No deja de ser interesante
que un autor que goza de una consolidada trayectoria con cinco obras publicadas que han obstenido el aplauso de la crítica y el público, aparte de algún que otro premio, como
el valenciano Esteban Hernández siga apostando por la autoedición en un
formato, el fanzine, que por mucho que se empeñen en extinguir sigue siendo
ideal para que los jóvenes autores vayan curtiéndose y aprendiendo el oficio
antes de lanzarse sin red a la publicación de novelas gráficas y que los más
veteranos experimenten y prueben nuevas vías en un producto ideal para ello sin la obligación de contentar a un público siempre pendiente. De
este modo, el fanzine que Hernández se autoedita, “Usted” –del que ya escribí
por aquí- llega a su respetable séptimo
número mostrando un excelente estado de forma
(de hecho recibió el premio al mejor fanzine en el 30ª Salón de Barcelona).
Tras la elegante y
enigmática portada de este séptimo número, Hernández recopila un conjunto
variopinto de historias propias realizadas en los últimos años en las que sigue
explorando algunas de las obsesiones que ya han aparecido en obras más extensas
como “Suéter”, “¡Pintor!” o “El Duelo”. Temas como el absurdo cotidiano, la
muerte, la locura o el paso del tiempo siempre filtrados a través de su
sensible y personalísimo punto de vista que culmina en historias en las que, en algunas de ellas, el autor abre ventanas a su propio mundo
personal al lector, interpelándole incluso directamente con preguntas abiertas
en un intento de ubicarse a sí mismo como autor a través de la comunicación y el (re)conocimiento de sus
lectores (una llamada de atención que ya aparece inserta en el propio título del fanzine).
Entre estas historias, entre
las que destaca para mi gusto la estupenda “Ciprés”, Hernández experimenta con
estilos de dibujo, sin perder su personalidad, y géneros y tratamientos
atreviéndose incluso con el humor naif en la serie “Mik i Kim” mostrándose como
un autor inquieto a la búsqueda de ampliar sus recursos gráficos para
seguramente sacarles partido en su obra posterior.
En definitiva, el séptimo
número de “Usted” a pesar de su humilde, pero elegante, envoltorio esconde
auténticas joyitas a un precio ridículo por el
que merece la pena correr el riesgo de probar. Ustedes sabrán lo que hacen que yo ya se lo he contado.
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