Tenía pendiente encima de la mesa desde hacia algunos meses este segundo tomo del “Castle Waiting” de Linda Medley para la que no encontraba tiempo. Tras su lectura, me arrepiento no haberlo leído antes porque esta segunda entrega es incluso mejor que la anterior.
Linda Medley en este segundo tomo se nos descubre como una fina fabulista que utilizando modelos y esquemas de los cuentos populares nos ofrece historias cargadas de humanidad y aparente inocencia para acercarse a problemas contemporáneos y actuales tan profundos como el tratamiento de la sexualidad en la iglesia o la belleza más allá del físico a través de una lectura asequible para niños de tres a noventa y nueve años. Si en el anterior tomo, aparte de la presentación de los personajes se mostraba el Castillo de la Bella Durmiente como el refugio de sus entrañables personajes en este segundo se centra en narrarnos la historia de la Hermana Paz,. Este planteamiento permite a Medley sin abandonar el tono desenfadado y amable del anterior tomo abordar temáticas más ambiciosas y profundas a través del origen de la Hermana Paz, una mujer barbuda socarrona e independiente que abandonando el circo donde trabaja se incorpora a la orden de las Solicitas, formada en su totalidad por mujeres barbudas dispuestas a hacer el Bien sin importarles los medios.
Es notable la gran evolución que demuestra Medley como narradora en este segundo tomo en el que a través de una prolongada elipsis que se retoma en cada uno de los capítulos que conforman el tomo nos cuenta la historia de la Hermana Paz dejando al resto de los habitantes de “Castle Waiting” como meros oyentes de la historia. Para mí esta manera de narrar un cuento dentro de otro cuento junto con la exquisita sensibilidad con que Medley recrea su mundo imaginario es el gran activo de esta serie en la que la importancia de lo femenino es fundamental. Esta preponderancia en recrear un mundo marcadamente femenino a la hora de pergeñar una historia repleta de valores y que deja al lector una enorme sonrisa en la boca sorprende dentro de lo que es el mercado norteamericano tan sobrado de historias “mainstream” marcadas por el mismo patrón sobrado de testosterona.
“Castle Waiting” es uno de esos cómics que por su originalidad y sensibilidad debería haber tenido un mayor eco en el mercado español donde me da la impresión que está pasando bastante desapercibido. Espero que el boca a oreja funcione y sigamos disfrutando de nuevas aventuras de los habitantes del castillo de Cenicienta.
Linda Medley en este segundo tomo se nos descubre como una fina fabulista que utilizando modelos y esquemas de los cuentos populares nos ofrece historias cargadas de humanidad y aparente inocencia para acercarse a problemas contemporáneos y actuales tan profundos como el tratamiento de la sexualidad en la iglesia o la belleza más allá del físico a través de una lectura asequible para niños de tres a noventa y nueve años. Si en el anterior tomo, aparte de la presentación de los personajes se mostraba el Castillo de la Bella Durmiente como el refugio de sus entrañables personajes en este segundo se centra en narrarnos la historia de la Hermana Paz,. Este planteamiento permite a Medley sin abandonar el tono desenfadado y amable del anterior tomo abordar temáticas más ambiciosas y profundas a través del origen de la Hermana Paz, una mujer barbuda socarrona e independiente que abandonando el circo donde trabaja se incorpora a la orden de las Solicitas, formada en su totalidad por mujeres barbudas dispuestas a hacer el Bien sin importarles los medios.
Es notable la gran evolución que demuestra Medley como narradora en este segundo tomo en el que a través de una prolongada elipsis que se retoma en cada uno de los capítulos que conforman el tomo nos cuenta la historia de la Hermana Paz dejando al resto de los habitantes de “Castle Waiting” como meros oyentes de la historia. Para mí esta manera de narrar un cuento dentro de otro cuento junto con la exquisita sensibilidad con que Medley recrea su mundo imaginario es el gran activo de esta serie en la que la importancia de lo femenino es fundamental. Esta preponderancia en recrear un mundo marcadamente femenino a la hora de pergeñar una historia repleta de valores y que deja al lector una enorme sonrisa en la boca sorprende dentro de lo que es el mercado norteamericano tan sobrado de historias “mainstream” marcadas por el mismo patrón sobrado de testosterona.
“Castle Waiting” es uno de esos cómics que por su originalidad y sensibilidad debería haber tenido un mayor eco en el mercado español donde me da la impresión que está pasando bastante desapercibido. Espero que el boca a oreja funcione y sigamos disfrutando de nuevas aventuras de los habitantes del castillo de Cenicienta.
Si queréis leer algo sobre la primera entrega de "Castle Waiting" en El Lector Impaciente... pinchad aquí.
1 comentario:
Hola, investigando he visto que falta de publicar un arco argumental de dos números de nombre "Interiors" y la serie actual de Fantagraphics, que va por el número trece.
Un saludo.
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