Ya comenté por aquí lo bueno
que me había parecido Jens Lapidus en “Dinero Fácil”, la primera novela de su “Trilogía Negra de
Estocolmo”, pero es que “Nunca me jodas” , la segunda novela, superó mis
expectativas y reticencias iniciales demostrando ser incluso mejor, presentando
un nuevo trío de criminales marginados y desarraigados que echarán por tierra el
arquetipo acomplejado que los españolitos tenemos de la civilizada Suecia.
En “No me jodas”, Lapidus
nos cuenta las historias de Mahmud un emigrante de segunda generación con
problemillas para reinsertarse en la sociedad noruega tras una estancia en
prisión y que espera encontrar en sus conexiones con la todopoderosa mafia serbia
la solución a sus problemas; Nicklas, un antiguo mercenario parado que ha
regresado a Suecia tras realizar unos trabajillos en Iraq obsesionado con
castigar a los maltratadotes de mujeres; y a Thomas, un duro poli que no hace
ascos en completar su salario con algunos trabajillos extras mientras fantasea
con adoptar un niño. Los destinos de estos tres dispares personajes empiezan a
entrecruzarse cuándo en el sótano de la casa de la madre de Nicklas, Thomas
encuentra un cadáver al que le han arrancado los dientes y los dedos.
Cuando empecé a leer “Nunca
me jodas”, la evocación de la primera obra de Lapidus, “Dinero fácil”, fue casi
inmediata y despertó mi desconfianza al mantener la misma estructura narrativa
de presentar tres personajes en paralelo cuyos destinos en algún momento se
cruzarían lo que a priori iba a restar
sorpresa a esta nueva entrega centrada de nuevo en los criminales de Estocolmo.
Sin embargo, Lapidus demuestra que ha perfeccionado su estilo y sus dotes de
escritor ganando la atención con un planteamiento que se va tornando cada vez
más ambicioso conforme la novela avanza acometiendo nada menos el gran fantasma
de los suecos, el magnicidio de Olof Palme, como uno de los macguffins
principales de la obra al tiempo que describe con brillantez las pecularidades psicológicas
de los tres complejos personajes protagonistas. Para acabar de redondearlo, y
aunque se puede leer con total independencia respecto a la primera entrega,
Lapidus introduce de forma colateral a personajes ya aparecidos en “Dinero
Fácil” que ayudan a reforzar el carácter
unitario de la trilogía y saca el máximo partido a su estilo directo, lacónico y conciso a base
de frases cortas, directamente inspirado en Ellroy, y de su conocimiento
directo de la canallada sueca a partir de su experiencia como abogado criminalista
para dar la máxima verosimilitud a su historia manteniendo enganchado al lector
de principio a fin..
En fin, “No me jodas”,
publicada por Suma de Letras hace unos añitos, refrenda a Lapidus como uno de
los grandes de la novela criminal en la estela de Bunker o el mismo Ellroy y un nombre a destacar del aluvión de
autores nórdico de novela negra con el que las distintas editoriales nos han
invadido. Muy recomendable.
1 comentario:
aclárate macho...de nunca me jodas pasas a no me jodas...sin saber que el verdadero título del libro en cuestión es "nunca la jodas". A parte de eso, buena crítica.
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