jueves, 8 de agosto de 2013

“Saucer Country: Revelaciones”, de Paul Cornell, Ryan Kelly, David Lapham, Mirko Colack y Andrea Mutti.




Concluye ECC Ediciones la publicación de “Saucer County”, una interesante serie Vertigo ideada por el escritor Paul Cornell y el dibujante Ryan Kelly en la que mezclan el thriller político con la conspiración ufológica de cuya primera entrega ya escribí algo por aquí, con “Revelaciones”, el segundo volumen que recoge los números 7 a 14 de la numeración norteamericana en el que lejos de resolver las intrigas propuestas finaliza planteando otras nuevas.

La Gobernadora Alvarado prosigue su campaña electoral para convertirse en la primera mujer hispana en la Casa Blanca y poder acceder así  a los secretos que el Gobierno tiene sobre los encuentros con alienígenas en los que espera hallar una respuesta al misterio de la traumática abdución que sufrieron ella y su marido.  Sin embargo, para ello, tendrá que convertirse primero en la candidata demócrata a la Casa Blanca y ser capaz de disputarle el puesto al carismático presidente republicano lidiando para lograrlo contra atentados contra su vida y conspiraciones. Y es que aparentemente poderes ocultos se han conjugado en torno a la candidata aunque no sé sabe muy bien si para favorecerla en su objetivo o perjudicarla.

Saucer Country” es una de esas series arriesgas que por su temática y original enfoque que en los buenos viejos tiempos de Jennette Khan seguramente habría encontrado mayor respaldo. Cornell parte de un planteamiento realmente interesante y se suma a autores como Vaughan en su “Ex Machina” a la hora de abordar el despiadado mundo de la política desde el cómic mezclando dos mundos tan dispares como el de la política y el de la Ufología incorporando a lo largo de la serie todo el folklore literario y cinematográfico que han acarreado los supuestos encuentros con extraterrestres en el siglo XX (desde los hombrecitos verdes a los hombres de negro o el Área 51) con un enfoque inteligente que juega constantemente con la ambigüedad en torno a la realidad o la fantasía de los hechos a los que se enfrentan unos personajes principales que destacan por su inteligencia y pragmatismo enfrentados a unos supuestos “poderes” que pretenden evitar que conozcan la verdad oculta, un poco en la estela de series de culto como “Expediente X”.

De este modo, Cornell experimenta deliberadamente con la percepción alterada de unos personajes sugestionados sin que el lector sepa ciertamente si lo descrito es fruto de su desvarío o efectivamente se trata de la realidad, con lo que en numerosas ocasiones la trama acaba deviniendo errática y confusa, aunque finalmente el guionista acabe cerrando la historia mediante un socorrido final abierto que permitiría la continuación de la serie en un hipotético nuevo volumen.

En el aspecto gráfico, brilla, especialmente como portadista, un Ryan Kelly que muestra su excelente habilidad como narrador y su capacidad para desarrollar historias de corte realista, aunque en esta ocasión el tratamiento a color no sea el más adecuado y deje la sensación que esta historia en blanco y negro tendría un mayor impacto visual. En un par de entregas, Kelly es suplido por David Lapham, Mirko Kolack y Andrea Mutti sin que se note demasiado su ausencia.

En fin, “Saucer Country” es una buena idea de partida que da lugar a una inteligente historia que quizás haya llegado, por su temática y la situación actual de DC, con algunos  años de retraso para ver desarrollado todo su potencial. Ojalá que en el futuro Cornell y Kelly se animen a retomar la serie porque dejan al lector con ganas de saber más sobre sus protagonistas que dejan en su mejor momento.

2 comentarios:

David. dijo...

La series me está encantando. No he leído este segundo número entero aún, pero el camino recorrido ya bien ha valido la pena. Una pena que no la continúen. Y un poco inexplicable, la verdad. Me sumo a tu deseo de que ojalá en el futuro le den continuidad de nuevo.

PAblo dijo...

David,

A mí también me ha gustado y me da la sensación que Cornell tenía muchas ideas que desarrollar que lamentablemente van a quedar en el tintero. En ese sentido, en este segundo volumen se nota cierta precipitación a la hora de cerrar las tramas. Una pena que las ventas no hayan acompañado lo suficiente.

Impacientes Saludos.