Siguiendo con el análisis de
las distintas obras que ha dejado la línea “Antes de Watchmen”, editada en
España por ECC, le toca el turno a la miniserie de cuatro números protagonizada
por Espectro de Seda, guionizada por el canadiense Darwyn Cooke y dibujada por
Amanda Conner quienes logran la obra más fresca y original de toda la línea sin
necesidad de subvertir las premisas ni las ideas sobre el personaje ideadas por
Moore y Gibbons en la obra original.
Estamos en la década de los
sesenta y la joven Laurie Júpiter vive aislada bajo la férrea vigilancia de su
madre, la Espectro de
Seda original que la prepara para tomar su relevo superheroico. Cuando la
ingenua conoce al joven Greg surge el amor y juntos escaparán a la efervescente
San Francisco que el movimiento Hippy ha convertido en su capital. En Frisco, Sally conocerá el amor libre, la
psicodelia y las drogas al tiempo que madurará como persona e iniciará su
carrera como superheroina enfrentada con los poderes fácticos que pretenden
subvertir y aprovecharse de la Revolución Contracultural.
Muchas veces se ha puesto en
duda la habilidad como guionista de Cooke destacando su brillantez gráfica de
su obra y lmitándolo como escritor a considerarlo un excelente revisionista aunque escaso de
originalidad. Sin embargo, en esta miniserie Cooke opta por el riesgo de
alejarse del guión prestablecido y los canones fijados por Moore para rellenar al origen de Espectro de Seda y construir una historia muy diferente en tono
y estilo a "Watchmen" centrada en los inicios de la carrera superheroica de la protagonista que acaba
convirtiéndose en un homenaje a la revolucionaria década de los sesenta.
Alejándose
del tono sombrío, pesimista y
crepuscular de “Watchmen”, Cooke ofrece una obra optimista en la que el power
pop, la luz y el optimismo se muestran usando como vehículo a una Espectro de
Seda encantadoramente joven y rebelde
alejada del personaje secundario, amargado y marginal expuesto por Moore y
Gibbons.
A pesar de ello, Cooke se cuida muy mucho de contradecir en su descripción de los personajes a las ideas plasmadas en “Watchmen” al tiempo que construye una entretenida y delirante trama pop plagada de homenajes y referencias a la década que van desde los Beatles, Sinatra o Jim Morrison a la generación Beat.
A pesar de ello, Cooke se cuida muy mucho de contradecir en su descripción de los personajes a las ideas plasmadas en “Watchmen” al tiempo que construye una entretenida y delirante trama pop plagada de homenajes y referencias a la década que van desde los Beatles, Sinatra o Jim Morrison a la generación Beat.
Si la trama ideada por Cooke
resulta fresca e inteligente, su efectividad se multiplica gracias al magnífico
trabajo gráfico realizado por una Amanda Conner con la que logra una magnífica
compenetración. Conner, con un estilo gráfico alegre, colorido y ecléctico que se referencia en autores tan variados que
van de Bob Montana hasta Joe Kubert, ha consolidado un estilo propio al que
además incorpora en esta obra detalles de otros dibujantes que han tratado el
tema de psicodelia y la cultura pop en su obra como Michael Allred en su
rompedor “Red Rocket 7” o el mismo Kevin O’Neill quién ya se acercó a este
período en “La Liga de los Caballeros Extraordinarios 1969” (con lo que
la referencia a la obra de Moore sería por partida doble).
Conner incorpora con bastante arte toda esta
imaginería a la exigente composición de nueve viñetas de páginas que es uno de
los santos y seña de la serie original al tiempo que da una vuelta de tuerca a
la obra plagándola de referencias culturales – de la Furgoneta Misteriosa de
Scooby Doo al "Grito" de Munch- más o menos evidentes y usando de la versatilidad
y plasticidad de su estilo y la variedad
de sus recursos gráficos para reflejar con habilidad los cambios de ánimo y
sentimientos de su protagonista localizada en una alocada e ingenua pero fascinante interpretación de la efervescencia cultural de la San Francisco de los sesenta junto a las pelís clásicas de 007, la Blaxploitation y la serie telefvisiva de Batman de Adam West .
En fin, “Antes de Watchmen:
Espectro de Seda” seguramente ha sido la gran tapada de la línea. La obra qué
mejor ha sabido interpretar la originalidad y el riesgo intrínseco a “Watchmen”en los ochenta para a partir de su materia
prima ofrecer una obra ambiciosa, inteligente y deliciosamente entretenida
gracias a una sencilla pero eficaz trama ideada por Cooke y el desparpajo y
virtuosismo gráfico demostrado por Conner. Si tuviese que destacar una obra
sobre el resto de todas las que conforman la línea elegiría esta.
2 comentarios:
Yo también, coincido plenamente. Espectro de Seda era un Watchmen un personaje más de reacción que de acción, y verla en esta etapa es una delicia. Darwyn Cooke me ha gustado mucho en Antes de Watchmen, como te dije también con Minutemen, pero aquí se sale. Y Amanda Conner... Puf, un trabajo sencillamente delicioso. Tenía miedo de que se fotocopiara a sí misma desde Power Girl, pero cada vez me gusta más su estilo.
Juan,
El enfoque que da Cooke al personaje es completamente distinto al que le dio Moore y no por ello lo tergiversa ni "estropea". Más bien, todo lo contrario, lo enriquece y humaniza.
La Conner es muy muy buena.
Impacientes Saludos.
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