viernes, 15 de junio de 2012

Daniel Torres y S.P.O.C.K., una relación fructífera.


A través del estupendo Laestantería de mi casa descubro la estrecha relación mantenida por el exquisito dibujante valenciano Daniel Torres, creador de obras tan estupendas como “Las Aventuras de Roco Vargas” o “Opium”, con el grupo de música electrónica sueco  S.P.O.C.K, quienes le eligieron para ilustrar la portada de cuatro de sus álbumes.

Resulta que el grupo S.P.O.C.K. (Star Pilot On Channel K , acrónimo con el que disimulan su adoración por Mr. Spock) son unos trekkies de cuidado utilizando la ambientación de la serie “Star Trek” para sus conciertos. No es de extrañar, por tanto, que eligieran a Torres quién siempre ha mostrado su maestría en el género de la Ciencia Ficción, rememorando en estas portadas sus trabajos en “Roco Vargas”.

Por si alguien no sabe como suena S.P.O.C.K  os dejo un video de una de sus actuaciones interpretando la canción “Never Trust a Klingon”.

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jueves, 14 de junio de 2012

“Los Inhumanos”, de Paul Jenkins y Jae Lee.


En su labor de recuperación de destacables cómics Marvel de los noventa que es la colección Extra Superhéroes de Panini uno de los que guardaba mejor recuerdo fue la maxiserie de doce números sobre “Los Inhumanos” que en su momento publicase Comics Forum en grapa. Vuelta a releer esa edición, la sensación ha sido agridulce, porque la relectura no ha estado a la altura del recuerdo y es que “Los Inhumanos” de Jenkins y Lee no han envejecido demasiado bien. Os cuento.


Los Inhumanos de Attilan viven aislados del resto del mundo disfrutando de sus poderes y sus extrañas costumbres sociales en la seguridad de su ciudad. Sin embargo, la cosa empieza a torcerse cuando en la ceremonia en la que los adolescentes asumen sus poderes el joven Woz se convierte en una aberración. Mientras la familia real y la sociedad inhumana intenta superarlo, el loco Maximus desde su prisión mueve sus piezas para desarrollar un retorcido plan para socavar el poder de Rayo Negro que puede acabar con todos los Inhumanos.

Los Inhumanos es uno de esos conceptos paridos de la fecunda mente común de Lee y Kirby que por razones desconocidas nunca ha cuajado en una serie que perdurase en el tiempo a pesar de tener todos los elementos para proporcionarnos buenas historias. De hecho, un sobrio y siempre eficaz , pero acaso demasiado bisoño en el género de superhéroes a pesar de su andadura en "Hellblazer", Paul Jenkins en esta maxiserie que en su momento inauguró la línea Marvel Knights (un intento más de contar historias adultas de superhéroes, etc, etc.) en los noventa identifica y sugire  buena parte de las posibilidadesl a desarrollar de estos personajes  aunque la trama ideada para mostrar los distintos aspectos y conflictos de la sociedad inhumana y sus principales personajes acabase resultando simplona en su planteamiento, confusa en su desarrollo y precipitada en su conclusión, con lo que la maxiserie acabo resultando decepcionante al no confirmar nada de lo prometido.


Buena parte de la culpa de los defectos de “Los Inhumanos” se debe al desesperante dibujo de Jae Lee quién alejado de la espectacularidad del canon kirbiano en que siempre han de moverse estos personajes los traslada a un claustrofóbico teatral marco ibseniano de luces y sombras en el que no acaba de desarrollarse ninguno de los elementos más atractivos del concepto y hace sospechar sobre su conocimiento previo de los personajes. El otro Lee gusta de los fondos neutros y los primeros planos dejando a la imaginación de cada lector  la  las maravillas de la ciudad de Attilan o simplemente el desarrollo de la historia limitado por su pobreza de recursos, limitándose  a colocar grandes cabezas y estáticos cuerpos junto a los bocadillos de diálogo de Jenkins para lograr el avance de la trama. Lee lastra de este modo un tebeo que podría haber dado mucho más de sí.

En fin, lástima de oportunidad perdida y que Jenkins no fuese capaz de desarrollar todo el potencial que parece reconocer en los personajes dejando que “Los Inhumanos”, ya con medio siglo de vida, continúen deambulando sin pena ni gloria por el universo Marvel.

miércoles, 13 de junio de 2012

“El Silencio de Malka”, de Rubén Pellejero y Jorge Zentner.

El otro día un amigo me comentaba lo que le había gustado esta obra de Pellejero y Zentner publicada en su momento por Glénat Ediciones picándome el gusanillo de releerla y compartirla en el blog. Y es que la multipremiada “El Silencio de Malka” es una obra que, como los grandes clásicos, no acusa el paso del tiempo dejando constancia palpable del talento de sus autores.
El álbum nos cuenta la historia de una familia de emigrados judíos a principios de siglo pasado de la dura y fría Rusia zarista a la Argentina rural a través de los ojos de Malka, una niña inteligente y extrovertida. Su visión infantil e idealizada de la dura vida de sus mayores se verá, sin embargo, afectada por una serie de asesinatos cometidos por un misterioso sirviente mudo de oscuro origen. Ya adulta, Malka intentará encontrar al asesino y descubrir su secreto.
Inspirándose en la historia de su familia, el argentino Jorge Zentner construyó una historia a la mayor gloria del dibujante español Rubén Pellejero quién firma uno de sus mejores trabajos restando importancia a la odisea de los emigrantes judíos y a los elementos fantásticos propios de la mitología hebraica de la obra para centrarse en la descripción del día a día de los protagonistas a través de  los pequeños detalles que pueblan sus viñetas. Es en ese aspecto, en el que “El Silencio de Malka” seduce a sus lectores más que como relato fantástico o de intriga, lastrado en parte por su organización en capítulos para su original publicación en revista, encontrando en el costumbrismo lírico de sus descripciones a través de los ojos de la pequeña Malka su máximo atractivo.



Pellejero realiza un trabajo espectacular a la hora de transmitir las emociones aprovechando su dominio del color directo, pero también en la descripción de las hermosas y amplias extensiones campestres mediante viñetas panorámicas y la búsqueda de escorzos difíciles y elegantes transiciones que dotan de una mayor amplitud su horizonte y evocan de un modo inconsciente las descripciones de Pasternak.



“El Silencio de Malka” es una obra sensible y hermosa que captura los momentos mágicos de las existencias más duras como solo la perspectiva sanadora del tiempo y la fantasía permite. Pellejero y Zentner aplicaron esa enseñanza para ofrecernos un sentido homenaje a los olvidados de la historia en una obra que no debería faltar en ninguna tebeoteca.

martes, 12 de junio de 2012

“The Umbrella Academy: Dallas”, de Gerard Way y Gabriel Bá.


Escribí hace un tiempo de las bondades y defectos de la primera aventura de “The Umbrella Academy”, que viene publicando  Norma Editorial, “Suite Apocalíptica”, una obra fresca dentro del género superheroico aunque el alma mater del proyecto, el polifacético Gerard Way, no dejase de mostrar en una excesiva veneración por sus modelos, Morrison y Claremont, a los que como un discípulo aplicado no dejaba de evocar. No ha sido hasta “Dallas”, el segundo arco de la obra, que Way se ha despendolado definitivamente para, en una propuesta tan divertida como provocadora, revisar y subvertir desde el cariño y el conocimiento las fórmulas del género superheroico saliendo airoso del desafío.


Tras los acontecimientos acaecidos en la anterior entrega, los deprimidos miembros supervivientes del grupo intentan seguir con sus vidas. Sin embargo, el niño eterno que es número cinco oculta un misterio en su pasado (¿futuro?) que le hará enfrentarse a una sociedad de viajeros temporales cuya misión es acabar con las anomalías en el flujo tiempo. Número 5 con la ayuda de sus compañeros se enfrentará a ellos y a sí mismo en un intento desesperado por evitar la muerte del presidente Kennedy y descubrir quién fue su sorprendente asesino.



Way baila como un diestro funambulista en el delgado filo que separa la genialidad del absurdo en una propuesta tan alocada como confusa, en ocasiones, y brillante, en otras, basada en constantes elipsis, flashbacks y paradojas temporales que se superponen hacia una conclusión tan esperpéntica como inteligente. Aligerado de las inevitables rémoras que supone la presentación de los personajes y las reglas del juego en la primera entrega, el guionista disfruta de total libertad para dar rienda suelta a su imaginación y pasárselo pipa haciéndose trampas a sí mismo y a los demás, demostrando un conocimiento y manejo de las posibilidades y convenciones del medio superheroico para reinventarse del que deberían tomar nota otros autores supuestamente más experimentados.

Sin duda, los logros de Way no serían posibles y el resultado no sería el mismo sin el estupendo trabajo gráfico del versátil brasileño Gabriel Bá bien secundado por el colorista Dave Stewart. Bá parece pasárselo pipa dibujando y ordenando el totum revolotum de referencias que le propone Way aportando una renovada puesta en escena uniforme y coherente al tiempo que logra manteniendo al lector interesado por descubrir que nueva sorpresa visual le esperará a cada nueva vuelta de página.

Era difícil mantener el listón tras “Dallas” y, de hecho, los autores inmersos en nuevos proyectos no han sacado nuevo material protagonizado por los chicos del paraguas desde hace un par de años. Casi mejor, si las futuras entregas no van a estar a la altura de esta singular y divertida propuesta que se acabe aquí la cosa.  Ya sabéis, eso de morir joven y dejar un bonito cadáver, y esas cosas.

lunes, 11 de junio de 2012

“American Vampire: Selección Natural”, de Scott Snyder y Sean Murphy.


 ECC Ediciones ha concentrado en espacio de pocos meses buena parte de la producción del dibujante Sean Murphy pudiendo comprobar aquellos que se hayan hecho con sus obras la progresión de un dibujante que se ha convertido en la mejor noticia del apartado gráfico dentro de un sello Vertigo siempre necesitado de buenos dibujantes. Su última obra publicada, la miniserie especial de “American Vampire” guionizada por el cada vez más popular Scott Snyder no hace sino refrendar el talento de un dibujante que sobresale por derecho propio.

En esta miniserie ambientada en el universo de“American Vampire” aunque teóricamente se pueda leer independientemente, Snyder abandona al dibujante de la serie regular el también excelente Rafael Alburqueque por Murphy, para contarnos una nueva historia de vampiros ambientada en la II Guerra Mundial, ambientación que ya utilizara en el último arco argumental publicado de la serie regular, variando la localización de la Campaña del Pacífico de aquel a los Carpatos de esta. En esta nueva aventura, dos miembros de la organización de cazadores de vampiros Los Vasallos del Lucero del Alba deben viajar en 1941 a los Carpatos ocupados por los nazis para rescatar a un misterioso botánico que parece ser tiene una cura contra el vampirismo. Sin embargo, la misión se complica cuando aparte de los nazis se cruzan en el camino de los agentes los dichosos chupasangres.

Selección Natural” es una historia entretenida de vampiros nazis en las que Snyder recupera a algunos de los personajes presentados en anteriores entregas de la serie regular y juega con una trama de espionaje convencional adaptándola a su universo vampírico para plantear las peregrinas conexiones entre los nazis y sus vampiros, al tiempo que plantea nuevos misterios en torno al origen del vampirismo y su posible curación que imagino planeará retomar en el futuro. Se trata de una historia bien planteada y desarrollada que cumple con solvencia el objetivo principal de entretener aunque no resuelva la irritante manía de Snyder de no dar importancia excesiva a unos detalles que acaba resolviendo con los dichosos deus ex machina que tanto molestan o directamente obviando su explicación. Más allá de esos detalles, el verdadero interés del cómic es comprobar y disfrutar de la enorme evolución de un Sean Murphy que progresa a pasos agigantandos maximizando aquí las posibilidades de la historia y mostrando sus cualidades para el género de terror como ya hiciera recientemente en “Hellblazer: Ciudad de Demonios”. Si por algo se caracteriza Murphy y me agrada especialmente, es por ser un dibujante arriesgado  que nunca opta por las soluciones fáciles y  optando siempre por la resolución más complicada por lo que sus páginas aportan una frescura  que se suele echar a faltar en el cómic mainstream. En ese sentido, “Selección Natural”, en su conjunto, quizás sea su obra más lograda, potenciada por el tratamiento del color de un Dave Stewart que cada vez se compagina mejor con el dibujante. Más allá de las influencias más o menos evidentes en su trabajo  que van de Mignola a Phillips, de Hergé a Sienki, Murphy reclama con sus personajes estilizados, perspectivas forzadas y detallados fondos una atención especial.

 “Selección Natural” es un tebeo correcto dentro del saturado género vampírico que si bien no destaca especialmente por la originalidad de su propuestas agradará a los aficionados al género tanto por su corrección como por el acabado gráfico de un notable Sean Murphy que se confirma como un dibujante al que hay que seguir muy de cerca.


viernes, 8 de junio de 2012

A Ramoncín le gustaba Hernández Palacios: La Vida en el Filo.


La ignorancia es muy osada y eso demostró un belicoso Santi Carrillo en "RockdeLux" en 1987 al ningunear a Antonio Hernández-Palacios en esta entrevista a Ramoncín en la que el cantante explicaba la elección del autor de “Manos Kelly” para la portada de su disco “La Vida en el Filo” (1986):

“S.C: Esto de las influencias de los setenta lo decía también por todo el concepto que te rodea. Mismamente el dibujo de la portada de este “La vida en el filo” (1986) pertenece a un dibujante de cómic anclado en líneas gráficas ya superadas. Palacios es un dibujante reputado, pero con trazos excesivamente progres. ¿No hubiese sido mejor una portada más actual? ¿Es que no te parece actual?

Ramoncín: En absoluto. Pues mira, es Antonio Hernández Palacios, un dibujante excepcional, excelente. Es como si a Picasso le hubiesen pedido que hiciera una portada. No sé, podría haberla hecho Javier de Juan, que es más moderno, pero la ha hecho Palacios porque es mi amigo y porque se me ha ocurrido que la hiciera él. Eso no tiene connotaciones al respecto de mi música.

S.C: Simplemente, lo asociaba. De todas formas, Picasso, como debes saber, supera décadas, estilos, generaciones, y mucho me temo que tu amigo Palacios no llegará tan lejos… Ya veremos…”.

El resto de la entrevista, aquí.

No me cae especialmente el verborreico Rey del Pollo Frito desde que dejó la música a un lado para meterse en mil y una batallas pero en esta entrevista al menos demuestra más conocimiento de cómic que el prepotente Carrillo.

Una de las canciones más conocidas del vallecano, “Como un Susurro”, del clásico “La Vida en el Filo”, para la que Ramoncín contó incluso con colaboraciones tan glamourosas como Brian May, 

jueves, 7 de junio de 2012

“Miedo Encarnado”, de Matt Fraction, Stuart Immonen y otros.



Más largo que un parto se me ha hecho seguir el penúltimo megaevento marvelita publicado por Panini en siete números más un prólogo a modo de número cero, "Fear itself" o“Miedo Encarnado”. Una saga  que supone el relevo de Brian Michael Bendis, encargado habitual en estos menesteres en los últimos años, que le cece los trastos a un Matt Fraction decepcionante. Y es que “Miedo Encarnado” me ha parecido de lo peorcito que he leído en mucho tiempo dentro del género de superhéroes y Fraction –casi- ha logrado el imposible de añorar a Bendis.




Por si hay algún despistado, diremos que “Miedo Encarnado” nos cuenta como el hermano mayor de Odín es liberado de su prisión eterna haciendo que el padre de los dioses nórdicos obligue a los asgardianos a retirarse  y  dejando a los terrestres abandonados a su suerte. Skagi, el hermano de Odín, cuenta con una serie de servidores a los que ha surtido de armas místicas para provocar el miedo y la destrucción de las que se nutre. Abandonados ante la destrucción, los superhéroes harán frente a la amenaza contando como único aliado asgardiano con Thor quién, según una antigua profecía, morirá peleando con Skagi.



Si en algún momento en los primeros números de la miniserie –sobre todo en el prólogo realizado por Brubaker- podía despertar algún interés  Fraction se encarga pronto de acabar con él mismo con un pobre planteamiento deslavazado y anticlimático que  provoca que la supuesta épica que ha de impregnar la historia resulte grandilocuente, hueca y aburrida. Y es que, aparte, en “Miedo Encarnado” no se puede encontrar ningún concepto que con mayor fortuna no haya sido ya desarrollado anteriormente por otros guionistas de La Casa de las Ideas limitándose Fraction a reiterarlo de una manera tan exagerada, esquemática y burda que raya en ocasiones el ridículo.

En el aspecto gráfico, a pesar de contar con un dibujante de la talla del canadiense Stuart Immonen, la cosa tampoco va mucho más allá. Immonen plasma algunas ilustraciones realmente espectaculares pero se olvida –o le obligan a olvidarse- que narrar en cómic es algo más que hacer un storyboard por muy bonito que sea su acabado y empobrece la narración hasta la simplicidad más pueril reducida la narración a una mera sucesión de viñetas deslavazadas e inconexas.



En fin, “Miedo Encarnado” es uno de los peores megaeventos superheroico que he leído en mi vida y sin duda el peor protagonizado por los superhéroes Marvel. Lo mejor es que deja abierta la puerta a la esperanza sobre los futuros porque peor difícilmente se podrá hacer.

miércoles, 6 de junio de 2012

“Los Borgia”, de Jodorowsky y Manara.



 Norma Editorial acaba de publicar en una correcta edición integral los cuatro álbumes que componen la serie “Los Borgia” que ya había editado previamente por separado, como ya hiciera previamente con otras series como Bouncer”. No voy a criticar yo estas ediciones que ofrecen a un precio más económico pero a un tamaño algo más reducido tebeos más que interesantes siempre y cuando la editorial mantenga en el mercado las dos ediciones, aun cuando reconozca que para los  fieles compradores habituales de BD que siguen las colecciones álbum a álbum poca gracia les habrá hecho ver este material de nuevo publicado tan pronto.


En “Los Borgia” se unen quizás a dos de los autores más excesivos, geniales y obsesivos del panorama del cómic europeo, el chileno Alejandro Jodorowsky y el italiano Milo Manara, en un proyecto ideal para sus personalidades, el auge y decadencia de la familia Borgia, la influyente dinastía de papas y militares que dominaron la explosiva Italia renacentista de los siglos XV y XVI.
Jodorowsky aprovecha la leyenda negra en torno a los hechos históricos protagonizados por los Borgia para dar rienda suelta a sus excesos histriónicos encontrando en Milo Manara la caja de resonancia ideal, exigiendo del italiano un plus de esfuerzo mayor al que nos venía acostumbrando otros trabajos. Uno se imagina a ambos pasándoselo pipa imaginando secuencias a cuál más bestia, protagonizadas por los Rodrigo, César o Lucrecia y dejando que los hechos históricos sirvan únicamente de hilazón para concatenar unas secuencias con otras sin profundizar demasiado en la personalidad de los personajes que aparecen en la historia. Con todo, y si se acepta  el juego en los términos de los autores, “Los Borgia” es una serie muy entretenida en la que un soberbio Manara aprovecha el oficio de un teatral Jodorowsky para dar lo mejor de sí dotando de unos extraordinarios fondos medievales y renacentistas a sus magistrales fantasías eroticas.

