Nos llega una terna de títulos de cómics europeos ambientados en el mundo antiguo que seguramente harán disfrutar a todos los aficionados al “peplum”. Continuaciones esperadas de series exitosas , como “Murena”, o sospechosas a las que dar una segunda oportunidad, como “Las Águilas del Imperio“, que ya iré comentando por aquí, pero hoy me gustaría destacar”El honor”, el primer álbum de la serie que ha abierto el fuego, “Por el imperio”, primorosamente editado por Diábolo Ediciones, que reúne el talento de Merwan Chabone y Bastien Vivés. Les cuento.
El capitán Glorim Cortis es un guerrero de élite del imperio. Vive por y para guerrear y ha convertido a su unidad en la más eficiente de todo el ejército y la encargada de realizar las misiones más arriesgadas. Es tal el éxito del capitán Cortis y sus hombres que el propio emperador les ha encargado la misión más compleja de todas, una misión que ampliará la gloria del imperio y la suya propia más allá del espacio y el tiempo: descubrir qué nuevos territorios conquistables se extienden más allá de los últimos límites conocidos del Imperio y realizar mapas e información al emperador. Cortis juntó a un grupo escogido de aguerridos soldados se aventurará a las tierras ignotas en pos de su destino y la gloria. Si quieren saber más, tendrán que leer el tebeo.
Vivés que hasta el momento se había dado a conocer con buenas críticas con una obra de marcado carácter autobiográfico como “El gusto del cloro” amplía en esta serie registros con una fórmula aparentemente más convencional pero que destaca por sus propuestas gráficas originales que convierten esta primera entrega en un tebeo destacable. A partir de un eficaz guión de Merwan, un guionista hasta ahora inédito en España, se construye una historia opresiva que recuerda en parte a mitos clásicos como el de la legión perdida explotado literariamente por autores como Manfredi o Kane y, en parte, a una película tan entretenida como fue “El guerrero nº 13”, aunque el desarrollo de Merwan quizás esté más cercana a las crónicas de conquistadores españoles como Lope de Aguirre. Merwan mantiene una estudiada ambigüedad sobre los datos históricos para evitar necesariamente la identificación de su imperio y su ejército con el romano, aunque resulte bastante obvia.
La historia está estructurada claramente en dos partes: en la primera, se introduce una narración paralela en la que se presenta lacónicamente a los principales personajes al tiempo que gráficamente se desarrolla el asedio de una ciudad de un modo que me ha recordado a un autor aparentemente tan alejado de Merwan y Vivés como Frank Miller y su “300” para, posteriormente, pasar a la trama principal en la que se cambia de registro y la historia se centra en la misión encomendada por el emperador al pequeño grupo de protagonistas que se van adentrando en un territorio hostil, recordado en el tratamiento de los personajes a autores de la Nouvelle BD como Blain o Sfar. La historia se interrumpe en un abrupto “continuará…” que promete que lo mejor está por llegar (¿cuándo el cómic francés abandonará el anticuado formato de 56 páginas para ofrecer historias unitarias que no obliguen esperar años para terminar una historia?), dejando al lector con la miel en los labios.
La hilazón de las partes que componen el álbum la proporciona un Vivés inspirado que consigue que el álbum entre por los ojos y nos demoremos en su hipnótico y personal dibujo, de apariencia sencilla a través del cuál va construyendo una atmósfera opresiva que sirve para dejar en el lector el poso de distintas impresiones: en la primera parte de la obra, del poderío sin límites del imperio y, en la segunda, de la ambigua extensión de terreno ignoto por el que avanza la expedición exploradora.
El capitán Glorim Cortis es un guerrero de élite del imperio. Vive por y para guerrear y ha convertido a su unidad en la más eficiente de todo el ejército y la encargada de realizar las misiones más arriesgadas. Es tal el éxito del capitán Cortis y sus hombres que el propio emperador les ha encargado la misión más compleja de todas, una misión que ampliará la gloria del imperio y la suya propia más allá del espacio y el tiempo: descubrir qué nuevos territorios conquistables se extienden más allá de los últimos límites conocidos del Imperio y realizar mapas e información al emperador. Cortis juntó a un grupo escogido de aguerridos soldados se aventurará a las tierras ignotas en pos de su destino y la gloria. Si quieren saber más, tendrán que leer el tebeo.
