viernes, 28 de mayo de 2010

Retractilado y cómics,una mala combinación.

Ya comenté por aquí lo que pensaba sobre las pegatinas en los cómics, pero hay algo que todavía me fastidia más. Una medida ridícula y papanatas que me hace pensar que los que la decidieron nunca fueron aficionados antes que avezados profesionales: el retractilado.

No hay cosa más tonta que un tebeo retractilado (un libro también, pero estos cada vez son menos). Llegas a la librería pensando en ojear alguna novedad antes de decidirte a adquirirla y encuentras los ejemplares apilados unos encima de otros convenientemente envueltos en su funda de plástico. Supongo que la idea no es otra que la protección del producto y crear la sensación en el potencial cliente que está accediendo a un material exclusivo y de calidad máxima al que se ha de acceder únicamente previo paso por caja, pero en muchas ocasiones he llegado a pensar que la razón última es evitar que se pueda comprobar lo malo que es lo publicado y ya tienen asumido que pasará una larga temporada almacenado antes de saldarlo. Los veteranos libreros, frente a esta patochada del retractilado, suelen curarse en salud y tener abierto al menos un ejemplar para que podamos echarle un ojo a la obra y decidir cada uno si le merece o no la pena antes de pagar por adelantado.

Sin embargo, ¿es suficiente con esta medida basada en el pragmatismo del librero que ha comprobado que los tebeos cerrados se venden peor? Yo creo que no. Más de una vez me ha ocurrido que tras mirar el tebeo abierto me he llevado un ejemplar cerrado a casa para descubrir con el consiguiente cabreo que estaba plagado de páginas pegadas o guillotinadas con lo que he tenido que hacer un nuevo viaje a la tienda a cambiarlo. Y si uno por vergüenza, acumulación o dejadez deja pasar los días sin abrir el tebeo y luego se lo encuentra en pésimas condiciones seguramente se tendrá que aguantar con el ejemplar tarado si ha pasado el plazo que señala el ticket, sobre todo, si lo compró en una de esas grandes superficies donde ahora se venden las novelas gráficas.
Los tebeos retractilados son un absurdo y no benefician a nadie. Si los lectores y los libreros nos hemos dado cuenta, ¿cuánto tardarán los editores en tomar medidas? Ni idea, pero por si acaso mi consejo es que hagan como yo y no se lleven nunca un tebeo a casa que no hayan abierto antes en la librería... Salvo que les guste pasear, claro.

9 comentarios:

Nonchalant Debonair dijo...

Totalmente de acuerdo. Hace ya mucho que estoy harto de esta situación y he llegado a una conclusión definitiva. Libro que no puedo hojear, libro que no compro. Punto.

PAblo dijo...

Nemo,

Yo creo que respecto a los libros cada vez es menos habitual encontrarse con ediciones retractiladas pero, con todo, me parece una postura coherente la tuya. Espéremos que las editoriales de cómics tomen nota.

Impacientes Saludos.

Francisco J. Ortiz dijo...

Y a mí que, pese a que entiendo el riesgo y vuestra lógica postura, me gusta eso de saber que el cómic no está dañado de tanto sobeteo... Sobre todo si hablamos de tebeos de 15-20 euros para arriba, los más baratos me da más igual.

Para gustos los colores, como suele decirse.

Nonchalant Debonair dijo...

Cuando digo libro me refiero a cualquier tipo de libro. También a los de comics.

PAblo dijo...

Fran bienvenido,

Esto ya sabes que es una cuestión peronal pero a mí no me parece que el retractilado garantice comprarte un tebeo en perfectas condiciones.

Más bien, al contrario ya que en más de una ocasión me ha ocurrido el caso que menciono en la entrada de tener que volver a cambiar un ejemplar porque el que compré estaba en pésimo estado a pesar del plastificado.

En mi opinión, es mejor que podamos echarle un vistazo al tebeo. Lo que no quiere decir que deba manosearse como si fuera nuestro, claro.

Y cuánto más vayamos a pagar por él, más detenido ha de ser el vistazo. ;-D

Nemo,

Sí, ya he notado que no hacías distinción pero he preferido hacer la aclaración.

Impacientes Saludos.

Javier Mesón dijo...

Totalmente de acuerdo contigo Pablo, no me parece bien, que cómics o mangas vengan retractilados, si no veo el interior, no estoy dispuesto a pagar por un cómic que cuesta una pasta.

Alberich el Negro dijo...

Buenos días.
Pues yo prefiero que el libro esté bien cerradito, para evitar el inmisericorde manoseo al que es sometido en la tienda por obra y gracia de los clientes descuidados (que no son pocos). Sobre todo si compras, como yo hago, en establecimientos donde tienen la pésima costumbre de ponerle a cada ejemplar un mecanismo de control tan grande como cualquiera de las páginas del libro (vgr. en la FNAC). Con el retractilado, al menos, te ahorras esa rémora en forma de etiqueta electromagnética.
Por otro lado, tampoco cuesta demasiado ir a devolver el producto si está defectuoso, ¿no? Sobre todo si, como parece lógico, se acude con bastante regularidad a esa misma tienda...
Saludos.

padawan dijo...

Yo también sigo el principio que comentaron más arriba: si no puedo echar un vistazo al libro (o tebeo), no me lo compro. Qué menos que dejar un ejemplar sin plastiquito, para poder ver qué tiene por dentro, sobre todo tendiendo en cuenta que buena parte de la gente que lo va a comprar va a ser por cierto "fetichismo" lector, y a esa gente le gusta (h)ojear los libros antes de comprarlos.

Y respecto a que no cuesta tanto devolver un libro comprado en mal estado me parece otro paso atrás... los que siempre dan los lectores (o consumidores) respecto a las empresas descuidadas: no cuesta devolver el libro, no se nota una errata, se puede leer a pesar de estar mal traducido, etc. No es cuestión de que cueste o no cueste, si no que has pagado por un producto con ciertas condiciones y no han cumplido con ellas.

PAblo dijo...

JAvier bienvenido,

Me alegro que coincidamos.

Alberich el negro bienvenido,

Está claro que todas las opiniones son respetables y que cada uno comenta según su experiencia. Es cierto que en grandes superficies el maltrato a los cómics -y a los libros- es mayor porque se manosean más pero en este caso creo que los principales culpables son los que tratan los materiales que comercializan como si fueran patatas no al manoseo de los clientes (y mira que en un establecimiento como la FNAC se manosea).

Y es cierto, para los que somos aficionados y solemos visitar regularmente la libreria en la que compramos no es un gran perjuicio pero para la mayoría que no lo son si puede conllevar un quebradero de cabeza.

Completamente de acuerdo contigo respecto a lo de las pegatinas.

Padawan,

Tienes toda la razón. Estoy harto de las actuaciones de las compañías que requieren de una actuación suplementaria de los clientes para resolver sus incompetencias. Y es una práctica que, por desgracia, cada vez se extiende más en todos los ámbitos...

Impacientes Saludos.