Cuando tienes un día festivo en medio de la semana y no gozas de la posibilidad de hacer puente, a última hora de la tarde te dejas llevar por la melancolía y la tristeza de lo que te espera el día siguiente en la oficina mientras otros mortales, (que encima son tus compañeros) más afortunados, están disfrutando de su merecido descanso.
Así que para luchar contra este sentimiento no se nos ocurrió nada mejor que hacer una visita al cine más cercano para ver alguna de las películas que todavía tenemos pendiente. Y, por unas cosas y otras y usando la archiconocida técnica del descarte nos metimos a ver “Invasión” de Oliver Hirschbiegel, director alemán de cierto prestigio en Europa por “El Hundimiento” y “El Experimento”en su primera incursión holliwoodiense, cuyo apellido rima con el del no suficientemente reconocido Don Siegel, y quizás por ello le encargaron el proyecto de cuya película “La invasión de los ladrones de cuerpos” esta es un "remake", que no molesta pero del todo prescindible.
La archiconocida trama basada en la novela de Jack Finney “Los ladrones de cuerpos” y llevada al cine, aparte de por Siegel, por Phillip Kaufmann y Abel Ferrara (esta versión de Ferrara no la he visto, miedo me da), y en la que muchos vieron -vimos- en su momento críticas soterradas al macartismo y al comunismo, nos sitúa en una Tierra invadida progresivamente por una serie de esporas espaciales inteligentes que toman como huéspedes a los seres humanos a quienes roban los recuerdos y anulan su personalidad cuyos planes debe estropear el avispado protagonista de turno. En esta ocasión ese papel recae en la estupenda Nicole Kidman, quien interpreta en esta película a una abnegada madre (sí, se trata de película con niño repelente así que cuidadito que yo no lo sabía) moderna que debe hacer frente al cuidado de su pequeñín, al tiempo que lo compagina con su estresante vida laboral como psiquiatra y una relación de “nos gustamos pero nada más” con el nuevo James Bond, Daniel Craig. A partir de este punto, la película avanza sin pena ni gloria con un ritmo acelerado y que, en ocasiones, peca de confuso con el que Hirschbiegel, supongo, pretende contagiarnos los nervios y temores de la bella Nicole. Como ya he comentado, lo más salvable de la película es la excelente labor de la Kidman, probablemente la penúltima actriz “glamourosa” que queda y que aparte de guapa es buena actriz, y que en esta película a su medida asume con naturalidad el peso de la historia resultando bastante creíble.
En definitiva, que si pensaban ir a ver esta película mejor se pasan por el videoclub (o como se llamen ahora) y se cogen la excelente “La invasión de los ladrones de cuerpos” o la más terrorífica “La invasión de los ultracuerpos”, que les va a salir más a cuento, salvo, claro está, que sean fanáticos de Kidman o de Craig, o de ambos, en cuyo caso les encantará.
Así que para luchar contra este sentimiento no se nos ocurrió nada mejor que hacer una visita al cine más cercano para ver alguna de las películas que todavía tenemos pendiente. Y, por unas cosas y otras y usando la archiconocida técnica del descarte nos metimos a ver “Invasión” de Oliver Hirschbiegel, director alemán de cierto prestigio en Europa por “El Hundimiento” y “El Experimento”en su primera incursión holliwoodiense, cuyo apellido rima con el del no suficientemente reconocido Don Siegel, y quizás por ello le encargaron el proyecto de cuya película “La invasión de los ladrones de cuerpos” esta es un "remake", que no molesta pero del todo prescindible.
La archiconocida trama basada en la novela de Jack Finney “Los ladrones de cuerpos” y llevada al cine, aparte de por Siegel, por Phillip Kaufmann y Abel Ferrara (esta versión de Ferrara no la he visto, miedo me da), y en la que muchos vieron -vimos- en su momento críticas soterradas al macartismo y al comunismo, nos sitúa en una Tierra invadida progresivamente por una serie de esporas espaciales inteligentes que toman como huéspedes a los seres humanos a quienes roban los recuerdos y anulan su personalidad cuyos planes debe estropear el avispado protagonista de turno. En esta ocasión ese papel recae en la estupenda Nicole Kidman, quien interpreta en esta película a una abnegada madre (sí, se trata de película con niño repelente así que cuidadito que yo no lo sabía) moderna que debe hacer frente al cuidado de su pequeñín, al tiempo que lo compagina con su estresante vida laboral como psiquiatra y una relación de “nos gustamos pero nada más” con el nuevo James Bond, Daniel Craig. A partir de este punto, la película avanza sin pena ni gloria con un ritmo acelerado y que, en ocasiones, peca de confuso con el que Hirschbiegel, supongo, pretende contagiarnos los nervios y temores de la bella Nicole. Como ya he comentado, lo más salvable de la película es la excelente labor de la Kidman, probablemente la penúltima actriz “glamourosa” que queda y que aparte de guapa es buena actriz, y que en esta película a su medida asume con naturalidad el peso de la historia resultando bastante creíble.
En definitiva, que si pensaban ir a ver esta película mejor se pasan por el videoclub (o como se llamen ahora) y se cogen la excelente “La invasión de los ladrones de cuerpos” o la más terrorífica “La invasión de los ultracuerpos”, que les va a salir más a cuento, salvo, claro está, que sean fanáticos de Kidman o de Craig, o de ambos, en cuyo caso les encantará.
3 comentarios:
Pues sí, lo mejor la Kidman.
Es una película que se deja ver, mantiene bien la tensión. Lo peor es un final demasiado typical american: estilo persecuciones de coches y exageraciones varias.
No vi tanta persecución Blogux. Lo que ocurre es que la cuarta pelicula (sin contar series televisivas y telefilmes) basadas en la misma novela es muy difícil que aporte algo novedoso por muy bueno que sea el director y el reparto.
En fin, yo la recomendaría para una tarde de sofá tras una comida copiosa...
Saludos.
Sí, estoy de acuerdo, para esa tarde es genial.
Yo, por suerte, me duermo.
Besitos
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