí.