Concluye ECC Ediciones la publicación
de “Saucer County”, una interesante serie Vertigo ideada por el escritor Paul
Cornell y el dibujante Ryan Kelly en la que mezclan el thriller político con la
conspiración ufológica de cuya primera entrega ya escribí algo por aquí, con
“Revelaciones”, el segundo volumen que recoge los números 7 a 14 de la numeración norteamericana en el que lejos
de resolver las intrigas propuestas finaliza planteando otras nuevas.
La Gobernadora Alvarado prosigue su campaña electoral para convertirse en la
primera mujer hispana en la Casa Blanca y poder acceder así a los secretos que el Gobierno tiene sobre los
encuentros con alienígenas en los que espera hallar una respuesta al misterio
de la traumática abdución que sufrieron ella y su marido. Sin embargo, para ello, tendrá que convertirse
primero en la candidata demócrata a la Casa Blanca y ser capaz de disputarle el
puesto al carismático presidente republicano lidiando para lograrlo contra
atentados contra su vida y conspiraciones. Y es que aparentemente poderes
ocultos se han conjugado en torno a la candidata aunque no sé sabe muy bien si
para favorecerla en su objetivo o perjudicarla.
“Saucer Country” es una de
esas series arriesgas que por su temática y original enfoque que en los buenos
viejos tiempos de Jennette Khan seguramente habría encontrado mayor respaldo. Cornell parte de un planteamiento realmente interesante y se suma a autores
como Vaughan en su “Ex Machina” a la hora de abordar el despiadado mundo de la
política desde el cómic mezclando dos mundos tan dispares como el de la
política y el de la Ufología incorporando a lo largo de la serie todo el
folklore literario y cinematográfico que han acarreado los supuestos encuentros con extraterrestres en el siglo XX
(desde los hombrecitos verdes a los hombres de negro o el Área 51) con un enfoque inteligente que juega constantemente con la
ambigüedad en torno a la realidad o la fantasía de los hechos a los que se
enfrentan unos personajes principales que destacan por su inteligencia y pragmatismo enfrentados a unos supuestos “poderes” que pretenden evitar que conozcan la verdad oculta, un poco en la
estela de series de culto como “Expediente X”.
De este modo, Cornell experimenta deliberadamente con la
percepción alterada de unos personajes sugestionados sin que el lector sepa
ciertamente si lo descrito es fruto de su desvarío o efectivamente se trata de
la realidad, con lo que en numerosas ocasiones la trama acaba deviniendo errática
y confusa, aunque finalmente el guionista acabe cerrando la historia mediante un socorrido final abierto que permitiría la continuación de la serie en un hipotético
nuevo volumen.
En el aspecto gráfico,
brilla, especialmente como portadista, un Ryan Kelly que muestra su excelente
habilidad como narrador y su capacidad para desarrollar historias de corte
realista, aunque en esta ocasión el tratamiento a color no sea el más adecuado
y deje la sensación que esta historia en blanco y negro tendría un mayor
impacto visual. En un par de entregas, Kelly es suplido por David Lapham, Mirko
Kolack y Andrea Mutti sin que se note demasiado su ausencia.
En fin, “Saucer Country” es
una buena idea de partida que da lugar a una inteligente historia que quizás haya llegado, por su
temática y la situación actual de DC, con algunos años de retraso para ver desarrollado todo su potencial. Ojalá que en el futuro
Cornell y Kelly se animen a retomar la serie porque dejan al lector con ganas
de saber más sobre sus protagonistas que dejan en su mejor momento.
2 comentarios:
La series me está encantando. No he leído este segundo número entero aún, pero el camino recorrido ya bien ha valido la pena. Una pena que no la continúen. Y un poco inexplicable, la verdad. Me sumo a tu deseo de que ojalá en el futuro le den continuidad de nuevo.
David,
A mí también me ha gustado y me da la sensación que Cornell tenía muchas ideas que desarrollar que lamentablemente van a quedar en el tintero. En ese sentido, en este segundo volumen se nota cierta precipitación a la hora de cerrar las tramas. Una pena que las ventas no hayan acompañado lo suficiente.
Impacientes Saludos.
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