Reconozco que en su momento no leí esta novela del gaditano Rafael Marín y que he recuperado gracias a la apañada edición que ha realizado este año la Editorial Alamut. Y es una pena no haberlo hecho antes, porque realmente he disfrutado como un enano de su lectura desde la perspectiva de aficionado a los géneros en los que RM se maneja como un auténtico maestro. Les cuento.
En un futuro lejano, la raza humana ha dejado de ser la dominante en la Tierra, desplazada por los Dioses, quienes viven en una gigantesca estructura en órbita alrededor del planeta donde llevan una vida ociosa disfrutando de increíbles poderes que les colocan varios pasos por delante de los humanos. Los Dioses desprecian a los humanos y los gobiernan a través de Cónsules seleccionados y un cuerpo de soldados de elite conocido como los Centinelas, humanos equipados con armaduras de alta tecnología que los convierten en mortíferas máquinas de combate. Los Dioses llevan una vida dedicada a todo tipo de placeres disfrutando de sus largas vidas y cruzándose en ocasiones con humanos, cruces de los que ha surgido una especie intermedia, los Derivantes, semidioses con poderes que son sistemáticamente eliminados por los Centinelas. Cuando una periodista humana y una derivante renegada se convierten en blanco de la ira de los dioses, se pone en marcha una serie de dramáticos acontecimientos que puede suponer un cambio trascendental en el orden de fuerzas que se ha mantenido durante mil años. ¿Quieren saber más? Tendrán que leer el libro.
Rafael Marín en esta novela realiza una declaración de amor hacia los géneros en los que ha desarrollado su carrera literaria y la convierte en una obra obligada para cualquiera que comparta su afición hacia los cómics de superhéroes y la ciencia ficción. De este modo, se convierte en una gozada reconocer las múltiples referencias con las que Marín puebla cada una de las páginas de la historia, rastreables no sólo en clave de cómic sino también de los mitos sobre los que sustentan las religiones mayoritarias, y reencontrarnos con situaciones y personajes fácilmente reconocibles y familiares que en las competentes manos del autor adquieren un prisma diferente en una historia trepidante en la que se suceden sin tregua las luchas e intrigas hasta el cuidado clímax fina, una historia en la que los superhombres, los dioses, no se mueven en la clásica dicotomía héroe-villano sino por pulsiones y sentimientos mucho más humanos. La historia, más allá de su argumento principal, es una obra coral en la que distintos personajes protagonizan distintas subtramas que enriquecen el resultado final.
En un futuro lejano, la raza humana ha dejado de ser la dominante en la Tierra, desplazada por los Dioses, quienes viven en una gigantesca estructura en órbita alrededor del planeta donde llevan una vida ociosa disfrutando de increíbles poderes que les colocan varios pasos por delante de los humanos. Los Dioses desprecian a los humanos y los gobiernan a través de Cónsules seleccionados y un cuerpo de soldados de elite conocido como los Centinelas, humanos equipados con armaduras de alta tecnología que los convierten en mortíferas máquinas de combate. Los Dioses llevan una vida dedicada a todo tipo de placeres disfrutando de sus largas vidas y cruzándose en ocasiones con humanos, cruces de los que ha surgido una especie intermedia, los Derivantes, semidioses con poderes que son sistemáticamente eliminados por los Centinelas. Cuando una periodista humana y una derivante renegada se convierten en blanco de la ira de los dioses, se pone en marcha una serie de dramáticos acontecimientos que puede suponer un cambio trascendental en el orden de fuerzas que se ha mantenido durante mil años. ¿Quieren saber más? Tendrán que leer el libro.
Rafael Marín en esta novela realiza una declaración de amor hacia los géneros en los que ha desarrollado su carrera literaria y la convierte en una obra obligada para cualquiera que comparta su afición hacia los cómics de superhéroes y la ciencia ficción. De este modo, se convierte en una gozada reconocer las múltiples referencias con las que Marín puebla cada una de las páginas de la historia, rastreables no sólo en clave de cómic sino también de los mitos sobre los que sustentan las religiones mayoritarias, y reencontrarnos con situaciones y personajes fácilmente reconocibles y familiares que en las competentes manos del autor adquieren un prisma diferente en una historia trepidante en la que se suceden sin tregua las luchas e intrigas hasta el cuidado clímax fina, una historia en la que los superhombres, los dioses, no se mueven en la clásica dicotomía héroe-villano sino por pulsiones y sentimientos mucho más humanos. La historia, más allá de su argumento principal, es una obra coral en la que distintos personajes protagonizan distintas subtramas que enriquecen el resultado final.
