Me he releído este fin de semana este”Hijos de la Alambra” una correcta y temprana incursión en el cómic de género de Paco Roca para el mercado francés del 2003 y que en España publicase hace cuatro años Planeta. “Hijos de la Alambra” iba a ser el primer álbum de un proyecto de serie al estilo de “El marqués de Anaon” titulada “Los viajes de Alexandre Icarus” que al parecer no cuajó aunque se pueden ver esbozos y alguna página terminada del segundo álbum – “La pirámide del más allá”- en la web del valenciano.
En el siglo XIX, Alexandre Icarus es un inquieto pintor de decorados parisino que sueña con viajar a la Alhambra para ilustrar los cuentos de Washington Irving y hallar el tesoro que según la leyenda se oculta bajo el palacio nazarí. Cuando un accidente le obliga a alejarse de París, Icarus decide llevar a cabo su sueño y viaja hasta Granada para verse envuelto en una trama de sangrientos asesinatos que están teniendo lugar en el habitado palacio y traen en jaque al capitán Iñigo Badía (¡El hijo de Alí Bey!). La resolución de los asesinatos y el misterio del tesoro parecen entroncar directamente con el destino de los últimos nazaríes expulsados de España en una espiral de venganza, terror y magia que amenaza a todos los actuales habitantes del palacio si Icarus y Badía no son capaces de pararla a tiempo.
“Hijos de la Alhambra” es una entretenida propuesta de género en la que Paco Roca construye la trama sobre un cuidadoso trabajo de documentación y con el que homenajea a los viajeros y artistas románticos que como Gustave Doré o Washington Irving dieron a conocer la Alhambra a la noble y acomodada Vieja Europa. Inspirándose libremente en una leyenda popular –la de los “Plomos del Sacromonte”- Roca demuestra conocer los resortes del género y el exigente formato de 56 páginas en una historia que no obstante peca acaso de ser excesivamente previsible en su sencillo desarrollo.
En el aspecto gráfico, estamos ya ante un autor maduro que maneja perfectamente los recursos narrativos del cómic a la hora de plantear elipsis y flashbacks usando recursos que se han alabado en obras posteriores más personales. Aunque el álbum presenta a un Roca capacitado para acometer obras más ambiciosas –de hecho “El Faro” es solo de un año después- todavía su estilo adolece de ciertos cliclés propios del mundo de la animación que se perciben sobre todo en el tratamiento que el autor da a los rasgos faciales de los personajes.
En definitiva, “Los viajes de Alexandre Icarus: Los hijos de la Alhambra” es un álbum correcto que no desmerece propuestas similares que han cuajado con éxito en el país vecino que puede interesar a aquellos que quieran seguir la evolución del artista valenciano situándose en la antesala de lo que ha sido su alabada producción posterior.
2 comentarios:
Pablo. Como bien dices es un cómic más que aceptable, la pena es que no parece que vaya a tener continuación. Me gustó el dibujo lleno de color y la ambientación de la época que creo que está muy bien conseguida. Salu2
Pardi,
Pues sí no debieron acompañar las ventas y eso que tanto en el álbum ya Roca anunciaba la segunda entrega y en su web Paco Roca muestra varias páginas y esbozos. Una lástima porque en cuanto a calidad no desmerece otras series que se ven por ahí.
Impacientes Saludos.
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