Aprovechando que Planeta está en pleno proceso de recuperación de las sagas “clásicas” del Hombre Murciélago que ya publicara hace años Zinco (estas recuperaciones están muy bien pero habiendo tanto material interesante sin publicar optar por este no me parece la mejor opción. ¿Ya nos hemos olvidado de esos “Archivos de Batman” donde iban a publicar a Marshall Rogers? Brrr…), desempolvo de mi colección los números de Batman: Justicia Ciega para releer esta historia del Hombre Murciélago, que en su momento sirvió para conmemorar el cincuentenario de la creación del Detective y los 600 números de la veterana cabecera, “Detective Comics”.
Cuando Batman, se enfrenta a un nuevo villano dotado de tecnología sónica llamado Quebrantahuesos no podía imaginarse que se encuentra ante una enorme conspiración que puede poner en jaque todo aquello por lo que llevaba años luchando ya que el misterioso y aparentemente inmortal villano no es más que la punta del iceberg de un plan que puede acabar con la riqueza y el buen nombre de Bruce Wayne. Una situación que se complica todavía más cuando Wayne se ve inmerso en una crisis amorosa y en Gotham se encuentra uno de sus antiguos mentores, capaz de deducir gracias a su prodigiosa mente quién se esconde debajo de la máscara del Murciélago y hacerlo público. ¿Quieren saber más? Tendrán que hacerse con el cómic.
Cuando Batman, se enfrenta a un nuevo villano dotado de tecnología sónica llamado Quebrantahuesos no podía imaginarse que se encuentra ante una enorme conspiración que puede poner en jaque todo aquello por lo que llevaba años luchando ya que el misterioso y aparentemente inmortal villano no es más que la punta del iceberg de un plan que puede acabar con la riqueza y el buen nombre de Bruce Wayne. Una situación que se complica todavía más cuando Wayne se ve inmerso en una crisis amorosa y en Gotham se encuentra uno de sus antiguos mentores, capaz de deducir gracias a su prodigiosa mente quién se esconde debajo de la máscara del Murciélago y hacerlo público. ¿Quieren saber más? Tendrán que hacerse con el cómic.
Tengo que reconocer que he disfrutado como un niño de la lectura de este tebeo. Probablemente, porque soy un lector viejuno y añoro un modo de escribir cómics de superhéroes que convertía las sagas de tres o cuatro números en todo un acontecimiento en la trayectoria del personaje y detesto los actuales en los que una historia anodina se estira durante años hasta perder todo sentido. Sam Hamm, guionista de cine, se adelantó varios años al fenómeno JMS y el posterior desembarco masivo de guionistas televisivos, escribiendo esta historia aprovechando una huelga de guionistas cinematográficos y el crédito conseguido ante Denny O’Neill, el por entonces editor del personaje, al guionizar la primera película sobre el personaje de Tim Burton.
Hamm aporta una visión de Batman en la que le da un mayor protagonismo a Bruce Wayne del que era habitual en la época, alejándose en parte de la revisión justiciera que había puesto de moda unos años antes Miller en “Batman: Año Uno”, al tiempo que construye una trama compleja con altos componentes de intriga y ciencia ficción, ligera y entretenida de leer en la que, quizás, se nota en exceso la falta de familiaridade Hamm con el medio que hacen en algunos momentos el desarrollo de la historia resulte un tanto confuso (ignoro si se acabó la huelga de guionistas antes de tiempo pero la historia hubiera quedado mejor con un episodio más) debido a la cantidad de elementos con que Hamm enriquece la historia pero que suple con el entusiasmo con que va concatenando situaciones sin dar respiro al lector que tiene asegurado un buen rato de entretenimiento.
En el aspecto gráfico, nos encontramos con un Denys Cowan que se ve beneficiado por el entintando de Dick Giordano y Frank McLauglin logrando como resultado una versión de Batman a medio camino del canon impuesto por Neal Adams y su propio trabajo en “The Question” que, aunque a mí personalmente no me acaba de convencer resulta eficaz en lo narrativo aunque, en ocasiones, se le note superado por el ritmo de locomotora que impone el novel Hamm a la historia.