En fin, “Los Borgia” es una gamberrada frívola un poco pasada de moda, tan talentosa como divertida,  más propia de la década de los ochenta que del siglo XXI en la que se sacrifica el rigor histórico en pos al fantaseo histórico y consiguiendo un difícil equilibrio entre dos artistas tan egocéntricos como brillantes. Eso sí, si algún profesor se lo quiere recomendar a algún adolescente historia no sé si aprenderá pero seguro que quedará más que satisfecho.

martes, 5 de junio de 2012

Cartel Oficial para la 2ª Edición de ESCOGE.

Una buena noticia dentro del panorama de los certámenes de comics es la consolidación del EScenario de CÖmic de GEtafe. Esta segunda edición, que tendrá lugar de 29 al 1 de Junio en el teatro Garcia Lorca de la localidad madrileña, cuenta con un bonito cartel obra del exquisito Enrique Jiménez Corominas.
Toda la información sobre ESCOGE, aquí.

lunes, 4 de junio de 2012

“Superman: La Caída de Camelot”, de Kurt Busiek, Carlos Pacheco y Jesús Merino.



  ECC Ediciones ha recopilado en un único tomo la corta etapa de mi admirado Kurt Busiek junto a los españoles Carlos Pacheco y Jesús Merino en la colección de “Superman”. Se trata de una etapa bastante entretenida en la que se introducen algunos elementos de los que tomó buena nota Morrison para su actual "Superman".

Esta  etapa se vertebró en torno a dos tramas distintas. Por un lado, el enfrentamiento de Superman con un nuevo villano, el Proyecto 17, que es un alienígena sometido desde su infancia a experimentos en una base militar soviética. Cuando se libera, el extraterrestre desarrolla superpoderes parecidos a los de Superman con los que pretende vengarse de la humanidad a la que culpa de sus desgracias buscando en Superman a un aliado en su cruzada. Por otro, la trama más ambiciosa gira en torno a la aparición del hechicero Arion de Atlantis en Metrópolis, quién a partir de una visión de un oscuro futuro prevé que la acción de Superman y el resto de superhéroes alienígenas que protegen la Tierra conllevará a la larga la destrucción de la Humanidad a manos del malvado Khyber. Arion pide a Superman que abandone su labor protectora poniendo al Hombre de Acero ante un problemático dilema.

Sin llegar al nivel de la magistral “Identidad Secreta”, Busiek vuelve a demostrar que Superman es un personaje que se le da especialmente bien en esta entretenida etapa con mucha más chicha de la que pueda esperarse en un principio ya que cualquier otro se hubiera limitado a hacerse un lado y dejar que un dibujante estrella como Carlos Pacheco campara por sus respetos reinterpretando la historia.

 Entendiendo a la perfección que Superman al ser invencible en el combate físico se vuelve especialmente interesante cuando se ahonda  en sus conflictos psicológicos, Busiek se mueve perfectamente entre los pliegues del personaje incorporando situaciones que le hacen cuestionarse constantemente su autoproclamada tarea de campeón de la humanidad. Por un lado, con la presencia de Proyecto 17, una especie de Frankenstein alienígena, reflejo deforme y trágico del kriptoniano, y, por otro, con la tesitura planteada por Arion, personaje mágico del rico panteon DC que Busiek, gracias a su conocimiento de los personajes de la Casa, revitalizó para plantear a Superman un interesante conflicto respecto a su rol como héroe.
A todo esto, Busiek plantea todas esas cuestiones de trasfondo dejando espacio para el lucimiento del tándem gráfico Pacheco/Merino quiénes realizan un trabajo espectacular no solo en su retrato del Hombre de Acero sino también de toda la galería de personajes secundarios que le acompañan. Inteligentemente, los gaditanos se alían con un guionista de la talla de Busiek, con el que ya habían colaborado anteriormente en “Arrowsmith”, logrando un estupendo equilibrio y complementariedad del que sale beneficiada la trama y da una mayor enjundia a su trabajo. Busiek es consciente de las capacidades del duo  Pacheco y Merino y les permite lucirse cambiando constantemente las localizaciones e introduciendo multitud de personajes invitados y enemigos exigiendo lo mejor del dibujante y el entintador.

