Había pensado no escribir más de esta serie hasta que Planeta terminase su publicación, pero viendo la calidad que atesora cada una de las entregas y lo que las estoy disfrutando creo que merece la pena hacer un seguimiento más detallado. Y es que me da la sensación que podemos encontrarnos ante la obra de madurez de Naoki Urasawa, esa obra redonda que los aficionados a la obra del japonés reclamamos hace tiempo y no acaba de llegar.
En esta nueva entrega, Urasawa se desentiende de la trama presentada en las las anteriores entregas e incorpora nuevos personajes, sin relación aparente con lo acontecido hasta ahora. De este modo, conocemos a Adolf, un padre de familia de lo más normal, del que poco a poco se nos desvela un lado oscuro, y descubrimos la existencia de un fuerte movimiento contrario a la paridad de derechos entre róbots y humanos. Por otro lado, Urasawa va incorporando piezas al tablero principal y conocemos aparte de su versión de un personaje importante del “Astro Boy” de Tezuka, Uran, la hermana de Astroboy, potenciales víctimas del matarrobots como el róbot australiano Epsilón, o al personaje que da título a la obra, Pluto, un róbot dotado de grandes poderes que es perseguido por los villanos de la Historia. Así, de entretenidos son los mangas de Urasawa, no paran de pasar cosas sin que decaiga el ritmo en ningún momento….
El autor parece confirmar en esta nueva entrega que sabe lo que se trae entre manos, recuperando un rigor argumental en la dosificación de la tensión y el desarrollo de la trama que no habíamos visto desde “Monster”. El lector no sabe todavía por donde van a ir los tiros de la serie –¡ en este mismo número aparece el personaje que la da título!- pero ya se ha dejado embaucar por la endiablada habilidad de este autor a la hora de crear intriga. No importa que abra una subtrama e sin ninguna relación con lo leído hasta ahora porque ya ha sabido crear en el lector la sensación de que es capaz de prever los pasos del autor y que en algún momento esa nueva historia se unirá irremediablemente con la historia principal y será capaz de prever sus pasos. ¡Qué equivocados estamos!
Ecléctico en sus referencias como es, Urasawa no duda en volver a coquetear con la realidad al transponer en la sociedad futurista de “Astro Boy” acontecimientos directamente tomados de la Historia reciente identificables por el lector y si era fácil hasta ahora establecer la relación entre el conflicto centroasiático con la Guerra del Golfo, en este número introduce otras más o menos evidentes como la Depresión Económica vivida durante la infancia de Adolf con la acaecida tras el Crack de 1929 o esa sociedad oculta antirrobot fusilada del Ku Klux Klan. Esas son las referencias evidentes y que Urasawa pretende que el lector capte en el momento para contextualizar y dar coherencia al mundo de AstroBoy al tiempo que ayudan a reforzar esa sensación de dominio de la lectura que pretende transmitirle al lector, modernizando al mismo tiempo la sociedad fantástica e idealizada ideada por Tezuka para el “Astro Boy” original en una más oscura y compleja, pero hay otras más anecdóticas que no afectan a la lectura, guiños al seguidor del “Astro Boy” original, como los coches de policía con forma de perros o las referencias de Uran a leones y tigres, aventuras vividas en las páginas originales de “Astro Boy” que enriquecen la lectura. E incluso algunas escondidas y más sutiles, como el encuentro entre Uran y Pluto que a más de uno le hará recordar el de cierto monstruo y una niña en las orillas de un lago. Como ven, la lectura de un tomo de “Pluto” da para mucho.
Creo que “Pluto” es el mejor manga que se está publicando en estos momentos en España y Urasawa el auténtico mago del suspense del cómic a nivel mundial. Pocos –por no decir ninguno- son capaces de crear ese nivel de expectación con cada nueva entrega y a pesar de ser un dibujante limitado hacer que sus personajes transmitan la sensación de esconder secretos que esperan ser revelados en algún momento. Es este transcurrir el que hace que la lectura se vuelva apasionante y se devoren sus historias más allá de lo que espere al final de las mismas. Con todo, tengo el palpito que esta vez Urasawa no nos va a decepcionar.
Esta nueva entrega incorpora un artículo de un especialista japonés en manga, Fusanosuke Natsume, que profundiza en las claves de la obra de Urasawa e incorpora claves interesantes sobre sus inquietudes.
Más "Pluto" en El lector impaciente aquí y aquí.
Álvaro Pons ha publicado hoy una completa entrevista en inglés a Urasawa que no tiene desperdicio la pueden leer aquí.
En esta nueva entrega, Urasawa se desentiende de la trama presentada en las las anteriores entregas e incorpora nuevos personajes, sin relación aparente con lo acontecido hasta ahora. De este modo, conocemos a Adolf, un padre de familia de lo más normal, del que poco a poco se nos desvela un lado oscuro, y descubrimos la existencia de un fuerte movimiento contrario a la paridad de derechos entre róbots y humanos. Por otro lado, Urasawa va incorporando piezas al tablero principal y conocemos aparte de su versión de un personaje importante del “Astro Boy” de Tezuka, Uran, la hermana de Astroboy, potenciales víctimas del matarrobots como el róbot australiano Epsilón, o al personaje que da título a la obra, Pluto, un róbot dotado de grandes poderes que es perseguido por los villanos de la Historia. Así, de entretenidos son los mangas de Urasawa, no paran de pasar cosas sin que decaiga el ritmo en ningún momento….