Marín conoce bien la materia prima con la que trabaja y selecciona las palabras justas para dotar a su estilo de una grandilocuencia épica que se ajusta perfectamente a la descripción de los majestuosos e imposibles personajes y los imaginarios lugares que pueblan sus páginas sin que ello reste agilidad a una historia muy visual que en ningún momento aburre al lector. Quizás el único defecto de la novela es que difícilmente atraerá a lectores que no se encuentren interesados en los géneros que Marín maneja, renunciando así al conocimiento de un escritor que maneja como pocos los resortes de la Novela.
En definitiva, “Mundo de Dioses”, que pudo haber sido un gran cómic, es una estupenda novela de entretenimiento que garantiza buenos momentos de lectura merced a un autor que sabe muy lo que se hace y que, de haber nacido en otros lares, disfrutaría de un mayor reconocimiento de público y crítica. No se la pierdan.
Otras obras de Rafael Marín en El lector impaciente:
“La leyenda del Navegante”.
“Elemental, querido Chaplin”.
“Juglar”.
En definitiva, “Mundo de Dioses”, que pudo haber sido un gran cómic, es una estupenda novela de entretenimiento que garantiza buenos momentos de lectura merced a un autor que sabe muy lo que se hace y que, de haber nacido en otros lares, disfrutaría de un mayor reconocimiento de público y crítica. No se la pierdan.
Otras obras de Rafael Marín en El lector impaciente:
“La leyenda del Navegante”.
“Elemental, querido Chaplin”.
“Juglar”.
9 comentarios:
Yo tambien me lo pasé pipa con esta lectura ademas solo leyendola puedes ver la planificacion "en viñetas" tan natural que tiene.
Hay que decir, que al parecer hay algunas paginas de esta novela dibujadas, pero el proyecto no llegó a continuarse, y eso que segun comentan tenia buena pinta.
Estimado Pablo,
este libro llegó hasta mi por pura casualidad (venía junto a otras novelas de Angel Torres Quesada, otro grande olvidado, y Javier Negrete si no me equivoco, que hablo de memoria). Por aquel entonces yo era un ávido consumidor de comic y este libro me pareció la historia de superhéroes definitiva. Una maravilla que sería una grandiosa película.
Saludos
Gracias, Pablo :)
Crowley, tú te refieres a la edición del premio UPC, o sea, a las 70 primeras páginas. La novela completa tiene unas 400, y es a la que se refiere nuestro anfitrión.
"... Es quizás mi novela más descaradamente intrascendente y, al mismo tiempo, la más declaradamente literaria: el abuso de la sinestesia y la hipérbole, como si fuera un tebeo escrito, no son cosa fácil, lo aseguro...". Nova Ciencia Ficción nº 98.
Pues lo hizo parecer fácil, señor Marín. Francamente, me lo pasé genial con esa lectura en su momento (1998). Y estoy de acuerdo con PAblo: de haber nacido en otros lares...
Guevillos,
Efectivamente es muy visual porque además creo que RM debia tener muy adelantado el guión del cómic que tenía planteado realizar junto a Carlos Pacheco, pero cuando este no pudo continuar con la historia escribió la novela a partir de ese guión.
Crowley,
Sería una buena película, sí, pero, en mi opinión, sería una mejor serie si cayera en buenas manos.
RM,
De nada. Una duda: la edición nueva de Alamut que yo he manejado no llega a las 300 páginas. ¿Estamos hablando de la misma edición? ¿Has suprimido partes respecto a la inicial de Nova?
Xelo,
Muy bien traido el párrafo que reproduces.
Impacientes Saludos.
No, no tenía nada adelantado para el cómic: Carlos solo hizo dos páginas.
La edición de Alamut es la misma que la edición de Ediciones B en la colección Nova. Es decir, la edición de la novela completa, no la primera parte que también publicó Nova en el primer premio UPC. Yo hablo de folios-de-autor, no de páginas impresas (la letra de Alamut quizá sea, además, algo más pequeña que la de Nova).
Aclarado queda RM. Algo así imaginaba...
Impacientes Saludos.
La novela me encanta, es muy entretenida, pero el final me dejó muy frío. Me pareció un deux ex machina incomprensible.
Javi D, bienvenido,
¿Tú crees? A mí me parece que es una historia bien hilvanada y hay elementos suficientes para obviar el "deus ex machina" que señalas.
Impacientes Saludos.
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