En fin “La Caída de Camelot” fue una etapa intensa, divertida y lamentablemente demasiado corta en la reciente historia reciente de “Superman” vistas las ganas que le pusieron unos autores que introdujeron conceptos que podrían haber dado todavía más de sí y toda una lección de como revitalizar un personaje contentando a todo el mundo. Lástima que no haya cundido el ejemplo.

domingo, 3 de junio de 2012

De cuando a Lou Reed le gustó –demasiado- Nazario.


Ains  finales de los setenta y sus movidas…Época efervescentes de gran creatividad  de la que hoy en parte se sigue viviendo. Y también una época de grandes abusos.

 Resulta que allá por 1979 el omnipotente Lou Reed por entonces amo y señor de lo modernos con su The Velvet Underground le gustó la portada que para el que era por aquel entonces un fanzine españolito con pretensión de revista llamado “Rock Comics” hizo un tal Nazario Luque utilizando la hermosa ilustración por la cara para la portada de su disco doble “Take No Prisoners”.

La cosa quedó ahí porque entre otras cosas el disco en España se editó con una portada distinta y solo hasta años más tarde cuando se publicó el CD con la portada original Nazario no reclamó sus derechos en los tribunales.  Así, en el año 2000, y a pesar de las feas maniobras de los abogados de la discográfica, en el juicio se reconoció que la inspiración de Brent Bailer, el dibujante de la portada del disco, había sido la portada de Nazario, uno de los más brillantes dibujantes del underground español. Y si no lo creen, que se lo pregunten al señor Reed

A Nazario  le pagaron cuatro milloncejos de las antiguas pesetas, pero si en su momento le hubieran reconocido su trabajo probablemente hubiera cedido la imagen gratis.

Aunque Reed sea el malo de esta historia aquí os dejo una de sus clásicas canciones incluidas en el  disco para limar asperezas, “Sweet Jane”.


viernes, 1 de junio de 2012

“Criminal 6: El último de los inocentes”, de Ed Brubaker y Sean Phillips.


Llevaba denunciando en las últimas entradas dedicadas a “Criminal”, la serie hard boiled realizada por Ed Brubaker y Sean Phillips, un preocupante acomodamiento que hacia la serie predecible y sin chispa. No es que las nuevas historias hilvanadas por Bru y dibujadas con primor por Phillips adolecieran de graves defectos, al contrario eran canónicas en su ortodoxa traslación de las convenciones del género, pero sí habían perdido  la frescura y la expectación que las primeras  ofrecieron. Y, con este panorama desalentador,  llegamos a la sexta entrega de la serie que acaba de publicar Panini, "El último de los inocentes", sorprendiéndonos los autores con la que es la mejor historia de la serie, no solo por su excelente guión sino por su atrevimiento a la hora de aportar novedades gráficas que replantean las posibilidades del género en el medio homenajeando al mismo tiempo dversas publicaciones clásicas del cómic norteamericano.

El último de los inocentes” desarrolla un tema clásico dentro del género negro, el del marido que planea matar a su esposa, a través de la primorosa caracterización del protagonista Riley Richards, el aparentemente perfecto triunfador que tanto idealiza la sociedad norteamericana que, en realidad,  bajo su estudiada puesta en escena  esconde a un tipo siniestro y cerebral dispuesto a conseguir sus objetivos a cualquier precio. De este modo,  a pesar de casarse con la bella hija del hombre más rico de su pueblo en el pasado, el descontento Richards, de regreso a este a raíz de la enfermedad de su padre se reencontrará con sus antiguos amigos y rememorará su pasado ideando un astuto plan para acabar con su esposa sin perder su herencia.
Brubaker ha desarrollado en “El último de los inocentes” una absorbente historia de personajes oscuros y autocomplacientes aprovechando los flashbacks de los idealizados recuerdos del protagonista para ofrecer una visión ácida y descreída del edulcorado sueño de la juventud americana de los años sesenta. El guionista, como ya nos tiene acostumbrados en esta serie, demuestra su amplio conocimiento del género usando como inspiración más que evidente en ocasiones a James Ellroy y construye una trama sólida en la que se entrecruzan marginalmente algunos de los protagonistas de anteriores arcos que contentará a los lectores más conservadores.


