En la primera historia, “Loneville”, el amnistiado Durango llega a la ciudad que da nombre al álbum y debe enfrentarse a una banda de desalmados que está sembrando el terror en la misma aprovechando el aislamiento del lugar. Durango se enfrentará a los forajidos y de paso descubrirá los motivos de su misterioso jefe para intentar acabar con todos los habitantes de la ciudad.
Los dos álbumes que completan el volumen conforman un nuevo arco argumenta,l aunque se puedan leer de manera independiente, y en ellos Swolfs añadea la solitaria figura de Durango una ambigua acompañante, la misteriosa Lucy. Si en "Une raison pour morir", Durango es víctima de los encantos de la dama que, conchabada, con un forajido se dedica a robar bancos y acabar con la vida de molestos maridos, en "L'or de Duncan" la ayudará a rehabilitarse encontrando el oro que su padre la ha dejado en herencia para lo que tendrán que sortear la a unos temibles forajidos que también lo ambicionan.
Probablemente, en líneas generales este arco no está tan bien resuelto como el de “Amos” y Swolfs demuestra que antes que guionista es dibujante fallando en la justificación de las reacciones de los personajes, especialmente de la amoral Lucy, aun cuando como en el resto de la serie, el autor se mantiene fiel a los patrones del Western crepuscular de los años setenta con lo que logra que la historia resulte entretenida y recomendable para los amantes del género aun cuanto abuse demasiado de los deus ex machina. En el aspecto gráfico, son dos de los mejores álbumes de la serie con impresionantes localizaciones en Las Rocosas y una caracterización de los personajes cuidada y carismática que no oculta las referencias cinematográficas usadas por el autor.
En definitiva, este tercer volumen de “Durango” ofrece más de lo mismo: buenas historias de género, entretenidas y bien narradas aun cuando pequen de escasa originalidad y un desarrollo un tanto repetitivo. Con todo, se trata de una serie muy recomendable para los aficionados del Western que espero Planeta se dé prisa en completar con los dos tomos que presumo faltan.
Más obras de Yves Swolfs en El lector impaciente:
No hay comentarios:
Publicar un comentario