No sé como será la nueva edición de Planeta pero “Justicia Ciega” gustará, a pesar de sus defecto o precisamente por ellos,s a todos aquellos, que busquen en un cómic pasar únicamente un buen rato. Con “Justicia Ciega” lo tienen asegurado.
Hamm aporta una visión de Batman en la que le da un mayor protagonismo a Bruce Wayne del que era habitual en la época, alejándose en parte de la revisión justiciera que había puesto de moda unos años antes Miller en “Batman: Año Uno”, al tiempo que construye una trama compleja con altos componentes de intriga y ciencia ficción, ligera y entretenida de leer en la que, quizás, se nota en exceso la falta de familiaridade Hamm con el medio que hacen en algunos momentos el desarrollo de la historia resulte un tanto confuso (ignoro si se acabó la huelga de guionistas antes de tiempo pero la historia hubiera quedado mejor con un episodio más) debido a la cantidad de elementos con que Hamm enriquece la historia pero que suple con el entusiasmo con que va concatenando situaciones sin dar respiro al lector que tiene asegurado un buen rato de entretenimiento.
En el aspecto gráfico, nos encontramos con un Denys Cowan que se ve beneficiado por el entintando de Dick Giordano y Frank McLauglin logrando como resultado una versión de Batman a medio camino del canon impuesto por Neal Adams y su propio trabajo en “The Question” que, aunque a mí personalmente no me acaba de convencer resulta eficaz en lo narrativo aunque, en ocasiones, se le note superado por el ritmo de locomotora que impone el novel Hamm a la historia.
No sé como será la nueva edición de Planeta pero “Justicia Ciega” gustará, a pesar de sus defecto o precisamente por ellos,s a todos aquellos, que busquen en un cómic pasar únicamente un buen rato. Con “Justicia Ciega” lo tienen asegurado.
6 comentarios:
No lo pude adquirir en su momento, pero tu reseña me ha convencido. Caerá lo antes que pueda. Saludos.
Pues me pasa como a ti, que disfruto mucho más de esas pequeñas sagas de tres o cuatro números que de las macrosagas actuales. Tengo en gran estima historias como Las muchas muertes de Batman, Una muerte en la familia, o esta misma Justicia Ciega. Y comparto muchas de las cosas que dices, la falta de conocimiento del medio de Hamm, su interesante trabajo en cualquier caso y un dibujo eficaz pero que no enamora. Voy a releerla, que hace mucho que no la cojo...
Jaime y Juan,
Al ataque, chicos.
Las sagas que se publicaron de esa época Zinco, las que menciona Juan y algunas más, son muy entretenidas e ideales para agruparlas en prestigios así que entiendo su actual publicación por parte de Planeta pero como lector veterano me gustaría ver publicado material anterior que está inedito en España o lleva mucho más tiempo sin ser editado en España como el Batman de los 70 de Marshall Rogers y Steve Rogers o la de Gene Colan y Carmine Infantino. La publicación de Neal Adams, en los aparatosos absolutos, parecía prologar esa publicación, pero la cosa ahora está muy muy parada por lo que veo. Sniff...
Impacientes Saludos.
El cómic de los muertos vivientes es sencillamente genial y BRUTAL a la vez.
Lei la vercion (Gloriosa) de Zinco, y recuerdo que fue la primera historia de Batman que lei, en donde tenia algo de Ciencia ficcion, La historia es bastante diferente y original en cuanto a las historias de batman que salieron despues y antes de ella.
Coincido con que le falto "algo" de desarrollo, pero el drama y la accion de la historia fue genialmente dibujada por Frank McLauglin.
y si esta historia fue precursora de Knightfall, lastima que no se vuelva a ese tipo de historias cortas y ahora todo sea un Macro crossover dentro de otro crossover dentro de otro.
un abrazo y muy buen blog
Taradete, bienvenido,
Sí, que lo es. A propósito, este mes llega a su novena entrega.
Ted Kord, bienvenido,
Es un buen cómic para iniciarse en las historias del Murciélago aunque como indicas con una historia bien tramada y bastante original para la época. Estoy de acuerdo contigo es una lástima que ahora prime por criterios comerciales una manera de hacer cómics de superhéroes en que importe menos la historia que el megaevento clónico que hay que colocar a los lectores año tras año.
Impacientes Saludos.
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