Sin embargo, es en los detalles y en el acabado gráfico donde se nota la ambición del equipo creativo, que  ha dado un paso adelante homenajeando de manera más o menos evidente algunas de las principales publicaciones de cómics de los años sesenta. Por un lado, con la relectura del protagonista de un número de “Crime don’t pay”, la clásica publicación de género negro  que sirve de inspiración a sus planes y, por otro, con  la plasmación de los recuerdos idealizados de los protagonistas  imitando la estética naif de Bob Montana, padre gráfico de la revista "Archie", cómic  romántico sobre antonomasia protagonizado por una panda de chavales adolescentes, en un guiño a dos de las grandes corrientes temáticas de los comics books de los sesenta. Esa introducción de una nueva estética aporta al lector una mayor riqueza de matices aprovechando Phillips magistralmente las posibilidades únicas del medio a la hora de trasladar al lector más medios para entender la compleja psicología del personaje protagonista contrastando fuertemente el dibujo amable a imitación del de Montana de los recuerdos idealizados del protagonista tanto con la crudeza de los hechos narrados, impensables en la publicación original como con la sobriedad del estilo realista y expresionista habitual que Phillips utiliza para narrar la historia en el presente.



No creo que me equivoque mucho en considerar “El último de los inocentes” el mejor trabajo de Phillips y Brubaker hasta la fecha y todo un sopapo a aquellos que considerábamos que “Criminal” era una serie que empezaba a acusar cierto agotamiento, dando sus autores toda una lección de cómo renovar el interés de su propuesta manteniéndose absolutamente fieles a sus principios a través de uno de los mejores tebeos que he leído a lo largo del año y poniendo el listón muy alto para las próximas entregas. Habrá que ver si son capaces de superarse. Yo ya no lo dudo.

jueves, 31 de mayo de 2012

“El gran muerto”, de Règis Loisel, Djian y Vicent Mallié.


Planeta reactiva su línea de BD para presentarnos la última serie de Régis Loisel, una interesante aventura de fantasía y misterio de la que se han publicado tres álbumes en Francia y que en España han aparecidos recopilados en un único tomo.

Pauline viaja hasta la Bretaña francesa para recluirse en el campo a preparar un examen. Nada más llegar a su destino conoce a Erwan., un joven de la zona que tras ayudarla a arrancar el coche la invita a su casa. A partir de ese momento, los destinos de Erwan y Pauline se entrelazan ya que los jóvenes son trasladados a un extraño mundo paralelo en el que unos pocos días corresponden a varios años en nuestro mundo y en el que Erwan ha de renovar un extraño ritual para mantener la paz entre los distintos clanes. Sin embargo, algo pasa y cuando, pasados dos años, Erwan regresa al mundo normal descubre que todo parece ir irremediablemente mal en la Tierra e intentará encontrar a Pauline quién ha sido madre de una misteriosa niña que parece ser la llave de todos los misterios.

Régis Loisel se encarga junto a Djann, uno de sus colaboradores habituales, del guión de esta entretenida serie de  fantasía que va de menos a más captando el interés del lector ante el aluvión de misterios que rodean a los protagonistas. En el apartado gráfico, Loisel cede los lápices a Vicent Mallié, con quién ya colaboró en las últimas entregas de “La búsqueda del pájaro del tiempo”, quién realiza un gran trabajo con un dibujo adaptado a la perfección a las características de su maestro y que hubiera merecido una edición a mayor tamaño.

En definitiva, “El gran muerto” es una serie muy entretenida que cuenta como principal defecto el no haber concluido todavía en Francia con lo que deja al lector colgado en lo más emocionante sin desvelar ninguno de los misterios planteados y sin saber a ciencia cierta cuándo y cómo podrá hacerse con el resto de la serie. Teniendo en cuenta que Planeta ha publicado todo el material disponible, es de esperar que en un par de lustros podremos enterarnos de cómo prosiguen las aventuras de los protagonistas.