Ya saben ustedes que Rafael Marín es un escritor admirado por estos lares por bastantes cosas, entre las que no es la menos importante su gusto por el género fantástico, la ciencia ficción y los cómics más allá de los vaivenes de la moda y el gusto consumista.
Hoy voy a escribir acerca de “La leyenda del Navegante”, una novela, de “fantasía renacentista” en palabras del autor, que ya vio la luz hace quince años en tres entregas y que el año pasado publicó Minotauro en un tomo unitario tal y como el autor la concibió inicialmente.
En esta obra Marín nos relata las peripecias de Salther Ladane, el capitán de “El Navegante”, príncipe que por amor a la aventura renunció a un trono y se convirtió en pirata y comerciante, junto a Taileisin, una intrépida marinera de armas tomar oriunda de Crisei, la más pujante ciudad del Mar de las Espadas. Salther es un héroe predestinado a acabar con la magia del mundo y a través de la narración de Taileisin somos participes de cómo se cimienta su leyenda.
Hoy voy a escribir acerca de “La leyenda del Navegante”, una novela, de “fantasía renacentista” en palabras del autor, que ya vio la luz hace quince años en tres entregas y que el año pasado publicó Minotauro en un tomo unitario tal y como el autor la concibió inicialmente.
En esta obra Marín nos relata las peripecias de Salther Ladane, el capitán de “El Navegante”, príncipe que por amor a la aventura renunció a un trono y se convirtió en pirata y comerciante, junto a Taileisin, una intrépida marinera de armas tomar oriunda de Crisei, la más pujante ciudad del Mar de las Espadas. Salther es un héroe predestinado a acabar con la magia del mundo y a través de la narración de Taileisin somos participes de cómo se cimienta su leyenda.
Marín construye con humor e inteligencia una novela de fantasía atípica, llena de referencias y homenajes en la que sus personajes se convierten en el contrapeso racional a los fantásticos peligros que el Mar de las Espadas esconde y, a base de ingenio, sortear las tribulaciones en las que se ven envueltos. Las referencias confesas de Marín por el cine, la literatura y el cómic resultan más que evidentes. De este modo, el personaje protagonista, Salther, es una mezcla del Errol Flynn más aventurero de las películas de piratas de los cuarenta y del “Principe Valiente” de Foster. Un antihéroe que a base de ingenio es capaz de escapar de las situaciones más apuradas sin desdeñar por ello el combate, y la relación que mantiene con su mujer la encantadora y arisca Taileisin recuerda a la que mantienen desde hace años Valerian y Laureline. Es este gusto por la inteligencia y el recurso ingenioso para escapar de las penalidades lo que más me ha gustado de esta novela frente a la tendencia acusada y facilona en el género fantástico de solucionar cualquier conflicto con una batallita en la que el héroe de turno haga gala de su testosterona y el autor de su escasez de ideas. “La leyenda del Navegante” es una novela original que se aleja de los caminos más trillados de la fantasía heroica para buscar nuevas vías sin dejar por ello de renunciar a cierto clasicismo y es de agradecer el esfuerzo que realiza el autor a lo largo de las más de quinientas cincuenta páginas de la obra de construir una novela personal y del gusto de todos los públicos. Marín en esta novela lleva su estilo de escritura a un barroquismo exagerado repleto de diálogos grandilocuentes que casan bien con la atmósfera de la obra en los que se intuye que ha disfrutado tanto escribiéndola como yo leyéndola. Así que ya saben no la dejen pasar y enrólense en la tripulación de “El Navegante”. Seguro que no se arrepentirán.
Otras obras de Rafa Marín en “El lector impaciente” aquí.
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