Vivés que hasta el momento se había dado a conocer con buenas críticas con una obra de marcado carácter autobiográfico como “El gusto del cloro” amplía en esta serie registros con una fórmula aparentemente más convencional pero que destaca por sus propuestas gráficas originales que convierten esta primera entrega en un tebeo destacable. A partir de un eficaz guión de Merwan, un guionista hasta ahora inédito en España, se construye una historia opresiva que recuerda en parte a mitos clásicos como el de la legión perdida explotado literariamente por autores como Manfredi o Kane y, en parte, a una película tan entretenida como fue “El guerrero nº 13”, aunque el desarrollo de Merwan quizás esté más cercana a las crónicas de conquistadores españoles como Lope de Aguirre. Merwan mantiene una estudiada ambigüedad sobre los datos históricos para evitar necesariamente la identificación de su imperio y su ejército con el romano, aunque resulte bastante obvia.
La historia está estructurada claramente en dos partes: en la primera, se introduce una narración paralela en la que se presenta lacónicamente a los principales personajes al tiempo que gráficamente se desarrolla el asedio de una ciudad de un modo que me ha recordado a un autor aparentemente tan alejado de Merwan y Vivés como Frank Miller y su “300” para, posteriormente, pasar a la trama principal en la que se cambia de registro y la historia se centra en la misión encomendada por el emperador al pequeño grupo de protagonistas que se van adentrando en un territorio hostil, recordado en el tratamiento de los personajes a autores de la Nouvelle BD como Blain o Sfar. La historia se interrumpe en un abrupto “continuará…” que promete que lo mejor está por llegar (¿cuándo el cómic francés abandonará el anticuado formato de 56 páginas para ofrecer historias unitarias que no obliguen esperar años para terminar una historia?), dejando al lector con la miel en los labios.
La hilazón de las partes que componen el álbum la proporciona un Vivés inspirado que consigue que el álbum entre por los ojos y nos demoremos en su hipnótico y personal dibujo, de apariencia sencilla a través del cuál va construyendo una atmósfera opresiva que sirve para dejar en el lector el poso de distintas impresiones: en la primera parte de la obra, del poderío sin límites del imperio y, en la segunda, de la ambigua extensión de terreno ignoto por el que avanza la expedición exploradora.
El dibujo de Vivés es de líneas simples y rectas, pero enormemente eficaz tanto a nivel narrativo como descriptivo, identificando perfectamente a los principales personajes de la historia en función a unos pocos rasgos definitorios y dosificando a través de una inteligente planificación de página el ritmo de una historia que ora avanza al ritmo impuesto por las lacónicas y eficaces cartelas de Merwan, ora se separa en una eficaz narración en paralelo. Punto y aparte merece el magnífico y original tratamiento del color (gracias también a la labor de la colorista Sandra Desmazieres) basado en un fuerte contraste de colores primarios y tonos oscuros y apagados con un matiz terroso que recuerda en muchas ocasiones al de la cerámica griega y refleja a la perfección la oscuridad de aquellos tiempos antiguos de guerras y conquistas.
En definitiva, “El honor” es un álbum notable que deja con ganas de más tanto por sus hallazgos gráficos como por lo correcto de la historia. Esperemos que los dos álbumes anunciados que completan la historia estén a la altura de esta primera parte. Impaciente los espero.
4 comentarios:
Tiene mu buena pinta tanto el dibujo como la historia, gracias por la reseña, saludos.
Coltra, bienvenido,
De nada. Si te lo lees ya nos cuentas tu opinión.
Impacientes Saludos.
El cómic es muy bueno pero sabe realmente a poco. El dibujo y el color es formidable, sobre todo la habilidad para destacar con pocas líneas los aspectos más relevantes de la escena.
Esperemos que no tarde mucho la 2ª y 3ª entrega.
Saludos
Tebeotopía,
Bienvenido (se me escapó en su momento contestar a tu comentario).
Sí, tienes toda la razón. Vivés es un dibujante a seguir.
Impacientes Saludos.
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