El segundo TPB publicado por Planeta de la etapa de Milligan en la serie “Hellblazer” en el que se incluyen los números 256 al 260 de la edición norteamericana supone la incorporación a la serie del británico Simon Bisley como portadista oficial y dibujante de la serie alternando con Giuseppe Camuncoli.
En esta nueva entrega, John Constantine realiza una doble pirueta mortal para recuperar el amor de su querida Phoebe encargando una poción amorosa a Epiphany, una joven alquimista. Mientras tanto, Constantine se ha vuelto adicto a los efectos sedantes de la pieles de Julian, la hechicera babilónica. Para escapar de su influencia nada mejor que lograr que Julian se enamore de él…Sin embargo, ese nuevo truco de Constantine tendrá fatales consecuencias para la dulce Phoebe.
Milligan confirma en esta segunda entrega que le tenía ganas a "Hellblazer" y construye una trama de culpa y malos entendidos dejando en un segundo plano la crítica a la sociedad británica que aparecía más patente en la anterior entrega, reducida a la alusión a los malos tratos a alumnos y profesores en los colegios. La historia principal se centra con maestría en desarrollar el carácter fatalista de Constantine y mostrar una vez más como sus decisiones y juegos en el sútil equilibrio entre el bien y el mal tienen fatales consecuencias para los inocentes que le rodean. Por otro lado, gráficamente, la serie sorprende por el cambio casi traumático que supone la presencia de Camuncoli un narrador bastante correcto pero con un estilo moderno con ciertas reminiscencias cartoon del que muchos renegarán. Sin embargo, donde no hay discusión es en la labor de Bisley un dibujante sobresaliente que realiza un magnífico trabajo en el episodio titulado “The Cottage” ofreciendo una visión personal y renovada del hechicero de la gabardina.
En definitiva, “Hellblazer” de Milligan está resultando una lectura de lo más entretenida con un guionista que ofrece nuevas propuestas sintetizándo fórmulas con las que otros hicieron grande al personaje. No es poca cosa.
En esta nueva entrega, John Constantine realiza una doble pirueta mortal para recuperar el amor de su querida Phoebe encargando una poción amorosa a Epiphany, una joven alquimista. Mientras tanto, Constantine se ha vuelto adicto a los efectos sedantes de la pieles de Julian, la hechicera babilónica. Para escapar de su influencia nada mejor que lograr que Julian se enamore de él…Sin embargo, ese nuevo truco de Constantine tendrá fatales consecuencias para la dulce Phoebe.
Milligan confirma en esta segunda entrega que le tenía ganas a "Hellblazer" y construye una trama de culpa y malos entendidos dejando en un segundo plano la crítica a la sociedad británica que aparecía más patente en la anterior entrega, reducida a la alusión a los malos tratos a alumnos y profesores en los colegios. La historia principal se centra con maestría en desarrollar el carácter fatalista de Constantine y mostrar una vez más como sus decisiones y juegos en el sútil equilibrio entre el bien y el mal tienen fatales consecuencias para los inocentes que le rodean. Por otro lado, gráficamente, la serie sorprende por el cambio casi traumático que supone la presencia de Camuncoli un narrador bastante correcto pero con un estilo moderno con ciertas reminiscencias cartoon del que muchos renegarán. Sin embargo, donde no hay discusión es en la labor de Bisley un dibujante sobresaliente que realiza un magnífico trabajo en el episodio titulado “The Cottage” ofreciendo una visión personal y renovada del hechicero de la gabardina.
En definitiva, “Hellblazer” de Milligan está resultando una lectura de lo más entretenida con un guionista que ofrece nuevas propuestas sintetizándo fórmulas con las que otros hicieron grande al personaje. No es poca cosa.
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