martes, 22 de enero de 2013

“El invierno del mundo”, de Ken Follett.




Continua el prolífico Ken Follett con su repaso a la Historia del Siglo XX iniciado con La Caída de los Gigantes”, la primera novela de la serie “The Century”, de la que ya escribí por aquí, en la que embarca a sus personajes de lleno en la vorágine de la ascensión de los nazis al poder y la II Guerra Mundial.

Una nueva generación de las cinco familias que ya protagonizaran “La Caída de los Gigantes” toma el relevo de sus mayores para ser protagonistas y testigos desde los diversos bandos los cambios producidos en el mundo occidental desde el inicio de la década de los treinta hasta los inicios de la Guerra Fría, viviendo el alzamiento del nazismo y la II Guerra Mundial, la Guerra Fría y el inicio de la Carrera Armamentística entre los dos bandos.

Tengo que reconocer que esta segunda entrega de “The Century” me ha gustado algo más que la primera debido en buena parte al marco histórico incomparable que ya había demostrado conocer el escritor galés tan bien en sus novelas de espionaje aun cuando evidentemente sus protagonistas acusen la rigidez artificiosa y estereotipada de los personajes inmaculados y sus sencillas tramas resulten predecibles y escasamente originales. A pesar de ello, hay que reconocer el mérito de Follett de volver a conseguir mantener el interés a lo largo de sus casi mil páginas en las diferentes tramas familiares que desarrolla entremezcladas con los acontecimientos históricos universales haciendo estos accesibles y atractivos  a un público muy amplio y variopinto para el que está pensado hasta el último detalle de la novela.

A pesar de ello, resulta un poco amargo la ausencia de un posicionamiento más crítico en torno a los hechos narrados por parte de un autor que ha intentado obviar cualquier tipo de posicionamiento ideológico propio en sus personajes manteniendo una rígida neutralidad sobre los hechos presentados lo que acaba restando aun más credibilidad a las tramas ideadas protagonizadas por unos personajes idealistas e idealizados que se sitúan por encima del común de los mortales.

A pesar que me ha gustado más que la anterior,  me temo que “El invierno del mundo” confirma mi sospecha inicial que “The Century” está más cerca de convertirse en la versión literaria de  Cuéntame” que en unos nuevos “Episodios Nacionales”. Debe ser consecuencia del signo de los tiempos.

10 comentarios:

dennel dijo...

Yo voy a hacer un doble feo, generalizar y no hablar de la obra del post, aunque si lo llamamos reflexión lo mismo alguien hasta me aplaude. Llevamos ya muchos años en los que la gente compra libros al peso, ve que un libro de 300 páginas vale 16 euros y uno de 800p 21€, y ese ratio páginas/euro suele ser decisivo. Así pasa, libros de narracion monótona, repleots de cosas que apenas aportan nada, amontonando personajes que no le importan a nadie, colándote toda la documentación como si fuera novela... algunos directamente se pasan medio libro a diálogos, que ocupan más papel. Normal que haya trilogías de ladrillos, o pentalogías o lo que haga falta.

Sinceramente, así es muy difícil encontrarse una buena narración por muy buen escritor que uno sea. Y el lector vive una situación doblemente paradójica: 1. al ser más largos los peores, se joden más; y 2. Quien solo lee ladrillos no puede comparar con libros... llamémosles honestos.

También hay libros "cortos" malos y quien alarga un relato a novela, faltaría más, pero estos no son premiados con ventas convirtiéndose así en un mal endémico

Ojalá la kindelización, el mero hecho de no notar tan fácilmente que el tocho pesa más del doble, minimice esta lacra.

PAblo dijo...

Dennel,

Hombre, es que los libros al peso se suelen llamar best sellers y tienen su público.

Como todo, hay diversos ámbitos en lo literario y no conviene mezclarlos.

La calidad no tiene nada que ver con el número de páginas aunque sí que es preocupante que se imponga por marketing un número de páginas mínimo para poder publicar.

Impacientes Saludos.

Anónimo dijo...

Pues a mí me ha parecido un buen libro. Para gustos están los colores desde luego! Yo voy a intentar conseguir una versión firmada por Ken Follet, que las sortean la semana que viene en el twitter de Vips! https://www.facebook.com/vips#!/photo.php?fbid=475463212509764&set=a.168633316526090.41220.166849216704

J.M.

PAblo dijo...

Anónimo,

en su género y con sus limitaciones cumple.

Impacientes Saludos.

Anónimo dijo...

Que no se posiciona? Esa es la maravilla del libro. Que expone las Posturas políticas de la época, posiciona a sus personajes (socialdemócratas, comunistas, nazis, republicanos, demócratas...) y deja que sea el lector quien finalmente juzgue! Ojalá hubiera más autores (y periódicos) que te dieran esa libertad.

PAblo dijo...

Anónimo,

Exacto. Follett se preocupa tanto en intentar mantener la neutralidad de su propio posicionamiento para que sea cada lector el que tome partido por el de los personajes que finalmente acaba resultando una novela muy fria y cerebral. Pero, bueno, esto es una cuestión de gustos... Supongo que también puede considerarse una cualidad.

Impacientes Saludos.

Anónimo dijo...

Para mí fue dececionante, podría se mi imaginación pero sí se percibe su posición porque habla mucho de las cosas malas de los nazis, pero casi no se menciona las consecuencias de la bomba que arrojaron los estadounidenses. Ya sé que ninguno de sus personajes es japonés para contar también los horrores que ellos vivieron como los que vivieron los alemanes que no simpatizaban con las nazis, pero parece más entusiasmado en ignorarlo.

PAblo dijo...

Anónimo,

A mí tampoco me entusiasmó.

Impacientes Saludos.

PAblo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
PAblo dijo...
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