El autor parece confirmar en esta nueva entrega que sabe lo que se trae entre manos, recuperando un rigor argumental en la dosificación de la tensión y el desarrollo de la trama que no habíamos visto desde “Monster”. El lector no sabe todavía por donde van a ir los tiros de la serie –¡ en este mismo número aparece el personaje que la da título!- pero ya se ha dejado embaucar por la endiablada habilidad de este autor a la hora de crear intriga. No importa que abra una subtrama e sin ninguna relación con lo leído hasta ahora porque ya ha sabido crear en el lector la sensación de que es capaz de prever los pasos del autor y que en algún momento esa nueva historia se unirá irremediablemente con la historia principal y será capaz de prever sus pasos. ¡Qué equivocados estamos!
Ecléctico en sus referencias como es, Urasawa no duda en volver a coquetear con la realidad al transponer en la sociedad futurista de “Astro Boy” acontecimientos directamente tomados de la Historia reciente identificables por el lector y si era fácil hasta ahora establecer la relación entre el conflicto centroasiático con la Guerra del Golfo, en este número introduce otras más o menos evidentes como la Depresión Económica vivida durante la infancia de Adolf con la acaecida tras el Crack de 1929 o esa sociedad oculta antirrobot fusilada del Ku Klux Klan. Esas son las referencias evidentes y que Urasawa pretende que el lector capte en el momento para contextualizar y dar coherencia al mundo de AstroBoy al tiempo que ayudan a reforzar esa sensación de dominio de la lectura que pretende transmitirle al lector, modernizando al mismo tiempo la sociedad fantástica e idealizada ideada por Tezuka para el “Astro Boy” original en una más oscura y compleja, pero hay otras más anecdóticas que no afectan a la lectura, guiños al seguidor del “Astro Boy” original, como los coches de policía con forma de perros o las referencias de Uran a leones y tigres, aventuras vividas en las páginas originales de “Astro Boy” que enriquecen la lectura. E incluso algunas escondidas y más sutiles, como el encuentro entre Uran y Pluto que a más de uno le hará recordar el de cierto monstruo y una niña en las orillas de un lago. Como ven, la lectura de un tomo de “Pluto” da para mucho.
Creo que “Pluto” es el mejor manga que se está publicando en estos momentos en España y Urasawa el auténtico mago del suspense del cómic a nivel mundial. Pocos –por no decir ninguno- son capaces de crear ese nivel de expectación con cada nueva entrega y a pesar de ser un dibujante limitado hacer que sus personajes transmitan la sensación de esconder secretos que esperan ser revelados en algún momento. Es este transcurrir el que hace que la lectura se vuelva apasionante y se devoren sus historias más allá de lo que espere al final de las mismas. Con todo, tengo el palpito que esta vez Urasawa no nos va a decepcionar.
Esta nueva entrega incorpora un artículo de un especialista japonés en manga, Fusanosuke Natsume, que profundiza en las claves de la obra de Urasawa e incorpora claves interesantes sobre sus inquietudes.
Más "Pluto" en El lector impaciente aquí y aquí.
Álvaro Pons ha publicado hoy una completa entrevista en inglés a Urasawa que no tiene desperdicio la pueden leer aquí.
6 comentarios:
Muy buen análisis y estoy bastante de acuerdo en todo. Es de lo mejor que se puede leer de lo que se publica en nuestro país actualmente. Creo que este tomo rebaja ligeramente la tensión, supongo que por el golpe brusco de no centrarse en el personaje principal que había utilizado hasta ahora, pero aún así sigue estando a un alto nivel.
Se suele criticar los finales de Urasawa normalmente, a mi me gusto el de Monster, pero yo creo que su propuesta es que sea siempre el viaje, y no el final de este, lo que nos resulte interesante. De ahí que siempre utilice repartos corales y no centre toda la acción en un personaje omnipresente en sus historias.
http://submanga.com/PLUTO/scanlation/Onceava_no_Fansub
Mythos,
Está claro que es un cómic que se disfruta más entrega por entrega. Es cierto que al abrir una nueva subtrama puede haber una mengua de la tensión sobre la principal pero la aparición de Pluto y los malos empieza a vislumbrar que la cosa va a estallar cuando Urasawa quiera.
Anonimo,
Gracias por el enlace.
Aún no he leido el 3 (y ya va a salir el 4) pero estoy totalmente de acuerdo en que hay que leer a Urasawa según sale, es un folletín, con dibujos, del siglo XIX, y japonés, sí, pero 100% folletín. De hecho los folletines no se perdieron, ahora sobre todo son los mangas y las series de TV.
Esto lo descubrí releyendo monster del tirón y la tuve que vender con lo que me gustó mes a mes XD (A mí el final también me gustó, no era redondo pero no pasa nada, era coherente que es lo que cuenta)
Dennel,
Yo no diría que el final de "Monster" sea malo. Es decepcionante en relación a la expectativa generada. El que es malo es el de "20th Century Boys".
Tampoco calificaría el dibujo de Urasawa del siglo XIX, limitado sí, pero anticucado, no.
De acuerdo en lo que comentas sobre la evolución de los folletines.
Impacientes Saludos.
Es que me bailó el palito, quería escribir siglo XXI
Yo a 20th century boys lo tengo conceptuado como una obra fallida, sin más, se pueden salvar cosas pero es que siempre se pueden salvar cosas.
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