He disfrutado como un enano reencontrándome durante el veraneo con las aventuras de “Epicuro, el Sabio” que en su momento publicara de modo incompleto Zinco y que con buen ojo ha sabido recuperar Norma Editorial en un cuidado volumen. Quizás este “Epicuro”- junto a “Gregory” de Mark Hempell o “Yo odio Saturno”, de Kyle Baker- sean las obras más representativas de aquel experimento editorial que a finales de los ochenta intentó DC de acercarse a un público adulto y alternativo llamado Pirannha Press y que con el tiempo acabaría cuajando en el sello Vertigo, mucho más comercial y mucho menos arriesgado.
“Epicuro, El Sabio” está basado libremente en la figura del filósofo griego del s. IV A.C Epicuro de Samos, el padre de la Escuela Hedonista. Sin embargo, lejos de acercarse al mero tratamiento árido y academicista de las enseñanzas del filósofo, Messner-Loebs lo convierte en el presentador con el que mostrarnos los entresijos de la cultura clásica griega acercándonos a una Atenas imaginada en la que conviven dioses y hombres así como filósofos de distintas escuelas no necesariamente coetáneas en el tiempo ni el lugar.
“Epicuro, El Sabio” está basado libremente en la figura del filósofo griego del s. IV A.C Epicuro de Samos, el padre de la Escuela Hedonista. Sin embargo, lejos de acercarse al mero tratamiento árido y academicista de las enseñanzas del filósofo, Messner-Loebs lo convierte en el presentador con el que mostrarnos los entresijos de la cultura clásica griega acercándonos a una Atenas imaginada en la que conviven dioses y hombres así como filósofos de distintas escuelas no necesariamente coetáneas en el tiempo ni el lugar.
Messner-Loebs pergeña historias humorísticas pero no exentas de conocimiento ni documentación sobre mitología o filosofía en las que Epicuro acompañado de sus inseparable amigo Platón (sí, el filósofo) y el púpilo de este, un niño indómito llamado Alex que con el tiempo se convertirá en Alejandro Magno, resuelve todo tipo de entuertos generalmente provocados por los dioses y en el que tienen especial peso específico los personajes femeninos. De este modo, asistiremos a particulares versiones satíricas y originales pero, por otro lado, fieles y respetuosas, del mito del rapto de Perséfone, los distintos devaneos amorosos de Zeus o la crónica de la Guerra de Troya.
Es evidente que los acertados guiones de Messner-Loebs no destacarían como lo hacen sin la brillantísima labor de Sam Kieth, un dibujante con unas dotes para el dibujo caricaturesco y la narración gráfica extraordinarias. Kieth recrea perfectamente esa Atenas imaginada caracterizando de un modo sorprendentemente acertado a los numerosos personajes que pueblan las páginas de estas historias al tiempo que potencia los distintos gags que las salpican constantemente no sólo a través de la deformación de los rasgos de los personajes sino también con singulares perspectivas y curiosas y acertadas soluciones compositivas que convierten cada página en un espectáculo visual. Kieth parte de referencias de grandes del dibujo caricaturesco norteamericano como Wally Wood o Sergio Aragonés pero logra un estilo dinámico, personal y fácilmente reconocible que en las historias de “Epicuro” se acerca más a grandes del cómic europeo como Franquin y, sobre todo, Albert Uderzo y René Goscinny siendo quizás “Asterix” la principal referencia de Kieth y Messner-Loebs para su “Epicuro, el Sabio”.
“Epicuro, el Sabio” es un estupendo y entretenido tebeo que resiste perfectamente el paso del tiempo demostrando una vez más que la Filosofía – varios años antes que el famoso “El Mundo de Sofia”- no ha de ser necesariamente aburrida si se le da el enfoque adecuado. Una lástima que el equipo formado por Kieth y Messner-Loebs no le dieran más continuidad a la serie.
Es evidente que los acertados guiones de Messner-Loebs no destacarían como lo hacen sin la brillantísima labor de Sam Kieth, un dibujante con unas dotes para el dibujo caricaturesco y la narración gráfica extraordinarias. Kieth recrea perfectamente esa Atenas imaginada caracterizando de un modo sorprendentemente acertado a los numerosos personajes que pueblan las páginas de estas historias al tiempo que potencia los distintos gags que las salpican constantemente no sólo a través de la deformación de los rasgos de los personajes sino también con singulares perspectivas y curiosas y acertadas soluciones compositivas que convierten cada página en un espectáculo visual. Kieth parte de referencias de grandes del dibujo caricaturesco norteamericano como Wally Wood o Sergio Aragonés pero logra un estilo dinámico, personal y fácilmente reconocible que en las historias de “Epicuro” se acerca más a grandes del cómic europeo como Franquin y, sobre todo, Albert Uderzo y René Goscinny siendo quizás “Asterix” la principal referencia de Kieth y Messner-Loebs para su “Epicuro, el Sabio”.
“Epicuro, el Sabio” es un estupendo y entretenido tebeo que resiste perfectamente el paso del tiempo demostrando una vez más que la Filosofía – varios años antes que el famoso “El Mundo de Sofia”- no ha de ser necesariamente aburrida si se le da el enfoque adecuado. Una lástima que el equipo formado por Kieth y Messner-Loebs no le dieran más continuidad a la serie.
4 comentarios:
Uno de mis tebeos favoritos, una pena que no saliesen mas. Yo tengo los dos tomos de Zinco, mas una historieta suelta que apareció no se bien donde, y que no se donde esta, pero debió ser en algún material de Zinco de la época (creo que es una con Homero pescando). Que material nuevo hay en este?
Otra vez coincidio contigo. Es un gran cómic, mejor la primera parte, muy gracioso y muy erudito. Sólo que a mi el cómic me parece muy caro. Lo comprendo porque no es popular pero no puedo con ese precio.
Yo lo leí en su momento con Zinco (y me gustó). Y valoro a Messner Loebs por sus guiones en el Jonny Quest de Comico (no he leído su Wonder Woman). A ver si puedo pillarlo algún día.
Un saludo.
Robur,
LA última historia larga titulada "Los chicos de Helena".
Lord_Pengallan,
Pues sí, tienes razón. La edición es bastante buena y el material merece la pena. Que yo sepa, la primera edición se agotó y la editorial ha sacado al menos una segunda con lo que imagino que estará dando beneficios... Quizás ajustando algo más el precio podrían haber encontrado más compradores...Te sugiero que esperes a algún aniversario para que algún buen samaritano te lo regale.
David,
Yo tampoco he leído más de Messner-Loebs que esta serie aunque tengo curiosidad por su obra superheroica -Wonder Woman, Dr. Fate- sobre la que he leído cosas buenas.
Impacientes Saludos.
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